CUANDO ME CULIE A MI NOVIA
( Relatos Heterosexuales )
En esa época, cursaba yo la universidad, mi novia tenia que hacer un trabajo para titularse, gracias a mi rapidez en el tecleo, me solicito ayuda para terminar pronto su trabajo, me cito en su casa, era domingo, sus padres y hermanos habían salido fuera de la ciudad a pasar el día inhábil, ella es menudita, culito redondo, una suculentas tetas que al menor roce hace que sus pezones se pongan a mil, me recibió enfundada en un vestido estampado de tirantes, holgado, se notaba que no traía sostén, presto me senté frente al teclado a fin de iniciar el trabajo, como respuesta solo escuche mira lo que te vas a comer, estaba ella sentada en el sofá tras de mi, con el vestido subido hasta la cintura, dándose dedo, a leguas se notaban los flujos vaginales que emanaban a borbotones de su angosta cavidad, la respuesta en mis 22 centímetros de verga no se hizo esperar y de inmediato libere a mi gentil amigo quien en agradecimiento recibió una suculenta mamada desde la base hasta la punta de la cabeza, iniciando un mete saca cubierto de saliva, vaya que sabia mamar esta mujer, correspondí iniciando una sesión de lengua en su vulva, fijando mi centro de atención en su clítoris, el cual se encontraba a punto de estallar, los olores y flujos que emanaban de su cueva se podían percibir a la distancia, ese delicioso olor a hembra en celo que hizo que mi amigo se ensanchara mas de lo normal, no quise dejar de saborear sus ricos pezones y engullirme hasta el fondo ese par de melones que debido a la edad todavía se mantenían firmes y erectos, desafiando la ley de la gravedad, era ya tal la calentura que grito frenética méteme toda la verga, quiero sentirla hasta el fondo, inicie el procedimiento de restregar la cabeza de mi pene por todo lo largo de su cueva, provocando suspiros y gritos de placer, e inicie el doloroso proceso de penetración, realmente su cueva era estrecha por demás, su gesto adusto me indicaba dolor, pero sus gemidos demostraban lo contrario, métela gritaba, hasta los huevos, dejando a un lado mi temor al dolor, de una sola estocada deje que esa cueva se tragara todo lo largo y ancho de mi verga, creí que se iban a salirse los ojos de sus orbitas, aun y cuando estaba de lo mas humedecida, el mete y saca se hacia hasta cierto punto doloroso, en eso, sentí que había llegado al paraíso, empezó contraer sus músculos vaginales, proporcionándome una sensación raras veces sentida, lo que provoco que estalláramos en un mutuo orgasmo, procedí a retirar mi miembro de esa cueva de placer, el cual chorreaba una mezcla de semen y líquidos vaginales, los cuales fueron maestralmente succionados por su ávida boca, provocando una nueva erección que culmino en una penetración anal como jamás hasta hoy he vuelto a repetir, fue una tarde de lujuria, pasión y sexo que duro por espacio de 4 horas, sin que nos otorgáramos tregua alguna, terminamos por demás extasiados, y el trabajo....podía esperar
Comentarios
Muy buen relato excitante
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