Mi madre y mi mujer!!
( Relatos Amor Filial )
Tenía a mi madre empinada en el borde de su cama, con su rico y aguado culo bien parado, las nalgas le temblaban bien rico y el sonido que hacían cada que chocaba contra ellas era delicioso, igual que el sonido que escapaba de su maduro chocho empapado y bien jugoso, arqueaba la espalda parando aún más su rico trasero, que buena esta mi madre!! Que sabrosa esta!! Es tan cachonda y no solo por su cuerpo que sin ser perfecto, es hermoso a pesar de la flacidez, las estrías, es cachonda y provocativa en su aspecto, su actitud, su comportamiento y hasta como habla, como se mueve, como camina y viste! Mi verga salía brillosa, empapada de sus jugos, yo la abría de sus nalgas viendo con deleite su obscuro y arrugado ano, esos labios gruesos y carnosos como se abrían tragando delicioso mi tolete hinchado, ella apoyada sobre sus codos volteaba a verme, a mirarme de una manera tan cachonda, una mezcla de deseo, placer, amor maternal que me encendía, que buena esta mi madre! Y yo detrás de ella, embestía con más ganas para demostrarle que era capaz de satisfacerla, que conmigo tendría más que suficiente, que no quería que saliera más con alguien pues yo tenía lo que ella necesitaba y la jodía con ganas, con ardor bufando excitado y orgulloso de haber logrado convencerla de estar conmigo..
Ella me miraba y abría su boca dejando escapar esos sonidos maravillosos de una mujer que está disfrutando, que está gozando y no solo eso, ella meneaba sus caderas, se empujaba hacia mí, se mecía atrás y adelante ensartandose ella sólita cuando yo me quedaba quieto solo observándola...
Le saque la verga y deslize el caliente y duro tronco entre sus carnosos y jugosos labios, frote la hinchada cabeza untando mi líquido transparente sobre su arrugado fundillo que palpitaba apretando y cerrando tan rico, ella jadeaba y se quejaba tan rico con esa voz tan conocida por mi, pero que adquiria un matiz distinto, me incline y chupe su rico ano, que ansiosos chupetes le daba a su ano que la hacían temblar las piernas y quejarse profundamente, tan profundo como su ano el que yo perforaba con mi ardiente lengua una y otra vez sin dejar de succionar ese precioso y rico culo, le di sus buenas chupadas a su panocha y la tumbe boca arriba, ella abrió exquisita sus piernas acariciando mis cabellos cuando puse mi cara entre sus piernas, que rico olía su coño, que hermosa apariencia tiene su vagina, más exquisito era su sabor ahora que lo paladeaba goloso de nuevo, me acomode hincado entre sus piernas las que ella abrió complaciente mirándome como dije con esa sensual mezcla, azote varias veces mi tranca contra su raja, esa gruta húmeda y hermosa, mis manos acariciaban su vientre flacido, esas ricas y sexys lonjitas que tiene, le apretaba sus ricas tetas medianas, que así acostada le colgaban suavemente a los costados, frote su clítoris con la punta de mi verga y mi madre se retorcía de placer, se empujaba de las caderas hacia mí, hundía sus dedos en mis brazos de donde se sujetaba ansiosa, coloque la cabeza en la entrada deliciosa de su gruta y empuje llenándola de nuevo, invadiendo la intimidad de mi querida y deseada madre que se estremeció de placer al sentirse invadida nuevamente, su cara, los gestos que hacía me demostraba que lo estaba haciendo muy bien y seguí follandola duro, ansioso, casi desesperado, dándole de empujones que la hacían casi gritar, pujar y disfrutar ese embriagante momento de felicidad..
Sus ricas tetas saltaban, se balanceaban, se mecian rebotando mientras yo la embestía una y otra vez ahora sujetandola de la cintura, ver el cuerpo desnudo de mi madre, ver esa piel marchita por la edad, ver su cara!! Era tan delicioso que no cabía en mi de orgullo por haber logrado mi deseo de conquistarla, durante varios meses me dedique a salir con ella, a halagarla con palabras y miradas, a obsequiarle detalles no de un hijo hacia su madre, si no de un hombre hacia una mujer, y aunque en un principio note ciertas reservas de ella, poco a poco su ego femenino fue aflorando y de ahí a la cama fue algo natural...
