Paliza de mi marido por puta
( Relatos Confesiones )


Cuando llegue a mi casa, me esperaba el desastre, mi marido había llegado antes de lo que acostumbra del trabajo y se dio cuenta inmediatamente que venía de dejarme culear.
Me enseño que las cosas se pueden hacer, pero que una debe estar preparada para pagar por esas cosas que hace cuando se deja agrandar los hoyos por otros.
Esa mañana entre los cajones de la verdulería del barrio, sobre un colchón viejo y manchado yo, Dolores, la esposa de un operario de los talleres ferroviarios, de 43 años y 22 de casada se había dejado bajar la bombacha por el verdulero. Garchada por todas partes, llena de leche y sin bombacha regrese a casa y mi marido estaba en la cocina tomando un vino.
Cuando lo vi temblé, trate de retroceder inmediatamente para el baño pero el como un perro guardián olio que su hembra venía con el olor de otra pija y me grito.
-De donde venís, Carajo.
En el instante del grito vino hacia mí y me levanto el vestido, yo, sin bombacha y enlechada era la prueba evidente de la infidelidad. No conforme con ver eso, me abrió las nalgas y me observo el culo. Debía estar abierto y rojo porque me grito.
-Putona!!! Hasta el orto te dejaste romper, te lo dejaron como una palangana. Yo te voy a enseñar puta de mierda!
Se sacó el cinto de su pantalón con rapidez, yo asustada corrí para la pieza rogándole que no me pegue.
-Por favor, Rosendo perdóname no sé qué me paso, fue sin querer, nunca más me dejo pero no me pegues
De más está decir que me cago a cintazos, me dio una soberana paliza y me obligo a que confesara lo puta que había sido.
Tuve que contarle como me había culeado el verdulero, como yo me había dejado, como me había puesto en 4, como me escupió el culo para preparármelo, como me había bombeado la concha, como me había tratado como a una puta sabiendo que era la esposa de otro. Le tuve que confesar que tenía una verga grande y dura que me había hecho doler y gozar. Tuve que decirle hasta que yo me la había buscado portándome como una puta con el para que me coja como el quisiera.
Me pegaba cintazos y me tiro en la cama con la falda alzada para dejar mis nalgas a merced de su cinturón, mientras me pegaba lo escuche decir
-si seras puta, gorda culera estas cagando leche, el hijo de puta te rego bien el ojete de guasca.
Yo lloraba y sentía efectivamente como de mi culo drenaba un liquido viscoso, seguramente era la leche que el verdulero me había eyaculado.
Senti que me tire uno o dos pedos por el culo roto y enlechado y eso enfurecio mas a Rosendo que me dio unos cintazos mas duros en las nalgas.
-Te salen pedos de los pijazos que te dieron putona. La próxima vez que te bajes la bombacha acordate de mi cinto gorda puta. Me gritaba

No puedo decir que esté de acuerdo con que un hombre me deje las nalgas marcadas a cinturonazos, sin dudas mi marido es un bruto pero yo sé que para el que no es una persona instruida y que se relaciona en un medio de machos dominantes el ver a su esposa volver de la calle sin bombacha y con el culo roto es una imagen insoportable.
Después de la paliza se fue y me dejo sola en la cama culo para arriba llorando por el ardor en mis nalgas.
Volvió a la noche, le hice la cena se tomó unos vinos y se fue a la cama, al rato fui yo, esa noche me cogió duramente por todas partes, hizo que me tragara su leche y me nalgueo con saña cuando me la metió en la cola.
Me repetía continuamente que era una gorda puta culo roto mientras me mordía la nuca y me apretaba las tetas.

Me he dejado en otras ocasiones por otros hombres, pero con más cuidado para que él no se entere, le tengo miedo al cinto, porque me pego duro esa vez.


Comentarios


Asu q terrible q un hombre pegue a una mujer. Pero este relato parece escrito por un hombre.
perfil ariez96


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
3651

Categoria
Confesiones

Fecha Envio


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