Después de darnos cuenta de que éramos espiados por las chicas, Jessica y yo, hablamos al respecto, pero dejamos que lo decidieran ellas. Además son situaciones normales que casi todos pasamos por ahí.Al menos eso es lo que sabemos.
Así que decidimos dejar las cosas como están y continuamos gozando nuestros encuentros.
Sabíamos que Juan se iría de casa en una semana, y queríamos disfrutar esos días plenamente.
Además, Jessica se había enamorado perdidamente de él, y me había sustituido.
Ahora dormía en su cama, las opiniones se las pedía a él y todo era con él.
Mientras yo tomaba las cosas con calma.
En unos días todo regresaría a la normalidad.
Jessica se había puesto muy guapa, estrenaba un bello baby-doll de color azul claro, muy atrevido y transparente, mostraba gran parte de los senos y abajo, una sugestiva tanguita del mismo color que solo cubría una pequeñísima parte de su monte de Venus. El perfume había embriagado la estancia y hacia el ambiente muy erótico.
Juan comenzó a besar y a acariciar a mi esposa para ponerla caliente. Poco a poco, comenzó a gemir de deseo y a tocarse sus senos. Juan se desnudo frente a ella mostrando su masculinidad ya en erección.
Jessica tomo entre sus manos ese bello instrumento y de un tajo se lo engullo en la boca y empezó a chuparlo como si fuera un caramelo. Yo me uní a ellos
Los fui atrayendo hacia mi cama,para estar mas comodos, pues no quería quedarme atrás y comencé a besarle la espalda a la vez que apretába las nalgas con ambas manos.
Juan se administraba y solo dejaba que ella llevara el ritmo, seguro quería retardar su eyaculasión al máximo.
Por varios minutos bese y acaricie el lindo trasero de mi esposa, luego me puse tras ella, le coloque mi verga y se la empuje de golpe en su ya húmeda panocha y empecé a bombear desenfrenadamente hasta sentir como se humedecia.
Juan ya chupaba sus pezones y metía entre sus chiches su enorme mástil y simulaba el mete y saca y como premio a ese esfuerzo, la boca de Jessica recibía la cabeza del miembro de Juan que se detenía solo cuando yo la hacia gemir, cuando entraba mi verga en su concha.
Otro orgasmo acudía a ella al meterle uno de mis dedos bien lubricado con sus propios jugos en el chiquito, unos gemidos mas calidos y placenteros me avisaban, yo acelere el ritmo y eso casi me hace eyacular.
Vi entonces a mi amigo que miraba insistentemente hacia la cama de las muchachas, volteé hacia allá, y vi que estaban espiando nuevamente.
No dije nada a Jessica pero sabía que pronto se daría cuenta de ello. Así que continué deleitándome con el hermoso cuerpo de mi mujer al igual que Juan que la estaba penetrando por el ano. Ahora intentaba yo metérsela por su vagina, de a paradito, así como la tenia mi amigo metiéndoselo por atrás.
Muy pronto llego otro orgasmo y también fue acompañado de dos tremendas venidas .
Mientras Juan se venia adentro del chiquito, yo le escurría sus piernas con mi semen, pues en un movimiento involuntario, se salio todo mi pene de su calida rajita.
Nos volvimos a quedar tranquilos después de esa gran cogida a Jessica que no dejaba de besuquear a Juan.
Yo solo los observaba, tumbado en la cama mientras me reponía para la próxima cogida.
Sin darnos cuenta, ya estaba casi amaneciendo.
Las chicas dormían ya profundamente y Jessica y Juan se habían quedado dormidos en la misma cama que yo. Así que opte por irme a la cama de Juan.
Me tire en ella tratando de dormir, ya lo estaba consiguiendo, cuando de pronto, sentí una tibia mano en mi verga; era nada menos que mi hija Patricia que se había atrevido pensando que yo era Juan, pues estaba acostado en su cama. La deje que siguiera acariciándome. Lógicamente, la emoción hizo que mi verga se pusiera bien parada. Ella la sintió y apretó fuerte, comenzó a masturbar. Su curiosidad pudo más y levanto la cobija para admirar lo que tenia en su mano y un gemidito escapo de su boca lleno de admiración.
