Un dia, tuve que ir al taller en domingo por la mañana por que iba a recibir material y hasta ese dia llegaban, asi que me bañe, y me puse un vestidito, subi al perro al auto y llegue al taller, me sente a la mesa de trabajo y me puse a revisar lo que se supone me llegaria, al perro lo dejo andar por ahi, estando el taller solo no me preocupa que ande explorando por todo el patio, por un momento estaba tan metida en lo mio que me olvide de el, hasta que senti en mi vagina una humeda tibia y larga lamida, seguida por otra y otra y otra, me sobresalte a la primera pero la indecente de mi estaba sentada con las piernas bien abiertas, que no senti cuando el perro se me acerco, evidentemente no hice nada para quitarmelo, al contrario lo deje seguir hasta cuando el quisiera, por que lo que se sentia era muy agradable, las personas me han hecho muy buen sexo oral y llego a tener orgasmos en sus bocas, pero la verdad es que con la lengua de un perro la cosa es muuuuy!!!! diferente, el hecho de que la lengua sea mas larga, lo hace mas intenso, pero ademas es notorio que el animal te quiere quitar todo el sabor que siente, asi que solo me limite a dejarlo, obvio no fue lo suficiente, y se me ocurrio sacar sobresitos de sustituto de crema para cafe y espolvorearme de nuevo la vagina, asi el perro seguiria con su trabajo, y pues si funciona, yo seguia y seguia hasta que decidi ayudarlo con mis dedos, hasta que logre mi orgasmo, ademas si llegaban las personas que me iban a entregar los materiales me los tendria que coger por que estaba muy caliente y queria seguir experimentando con el perrito, asi que termine y aproveche para ir al baño a limpiarme, el perro se metio conmigo al baño como siempre lo hace, y me levante el vestido para hecharme agua mientras el perro encontro mi ano y decidio que tambien tendria que probar, por favor perro, que rayos haces que me vuelves loca, pero me lo quite rapido porque ya sono la campana.
Recibi los materiales, y decidi irme a comprar unos cafes y desayuno para mi marido y para mi y asi aprovecharia que al perro le diera un paseo en auto, pero lo que hizo fue hecharse de menera que su cabeza quedo justo en mi rajita, me levante la falda y el daba unos lengüetazos furtivos, creo yo que en cuanto olia mi liquido lubricante me daba lamida, toda esa situacion me estaba volviendo loca, era nuevo para mi y se sentia en verdad muy bien, mi mente estaba trabajando a mil por hora, me estaba imaginando demasiadas cosas que no lograba hilar nada, solo queria que el perro siguiera con lo que hacia, asi que durante todo ese dia deje que el perro anduviera todo el dia oliendome el trasero.