Mi vecina Viki
( Relatos Confesiones )
Hola, Buenas, quiero contarles mi aventura, sucedida hace un tiempo, no mucho.
Empecemos:
Vivo en Andalucía, concretamente en un pueblo de la provincia de Huelva, España. Vivimos en una calle de entrada al pueblo, en una urbanización, donde se hicieron todas las casas juntas. Resulta que mi vecina vive en el piso de arriba mío, desde que nos mudamos, hemos sido amigos, festejamos en su casa los cumpleaños de su hijo, y las dos parejas éramos algo más que vecinos, hasta que su pareja se separó de ella. Desde entonces, Viki, me llamaba a menudo para que le ayudara a hacerle cosas en su casa, como mover la bombona de gas, mover muebles…etc.,
Su azotea da directamente sobre mi patio, en el cual, yo suelo bañarme, a menudo en bolas.
Ella, tiene unos 35 años, y yo ando sobre los 45, algo “pureta” ya. La verdad, que no tengo una herramienta muy grande, más bien pequeña, 15cm, pero ufff, muy trabajadora. Bueno, se, porque la vi alguna vez, que ha estado espiando desde la azotea, mientras yo me bañaba, pero nunca pasó de eso, ni yo le dije nada. Pero todo sucedió una tarde, en que mi esposa no estaba en casa, pues fue a casa de sus padres, durante una semana.
Resulta que mi vecina, es divorciada hace 2 o 3 años, como ya les dije anteriormente, tiene un hijo de unos 18 años, estudiando en la ciudad, y me llamó para que le ayudara.
Estaba yo en camiseta y pantalón corto, tipo deportivo, cuando llamé al timbre me dijo:
-Empuja, la puerta está abierta, pasa y cierra, estoy en el dormitorio y no puedo soltar esto.
Así que pasé y cuál es mi sorpresa, que me la encuentro descalza y de pie sobre la cama, con una camiseta de tirantas y sujetando un cuadro para colgar
-Mira, ¿qué te parece aquí? ¿Está derecho?
Me quedé con la boca abierta, pues se le veía parte de su trasero, enfundado en un tanga, así que creo que me quedé con cara de lelo.
- Un poco a la derecha, de la parte de abajo- le dije.
Ella lo movía hacia un lado y hacia otro, como si no pudiera con él, así que me dijo:
- ¿por qué no me ayudas?
Ni corto, me descalcé, subí a la cama y me coloque tras ella, con lo cual, me pegué a su trasero; ella, se movía como si no pudiera con el cuadro, y así, me pegaba su trasero a mi polla, la cual estaba a 100%.
Le cogí las manos, y la llevé a la pared, con lo cual su trasero se empinó, y mi polla, se colocó entre su culito, el cual notaba yo durito.
Ya no podía más, así, que le suelto las manos, y las llevo a su cadera, y mi boca cerca de su cuello y oreja, le digo:
- Creo que tienes ganas que te ponga un clavo bien dentro
- si, lo necesito bien dentro, bien sujeto
- intentaré que te guste como lo meto
- apuesto a que si me gusta cómo quedará de bien puesto
Toda esta conversación la tuvimos susurrando, mientras me empujaba con su culo hacia atrás, y mi polla ardiendo.
Le acerqué mis manos a sus pechos, los cuales los llevaba sin sujetador, sobre la camiseta, me di cuenta de lo duritos que los tenia, a pesar de su edad, caray, me tenía ardiendo.
- Ven, baja de aquí, que tengo un clavo ideal para colocarlo
Bajamos de la cama, y le di vuelta, me apoderé de sus labios, mientras mis manos no paraban de explorarla por todo su cuerpo…
La tumbé sobre la cama, ni idea de adonde fue a parar el cuadro, ni me importaba…jejejje
Ella quedó tendida con los pies sobre la cama, con lo cual me dejó ver todas sus piernas y su tanga, así que me arrodillé a sus piernas y le retiré el tanguita, mi sorpresa: tenía todo su coñito depilado, eso me puso aún más caliente, xd, que rico me parecía lo que veía. Acerque mi boca a esa rajita, y mi lengua se apoderó de ese coñito, que ya empezaba a estar mojado, al rozar mi lengua en sus labios, soltó un suspiro, con el cual me dijo que estaba deseándolo, sin más, me lancé a comérselo, y ella no dejaba de suspirar y mover sus caderas, empezó a gritar, con lo cual me di cuenta que estaba a punto de correrse en mi boca, así, que no paré hasta que se corrió.
