Después de lo que había pasado anterior hacia todo lo que posible para no quedarme de nuevo a solas con mi suegro, aunque había conseguido, para no molestar a esposo, volver a mantener una actitud normal con él, casi como si no hubiese pasado lo que había pasado.
Cuando marido se preparaba para irse yo normalmente ya estaba preparada y casi siempre salía de casa incluso antes que él, unas veces le decía que me iba de compras, otras a ver a mis padres o a visitar a unas amigas,claro con mi bebe en fin lo que se me ocurriese para no quedarme sola con mi suegro, además de eso también me las ingeniaba para no llegar a casa nunca antes que mi esposo, unas veces me quedaba con alguna compañera a tomar café y otras simplemente me iba a algún parque y me sentaba con mi bebe esperando que pasase el tiempo.
Pero claro, eso también tenia preocupado a esposo, y lo comprendo, por que había pasado de que le costaba sacarme de casa, siempre me ha gustado mucho estar en casa, ya saben “hogar dulce hogar”, a que apenas paraba en casa, creo que esposo llego a pensar que se la estaba pegando con otro, ¡Je,je! si él supiera que yo salía justamente para no engañarle con otro, ¿con su padre!, pero bueno, las excusas que yo le daba siempre eran ciertas y de vez en cuando, el venia a casa de mis padres y durante las conversaciones se enteraba de que yo había estado allí tal o cual día, y como correspondía con el día que le había dicho que iría pues se quedaba tranquilo.
Yo sabia que si me volvía a estar un día a solas con mi suegro volvería a pasar, volvería a dejarle que hiciese con migo lo que quisiera, haría todo lo que me dijese, vamos por que negarlo, en parte deseaba volver a estar con él, a veces me excitaba recordando lo que habíamos hecho aquella vez, alguna vez me masturbaba mientras me bañaba pensando en como me había hecho gozar e incluso alguna vez cuando hacia el amor con esposo cerraba los ojos y me imaginaba que estaba con su padre.
Si no fuese por que recordaba lo que me dijo cuando salí de su habitación “la próxima vez tendremos que darle a ese culito las atenciones que se merece” no lo podía olvidar y recordarlo me hacia estremecerme, siempre me ha dado mucho miedo que me la metan por detrás.varios de los chicos, primero, y hombres, después, con los que he estado me pidieron que les dejase meterla en mi ano, entre ellos esposo, me lo ha pedido bastantes veces, siempre me he negado, tal vez no sea demasiado racional, sé que a muchas mujeres les gusta que las enculen.
todos o casi todos los gays también disfrutan de ello sin ofender, pero q hay cosas que son superiores a la persona y lo de ser enculada era superior a mí, pero no estaba segura de poder o querer negarme a dejar que mi suegro desvirgase mi culo, incluso intente dejar que fuese esposo quien lo hiciese, compre un tarro de vaselina, que oculte en mi cajón personal, para entregarle a Roberto mi ultima parte virgen.
pero no había manera cada vez que pensaba decirle que me lo hiciera por detrás me entraba un sudor frío y un pánico que me lo impedía, además él desde hacia tiempo ya no me lo pedía, y si alguien se merecía desvirgar mi culo ese era esposo, le quiero con locura y se que él me quiere a mí, por eso mi culo seria suyo, el único que me queda, el único que él podría ser el primero en estrenar debería ser para él.
Llego un momento en que la situación se volvió prácticamente insostenible, el no quererme quedar a solas con mi suegro había llevado nuestra casa a un nivel cercano al abandono, por que claro, cuando estaba esposo en casa yo debía estar con él, no ponerme a barrer, fregar, planchar y hacer los demás quehaceres de la casa como una esposa, obligándole en parte a él a ayudarme, aunque me ayudaba mucho, desde siempre, en parte por eso la situación se había podido llevar durante casi dos meses, bueno tengo que reconocer que también mi suegro había dedicado tiempo a limpiar y planchar mientras yo rehuia quedarme a solas con él, y eso también ayudo, pero la casa no estaba cuidada como antes y a lo largo del tiempo cada vez fue estando algo peor.
