EL REMEDIO.
( Relatos Confesiones )

Estaba en la casa con mi hermana conversando cosas tribiales. La casa que habitabamos estaba ubicada a 50 metros de la playa y habiamos estado nadando y retosando en sus aguas. luego nos sentamos en el chinchoro hasta que se hizo tarde. bebiamos cocola con ron y nos divertiamos sentados en el mismo chinchorro, lo que nos permitía un acercamiento erotico por estar en traje de baño. Yo tenía una enorme ereccion y procuraba disimularla. Bueno, se hizo tarde y decidimos ir a dormir.   mi hermana va a su cuarto y yo al mio y a dormir, pero por más que lo intentaba no podía conciliar el sueño y en eso senti que mi hermana me llamaba. Fui a verla y me cuenta que esta sufriendo un terrible dolor de cabeza. Que lástima...le busque alguna medicina, le di un paño frio para aplicar en la cabeza y la acompañaba. No podía dejar de admirar su belleza y su suculento cuerpo semi desnudo...sus tetas desafiantes con sus bellos pezones en una blusa que dejaba verlos...comencé a masajear su cuerpo suavemente procurando aliviar el mallestar de mi hermana. Ella fue sediendo suavemenet a mis caricias y de esttar sentada se extendió de espalda en la cama, dejandome a mi su cuerpo sexualmente expuesto...No pude resistirme y undi mi cara entre sus piernas y comence a lamer su vulva exquisita y succionando sus dulces jugos....ella con sus piernas habiertas me dejaba hacer y sentía sus manos en mi nuca como diciendo...sigue...no me dejes... mientras con mis manos acariciaba sus suavisimas tetas y así estaba, con mi lengua navegando en el interior su clitori y mis manos acariciando la suavidad de sus tetas...fantastica imagen que aún guardo en mi mente. no e dije que ambos somos mayores. Mi hermana ya estaba sobre los 30 años y yo en los 29. por lo que no era un juego sexual de niños. eramos adultos concientes!   asi seguimos amandonos hasta que decidi penetrarla y me posicioné sobre ella quien levanto y separo sus esquisitos muslos para dejar expuesta su hermoso pubis, lindo, perfecto y con una pequeña cantidad de bellos suaves en su monte de venus...Era casi lampiña...No, no era afeitada. eso no se usaba afeitarse el bello pubico en esos tiempo.   Si, la penetré suavemente y ella suspiraba mientras me apretaba con sus brazos mientras yo la cogía desde los hombres para penetrarla lo más profundo posible ....y me derramé...si, me derrame casi de inmediato e inundé su vulva con abundante leche....Ella se quedó quieta y yo me levanté. Ahora mi hermana ya no sufría del dolor de cabeza y a mi se me quito el insomio...Fue un remedio excelente para ambos.

Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Relatos enviados por el mismo usuario

7846 - DE REGRESO DE LA PLAYA