Por un buen rato estuvo agarrándolo y moviéndolo a su gusto hasta que de pronto empezó a besarlo luego le paso su lengua sobre la cabeza. Yo sentía que no aguantaría mucho ansiaba por subirla a la cama,y cogerla bien rico, pero me contuve, la deje seguir acariciándomela. La lengua empezó a juguetear con ella y poco apoco la introdujo en su boca pero solo se metía la punta de la verga .que ya estaba a punto de explotar.
Despacio se trepo a la cama y puso sus deliciosas nalgas en mi verga e intentaba penetrarse sola. Yo no quería que se diera cuenta que el que estaba tocando era yo. Su propio padre y no –Juan como ella lo pensaba, pero no iba a echar a perder esta bella ocasión. Así que me hice el dormido, al fin que aun estaba a oscuras el cuarto y todos dormían profundamente.
Como pude, me le puse a modo para que ella sintiera el grosor de mi bien erguida verga y así lo hizo, suavemente se fue deslizando mi erecto miembro en su virginal vagina, despacio entre gemiditos y ayees se empezó a penetrar. Y claro que yo le daba una ayudadita empujándosela para que se la metiera toda.
ella sentia los leves empujoncitos,y sabia que la estaba gozando entre sueños.
Ya con toda la verga dentro de ella, empezó a suspirar y a menearse despacito hasta que sus jugos empezaron a lubricar su estrecha vagina y se hacia mas deliciosa la penetración.
Era fenomenal lo que yo sentía al penetrarla aunque ella misma se la enterraba cada vez mas, su vagina se contraía y casi sin mucho movimiento lograba darme placer desmedido. Sus gemiditos y su respiración acelerada me anunciaban que estaba teniendo un delicioso orgasmo.
El primer orgasmo de su vida y con migo ¡Ho que delicia de nena! Así siguió hasta que otro orgasmo le sacudió, su vagina se contraía de maravilla ; hasta ese momento comprobé que ella, mi propia hija Patricia, poseía un gran don en su vagina, tenia “perrito”… yo sentía que ya mi verga eyacularía en cualquier momento y no quería que se diera cuenta que era yo, así que me hice el fuerte y aguante hasta que ella termino de venirse.
Pensé que me dejaría así, pero no como buena aprendiz tomo mi erecta verga y se la metió toda de tajo en la boca y una rica y deliciosa mamada me sacudió y vacié en ese momento todo mi semen contenido durante la penetración.
Ella quedo maravillada por los chorros de semen que brotaban de mi virilidad incluso se trago un poco.
Suspirando se retiro de la cama de Juan, pensando que lo había hecho con el. Iba muy feliz hacia su cama, donde sus hermanas la esperaban despiertas.
Por un rato se escuchaba el cuchicheó de las tres, seguramente Patricia les decía lo que había gozado al hacerlo. Y del tamaño que se había metido en su boca y en su conchita además de los jugosos mocos que trago su boca al mamármela.
Eso me dejo muy feliz .Pero tenia que volver a repetirlo ella tenia que enterarse que al que se cogio fue a mi, a su papa y no a mi amigo Juan.
Un poco después el sueño me venció. Y me quede dormido.
A la mañana siguiente, nos despertamos ya muy tarde casi al medio día. Al abrir los ojos me di cuenta que ya se estaban despertando Jessica y Juan pero vi con alarma unas manchas de sangre en las sabanas de la cama .posiblemente producto de la rotura del himen de Patricia al perder su virginidad conmigo.
Tenía que hacer algo y pronto, así que con una orilla filosa de la cama, me rasgue intencionalmente el brazo hasta producirme un leve sangrado, y adrede manche un poco más las sabanas.