Me di cuenta que estaba ya en una situación insostenible, por lo que de nuevo comencé a quedarme en casa aunque solo estuviésemos mi suegro y yo, durante los primeros días no paso absolutamente nada, había tantas cosas pendientes de arreglar y limpiar que me faltaban horas, mi suegro simplemente me ayudaba a componer la casa de nuevo.
Cuando la casa estaba en un estado casi normal de nuevo mi suegro comenzó de nuevo a aproximarse a mí, al principio simples roces accidentales, más buscados que accidentales, luego comenzaron de nuevo los halagos que fueron derivando hacia los piropos.
Ya cuando la casa estaba de nuevo en el estado que me gustaba tenerla comencé de nuevo a salir para no quedarme a solas con mi suegro, aunque ahora al menos dos días a la semana me arriesgaba a quedarme sola y con el bebe unas horas para mantener la casa bien.
Pero un Viernes organizaron una cena en mi familia, iban a ir todas las parejas, y por supuesto fui con esposo, eso hubiese tenido nada de especial, sino fuese por que después de la cena propusieron que fuésemos a tomar una copa y a bailar y la fiesta acabo muy entrada la madrugada,mi bebe estaba con mi mama mi esposo aguanto heroicamente toda la fiesta haciéndomelo pasar bien, a pesar de que tan solo le quedarían un par de horas para dormir antes de irse a su trabajo, es más fui yo quien insistió en que nosotros debíamos retirarnos de la fiesta por que él tenia que trabajar al día siguiente.
Lo malo de esto fue que mi esposo no me despertó, como yo le había pedido que hiciese cuando se levantase, me dejo durmiendo a pierna suelta en nuestra cama, y quien me despertó a eso de las diez y media fue mi suegro.
-¡Eh! Bella durmiente, es hora que te despiertes,vinieron a dejar al bebe ademas sino esta noche no pegaras ojo.
-¡Ah! ¿mi esposo? (me desperté sobresaltada, sobre todo por tener a mi suegro sentado en mi cama casi rozándome y estar yo sola cubierta por un pequeño camisón casi transparente que apenas me llegaba a medio muslo)
-Hace horas que se fue a trabajar.
-Le pedí que me despertase.
-Supongo que le habrá dado pena hacerlo, y no me extraña, cuando duermes pareces un ángel.
-Bueno, gracias, ya estoy despierta, puede irse ya me levanto.
-Podríamos quedarnos los dos un rato más en la cama. (dijo, al tiempo que extendía una mano y me acariciaba una teta)
-No, aquí no.
-¿Por qué no?
-Es nuestra cama, la cama de mi esposo. (pero que estaba diciendo, ¿estaba dispuesta a hacerlo en otro sitio? quería responder que no, que no quería volver a tener sexo con mi suegro nunca más, en ningún sitio, pero en realidad si lo quería y lo debía reconocer)
-Esta bien, lo entiendo, vamos a mi habitación.
Me levante y comencé a andar dije espéreme voy a ver al bebe vamos estaba dormido,después hacia la habitación de mi suegro,sabiendo muy bien por que lo hacia, de verdad me sentía mal engañando a mi esposo con otro hombre, pero aquel hombre, su padre, parecía tener un extraño poder sobre mí, con el paso del tiempo llegue a descubrir que realmente lo quería, me hizo hacer cosas que jamás hubiese imaginado, y lo hice sin siquiera rechistar. Pero eso es otra historia, si después otro día la contaré.
Lo que importa, lo de aquel día, es que yo iba andando por el pasillo hacia la habitación de mi suegro, sintiendo sus ojos clavados en mí, lo sentía a poco más de un metro mío, recreándose con la visión de mi cuerpo, que ya he dicho cubría tan solo con un pequeño camisón casi transparente, aparte de eso tan solo llevaba un pequeña tanga, por lo que vista desde donde me seguía mi suegro debía parecer prácticamente desnuda.
