Llegado el día de la entrevista yo me puse un conjunto azul de falda corta a medio muslo con chaqueta completa (sin escotes) manga larga y cerrada por una cremallera que iba desde la cintura al cuello, pasaba justo por entre mis senos, me sentía rara, estaba muy nerviosa y decidí desvestirme y ponerme mi ropa interior mas atrevida para darme confianza (es mi ropa de la suerte), no se como hacen otras mujeres pero eso es como una píldora para mis nervios. Siempre siento una extraña sensación de superioridad y empoderamiento cuando siento la fina tirita de mi pantaleta abrirse paso por entre mis nalgas hasta que logra acariciar mi sensible ano al mismo tiempo que la delgada y transparente tela negra restante logra cubrir a medias mi concha. Recuerdo que mis consentidos senos morenos lucían radiantes, firmes y bien unidos por la acción del sostén, en realidad estaban muy sensuales y decididamente atrevidos, me gusta lucir provocativa y despertar el deseo en los hombres y a mi novio lo excita que lo haga, eso me encanta porque los hombres son como niños con los que me gusta jugar. Luego de vestirme nuevamente, ya estaba lista para salir y emprendí mi camino a la entrevista, al llegar a la empresa, fui primero a la oficina de mi amigo para cuadrar los últimos detalles. No se que me pasó cuando lo vi, solo recuerdo que comencé a sudar y en cuanto se acerco a mi le pedí que me abrazara porque me sentía nerviosa, al juntar nuestros cuerpos en un fuerte abrazo pude sentir un gran bulto en mi vientre, eso me excito y sin soltarlo voltee mi rostro, lo vi a los ojos para luego meter mi lengua en su boca de forma violenta y me aferre a él tan fuerte como pude, en instantes pude sentir la reacción de su miembro, era grande y parecía prometer mucho, creí que su pene estaba a punto de salir rompiendo su pantalón, así que lo solté y le pedí que me llevara al lugar de la entrevista, él se rio y asintió con la cabeza. Este había sido nuestro primer contacto físico pero yo sabía que no había terminado, tomamos el ascensor y sin decir palabra llegamos al piso indicado, me dijo el nombre del entrevistador y con su dedo en el botón de pare quedo dentro del ascensor, al yo salir me voltee para decirle espérame en tu oficina que ya regreso.
En la entrevista me toco hablar de muchas cosas pero no podía concentrarme, estaba totalmente excitada y mis jugos traspasaban la pantaleta, mi mente estaba en otro lado, fueron como 80 minutos de preguntas y respuestas con 3 diferentes personas y al terminar de hablar con la última de ellas me levante y pude ver el centro de mi silla completamente empañada, mi falda estaba mojada pero por su color azul marino no se podía notar a simple vista y emprendí mi regreso a la oficina de mi amigo. Él por su parte le había dado la tarde libre a su secretaria, canceló todas sus reuniones y solo estaba esperándome.
En el elevador me comencé a reír, me sentía diabólica, yo nunca había hecho algo como lo que quería hacer, me sentía perversa, deseada y me gustaba. Al llegar a su oficina la puerta estaba cerrada pero él la abrió antes de yo tocarla, me estaba esperando, me pidió que me sentara en un pequeño sillón que tenía al fondo de su gran oficina, de inmediato cerró la puerta con llave. En su computadora tenía música romántica apropiada al momento. Sin pensarlo el vino hasta mi y comenzó a besarme, él era fuerte y estaba determinado a hacerme suya, eso me encantaba, era como una pelea entre fieras salvajes, pero ninguno quería que terminara rápido así que estuvimos besándonos y tocándonos sobre la ropa más de 30 minutos, en un instante fuimos a la alfombra, rodábamos de un lugar a otro, sus manos acariciaban mi cuerpo y podía sentir que él tenía unas ganas desesperadas de desnudarme, así que deje que bajara la cremallera de mi chaqueta y de inmediato su mirada se posó en mis firmes, grandes y hermosos senos, la tela trasparente del sostén dejaba notar que mis pezones estaban duros y a punto de reventar, seguidamente vi como comenzaron a brillar sus grandes y hermosos ojos negros, era como una fiera hambrienta y yo era la presa. Comenzó a besarme el vientre y poco a poco me despojo por completo de la chaqueta, sus manos continuaban inquietas, tocando todo lo que encontraban a su paso, de pronto comenzó a subir hacia mis pechos, me había dejado todo el ombligo lleno de saliva, eso me encanto, adoro