una orgía en familia
( Relatos Amor Filial )
Somos un matrimonio unido, muy liberales.
Hace poco, en una noche de intimidad, mi mujer y yo.
Notamos que lo que hacíamos ya era muy tedioso
Y que deberíamos intentar algo diferente
Sugerimos varias opciones, salimos a lugares buscando emoción, contratamos a un streaper y una prostituta pero no tuvimos éxito, pusimos un letrero en Internet pero solo eran relaciones imaginarias pero ninguna que nos animara,
y mejor dejamos las cosas en paz.
Así transcurrió un mes durante el cual hicimos el sexo
Normal aunque cada vez era más aburrido.
En nuestra unión, procreamos una pareja de hijos
Un varón y una hembra de 25 y 23 años respectivamente
Ellos aun están solteros y viven con nosotros.
Un domingo sin querer, sorprendí a mi hijo espiando a su madre cuándo ésta se bañaba.
Él no se dio cuenta de mi presencia ya que me oculte tras la puerta de nuestra recamara y solo me asome por la cerradura a ver lo que hacia.
Ahí me di cuenta que ese hecho me puso bien caliente y con una erección que ya no lograba tener desde hace mucho.
Mientras mi hijo se frotaba su miembro por encima del pantalón hasta que decidió meterse a su cuarto, y masturbarse por lo que vio.
En ese momento mi mujer salía de bañarse, envuelta en una toalla que dejaba ver sus hermosas formas femeninas,
Sin sospechar siquiera de que era espiada, se dirigió hacia la recamara desde donde yo miraba pegado a la puerta.
Entro en la habitación, diciéndome qué el agua estaba deliciosa a la ves que se sentaba en la cama dejando caer la toalla húmeda para mostrar su apetecible figura.
Mire hacia la puerta de la recamara de mi hijo, y el ya no estaba ahí.
El solo pensar en aquella actitud de mi hijo, me puso bien duro. Imaginarme que miraba a mi esposa, bañándose desnuda y luego me asalto la duda, ¿cuantas veces habrá espiado mi hijo a su madre mientras ella se bañaba?
¿Cuántas veces nos habrá espiado mientras cojiamos en el baño?
Y ¿cuantas veces habría espiado de igual manera a su hermana?
Deberla de haber una reacción y llamarle la atención al muchacho, pero no pude vencer el morbo y el placer que me producía y mejor decidí seguir mirando para ver hasta donde llegaba.
Esa noche coji como loco y ella lo disfruto mucho más, pero no le dije nada de lo que había pasado con nuestro hijo.
Así que luego de terminar de coger, nos quedamos dormidos desnudos sobre la cama. Pensando en que tal vez también éramos observados por el.
Al día siguiente, mi esposa se levanto y se metió al baño.
Yo la seguí con la mirada y me coloque de nuevo tras la puerta del cuarto para ver si nuestro hijo la espiaba de nuevo.
Así fue, otra vez se coloco en la rendija de la puerta del baño y empujo levemente para meter un poco la cara y ver mejor a su madre bañándose.
Otra vez me llene de morbo, de lujuria, imaginaba a mi hijo
Que se metía al baño y Cojía a su mamá.
Ya estaba casi adentro pero de un paso salio del baño y cerro la puerta sin hacer el menor ruido.
En cosa de segundos, mi esposa salía de bañarse pero esta vez la toalla era muy pequeña y mostraba sus piernas muy cerca de sus glúteos que a cada paso se asomaban para ser admirados. Levante la vista hacia la puerta de la recamara de mi hijo, y lo descubrí mirándola sin perder detalle.
Otra vez mi verga se templo como el acero, y me llene de deseo.
Cuando entro ala recamara, le dije que me provocaba mucho cuando enseñaba su cuerpo y le quite la diminuta toalla para dejar al descubierto su sublime desnudez...sus pechos aun erguidos clamaban por ser acariciados sus pezones duros deseaban ser apretados por unas manos tibias y fuertes. Comencé a acariciarla y a besarle su cuello, su espalda. en seguida comenzamos a jadear de deseó. Mientras yo intencionalmente había dejado la puerta abierta, para que nuestro hijo nos mirara coger desde donde estaba oculto y con una mirada discreta, lo vi. Observándonos.
Mi mujer intento cerrar, pero yo le pedí que no lo hiciera y al voltear hacia el pasillo, descubrió a nuestro hijo mirándonos. Tenía en su mano su tremenda verga y se masturbaba.
Mi esposa comprendió mis intensiones y eso la puso bien cachonda y así cogimos, como hace mucho que no lo habíamos hecho. Cogimos muy rico hasta quedar rendidos sobre la cama los dos desnudos y con la puerta abierta. Para que el muchacho admirara a su madre encuerada.
Después de que nos repusimos un poco del ejercicio, le pedí a mi mujer que fuéramos a ver si nuestro hijo ya se había dormido, y así lo hicimos. En la puerta de nuestra habitación, había mucho semen regado en el piso. Ella lo toco con su mano y me dijo que aun estaba tibio
Ahí le dije que ya eran dos veces que lo veía espiando en el baño, cuando se metía a bañar
Aun sorprendida y apenada entendía que el la había mirado desnuda pero me hizo saber que lo que había sucedido hace unos momentos, la había puesto muy caliente. Y que le gustaba ser observada.