Llegue a su habitación, entre avance hasta la cama y me quede allí, de pie junto a la cama como si esperase su siguiente orden, no llego ninguna orden, llego él, coloco sus manos sobre mis hombros, colocado detrás de mí, aparto mi pelo y comenzó a besarme el cuello, mientras sus manos bajaban y acariciaban mis pechos, mis pezones.
se pusieron erectos buscando sus caricias, caricias que todo mi cuerpo deseaba a pesar de que yo trataba de convencerme de que no era así, mientras me besaba y lamia las orejas me iba diciendo cosas agradables,ademas me dijo que bonito esta nuestro bebe, una de sus manos fue bajando por mi cuerpo en busca de mi vagina.
pero no importaba, normalmente que me acaricien el coño me hacia perder el control de la situación, me había dejado desvirgar por el primer chico al que le había dejado tocarme el chocho simplemente por eso, por que perdía el control, pero esta vez no importaba, en ningún momento había tenido control de nada.
De pronto escuche como susurraba en mi oído que tenia el mejor culo que había visto en su vida y me estremecí, sin embargo esta vez ese estremecimiento no llego al pánico que me invadía en cuanto algún hombre me había hablado de mi culo durante una situación sexual. Por supuesto mi suegro noto mi estremecimiento.
-¿No la has hecho nunca por detrás?
-No.
-¿Quieres hacerlo?
-No. (Vaya, lo había hecho, le había dicho que no lo quería hacer, no lo podía creer)
-¿Por qué? ¿Tienes miedo?
-No. (como que no, por que decía eso si estaba cagada, y perdón por usar esta expresión hablando de mi culo, solo de pensar en que me metiesen una polla por ahí)
-¿Entonces?
-es por que mi esposo sera quien me desvirgase por ahí.
-¿No te lo ha pedido nunca?
-Sí, varias veces.
-¿Por qué no lo habéis hecho?
-No he sido capaz, me daba miedo.
-A mí me has dicho que no te daba miedo.
-Lo sé, no entiendo por que, pero contigo no tengo miedo. (creo que fue la primera vez que hable con mi suegro sin hablarle de usted)
-¿Pero sigues pensando que la primera vez tendría que ser con mi hijo?
-Si.
-Muy bien, respeto tu elección. ¿Quieres que te ayude a perder el miedo?
-¿Cómo?
-Jugando con tu culo, preparándote para que estés deseosa de sentir la polla insertada en tu ano. (oír esto en lugar de producirme terror, que hubiese sido lo normal hizo que me mojase como pocas veces, claro que la mano de mi suegro ayudaba) Prometo que no meteré mi polla en tu culito hasta que mi hijo lo haya estrenado.
-Sí, ayúdame. (no podía creer lo que acababa de decir)
-Por supuesto que tendrás que pagar mi ayuda con algunos polvos.
-Lo haré, ya no huiré de casa cuando no este mi esposo y cuando tenga ganas podrá follarme cuanto quiera. (mi sumisión a mi suegro expresada con palabras surgidas de mis labios)
-Muy bien, tenemos un pacto.
¿Pacto?, pensé, ¿Realmente necesita hacer un pacto conmigo?, ¿No se da cuenta que ya me hace cosas que no me dejaría hacer si no me controlase de algún modo extraño?, claro que le había dicho una vez que no y que quería que mi esposo fuese quien me desvirgase el culo, pero estaba segura que si hubiese insistido al final me habría dejado desvirgar por él, además estaba allí, en su habitación con él, dejándole que me tocase como y cuanto quisiera, dispuesta a follar con él y además le había dicho que estaría dispuesta para el siempre que quisiera, eso nunca se lo había dicho a ningún hombre, ni por supuesto mujer, nunca me he sentido atraída por otra mujer, aunque alguna vez recibí proposiciones por parte de alguna.
Mientras mi cabeza divagaba en pensamientos extraños él continuaba a lo suyo, con una mano metida en mi tanga excitando mi clítoris y la otra por dentro de mi liviano camisón acariciando mis tetas.
-Estas muy mojada, ¿quieres que te folle?
-¡Sí! (¡valla! No, por que mis labios decían sí cuando mi cabeza pensaba no)
-Me gusto mucho como me la chupaste la otra vez, por eso te deje follar a tu ritmo, pero hoy te voy a demostrar lo que es que un hombre te posea. (un escalofrío de placer me recorrió desde los pies a la cabeza al escucharle susurrar esas palabras en mi oído)
-Si te gusto te la vuelvo a chupar.
