Unos carnavales
( Relatos Heterosexuales )

    Estos Carnavales te invito. Te alegro tener ese mensaje en tu movil. Hacia tiempo que no nos veiamos y tenias ganas de divertirte.
    No te preocupes por el disfraz, ya buscaremos algo aqui cuando llegues. Nos reunimos en casa el sabado a las 10 .
    Llegaste con la puntualidad que te caracteriza y como siempre, atento. Traias un buen vino blanco, para abrir boca, dijiste, y lo acompañamos con algo de comer para ir mas al grano cuando salieramos, simplemente a divertirnos.
    La ultima vez que nos vimos no lo podre olvidar nunca, creo q tu tampoco. No sabemos como, pero ocurrio. Estabamos de vacaciones, la luna brillaba, apetecia pasear por la orilla y las rocas hacian unos recodos estupendos q invitaban a amarse.
    Luego los recursos del destino hizo que tuviesemos un breve encuentro en el hotel y nos intercambiaramos los telefonos.
    Salimos a un estupendo local, noche tematica con alquiler de disfraz, cinco salas diferentes con cinco musicas diferentes para elegir. Elegimos algo suave, chiill out en varias versiones. Disfraz, mi preferido, epoca romana.
    Los chicos pasaban a una sala, las chicas a otras. Cuando nos vimos, nos gustamos, reimos. Nos caia bien. Tu y mi chico, moreno los dos, con buenos brazos, buenos pectorales, ideales. Vaya, pense yo, quien pudiera acabar como aquella noche.
    Cuando entramos en nuestra sala elegida me lleve una grata sorpresa. Habia reservados, separados por cortinas rojas que colgaban del techo, el ambiente no podia ser mas perfecto.
    Cuatro chicos mas esperaban dentro, parecian elegidos para mi. No acababa de entender. Pronto se disiparon mis dudas.
    No importa cuando celebres tu fiesta de cumpleaños. Lo bueno es hacerlo como tu te mereces, fue lo que me susurro al oido mientras me rozaba los hombros y el cuello, el sabe que eso me excita mucho. Preparate a disfrutar, yo estare como uno mas. Tu eliges lo que quieres hacer.
    Pues si, ya lo creo que voy a disfrutar. Seis hombres para mi. No se como lo voy a hacer, todo ira surgiendo, lo que si se es que estan para darme placer.
    Todos se pusieron a mi alrededor, hicieron un circulo, empezamos a bailar suavemente, pasaba de los brazos de uno a otro, tocaba sus brazos, sus caderas, besaba sus labios, probaba sus lenguas, alientos calientes, ojos brillantes, todos deseosos de placer. Y yo mas que ellos
    Habia divanes, propios de la epoca, en terciopelo rojo, con brazos dorados y pequeños, para no molestar en las diferentes poses de las orgias celebradas en honor al Dios Baco.
    Eso es lo quiero hacer, emular una de esas orgias, donde la principal protagonista sea yo. Mientras notaba el deseo que se apoderaba de todos pensaba en como hacerlo, por donde empezar. Tu supiste como encenderme.
    Me rozaste con suavidad los pechos mientras un chico se apretaba a mi por detras. Me diste tu lengua y me dijiste "haz todo lo que te apetece, todo lo que has soñado". Te quitaste la tunica, y todos te siguieron, luego me la quitaste a mi.
    Le hiciste un gesto a un chico para que se tumbara en el divan, con tu mirada, supe lo que querias que hiciera. Yo al ver eso ardia entera, estaba bien, tranquila y caliente, muy caliente, y muy mojada.
    Me subi encima de el a caballo, eso a le gusto mucho. Fue una penetracion lenta, para ir tocando cada poro de piel, para ir sintiendo placer en cada segundo. Para que notara como mi sexo se iba abriendo cuando el iba empujando un poco hacia arriba, llegando al fondo, los dos dimos un gemido de placer. Empece a moverme lento, era lo que requeria el momento, despacio, q todo fuera surgiendo y que nada se nos escapara.
    Te pusiste frente a mi. Tu sexo quedo a pocos centimetros de mi boca, te la movias. Cuando me viste abrir la boca y sacar la lengua para mojarme los labios supiste que queria. Queria llenarme la boca con toda ella. Sentir su dureza, su calor. Sentir como al contacto con mi lengua humeda llegaba a ponerse mas dura para darme el placer que mas me gusta.
    Habia dos chicos mas, uno a cada lado, al ver la escena, empezaron a masturbarse. Levante las manos para que se acercaran, queria hacerlo yo, tenia a cuatro machotes para mi. Unas manos me tocaban los pezones mientras alguien queria rozarse por mi espalda.
    Esa escena habia que inmortalizarla, alguien se ocupo de ello. Yo a caballo encima de un chico, mientras tenia el sexo de otro en la boca y uno a cada lado para masturbarlo. Todas las manos tocandome y mis dos pezones duros siendo acariciados por lenguas juguetonas.
    Me dijiste: "una vez me hablaste de doble penetracion, no lo he hecho nunca, me gustaria ver disfrutar a una chica asi siendo participe de ello". Sabes que tus deseos sexuales me gusta hacerlos realidad, quiero seguir siendo la musa de tus sueños eroticos. Quiero darte lo que nunca has tenido.
    Solo un cambio de poses y yo estaba disfrutando doblemente, moviendonos al unisono, jadeando de placer, tu escogiste lo que nunca habias hecho, te gustaba; me dijiste, tengo q hacer esto contigo a solas, tengo q hacerte gritar de placer yo solo.
    Pero ahora estabamos aqui todos y todos tenemos que llegar al extasis. Me meti los dedos en la boca y alguien vino a cambiar mis dedos por un sexo duro e igualmente apetecible. Mientras varias manos me tocaban, me acariciaban, hacian deleitarme como nunca de tanto sexo y sentia como se movian dentro de mi con todo mi yo ocupado de placer.
    Queria correrme, no podia mas, pero queria hacerlo solo sintiendo como querian darme placer sin ser yo la que sudara. Queria tener un orgasmo oral. Queria sentir una lengua tocando mi clitoris, pasando de arriba a abajo hasta hacerme gritar pero con un grito ahogado, con la boca ocupada de sexo, mientras estaban pellizcandome los pezones.
    En poco tiempo se oyo un aaahhhhh!!!!! en la sala que estremecio a todos; pero despues de eso me gusta unos empujones fuertes, fuiste el elegido, todos sabian por que, era evidente. Queria sentir dentro de mi ese momento que tanto habia esperado. Eso me hace tener un doble orgasmo. Me gusta terminar asi mis actos sexuales. Y con un grito que hizo contagiar a los que alli estaban terminamos todos con un placer sexual inexplicable con palabras y extasiados por el momento que acababa de pasar por nuestras vidas.

   

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