Sabía que de esta forma aseguraba el anonimato de Patricia. Cuando los demás despertaron, y se dieron cuenta de las manchas de sangre, les dije que me había lastimado el brazo mientras dormía y que esa era la causa de la sangre en las sabanas de la cama de Juan.
Patricia me miro muy sorprendida, al darse cuenta que me había entregado su virginidad a mi y no a Juan como ella pensaba, pero no dijo nada, solo me miro escrutándome los ojos. Al final una bella sonrisa me decía que había gozado al máximo y me aceptaba como su primer hombre dentro de ella.
Durante el día, trate de llevar las cosas lo mas normal que pude, pero era demasiado difícil ya que deseaba hablar con Patricia para acordar otro encuentro entre ella y yo en otro lugar lejos de Jessica y Juan. Pero me fue imposible.
Temía delatar nuestro bello encuentro y echar a perder todo.
Así que mejor me dedique a hacer algunos arreglos al jardín de la casa que ya le hacían mucha falta y de paso olvidarme un poco de esa bella obsesión por ella.
Jessica estaba muy acaramelada con Juan, sabía que en pocos días él se iría de la casa. Se le veía un poco triste pero no lo dejaba ni un minuto y a todo momento quería hacer el amor.
Para esto, Jessica me dijo que saldría con Juan al Supermercado a comprar los víveres para la semana. Aunque yo sabía que se irían a meter a algún hotel para seguir amándose.
Esto me causo mucha alegría pues me quedaría solo con las muchachas y así podría hablar con Patricia y acordar otra cita fuera de casa.
Así lo hicieron, se fueron al supermercado dejándonos a las tres chicas y a mí en la casa. Yo seguí arreglando el jardín pensando en como decírselo y sin más llame a Patricia con el pretexto de que necesitaba que me ayudara a trasplantar algunos rosales.
Cuando estuvo ahí, conmigo, le dije lo que pretendía de ella y también le suplique que no dijera nada, y que nadie más se enterara de lo nuestro. Ella solo me obedeció pero en su cara se reflejaba claramente que también ella lo deseaba. Y ahí mismo volvimos a hacerlo revolcandonos entre las flores y el cesped y otra vez volvi a sentir sus contracciones de vagina tan deliciosas,no necesitaba menearse mucho ya que ese don lograba hacerme eyacular en poco tiempo.
Al final ,nos dimos un candente beso para sellar nuestro pacto sexual, pero al levantarnos del piso,los ojos vivarachos de sus hermanas y sus risitas nerviosas por lo que acababan de precenciar, habian sido testigos de esa gran entrega de amor.
Habían visto todo y eso a mi me ponia bien
Solo les pedí de favor que se retiraran y continuaran como si nada cuando llegara su madre.
iban muy gustosas se les veia cachondas a las otras dos pero ellas solas tendrian que buscarme.Porque en sus ojos les vi la lujuria adolecente.
Ademas,estaba muy seguro que tratarian de chantajearme por su silencio.
Ya serian como las cinco de la tarde cuando regresaron los amantes, mi esposa y Juan, traían los víveres pero se les veía que habían estado cogiendo durante toda la mañana. Eso para mi era un gran punto a favor, ya que estaba seguro que hoy en la noche no haríamos nada de sexo.
Al llegar la noche, ellos se fueron a dormir muy temprano, pues se les veía hastiados y muy cansados.
Así que yo también aproveche para dormir placidamente y estar al cien de mi virilidad para la siguiente ocasión con Patricia.
Al acostarme, mi mente imaginaba el hermoso cuerpo virginal de Patricia, y las escenas de lo que sucedió en la madrugada y la cachones de ella, me puso bien erguido, mi miembro estaba súper listo para un buen reencuentro con Patricia.
Ademas,mi mente enfocaba a mis otras dos hijas,sabia que ellas mismas pondrian las condiciones y eso me ponia muy cachondisimo.me imaginaba coger con las tres a la vez.Eso seria un gran festin sexual digno de un rey,algo asi como un harem propio...¿no lo creén asi ustedes?
CONTINUARA....