-Claro, pero hoy quiero que hagamos un 69. (Mientras decía esto sus manos habían abandonado mi coño y mis tetas y estaban sacándome lentamente el camisón)
-Me gusta el 69.
-Hoy lo tendrás. (mi camisón descansaba ya en el suelo, él estaba agachado detrás de mí bajándome la tanga, que en pocos segundos descanso junto a mi camisón, luego me hizo dar la vuelta) Ahora te toca desnudarme a mí.
Parece mentira, pero lo que me estaba pidiendo era algo que nunca había hecho, vaya, sacarle la polla a algún tío lo había repetido tal vez cientos de veces, quitarle alguna prenda también, pero desnudarle completamente mientras él se deja hacer nunc.
además suponía un reto para mí, claro que no por que lo encontrase difícil, ni mucho menos, sino por que enseguida me plantee que debía llevarlo a un grado de excitación como el mío, hacerle perder el control como yo lo había perdido, de ese modo si ninguno de los dos teníamos el control yo me sentiría un poquito más libre.
Me pegue a el acaricie sus brazos, empezando por sus manos, subiendo por sus brazos para llegar a su cuello y después bajar por su pecho buscando los botones de su camisa abriéndola y besando cada centímetro de piel que aparecía ante mí, todo ello usando toda la sensualidad que podía encontrar en mí, le hacia y decía todo lo que pensaba que podía gustarle. Cualquier cosa que recordase que le gustase a alguno de mis anteriores amantes la usaba contra él, observando siempre sus reacciones, si me daba la impresión de que le gustaba continuaba un poquito con lo que le hacia, si no regresaba al paso anterior y luego pasaba al siguiente.
Mordisquee sus pezones, bese su cuello, sus hombros, sus bíceps, por cierto bien marcados, mientras mi mano jugaba con su polla, que por cierto había alcanzado una erección más que considerable , luego fui a por su pantalón, con la parte más difícil, al menos para mí, su cinturón, muchas veces ha tenido alguna dificultad a la hora de desabrochar un cinturón, supongo que es para mí como los sujetadores para los hombres, muchas veces tuve que contenerme la risa mientras algún chico se peleaba, sí, digo se peleaba, por que lo que hacia no era desabrochar.
La verdad, este cinturón me resulto sencillo, tal vez por que no lo llevaba apretado como si fuese una faja como algunos lo llevan, luego solté el botón y tire de la cremallera, entonces el pantalón cayo por su propio peso, bajando hasta medio muslo, lo deje ahí mientras lleve mis labios a su entrepierna y comencé a besar y morder suavemente la polla por encima de sus calzoncillos, mientras le hacia esto, que le debía estar encantando por que sentía como aquella polla palpitaba dentro del calzoncillo aproveche para tirar de su pantalón y dejárselo en los tobillos.
Use mis manos y mi boca para continuar excitando aquella polla y sobre todo los huevos durante un rato, luego le coloque la polla apuntando hacia arriba y tire suavemente de los calzoncillos hasta que el capullo y poco más asomaba por encima de los calzoncillos, comencé a jugar con aquel cachito que asomaba usando mis labios y mi lengua, mientras mis manos seguían excitándole los huevos, escuchando sus gemidos de placer pensé tenerlo casi donde lo quería, me mantuve así durante unos minutos, luego mordí sus calzoncillos y con mis dientes tire de ellos bajándoselos, mientras hacia esto vi como el miraba hacia abajo atento a mis evoluciones, luego me lance a tragarme su polla, me había dicho que la otra vez le había gustado mucho como se la había chupado y esta vez pensaba esmerarme, mientras tanto con las manos acabe de bajarle el calzoncillo para que se encontrase de nuevo con el pantalón.
Mi suegro me dejo que le chupase la polla un rato, pero no tanto como yo deseaba.
-¡Que bien!, eres la mejor, venga, ya esta bien, túmbate en la cama. (casi a regañadientes abandone la mamada que le estaba haciendo)
-Habías dicho que haríamos un 69, ¿no tendrías que tumbarte tú?
-¿Quién te ha dicho que un 69 tiene que ser con el hombre debajo?