Desde esa vez, mi mujer avisaba intencionadamente, cuando se metería a bañar. Y nuestro hijo se las ingeniaba para seguir espiando a su madre.
Mientras yo lo comprobaba desde la recamara y por el hoyo de la cerradura para que no se diera cuenta.
Esto se repetía cada que ella se metía a bañar incluso recorrió provocativamente la cortina que dividía el baño, para que su hijo tuviera un panorama mejor y mirara su cuerpo completamente
El sábado por la mañana, mí mujer se bañaba, y mi hijo como siempre espiaba a través de la rendija de la puerta, pero en esta ocasión, al recargarse se abrió un poco y pudo ver mejor el cuerpo desnudo de su madre.
Yo seguía todo desde mi escondite, desde la puerta de la recamara de nosotros, para que no se diera cuenta que era vigilado. vi. como se saco su enorme verga y empezaba a masturbarse. Su erección era ya muy tremenda pero le aumento cuando empujo un poco mas la puerta y quedar totalmente abierta y se decidió a entrar sin que su madre se diera cuenta pues estaba de espaldas y tenia el jabón en su cara.
Mire incrédulo como se adentro en el baño y en seguida un grito de sorpresa salía de la boca de mi mujer que quiso volver a gritar y reprochándole su actitud pero a poco se calmo todo...ya no se oían los gritos de ella y rápidamente me fui tras la puerta del baño que mi hijo había cerrado por dentro después de haber entrado. Fije mi mirada en ambos en mi mujer y en mi hijo que manoteaba tratando de sujetar a su madre hasta que lo logro a base de forzarla a besos y caricias lascivas en todo su cuerpo desnudo. Lo que antes era gritos y jalones ahora eran jadeos y murmullos de besos con pasión, aquello que era miedo ahora es lujuria entre madre e hijo las caricias obscenas y los besos llenos de lujuria podía verlos desde la rendija de la puerta y desde ahí miraba el deleite de ella que sucumbió a sus tentaciones impúdicas
Con las cogidas frenéticas que su hijo le daba, las chiches campaneaban a cada metida y sacada hasta que mi mujer lanzo u gemido que anunciaba un fuerte orgasmo contenido durante algunos años y que lo disfruto tanto. Al momento, mi hijo también eyaculaba en su vagina y besando y mordisqueando sus tetas y parte de su cuello también. Después se dieron un beso con las lenguas entrelazadas dejando que la sensación de el final del clímax terminara ahí en sus bocas, con las manos asidas la una del otro y ahí en ese momento no eran madre e hijo pero si eran hombre y mujer que acallaban un deseo imperioso lleno de lujuria.
Después solo silencio. La regadera continuaba mojando los cuerpos como queriendo limpiar el pecado cometido, pero nada mas.
La voz de mi mujer corto el silencio y con algunas recomendaciones se despedían, ambos amantes disponiéndose a salir del baño.
Hijo....por favor. Que nunca se entere tu padre de esto...
-Si madre. No se enterara te lo prometo.
-cuida que no te vayan a ver al salir del baño-...En ese momento yo camine aprisa hacia mi cuarto y cerré la puerta, para poder seguir mirando por la cerradura. En seguida, la puerta del baño se abrió un poco....luego otro poco mas,hasta que apareció la cara de mi hijo. Después con paso firme se encaminaba hacia su cuarto con una sonrisa llena de satisfacción. Y de triunfo
Al fin había probado lo que era una mujer...ha y que mujer....ya que mi esposa a sus 40 años conservava un cuerpo bastante hermoso y bien proporcionado.
Después salía...mi mujer envuelta en su diminuta toalla pero ahora solo le importaba que nadie se enterara de lo sucedido ahí dentro...pero una sonrisa de satisfacción iluminaba su hermoso rostro, al fin había podido lograr un orgasmo después de tantos años sin saber de ello.
Al entrar a la recamara ella se sorprendió al verme y se turbo
Al darme cuenta que no tenía palabras para decirme algo...la tuve que ayudar diciéndole que lo había visto todo. Ella sonrió muy nerviosa. Le dije que mire la forma como tocaba su desnudez.
Pero también la vi. gozar, las ricas cogidas del muchacho y sabía que le gustaron mucho.
La deje que disfrutara plenamente sin que yo interviniera para no echar a perder ese goce. Que tanta falta le hacia. Además. Le remarque que contaba con mi aprobación para que lo hiciera cuantas veces se lo pidiera nuestro hijo, pero que para el próximo encuentro yo los miraría coger.
Así se quedaron las cosas. Ahora ella sabía que no tenía porque esconderse pues ya contaba con mi permiso y que además, le pedí que desde entonces se vistiera más provocativa para que lo atrajera y lo sedujera completamente para que disfrutara de sus caricias.
Después les contare como hicimos para que nuestra hija también participara en la orgía familiar.
CONTINUARA
Escriba aquí su comentario sobre el relato:
Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.