Cuando acabó me levante y le pedí que se colocara bien en la cama, le quité la camiseta y aparecieron los magníficos pechos que tiene, de uno de sus cajones, saqué un pañuelo y le tapé los ojos.
- ¿Qué me vas a hacer?
- Ssshhh, calla, no te haré nada que no quieras.
Busqué en los cajones y conseguí unos pañuelos con los que le até las manos al cabecero de la cama y por los tobillos, a los pies de la cama. Ella me preguntaba qué es lo me harás, pero queriendo jugar, no había reproches por su parte. Fui a la cocina y salón y busqué una rama seca que parecía una pluma y de la cocina, saqué uno cubito de hielo, con los que me fui hasta el dormitorio donde ella seguía acostada y amarrada, sin decirle nada deje que una gota de agua derretida le callera sobre un pezón, al estar fría, pegó un respingo y se le puso el pezón bien duro, le pasé el hielo por el otro pezón, los dos se le pusieron empinados, estaban para comérselos; después de varias pasadas y mucho gemir, deje de hacerlo y empecé a pasarle la pluma por su cuerpo, ella gemía y gemía, hasta que me pidió que la follara, pues no aguantaría más, por supuesto que no lo hice, en cambio, le pregunté:
- ¿Tienes algún juguete?
- No, no tengo
- Vamos, ¿me vas a decir que durante 2-3- años que llevas separada no te has masturbado, ni tenido ninguna relación?
- No, no lo he hecho
- Venga, no mientas…o no te soltaré en todo el día
- Ahí, en el ropero, hay un cajón, donde algo hay – me dijo-
Asi que me acerqué, y lo encontré, era un consolador como de unos 18 cm, guardadito bajo unas camisetas, indudablemente lo cogí, y me puse a jugar con el sobre el cuerpo de esta preciosidad.
Ella no paraba de retorcerse, y gemir, yo tenía mi polla que me reventaba…pero no quería meterle el consolador, así que le dije:
- Espera, ahora vuelvo, no te muevas, jajajaj ( ella seguía amarrada)
Bajé a mi casa y recogí un huevo vibrador, no tardé ni 3 minutos cuando ya estaba de nuevo en su cuarto, pues no quería que “se enfriara”.
Volví a tocarla muy suavemente
Estaba muy caliente, cuando me sintió, me pidió que la follara y Yo no dudé en hacerlo, la verdad, que estaba súper mojada, y no me costó nada metérsela de un tirón y….vaya suspiro que dio cuando la notó dentro:
- Así, así, así !!! Como lo necesitaba ¡!!
Estaba muy excitada, y yo no paraba de follármela, la verdad que era una gozada, tenerla allí, tumbada, y abierta de piernas y brazos, sin poder moverse, la tenía a mi entero placer, y la verdad, que la gocé a pleno. Ya no podía más, y nos corrimos al mismo tiempo, ella gritó todo lo que quiso y algo más.
Me pidió, que la soltara, y por supuesto le dije, que no, que tendría que estar así aun un tiempo más, se quejó, pero no con mucho énfasis.
Al tiempo, volví a tocarla, empezó gemir nuevamente, entonces, cuando noté que empezaba mojarse, le introduje el huevo, y empecé a darle intensidad, al principio muy flojo y cada vez más intensidad, con lo cual ella empezó a retorcerse sobre la cama, estaba muy, pero que muy caliente. Cada vez le subía la intensidad, no podéis imaginar cómo se retorcía, le bajaba y subía la intensidad, y ella gritaba y gritaba de placer, cuando le bajaba, me decía que la iba a matar de gusto…así seguimos un buen rato, hasta que por fin se corrió. Me dijo que era una de las mejores corridas que había tenido, que nunca lo había probado y que le encantó.
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