Vaya, eso quería decir que en lugar de ser yo quien le chupase la polla a mi ritmo iba a ser el quien llevase el ritmo, eso si que no me gustaba,no es lo que más me gusta, y en parte creo que es por eso, por que cuando un tío lleva el ritmo con el que se la chupas de vez en cuando se le ocurre lo de metértela entera, con algunos cuando te hacen eso te parece sentirla en el gaznate.
tal vez es verdad que la tengas, te falta el aire y te entran unas arcadas terribles, y ahora mi suegro quería precisamente eso, vamos que por la postura seria más el quien me estuviese follando la boca que yo quien se la chupase, y lo que más me fastidiaba es que la impresión que tenia de que había recuperado una pequeña parte del control de lo que estaba pasando la iba a perder nuevamente.
Pero seguía sometida a los deseos de mi suegro y pese a que mi cerebro me decía que me negase a aquello acabe acostada boca arriba en la cama esperando que él se colocase sobre mí y me metiese la polla en la boca, debo reconocer que no lo hizo, por lo menos al principio, me coloco la polla justo sobre los labios y fui yo quien comenzó a chuparsela a mi ritmo, mientras el me dedicaba una comida de coño como pocas, pero claro a medida que la excitación iba creciendo en el también iban creciendo los centímetros de polla que iba alojando en mi boca, al cabo de, no lo sé, diez o quince minutos alcance el orgasmo.
Mientras tanto, y ya tan solo digo mientras tanto, por que el tiempo parecía haber dejado de existir, mi suegro había comenzado con los movimientos típicos de una penetración contra mi boca, claro que se movía despacio y sin introducirla mucho, aunque estaba segura de que eso iba a cambiar, lo peor para mí es que lo único que podía hacer era mover mi lengua tratando de proporcionarle el mayor placer.
Me llego el segundo orgasmo, coincidiendo con ese momento mi suegro aprovecho para clavar el dedo en mi culo y meterme la polla hasta la garganta, en un movimiento casi coreografiado entre sus dos apéndices, era la segunda vez que alguien metía un dedo en mi culo en toda mi vida, de la vez anterior hacia bastantes años, y el haberme metido el dedo en el culo le había costado al chico que había osado hacerlo quedarse sin polvo, por que le solté un bofetón y escape de allí colocándome las prendas mientras salía ante el asombro de los que me vieron,por que esta vez el dedo invasor amplifico y extendió el orgasmo que experimentaba, por otro lado su polla no permaneció mucho tiempo clavada en mi garganta, la saco en unos segundos, pero solo para volverla a clavar repitiendo la misma operación varias veces, dándome la impresión, al menos de que cada vez llegaba más lejos en mi garganta, luego se quedo quieto con sus huevos casi rozando mis labios y note como se corría en mi garganta, no tuve que tragar, creo que con la presión de su corrida basto para que el semen llegase directamente a mi estomago, me saco la polla un poco dejándome la introducida en la boca para que le limpiase cualquier resto de semen, que apenas fueron dos o tres gotas rezagadas. Luego se dejo caer tumbado a mi lado, permanecimos un rato en silencio.
-¿Has estado muy bien? (me dijo)
-Siento como el culo me palpita. (respondí, sin hacer demasiado de su comentario)
-Es normal, pero diría que te gusto.
-No ha sido desagradable.
-Embustera, si te has mojado como una puta cuando te he metido el dedo.
-Las putas no se mojan. (conteste algo enojada por su comentario)
-¿Qué sabrás tú? Las putas son como cualquier otra mujer, lo único es que cobran por el sexo, pero si las tratas como las mujeres que son disfrutan como cualquier otra, o quizás más, por que están acostumbradas a ser tratadas por la mayoría de los hombres como poco más que agujeros donde meter sus pollas y cuando encuentran a uno que las trata con respeto se entregan, quizás más, que las que no lo hacen por dinero.
-¿Tienes mucha experiencia con putas?
-Si y no, no sé, habré estado con unas veinte. ¿te parecen muchas?
-Esta bien, ¿estando ya casado?
-Si.
-¿Es por eso vuestra crisis?
-Por las mujeres en general, me gustan mucho.
-¿Con cuantas mujeres diferentes has estado?
