Hola mi nombre es Eduardo Aguilera, tengo 26 años y vivo en Antigua Guatemala, Guatemala. Este es mi primer relato, espero que les guste.
Desde que tenía 16 años vivo solo con mi madre ya que ella se divorcio de mi padre porque él se fue a otro país y se caso con otra mujer haya, situación que provoco una gran tristeza en ella. Mi padre fue un tonto ya que mi madre es hermosa, se llama Érica y tiene 42 años, mide aproximadamente 1.70 m, su pelo es castaño oscuro, las piernas las tiene bien torneadas, el trasero no es tan grande pero está muy parado y redondo, pero lo que me vuelve loco de ella son sus senos porque son muy grandes y provocan quedárseles viendo todo el día.
Hace como un mes charlaba con ella y le preguntaba porque no intentaba rehacer su vida con otro hombre porque ella es hermosa y no le iba a costar encontrar a alguien que quisiera estar con ella y así lo hizo, conoció a Jorge un compañero de su trabajo y estuvieron saliendo pero al tiempo mi madre se dio cuenta que él era casado y rompió relación con él. Esto sumado a los problemas anteriores provoco que ella ya no quisiera estar con nadie y solo salía con sus amigas.
Un viernes por la noche salí con mi novia a una disco pero ella se enfermo y nos fuimos temprano cada quien para su casa; al llegar a la mía no hice ruido y entre a mi cuarto, me desvestí y metí a la cama, pero no podía dormir, como a la media hora escuche unos ruidos de tacones en el pasillo y salí a ver por mi ventana y sorpresa me lleve era mi madre pero llevaba puesto un baby doll color negro y unos zapatos de tacón negros con un hilo dental también negro; cuando ella ya estaba adentro de su cuarto me asome por la puerta medio abierta y ahí estaba ella viendo una película porno, pero hablaba en vos baja y decía “Que diera yo por tener un pene adentro de mi pero uno de verdad y no uno de plástico, no me quiero masturbar pero necesito apagar este fuego en mi”.
Esas palabras me pusieron a mil y no podía creer que yo tuviera deseos de cogerme a mi madre y solo porque el miedo al rechazo fue más fuerte no entre a ese cuarto y me le tiraba encima. Esa noche me masturbe como 3 veces pensando en ella y me decidí a ser el hombre que la iba a hacer feliz.
Al día siguiente me levante pensando muchas cosas y fui a buscar a mi madre pero ya no estaba y eso es raro en ella porque siempre la veía temprano. El deseo de verla se apodero de mí y la llame a su celular para ver donde estaba pero no me contesto cosa que me extraño aun mas, la intente localizar en su trabajo y nada. Los malos pensamientos llegaron a mi mente y me imagine que talvez había ido a buscar a un hombre para satisfacerla y esos pensamientos me llenaron de celos y no lo podía creer estaba celoso por mi madre pero a la vez muy caliente y no aguante mas y me fui a masturbar a mi cuarto con una foto que tenia de ella. Después me tranquilice pero me quede con la duda de a donde iría, duda que aclare a los días.
Por la tarde al estar solo en mi casa me decidí a ir con unos amigos a pasear y regrese como a las 6 de la tarde, cuando llegue mi madre ya estaba ahí y estaba con dos de sus amigas tomando vino en la sala, por lo que solo salude y fui a mi cuarto. Como a las 10 de la noche oi que las amigas de mi madre ya se iban y a los minutos mi madre subió y me saludo y me pregunto que como estaba, a lo que yo le respondí que bien pero sin darme cuenta solo de verla me puse a mil y el bulto debajo de mi pantalón empezó a crecer y me puse tan nervioso que ya no sabía ni que hacer, entonces mi madre me dijo que ya se iba a dormir y me abrazo pero sentí un escalofrío de los pies a la cabeza y se fue.
Esa misma noche volví a escuchar el ruido de tacones por el pasillo, nada mas oir eso me levante rapidísimo y Salí a ver si era ella. Me acerque a su cuarto y ahí estaba mi madre pero esta vez llevaba puestas unas medias blancas con liguero blanco, una tanga blanca y zapatos como de cristal pero esta vez llevaba destapados sus senos y estaba en su cama acostada pero ahí mismo abría y cerraba las piernas y se ponía en diferentes posiciones como que la estuvieran cogiendo pero ella no se tocaba para nada, solo decía “Necesito un pene que me apague este fuego, que me vuelva a hacer sentir mujer y que me llene de gozo, pero creo que lo he encontrado y mañana apagare este fuego”. Después de esto apago las luces de su dormitorio y me fui a mi habitación.
Ya en mi habitación no dejaba de pensar en ella y me masturbe pero esta vez sentí un orgasmo que me volvió loco, pero no estaba tranquilo por lo que había dicho de que posiblemente había encontrado un hombre que la satisfaciera, me llene otra vez de celos de imaginar que alguien iba a tocar a mi madre y la tendría en sus brazos a lo que dije que ese hombre tenía que ser yo y si no era yo entonces no sería nadie más.
A la mañana siguiente era día sábado y ella no iba a ir a trabajar pero se levanto temprano y pensé que tenía que evitar que se fuera sola, ella tenía que ser mía. Pero al hablar con ella me dijo que iba a salir y que iba a regresar un poco tarde a lo que le pregunte si la podía acompañar, pero ella me dio un rotundo no que ella tenía cosas pendientes que hacer y que debía hacerlo sola y que si la llamaba al celular no iba a responder y que esperaba que no me fuera a molestar a lo que asentí y no me quedo nada más que aceptar sus decisiones.
Pero no me sentía para nada tranquilo y menos al ver que se fue a la ducha y de ahí a su cuarto a arreglarse, entonces el deseo me venció y por una rendija la fui a espiar. La vi de espaldas desnuda y me volvía loco ese cuerpo tan hermoso, entonces se empezó a vestir y se estaba colocando unas medias negras con encaje en las orillas y un liguero negro, de ahí una tanga como de encaje, y de verla hacer eso yo ya estaba a mil, ella seguía y se puso un corsé color negro y el pelo se lo dejo suelto, de ahí una falda negra y una chaqueta ejecutiva. Se veía divina y la deseaba con todo mi ser y llevaba mucho tiempo de no verla así de bien arreglada en el día. Cuando ya estaba terminando de vestirse mejor me fui a mi cuarto por si ella salía.
A los minutos oí que me llamaba y Salí corriendo hacia su cuarto pensando que me necesitaba pero no era así, solo entre a la habitación y me dijo que ya se iba, que no la esperara despierta y que no la llamara al celular que ella necesitaba tiempo para ella. Esto me molesto mucho y tuve que dejar irla pero yo estaba loco de celos ya no me podía controlar, el hecho de pensar que iba a estar con un hombre y ese no era yo me enojaba tanto, pero ya nada podía hacer. Ya se había ido y yo me sentía muy mal no podía creerlo estaba prácticamente enamorado de mi madre y lleno de deseo hacia ella.
Nos vemos en la segunda parte
Eduardo Aguilera