La primera vez parte 3
( Relatos Fantasias )

Siempre he creído que la vida se compone de momentos. No se puede escapar de los malos momentos, hay que afrontarlos de la mejor manera posible. Sin embargo, hay buenos momentos y tratamos de aprovecharlos lo mejor posible. Sin embargo, esta noche descubrimos que hay momentos indescriptibles debido a tal sensación que atraviesa.
Mientras penetro a nuestra anfitriona que está a cuatro patas frente a mí, con el culo bien levantado, miro hacia un lado y veo a mi mujer recostada con la cabeza fuera del colchón, la blusa levantada hasta el cuello, dejando los senos al descubierto. En la medida que pude me di cuenta de que mis picos estaban rígidos. Entre sus piernas abiertas estaba Gil chupándole el coño.
Sentí que mi polla iba a explotar y con eso estaba empujando más rápido y más fuerte.
Bueno, siempre que surgía la oportunidad de hablar de las historias que leíamos entre nosotros, en la cama, hablábamos o más bien fantaseábamos con que el sexo sucedería de forma natural, que no debería ser algo planeado. Pero nunca salió de nuestra cama hasta ahora y nunca pensamos que sucedería como sucedió, especialmente con nuestra pareja de amigos.
De esta manera las cosas evolucionaron de forma natural, es decir, el sexo oral que recibió mi esposa cambió a penetración. Gil atrajo a Andréia hacia él y le dio un beso. Levantándose, tomó la posición en la que se había acostado y guió su cabeza hacia su polla, la cual sostuvo y comenzó a chuparla, poniéndose a cuatro patas para mí. Aproveché y pasé mi mano por su coño, que ya estaba mojado. Saqué mi polla del coño de Ana y se la metí a Andréia y comencé a golpearla, sujetándole el culo con ambas manos.
Aninha se levantó, puso su mano en mi barbilla, me dio un beso y se dirigió hacia su marido que estaba acostado siendo chupado por mi mujer. Se acercó, se colocó entre la cabeza de Gil, miró hacia abajo y se sentó sobre su rostro, colocando su coño en su boca y dijo:
Le gusta que la chupen. Así que chúpame el coño mientras ella te chupa.
Comenzó a frotar su coño con un movimiento de ida y vuelta.
Andréia dejó de chupar, se sacó la polla de la boca, me alejó y, para mi sorpresa, se sentó sobre la polla que acababa de chupar, frente a Aninha que estaba siendo chupada.
Mientras Andréia subía y bajaba, él miró a Aninha, le agarró la cabeza y la besó con la lengua. Mientras estaba ahí mirando, ni siquiera pensé, tomé mi polla y me dirigí hacia mi esposa, le acaricié la espalda y ella ya entendió y se acomodó sin dejar de besar a Aninha.
Coloqué con cuidado mi polla en su culo.
Mientras me daban puñetazos, a mí en el culo y a Gil en el coño, podía ver la voracidad de sus lenguas entrelazadas y también se podían escuchar sus gemidos.
No pasó mucho tiempo y terminé corriéndome en su culo. Me alejé sin aliento y pude ver por el rápido movimiento de Gil que venía.
Andréia se levantó casi al mismo tiempo que salía el semen.
Luego Aninha se levantó y fue a chuparle la polla pegajosa a su marido mientras Andréia y yo mirábamos la escena.
Sólo en ese momento, los cuatro hombres desnudos, jadeantes, se miraron y nos echamos a reír.
Entonces Gil dijo:
¡Y! Creo que estarás de acuerdo conmigo, pero no creo que nadie esperara que nuestra noche fuera así. Pero fue genial.
Todos asentimos con la cabeza.
Aninha tomó a Andréia de la mano y fueron a ducharse y yo fui a la otra habitación y Gil arregló la habitación.
Regresé desnuda porque había dejado mis shorts en la sala y Gil se fue a la ducha.
Me quedé allí sentado pensando en lo que había pasado y luego Gil regresó y dijo:
¡Eh! ¿Nada de las chicas?
Respondí:
Cualquier cosa.
Me miró y dijo:
Voy a verla y se fue.
Pasaron unos veinte minutos y nada de los tres. Entonces fui tras.
Al llegar a la puerta del dormitorio me encontré con Gil al pie de la cama masturbándose mientras acostada en la cama estaba Andréia siendo chupada por Ana.
Mi polla se levantó instantáneamente.
Entonces Aninha dejó de chupar y se subió a la cama, ahora en 69 con Andréia.
Luego, Gil se subió a la cama y penetró a Aninha por el culo mientras Andréia la chupaba.
Sin más demora, levanté y abrí un poco más las piernas de mi esposa y le penetré el culo mientras Aninha me chupaba.
Con mi pasión en pleno apogeo, llegué y Aninha me chupó la polla cuando se la saqué del culo y lo mismo hizo mi esposa.
Fuimos a darnos otra ducha. Esta vez nos vestimos. Entonces Gil dijo, ¿comemos algo?
No creo que salgamos esta tarde porque eran casi las cuatro de la mañana.
Recogimos nuestra ropa y yo llevaba pantalones cortos y una camiseta y mi esposa solo llevaba una camiseta y llevaba la ropa en un bolso.
Cuando nos despedimos, todavía se podía oler el sexo en la habitación.
Así que fuimos. Nos sentamos en el auto sin decir nada al respecto, pero nuestros rostros estaban llenos de radiante felicidad.
Recién el lunes por la noche Andréia comentó el hecho, ya en la cama y agarrando mi polla dijo:
Me encantó y sé que a ti también. Si quieres podemos ver cómo es este nuevo mundo.
La abracé, la besé largamente y le dije:
Entonces vamos.
Hicimos el amor locamente pensando en el incidente con nuestros amigos.
Y así empezamos.

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