-Pues no lo sé, entre cincuenta o cien, por decir un número que debe estar cerca del real.
-¿Todas estando casado?
-Casi todas, antes de casarme debieron ser unas diez, la ultima Beatriz (así se llama mi suegra), justamente me case con ella por que se quedo embarazada, pero la verdad nunca estuve enamorado de ella, ni ella de mí, la quise pero no del modo en que te quiere a ti hijo.
-No es un buen momento para recordarme a mi esposo.
-¿Por qué no?
-Pues por que le estoy poniendo los cuernos.
-¿Crees que te perdonaría si se enterase?
-Ni idea.
-¿Le perdonarías tú si el te los pusiese a ti?
-No lo sé, me dolería mucho, y no sé si lo podría perdonar.
-Pues Beatriz supo durante años que yo iba con otras y no le importaba, me pidió que me fuese de casa por que se me ocurrió acostarme con una de sus mejores amigas, creo que estaba más dolida por que su amiga se acostase conmigo que por que yo lo hiciese con ella.
-Vuestro matrimonio era solamente una fachada.
-No diría tanto, siempre la respete y le di la mejor vida que podía permitirme, pero entre nosotros no había amor de verdad, tal vez por eso solo tuvimos un hijo.
-Y de penalti.
-Pero muy querido desde que nació, el nos mantuvo unidos todos esos años.
-¿Pero a ti Beatriz te gustaba?
-no lo se.
-¿Hacías el amor con ella a menudo?
-Como cualquier matrimonio, a veces más y a veces menos, pero al menos una vez a la semana si lo hacíamos.
-¿Y si ella hubiese estado con otros hombres?
-No me importaría, ya te he dicho que tan solo me case con ella por que se quedo embarazada de mi hijo, era otra época, además ella era menor de edad, claro que por aquel entonces hasta los veintiuno no se alcanzaba la mayoría de edad, no me quedo más remedio que casarme, luego decidimos seguir juntos para criarlo y una vez criado como aunque no nos amasemos nos queríamos pues continuamos.
-¿Alguna vez te has enamorado?
-No, siempre he sido muy mujeriego, nunca me plantee una relación larga con una mujer.
-¿Y ahora que piensas?
-¿Con respecto a que?
-A la vida, algún día tu atractivo menguara, te costara más encontrar ligues, ¿no crees que puedes llegarte a sentir solo?
-mi hjo siempre estará ahí.
-Pero tu hijo nunca te dará lo que una mujer te puede dar.
-Siempre hay alguna dispuesta, aunque sea a cambio de dinero. Y ya esta bien de charla, si quieres que te cuente más cosas de mí lo haré luego, ahora quiero follarte.
-Pero solo follarme.
-Si te dije que dejaría que el primero en darte por el culo fuese mi hijo y lo cumpliré.
-¿Y si decido que solo tu hijo me la meta por ahí?
-Eso no puedes hacerlo, tenemos un trato, tienes que dejarme que la clave en tu culo aunque solo sea una vez. ¡Y ahora a callar!
Aquella ultima frase sonó como lo que era una orden, no pude más que obedecer, además aunque hubiese querido seguir hablando apenas habría podido hacerlo por que el se volvió hacia mí, echándose un poco encima e inicio un morreo, nuestras lenguas se entrelazaron, mientras sus manos acariciaban, amasaban y estrujaban mis pechos, yo estire mi mano y agarre su polla, la verdad, nunca me había, digamos, interesado por el tamaño de las pollas, de hecho había estado con chicos de los que tan solo se podía decir que la tenían pequeña y me habían hecho disfrutar muchísimo y otros que teniendo una gran polla me habían dejado a medias, pero mi suegro era uno de esos donde se unía una gran polla con un hombre que sabia darle el máximo placer a una mujer, calcule que debía medir entre 18 y 20 centímetros, me asombraba que esa polla hubiese entrado en mi boca casi en su totalidad, jugué con su polla meneándose la lo que podía y acariciando el glande con suavidad mientras el había dejado mis tetas y le dedicaba las caricias a mi coño, que rápidamente respondió y se puso húmedo.
