Entrada más la noche empezamos a hablar y no solo tenía un culo muy rico, su cuerpo estaba bastante bien... me calentaba, yo definitivamente sabía lo que quería de él. Pero también él sabía que quería de mi. Pasado un tiempo quedamos solos y sin decir nada nos besamos de una menera muy caliente (solo nos deteníamos para asegurarnos de que nadie nos viera) pero escuchamos que se acercaba alguien y tuvimos que detenernos. Yo ya no tenía duda; quería follar con él, donde fuera, como fuera...
Un rato después nos fuimos de ahí y entramos a un lugar de la casa donde no iba casi nadie y empezamos a besarnos y a tocarnos, a rozar nuestros cuerpos. Yo le restregaba mis senos con descaro así que él los tocaba y apretaba, me ponía a mil. Él me hacía sentir su erección que moría por liberar, así que bajé hasta ella y la toqué sobre el pantalon y se sentía realmente bien. Con mis labios, aún sobre el pantalón, le aperté su ya notoría erección. Lastimosamente no pudimos continuar y tuvimos que separarnos para dormir... Realmente después de eso no lo conseguimos, yo solo podía pensar en lo que había pasado y en lo que deseaba que pasara.
Nos pasamos nuestros números, nuestros facebook y nuestras cuentas de skype así que el domingo en la noche en nuestras casas ya estabamos hablando otra vez y diciendonos que moríamos de ganas por estar juntos. Dada la casualidad estudiamos en la misma universidad así que le propuse algún día de la semana ir a un baño de la universidad que estuviera solo y aprovechar, así que quedamos en vernos el miercoles cerca de las 6 de la tarde.
El miercoles deseaba que fueran ya las 6, me descontrolaba la idea de hacer realidad algo de todo lo que llevaba pensando los días anteriores, en cómo ibamos a explorar nuestros cuerpos, en cómo ibamos a chupar, lamer, tomar cada rincón de nuestros cuerpos y en cómo me iba a follar ese hombre. Finalmente llegó la hora y nos encontramos... fue un alivio saber que estaba ahí y que iba a calmar mis deseos, mi excitación. Las cosas resultaron mucho mejor, resultamos saliendo de la universidad para ir a un motel de chapinero.
Llegamos al motel y fuimos directo a la habitación, pagó, compramos condones de más y finalemente todo iba a empezar a hacerse relidad... Nos quedamos mirando y nos besamos, seguidamente nos separamos y nos miramos a los ojos, empezamos a desvestirnos frente a frente cuando estabamos en ropa interior nos acercamos nuevamente y empezamos a besarnos de una manera tan caliente que me volvía loca. Nos tocabamos con tanta fuerza y pasíon que sentía que no podía controlarme... Con mis manos recorría su espalda hasta llegar a su culo que apretaba con fuerza y el me apretaba contra su cuerpo que al roce me ponía más y más...
Nos acercamos mientras nos besabamos y resulté tendida en la cama mientras él se posaba sobre mi y yo abría mis piernas para que su erección cuadrara con mi ya húmeda vagina aún cubierta por mi interior... El roce era magnífico; no sabía si quería que avanzara para sentir más o que siguiera con eso porque la excitación que sentía era total. Mientras nuestros cuerpos chocaban el me quitó el sosten y empezó a chupar mis senos y yo solo podía tomar su cabeza y gemir...
Ya no aguantabamos más... así que mientras yo me quitaba mi interior el se quitaba el suyo y se ponía el condón. Finalemten pude ver su miembro y solo pense WOW... Nos miramos intensamente y quedé a su disposición. Poso la cabeza de su miembro sobre mi abertura y se fue abriendo espacio mientras yo decía un "aaaaaaaaaaaaah" desde el interior... desde lo más profundo de mi porque era tan grueso y justo para mi que cada centimento hacia el interior era magnífico, iba entranto y ocupando mi interior de una manera tan única que al anclarmela al fin solté un gran gemido que declaró mi: "que empieze la acción"... tomó mis caderas y salió y me ancló la primera vez y yo ya sentía desacerme... empezó un va y ven tan rápido, fuerte, intenso... Entraba y salía de mi con tanta presición que mis gritos de placer se lo hacían saber, él gemía igualmente de excitación y yo cada vez iba moviendome más y más hacia él para que entrara más fuerte y rápido a mi interior. Derepente ya no podíamos parar ni dejar de gemir y nos vinimos al tiempo... Era el mejor orgasmo que tenía en mucho tiempo... Ese hombre no solo tenía un culo delicioso, ni una verga gruesa larga y justa para mi, sino que me había regalado el mejor orgasmo que tenía en mucho mucho tiempo.
Pronto la segunda parte de esta historia...