Tengo un hobbie muy particular
( Relatos Heterosexuales )
Tengo un hobbie muy particular, yo soy particular, excéntrico, raro. Hace unos meses construí un cuarto similar a los de interrogatorio policiales, tiene hasta un espejo falso, cámaras por todos lados y micrófonos. Económicamente estoy salvado, tengo mucha guita, y esto es en parte lo que me permite realizar mi hobbie. Necesitaba un lugar donde trabajar, nunca lo había hecho en mi vida, el campo de mi viejo luego de su muerte continuaba dando muchas ganancias, pero he estudiado, y mucho. Empecé en una empresa de publicidad por el contacto que tenemos con muchas modelos; al mes de trabajar allí, decidí que era tiempo de iniciar mi pasatiempo. Contraté a un par de profesionales para que secuestren a compañeras de trabajo y también a alguna modelo. Mi idea, mi hobbie, es mirar. Mirar mientras otras personas también contratadas por mí, hacen todo lo que yo les pido que practiquen con las secuestradas. Al principio lo hacia solo para vengarme ya que solo secuestraba compañeras de laburo como ya dije que estaban buenísimas pero que eran muy antipáticas...no me daban bola, pero luego me expandí, asiáticas, adolescentes, etc... todo a su tiempo.
Así fue como la primera vez contraté a unos pibes de la villa para que rápidamente metieran en un auto a Camila, la gerenta de marketing, y la trasladaran hasta el cuarto oscuro, como yo lo sigo llamando.
Terminé ese día, viernes, y entusiasmado conduje por la ruta 3 hasta el Km. 55. Entre a mi propiedad, y luego de bajar dos escaleras abrí una puerta que me separaba del famoso cuarto. Al entrar a través del espejo falso, se veía la habitación, con una cama, nada mas...
A un lado sentada, despierta estaba Camila, la gerenta. Tal como lo habían prometido los nada baratos secuestradores. Ahí, acurrucada, temblando estaba mi jefa, muy joven de 23 años, yo podía verla pero ella a mí no. En estos tiempos tecnológicos, cada vez mas hay jefes mucho mas jóvenes que antes...pero bueh.
Prendí el micrófono y mi voz distorsionada le dijo que encontraría comida debajo de la cama, y asi fue como con temor comió algo. Le dije después que se quede tranquila que mañana se le aclararía todo y que trate de dormir.
Yo contaba con un sillón muy cómodo en el cual me quede dormido esperando el próximo día.
Eran las 9.15 de la mañana cuando desperté, ella todavía dormía, con su cuerpo espectacular de hacer deportes, tenia la ropa del trabajo. Creo que tuvo un solo novio en toda su vida, y que no era virgen pero que no disfrutaba mucho del sexo.
A las once llegó otro tipo contratado por mí de origen africano. Elegí a este tipo de hombre por el físico que tienen y por el tamaño de su...
-Primero quiero que la desnudes, pégale si es necesario, y mostrame toda su conchita de cerca, pensá que solo puedo ver desde este lado de la habitación- le dije, se llamaba Carlos y ya estaba en ropa interior- después sin dudar metésela con fuerza mirá que no cogió mucho, y yo quiero ver que sufra, usala todo lo que quieras, ok?-
-ok- me respondió.
Le abrí la puerta y me senté en mi cómodo sillón a observar.
Camila seguía durmiendo, el negro le puso la enorme verga en la cara, lo cual hizo que se despertara de golpe yéndose hacia el otro lado. Vi la cara de terror que tenía. Se levantó de la cama, y quiso abrir la puerta, el negro la agarró desde atrás, le pegó una cachetada, haciendo que se calmara un momento.
Le empezó a sacar la ropa, con mucha resistencia de parte de ella, que se negaba a ser violada, habia hecho el amor pero lo máximo que tuvo adentro suyo fueron apenas 17cm, y ésta era ancha y peluda, muy fea para ella. El negro tomaba su culo todo el tiempo o le ponia un par de dedos entre las piernas, cuando hacia esto Camila daba grititos y no de placer.
La acostó en la cama, le arranco el corpiño con la boca, y poniéndosele arriba le empezó a chupar las tetas como solo los negros saben hacer.
Camila estaba entregada a la voluntad del tipo que estaba muy caliente y muy bien pago. Cuando se canso de lamerle todo el cuerpo en contra de su voluntad, se dispuso a sacarle la bombachita blanca que todavía conservaba.
Se opuso totalmente a eso, violenta como nunca la habia visto luchaba por mantenerse intacta. Le volvio a pegar y se la bajo al fin. Pude verla completamente desnuda, con pocos pelos en el pubis, el negro se chupo un dedo, se lo hizo chupar a ella, y se lo empezo a pasar por la conchita. Le separó mas las piernas, y agarrandose la verga para que entrara bien, la acomodo en la entrada. La miro a los ojos y con un movimiento de caderas la penetro bien adentro. Camila dio un grito muy profundo que casi me parte al medio. Estaba siendo bien cogida.
El negro se reía y respiraba muy cerca de su nariz y boca.
La estuvo bombeando lento, rapido, lento, bastante tiempo, mientras ella tenia los ojos cerrados y gritaba, algo que me hizo continuar pajeandome con toda el alma.
Ella sabia que no podia escapar, tenia que esperar a que el negro terminara lo que estaba haciendo, parecia que el dolor se le olvidara por momentos, pero volvia con cada movimiento penetrante.
Lloraba cada mas vez más, lo unico que podia hacer era abrir mas las piernas si el negro la dejaba ya que la tomaba por el culo y no le permitia moverse.
El negro empezo a hacer movimientos cadas vez mas cortos, señal de que estaba eyaculando adentro de ella. Debio haber sido insoportable para ella esos momentos ya que apretaba los ojos como nunca antes, pero yo estaba satisfecho.
El negro se la saco, y Camila, mi jefa, seguía con las piernas abiertas, él la ayudó a cerrarlas y le dio un beso en la frente. Yo también acabe justo a tiempo, y vi como le chorreaba semen de adentro de la conchita. Estaba exhausta por lo que se veía. Siguió llorando desnuda como estaba.
Pensó que todo habia terminado, pero no; el negro, ya repuesto la agarro con mas fuerza, le levanto las piernas y pudiendo ver todo su culito y le metió lentamente, era imposible mas rápido ya que nunca había sido abierto. El grito que pego Camila, fue impresionante, tenia abiertos los ojos, y se notaba que le dolia mucho, para colmo tenia ganas de cagar, lo cual hizo que se duplicara el dolor. Nada detuvo al hombre que ya habia conseguido meter la mitad de su negra, larga, ancha, y fea (para Camila) verga. Si antes habia llorado ahora directamente no se puede comparar lo que le estaba pasando, el culo y la conchita le transpiraban, por un lado mejor ya que le ayudaban dilatar el orto, pero igual seguía siendo dolorosísimo. El negro no la dejaba escapar de ahí, no quería seguir siendo penetrada, y menos por el culo, el cual ella había siempre negado a su novio. Otra vez el negro le descargo toda su furia blanca bien adentro, aunque parezca lo contrario el semen hizo que después del acto le doliera menos el culo.
Después Camila se quedo acostada con la conchita y el culito violentamente violados y manoseados llenos de semen de ese horrible tipo al cual ella no conocía.
Le pagué al tipo, lo despedí, y llame a los secuestradores para que se la llevasen y la dejaran por ahí.
-A la próxima la voy a violar yo, y será una de 15- dije.
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