Seguimos así durante bastante tiempo, no sé cuanto, hacia mucho que había perdido la noción del tiempo, no podría decir si llevaba dos o tres horas en la cama de mi suegro. El se coloco entre mis piernas, repaso su polla sobre mi coño, cuando su capullo húmedo, de sus jugos y los míos, pasaba sobre mi clítoris me hacia ver estrellitas.
consciente de ello mi suegro se demoraba en esa zona, rodeando mi clítoris con su glande, llegue a sentirme desesperada, necesitaba urgentemente ser penetrada, si en ese momento él hubiese decidido atacar mi culo lo habría recibido gustosa, necesitaba polla de cualquier manera, mi suegro sabiendo que el exceso tampoco es bueno no me hizo esperar demasiado, coloco la punta en mi raja y empujando con decisión me fue penetrando en un movimiento constante, mi vagina iba engullendo aquella polla que le entraba como si la quisiese guardar para siempre en su interior, no recordaba haber sido nunca penetrada de aquel modo, el placer que estaba sintiendo era algo nuevo para mí.
Cuando la hubo metido toda se quedo quieto unos momentos, dijo algo así como “me la estas estrujando de un modo maravilloso, te voy a dar un orgasmo como nunca has tenido” pero la verdad yo no estaba para prestarle atención.
Comenzó con el movimiento del “mete, saca” de un modo pausado, y a pesar de eso no me dejaba acompasarme a el, unas veces me la sacaba casi entera para volvérmela a meter y otras apenas me sacaba uno o dos dedos antes de volver a clavarla, poco a poco fue incrementando el ritmo de sus penetraciones, pero lo que no abandonaba eran las diferentes profundidades de sus penetraciones y no me permitía acompasarme a él, porque lo mismo me daba dos que cuatro metidas cortas que dos o cuatro largas, increíblemente, para mí, esto me estaba llevando a un grado de excitación que no recordaba, por que me dejaba bien claro que no era un polvo entre los dos, solo era él quien me estaba follando.
Luego me agarro las piernas y me las hizo colocar sobre sus hombros, por unos momentos sentí que estaba tratando de traspasarme por lo profundas que sentía sus penetraciones.
Me estaba llevando al orgasmo, pensé que no me iba a tardar en llegar, pero me equivoque por que entonces mi suegro cambio tanto el ritmo como la profundidad de sus penetraciones y mi inminente orgasmo se difumino, y al cabo de un rato volvió a pasar lo mismo, luego otra vez y unas cuantas veces más, cada vez que mi suegro se daba cuenta de que me aproximaba al orgasmo cambiaba el ritmo o hacia algo que me alejaba del ya ansiado orgasmo, pensé “hay que ver como conoce este hombre a las mujeres” por que no sé los demás, creo que también, pero yo tengo un punto de, digamos, “no retorno” lo había comprobado muchas veces masturbándome, hasta un punto donde puedo dejar de tocarme y el orgasmo no me llega, pero cuando rebaso ese punto es ya imparable, aun sin volver a tocarme acabo corriéndome, mi suegro no solo me dejaba acercarme muchísimo a ese punto antes de hacer que el orgasmo se esfumase, además hacia que se esfumase sin dejar de follarme.
Después de bastante tiempo me di cuenta de que esa vez era la definitiva, el había agarrado un ritmo constante, no dejaba de bombearme una y otra vez, casi con un poco de violencia, luego de pronto se quedo quieto con su polla totalmente clavada en mi vagina, sentí su primer chorro de leche golpeando mi interior y en ese momento me llego un orgasmo descomunal, sentía como si me estuviese vaciando en aquel orgasmo, a la par que sentía como mi suegro me estaba rellenando con su semen, me sorprendió su potencia, después de haberse corrido una vez como podía hacerlo de nuevo con aquella potencia a su edad, a mis años y sus cuarenta y siete me parecían muchos.
Descargo lo que supuse que seria hasta la última gota de semen en mi vagina mientras yo seguía experimentando el mayor y mas largo orgasmo de mi vida, luego se dejo caer a mi lado.
Nos quedamos quietos sobre la cama, recuperándonos, tan solo se escuchaban en la habitación nuestras respiraciones aceleradas por el agotamiento. Pasaron los minutos y nos recuperamos.