Cubrí su cuerpo con el mío, enredados nuestros cuerpos nos revolcabamos en la cama, disfrutando nuestra unión carnal, incestuosa que nos encendía aún más al saber que lo que hacíamos era algo prohibido.
La sujete de las nalgas apretándola contra mí, frotando su peludo pubis con el mío y sentí como ella respondía, como temblaban sus piernas sin control mientras apretaba los ojos y su boca temblaba, los espasmos de su cuerpo la recorrían y supe que estaba llegando al clímax, su panocha se contraía y me ceñía exquisito, medio me incorpore poniendo mis manos sobre la cama pero sobre sus hombros para detener su cuerpo de los embates del mío, miraba orgulloso el proceso de su clímax, como su cuerpo se retorcía, como sus gestos haciendo un enorme esfuerzo disfrutaban el momento.
Su cuerpo se ablando, se relajo mientras ella suspiraba profundamente, se quejaba en suaves gemidos con la respiración agitada, me quedé quieto sobre ella mirando lo que había logrado.. Después de unos minutos abrió sus ojos, me miró orgullosa y sonriente, me tomó suavemente de la cabeza y me atrajo hacia ella, hacia su boca regalándome deliciosos besos amorosos, su vagina que parecía haberse cerrado durante el orgasmo se relajo de nuevo y me recibió ansiosa, sonreía mientras se movía debajo de mi, me sujeto de las nalgas atrayendome hacia ella, mientras ronroneaba en mi oído..
"Mhhhhh que rico me acabas de hacer el amor mi vida!! Oughhhhhhh.. Hacia mucho que no sentía nada parecido.. Oumhhhh.. Me provocaste un largo e intenso orgasmo cielo!! Wowwww.. Ya no eres un niño, eres mi hombre!! Mi hombre Antonio!! Que rica metida de verga me acabas de dar!! Que rica cogida me estas dando todavía.. Umh"
Se movía suave pero deliciosa y yo encima de ella empezaba a sentir que ya no aguantaba mas, me abrazaba con sus piernas y mordía, chupaba mi cuello, mis hombros, mi oído lo chupaba tan rico que sentí como se crispaban mis bolas, la mire a los ojos y sentí como escapaba un chorro de caliente y espeso semen, estaba eyaculando dentro de mi madre!! Ella me besaba dulcemente la cara y la boca sin dejar de moverse, sin dejar de hacer eso delicioso con su vagina, me apretaba, aflojaba y volvía a apretar, me estaba ordeñando maravillosamente y yo dejaba escapar mi caliente, espeso y abundante semen dentro de ella que se retorcía sabiendo perfectamente lo que hacía, me sonreía cachonda y amorosa mientras yo dejaba escapar mi simiente en su cálido interior, me desplome sobre ella satisfecho con mi cuerpo temblando de placer todavía, ella me acariciaba y me cubría amorosa de besos, me arrullaba entre sus brazos..
"Eres mi hombre pequeñito.. Eres mi maravilloso hombre mi cielo!! Y te amo!! Te amo con toda mi alma!! ¿Lo sabes verdad? Nunca pensé, nunca lo sospeche.. Eres tan, siempre fuiste tan buen hijo.. Tan educado, tan respetuoso, tan preocupado siempre por mi... Que de verdad nunca sospeche lo que sentías por mi.. Oumhh.. Y me siento tan bien!! Te juro que me siento tan bien mi amor!! Me siento plena como mujer.. Me siento amada, deseada, cuidada!! Me siento enamorada como no me sentía en años.. "
Y yo me sentía igual, me tumbe a su lado y nos abrazamos sin dejar de besarnos en la boca, de acariciarnos, de mirarnos enamorados a los ojos, supe que era mía, solo mía!! Supe que había encontrado a quien sería mi esposa, yo tenía 25 años y ella 40, pero de verdad yo no deseaba a nadie mas que a ella.. MI MADRE!!
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