la textura de la saliva, tan pronto como pudo se despojo de su camisa y abrió el broche de mi sostén que estaba estratégicamente ubicado al frente, justo en medio de mis senos, eso fue una verdadera explosión, mis tetas comenzaron a moverse rápidamente de un lado a otro, al fin eran libres!!! y su libertador comenzó a hacer su trabajo, mis tetas se erizaron mientras él me las mamaba con gran pericia, era claro que tenía mucha experiencia, lo hacia muy bien y cuando me mordía los pezones apenas podía sentir dolor yo estaba tan caliente como un volcán a punto de hacer erupción, entre tanto él había deslizado su mano derecha bajo mi falda para sentir mi vagina palpitante y húmeda, sus manos eran gruesas y sus dedos largos pero cuidadosos, sus movimientos delicados y firmes no me lastimaban por el contrario me hacían desvanecerme entre sus brazos, estaba completamente a sus pies, yo no podía pronunciar palabra solo podía gemir y disfrutar de ese momento tan maravilloso; y pensar que aún faltaba más. Me encantaba su olor y el sabor de su sudor, era atlético, de pecho fuerte y gran espalda, me enloquecía lo velludo de su cuerpo, era sexy, varonil y era mío. Yo había estado tocando su miembro por sobre su pantalón pero ya no podía aguantar más, quería agarrarlo, acariciarlo, tenerlo entre mis manos, así que con voz entrecortada le pedí que se quitara el pantalón, lo primero que vi fue su bikini color azul eléctrico, que era por supuesto demasiado sugerente y no dejaba nada a la imaginación ya que la mitad de su falo estaba fuera, completamente erecto y húmedo, le quite el interior con la boca y pude deleitarme con su enorme miembro, la verdad es que era el mas grande que había visto en mi vida, casi no lo podía creer era todo un animal, lo agarre con mis dos manos como un bate de baseball y aun sobraba un gran trozo de carne, él me pidió que se lo mamara y sin pensarlo dos veces acepte y como rehusarme si era todo un monumento, comencé a llenarlo de saliva por todos lados antes de meterlo en mi boca, porque era muy grueso, poco a poco mi boca se fue haciendo mas grande y una vez lubricado pude darle cabida, él comenzó a moverse y poco a poco hacía que su pene entrara más y más hasta que pude sentirlo llegar a mi garganta, estaba casi asfixiada pero era una sensación nueva para mi, fue realmente inolvidable sentí que pude tragármelo, sus bolas eran poco mas grandes que unas pelotas de golf, estaban totalmente descubiertas de pelos así podría acariciarlas sin temor a enredar mis uñas y lastimarlo, le pedí que se acostara pero antes me levantó del suelo y me quitó la falda que estaba completamente arrugada, me dejo la pantaleta puesta porque le gustaba como me lucía, en cuestión de segundos estábamos haciendo el 69, él puso mi pantaleta a un lado de mi entrepierna y me comenzó a chupar toda, yo podía sentir como él succionaba todos mis jugos y todo lo que pudiera estar dentro de mi vagina, por poco me hace acabar, al mismo tiempo que sus dedos acariciaban mi clítoris, era alucinante, me temblaban las piernas y tenía erizado todo el cuerpo cuando de pronto me separó las nalgas con sus manos e introdujo su lengua en mi culo, en ese momento casi me desmayo, adoro que me chupen el culo y que me cojan como una perra en celo, el sexo anal es lo mas relajante que puede haber para mí. Quería gritar pero tenía todo su miembro duro dentro de mi boca. Él me dijo "adopta la posición que mas te guste que te llego la hora de ser clavada" él sabía que estaba siendo rudo pero también sabía que dijera lo que dijera yo no me iba a negar. Así que le respondí "¿por donde me quieres coger primero?" y él respondió "elije tú que de igual forma tu culo y tu cuca van a sentir el poder de mi verga insaciable. Camine hacia su escritorio y me acosté en el. Allí estaba yo boca arriba, con mis piernas abiertas y lista para ser penetrada por un hombre que no era mi novio, estaba siendo infiel pero necesitaba ser cogida y el miembro de mi amigo era tan descomunal que sería una buena medicina para saciar mis ganas, así que aleje a mi novio de mi mente cuando vi a mi amigo sacar de una de las gavetas un tarro de lo que parecía ser crema y colocando un tanto en su mano derecha me dijo "esto es para que no te duela tanto", tomó mis piernas, me levanto como a un bebé y me unto la crema en mi cuca y también en mi culo, luego comenzó a