Cuando terminamos de decorar la casa nos preparamos para la fiesta. Para esa ocasión decidí ponerme un vestido negro en tallado y algo corto, unas botas negras al muslo y solo me maquille con delineador negro y labial rojo, por supuesto un antifaz color negro con algunas plumas negras y pedrería.
Ya empezada la fiesta y con algunas copas me puse a platicar con algunos amigos y a presentarme con los invitados; algunos solo hablaban, otros me sacaban a bailar, en fin todo iba muy normal y tranquilo. Al estar sirviendo me una copa sentí una mirada, era un chico que estaba con algunos de mis amigos, pero en su momento no le di mayor importancia. Al pasar por accidente choque con el, me disculpe a lo que me respondió que podía re compensarlo bailando con el, a lo que accedí. Tengo que aceptar que me resultaba misterioso y atractivo a la ves, llevaba puesto una camisa negra casual, la cual dejaba adivinar su cuerpo, un pantalón de mezclilla recto pero que le quedaba muy bien, y un antifaz de color azul.
Seguimos conversando, su nombre Daniel, era muy atento y también pude verlo mas de cerca, tras el antifaz se escondía un chico muy atractivo, con rasgos muy fuertes y definidos, pero sus ojos de color café claro te seducian. Poco a poco fuimos ganando confianza y comenzaba a poner su mano en mis piernas, a acariciar el espacio que se dejaba ver entre las botas y el vestido, cada vez que se pegaba mas a mi, a lo que le respondí guiando sus manos por mi cintura y mis piernas, estábamos en juego del que ya no había marcha atrás.
Cuando menos me lo espere me planto un beso, el cual seguí, besaba muy bien, sentía sus manos pasando por mi culo, atrayendo me mas a el para sentir el bulto en su pantalón, el cual comencé a acariciar. Decidimos subir a una de las habitaciones para continuar con lo que había iniciado hace solo unos momentos.
Me llevo a la cama donde nos comenzamos a besar de nueva cuenta, pasaba sus manos por todo mi cuerpo, tomaba mis senos, los apretaba, la ropa comenzaba a estorbar igual que los antifaces. Desabotone su camisa y se la quite, el me quitaba las botas y besaba mis piernas, decidí quitarle el antifaz y su rostro era exactamente como lo supuse. Me quito el vestido y mi antifaz quedándome solo en tanga y bra, me puse encima de el y comencé a besar lo, pasando por su cuello, su pecho, hasta llegar a su pantalón, el cual comencé a quitarle para después deshacerme de su ropa interior, dejando libre a su verga, era enorme, venosa y que ya estaba lubricada por liquido preseminal; comencé a masturbarlo con una mano y con la otra tome sus testículos, el solo jadeaba, por lo que decidí hacerle una buena mamada, besaba su verga, pasaba mi lengua por todo el tronco y volvía a besar la cabeza, poco a poco fui metiendo lo a mi boca, apenas si me cabía, me tomo la cabeza y fue empujando la mas y mas por lo que sentía arcadas, pero me fui acostumbrando, así estuve como por diez minutos, marcaba un ritmo cada vez mas rápido cuando empujo mas fuerte mi cabeza y sentí como su semen pasaba por mi garganta, fui sacando su pene y lo limpiaba con mi lengua, pero su erección seguía como al principio.
Comenzó a pasar su mano por encima de la tela de mi tanga, yo ya estaba muy mojada, la hizo a un lado y comenzó a meter dos dedos a mi vagina mientras también estimulaba mi clítoris, solo podía gritar que no se detuviera, sentir el orgasmo venir, hasta que me vine, siguió, perdí la cuenta de las veces que me vine. Me quito las prendas que tenia puestas, besaba mis pezones, los mordia le imploraba que me penetrara, la excitación era demasiada.
Me jalo a la orilla de la cama, tomo mis piernas y me penetro de dos empujones, su pene era muy grande, sentía como presionaba, y sin mas comenzó a embestir me fuerte y profundo, me fui a acostumbrando, pasar del dolor al placer, rodeando su cuerpo con mis piernas para pegar lo mas a mi, nos besabamos y cuando tenia oportunidad besaba mis senos y mis pezones duros; rasguñaba su espalda y sus brazos, solo jemia. Coloco mis piernas en sus hombros y comenzó a penetrar me mas profundo, solo me decía, -eres mi puta, te gusta que te traten así verdad, yo solo respondía, -si soy tu puta, dame mas. Luego me puso en cuatro y tomándome de mis hombros comenzó de nuevo a embestir me, solo podía gritar pidiéndole que no parara, me respondía dándome nalgadas que lograban calentar me aun mas, llevándome de nuevo al orgasmo.
Se recosto para cabalgar lo, me fui penetrando de a poco hasta que sentí sus testículos en mi culo, fui moviendo las caderas en círculos y después subia y bajaba, sacaba su pene quedando la punta en mi vagina y volvía a meterlo todo, comencé hasta hacerlo mas rápido, mientras el me pellizcaba los pezones, volví a correr me, el me decía que lo hiciera mas rápido para venirnos juntos, lo hice todavía mas rápido y mas profundo, guiaba mis caderas con sus manos, sentía como su verga iba creciendo, sentía que venia otro orgasmo, lo cual le dije a lo que respondió que estaba a punto, presionó mis caderas hasta sentir como se venia dentro, sentía los chorros de su leche que pegaban contra mi vagina, poco a poco me fui saliendo para después limpiar su pene.
Nos vestimos, no sin antes impedirme limpiarme su leche, ya que le excitaba que estuviera con su semen dentro de mi por toda la fiesta, y llevandose mi tanga como un recuerdo de lo sucedido. Nos re incorporamos a la celebración, besando nos en cada oportunidad que teníamos, después nos despedimos sin mas, como dos extraños que se conocieron en una fiesta.
Que hermoso relato, como me gustaria ir a una fiesta asi y encontrar a alguien que me eleve al cielo, besitos