-¡Date la vuelta!
-¿Qué? (me sorprendió el tono tan imperativo)
-¡Que te pongas boca abajo!
-Dijiste que dejarías que no lo harías que tu hijo seria el primero. (me queje a la vez que sin poderlo evitar rodé haciendo lo que me decía)
-También dije que te iba a preparar.
Ni idea de cuanto tiempo estuve recibiendo sus dos dedos por mi culo, pero al final me corrí, y el aprovecho el momento de mi orgasmo para penetrarme con tres dedos a la vez, los dejo quietos dentro de mi culo hasta que deje de agitar me, luego los saco.
-Muy bien, hemos acabado la primera lección. (dijo mientras se levantaba) Ahora me voy a dar una ducha. Vete preparado la comida que tengo hambre.
-Yo también necesito una ducha.
-Te ducharas después de comer, y ya que estamos, no te pongas ni siquiera unas bragas hasta después de ducharte.
Fui a mi habitación, por supuesto después de haberme bañado, elegí la ropa que me pondría después de ducharme, quería vestirme realmente sexi, así mi bebe empezó a llorar yo le daba leche
Esa noche cuando entre en la habitación con esposo le dije:
-Tengo un regalo para ti.
-¿Por qué? Hoy no es ningún día especial. (me respondió, tal vez con un poco de miedo en la voz por si había olvidado algún aniversario o fecha especial)
-Me apetece regalártelo, solo eso.
-No tenias por que gastarte dinero, que estés conmigo ya es bastante regalo. (dijo algo más calmado al saber que no se había olvidado de nada)
-Dinero apenas me ha costado, pero creo que te gustara el regalo.
-Bien, veamos ese regalo.
-Búscalo tu, una parte esta en el cajón de mi ropa intima, en un tarrito rosa. (mi esposo fue hasta allí y no tardo en encontrarlo, mientras tanto yo me iba desnudando a toda prisa)
-Esto es…
-Vaselina, (acabe su frase) he oído decir que así es más fácil y menos doloroso.
-¿Quieres decir? (balbuceo con los ojos muy abiertos)
-Si, quiero que me desvirgues el culo. (ya estaba totalmente desnuda)
Ni siquiera me creía la seguridad con que estaba actuando, desde que pensé que solo entregándole mi culo a esposo me sen tiria mejor por lo de mi suegro había estado pensando como se lo debía decir a esposo y sobre todo dudando de que cuando llegase el momento fuese capaz de hacerlo, ahora se lo había dicho y lo mejor es que estaba deseando sentir como su polla entraba en mi culo.
-¿Te duele? (pregunto Roberto sin mover su polla)
-Un poco. (mentí, me dolía bastante, claro que tampoco le iba a decir que no me dolía nada, por que si bombeaba rápido podría pasarlo mal) Muévete despacio.
-¿Si quieres te la saco?
-¡No, ¡Ni se te ocurra sacarla! ¡Follame el culo! (estuve a punto de gritar)
Cuando se echo en la cama yo me levante con alguna dificultad, me puse una bata, le bese y le dije que volvía enseguida. Fui al baño, necesitaba lavarme, cuando llegue al baño la leche que escapaba de mi culo acababa de llegar por debajo de mis rodillas, me dolía en culo, sobre todo al andar, me limpie las piernas, luego me senté en el inodoro, procure expulsar toda la leche que me escapaba de una vez, luego me lave a conciencia, cuando salí del baño mi esposo estaba allí, esperaba su turno para lavarse, le quise esperar en la cama, pero cuando llego me dormi.
Al día siguiente me dijo que lo de la noche anterior había sido lo mejor que le había podido regalar, yo sentía el culo extraño, como entumecido, le conteste que se lo merecía por quererme tanto.
Durante el almuerzo mi suegro nos sorprendió, nos dijo que al día siguiente, Lunes, debía salir de viaje, asuntos de trabajo, que no regresaría hasta el Viernes muy tarde o el Sábado temprano. Me alegro oírlo, tendría cinco días para escapar completamente de el.
GRACIAS POR HABER LLEGADO HASTA AQUÍ. continuara?????????
Que buen relato espero el siguiente hermosa