meterme sus dedos por ambas partes, en cuestión de segundos sentí una rara sensación y le pregunte para que era la crema, el respondió no te preocupes que es un dilatador, me acerco a él, separó mis piernas, tomo su enorme miembro y comenzó a introducírmelo en mi cuca - tal y como él había dicho me había llegado la hora - era grueso, era largo, era enorme, pero extrañamente no sentía dolor solo un poco de molestia, podía sentir que estaba duro como roca, él lo fue metiendo despacio, sin apuros y cuando ya estaba un poco mas de la mitad dentro de mi, me levanto un poco con sus dos manos y en una sola envestida con todas sus fuerzas me lo metió hasta el fondo de mi ser, fue magnifico!!! pude sentir todo su trozo de carne dura como roca dentro de mi, moviendo cada uno de mis órganos internos, increíblemente no sentía dolor solo placer, su movimiento de caderas hacia que su pene entrara y saliera tan rápido que a los pocos minutos sentí un orgasmo, un torrencial de jugos salían de mi vagina al exterior, solo podía gritar de placer, al ver sus ojos me di cuenta que tenía los suyos clavados en mis senos, le gustaba verlos bailando de un lugar a otro con cada uno de nuestros movimientos, en eso me los tomo con sus manos, se inclinó hacía mí y comenzó a clavarme más y más rápido, más y más fuerte, como si estuviera a punto de terminar y me preguntó ¿te gusta perra? Y entre gemido y gemido yo apenas pude decir si, mientras volvía a correrme, todo mi cuerpo se erizo, mis piernas comenzaron a temblar y mis brazos se desvanecieron, pero aun así le pedía que continuara y que me penetrara como nunca antes lo había hecho con nadie, era la gloria nunca me lo habían hecho de esa forma tan brutal, tan grotesca, tan placentera, era una cogida descomunal, esto lo excito aun más y me embolaba con todas sus fuerzas, yo casi no podía sentir mi cuerpo, solo una sensación divina que recorría todo mi ser y pocos minutos después me volví a correr, le clave mis uñas en sus brazos segundos después me hizo acabar nuevamente, paro su acción por breves instantes y me dijo "dame tu culo", saco su enorme falo y sin pensarlo levante mi culo apoye todo el peso de mi cuerpo sobre mi espalda, tome mis nalgas con ambas manos y las separe lo mas que pude, el camino estaba abierto, el acerco su cara a mi culo y comenzó a llenarlo de saliva, recuerdo que lo tenía tan abierto debido al efecto de la crema que el primer escupitázo entro hasta el fondo sin tocar mi culo, al cabo de unos instantes su enorme mole estaba traspasándome, vi como entraba todo dentro de mi, me gusta ver cuando me lo meten, de esta forma siento una extraña sensación de pertenencia, una vez que entro todo tomó mis piernas y sin sacarlo las movió hacia su lado derecho para cogerme de lado, creo que su pene dio vuelta a todo dentro de mi y comenzó a moverse yo trataba de apretar su pene como estaba acostumbrada a hacerlo cuando mi novio me lo hacia por el culo pero con mi amigo era imposible así que solo me dedique a disfrutar de la mejor cogida de mi vida, fue brillante, mi amigo era un toro en toda la extensión de la palabra, al poco rato acabe nuevamente y grite "dame más, más, más, cógeme tan fuerte como puedas, reviéntame el culo ahhahhh ahhha hahahhahaaahh, hazme acabar una y otra vez, por favor no lo saques, el comenzó a moverse aun más fuerte y más rápido, en fracciones de segundos yo estaba acabando otra vez, él sin dejar de moverse, tomo mis piernas otra vez y las puso en frente de sí, las separó y me dijo voy a bañarte con mi leche, saco su miembro, mientras yo levantaba mi cara para verlo, el primer chorro de semen me llego directo al rostro, continuo regando su leche sobre mi cuerpo y sin perder oportunidad me lance sobre él para mamárselo y beberme su blanco y denso jugo, me supo a felicidad, recuerdo que me trague todo lo que pude y se lo chupe hasta que retomó su flacidez, que por su tamaño bien podría ser la erección de cualquier otro hombre, estábamos completamente exhaustos, había sido una batalla campal muy dura y solo queríamos descansar. Me recosté en su pecho y mientras acariciaba mi cabello me pregunto ¿Te gustan los jacuzzis? Y después de reírme le respondí no solo me gustan, me fascinan, esa noche me quedé en su casa desde donde llamé a mi novio para darle las buenas noches y además conocí a los amigos de mi amigo pero eso es otra historia.