Cuando quiera.
( Relatos Amor Filial )


Hola soy Eduardo, esto que les voy a contar empezó el año pasado. En ese entonces yo tenía 20 años mi hermana Belen 18. Belen es una chica linda: alta, pelo rubio y lacio, ojos celestes, y una linda figura. Ya desde hacía varios años yo me sentía atraído hacia ella, pero siempre me lo guardé para mi. Ella estaba en la cocina preparándose algo para almorzar. Tenía puesta una remera corta y un short bastante corto que me volvió loco. Disimuladamente pasé por al lado de ella y apropósito rocé mi mano con su culo, ella no hizo nada. Volví a repetir eso varias veces con la excusa de que estaba agarrando los cubiertos para poner la mesa. Hubo un momento en que no aguanté más y me le puse al lado. Le pregunté que estaba haciendo para comer y con la mano le agarré firmemente el culo. Su reacción fue de hacerse a un lado y preguntarme que estaba haciendo. Le dije que estaba caliente con ella y ella me dijo que estaba loco. Ya a la tarde, cuando mi mamá dormía la siesta, Belen estaba viendo la TV. Le pregunté si la podía tocar, que me moría por hacerlo. Ella me dijo que estaba obsesionado y enfermo. Le seguí insistiendo hasta que me dijo que solamente una palmada y que me dejara de molestar. La palmada no duró ni tres segundos, pero la disfruté un montón. Después de eso, no se porque, le pregunté si ella de masturbaba. Ella con cara de asombro (por la pregunta) y con algo de vergüenza me dijo que a veces si. Entonces le pregunté si alguna vez la habían masturbado con la lengua. Con más cara de asombro me dijo que no. Entonces le propuse que si la podía masturbar yo, que le iba a gustar. Al principio dijo que no, pero después de insistir un rato aceptó. Me fijé que mi mamá siguiera durmiendo y nos fuimos a su habitación. Le dije que se acostara en la cama, que iba a estar más cómoda, ella lo hizo. Cuando estaba por poner mis manos sobre su short para sacárselo, ella m frenó y me dijo que no quería que yo la viera desnuda, así que cerré la persiana y apagué las luces. Tanteando me acerqué a su cama y toqué su pierna, estaba temblando. Le bajé el short junto con la bombacha y sentí algo hermoso. Acerqué mi boca a su concha y noté que esa concha estaba afeitada, ¡que lindo!. Empecé a jugar con su clítoris y ella empezaba a gemir. Así durante algún tiempo hasta que le vino el primer orgasmo; tuve que decirle que se calle, del grito que dio. Después de un rato de estar así me dijo que era suficiente. Le pregunté si le había gustado y me dijo que le había encantado. Le pregunté si algún día podíamos hacer el amor, pero ella me dijo que eso no, que sólo se limitaba a esto. Me dijo también que teníamos que repetir esto. Así que desde ese entonces, cuando estamos solos y ella me lo pide, yo la masturbo con la boca.




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Nombre do Relato


Codigo do Relato
973

Categoria
Amor Filial

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