Yo estoy casado con Mónica que es el amor de mi vida, después de unos años de relación decidimos casarnos e irnos a vivir por fin solos en una casa que había comprado en el centro de la ciudad. Todo era de maravilla, ella trabajaba en una prestigiosa empresa y yo trabajaba en casa realizando proyectos para vender, soy ingeniero ambiental. Económicamente nos iba muy bien y por las cuestionas amorosas mejor, disfrutábamos del sexo como no tienen idea.
Ella es muy atractiva, tiene una cara de la cual te puedes enamorar o simplemente encular, tiene un rostro muy lujurioso y provoca mucha excitación mirarla. Es morena-clara, mide como 1.65 m, ojos oscuros, cabello negro y ondulado que le llega a los hombros, las tetas no son muy grandes, las tiene pequeñas pero muy estéticas con unas aureolas negras y los pezones bastante grandes cuando se pone bien caliente, las caderas son perfectas, hace una combinación sobresaliente cuando contemplas la cintura, las nalgas y las piernas perfectamente torneadas, casi no tiene celulitas ni estrías y es asombroso ya que posee un culo espectacular. Además del físico es una buena persona, muy sencilla e inteligente, carismática, trabajadora, realmente no es por presumir pero tengo a una súper esposa y en ese tiempo no tenia ojos para otra mujer, todo lo que un hombre desea de una mujer, ella me lo daba.
Por mi parte no me gusta echarme piropos, pero si tengo una buena vieja es porque también tengo lo mío, soy la verdad de muy buen físico, cuando era estudiante jugaba en ligas de futbol y siempre me mantenía en muy buena forma, soy de cabello corto, ojos cafés, bellos en el pecho, piernas fuertes, las nalgas muy normales, el tamaño de mi verga es muy buena, bueno eso me dice mi mujer y lo compruebo ya que a pesar de ser una experta en dar mamadas de verga no puede tragársela por completo, siempre termina ahogada en el intento…
Solíamos coger mucho, fantaseábamos a diario, disfrutábamos nuestra sexualidad al máximo, además de tener un buen cuerpo me encanta como cogía conmigo, era muy puerca me daba unas mamadas de verga impresionantes….
Como al año de casados mi esposa me pidió encarecidamente si su hermanita podría venir a vivir con nosotros un tiempo, me conto que Sofía tenía muchos problemas con su mama ósea mi suegra y en especial con su padrastro, en fin mi esposa me lo suplico debido a que nosotros disfrutábamos de nuestra intimidad y eso quizás atentara con nuestra relación, por lo general siempre andaba en la casa desnudo, cogíamos en la sala, en la cocina, en el baño, en el patio, en donde sea y si ella llegara, teníamos que cambiar nuestros hábitos.
A mí no me agrado del todo la idea, sin embargo, no podía negarle algo a mi mujer, ya que para ella, su hermanita era de mucha importancia, sentía la necesidad de protegerla y llevarla por buen camino, pues la muerte de su papa le afecto mucho cuando era más pequeña. En fin yo acepte y acondicionamos un cuarto que había para que ella se quedara.
Mi relación con Sofía no era mala, pero ella siempre conmigo fue algo tímida, discreta, cuando salíamos de novios yo y mi esposa y estábamos en casa de su mama, era muy rara vez que intercambiábamos opiniones,, pero con mi esposa se llevan muy bien, aunque a veces se ponían unas buenas peleas.
Yo tenía 28 años, Mónica mi mujer tenía 27 y Sofía recién cumplía 18 años, tan cegado en el amor a mi esposa nunca me permitió la ocasión de apreciar la figura de otra mujer ni mucho menos de su hermanita. Sofía estudiaba filosofía, era la calcomanía de mi esposa solo con 10 años menos, era bajita, de piel más clara que mi esposa, cabellos oscuro, ojos negros, de cara muy guapa, pero no tanto como mi mujer, tenía una cintura muy coqueta, un trasero de infarto y unas pierna muy carnosas. Los pechos eran unos limoncitos, muy chiquitos pero se veían coquetos y además no importaba porque con el culo tremendo que tenía equilibraba la situación. De carácter era muy tímida, de pocas palabras, de carácter fuerte, razón por la cual no tenia novio, pero apreciaba que era muy buena persona, poco a poco fuimos agarrando confianza y costumbre, no obstante, siempre nos dirigíamos con respeto.
Con el pasar de los días mis ojos fueron testigos de lujurioso cuerpo de mi cuñadita, nunca pensé que esté tan rica, creo que porque como la tenía en casa a diario su forma de vestir cotidianamente era muy ligera, siempre andaba con unos shorts cortos, o en camisones, ella no se limitaba y vestía muy cómoda por la casa, pero nunca lo hizo con una intención de seducirme o algo por el estilo, en fin tenía un culo hermoso, cuando tenía la oportunidad le mirarla, lo hacía pero con mucho cuidado, de una manera normal, jamás creí que mis pensamientos en un futuro cambian tan perversamente.
Transcurrieron los meses y todo seguía de lo normal, casi a diario cogía con mi vieja, pero de pronto todo cambio, a mi mujer le dieron la oportunidad de trascender en la empresa donde laboraba y subió de puesto, pero tenía que realizar algunos viajes y a veces llegaba muy tarde a la casa incluso hasta más dela medio noche. Eso afecto tajantemente a nuestra vida sexual, puesto que en ocasiones llegaba cansada y solo quería dormir. Solo teníamos relaciones los fines de semana y ahí desquitábamos nuestra calentura.
Ese fue el punto donde me empecé a fijar mas en Sofía, la miraba con mucha frecuencia, incluso se daba cuenta de mis miradas perversas, pero no hacía gestos. Ella acostumbraba a que cuando se baña dejaba sus ropa intima en el baño y nunca me incline a tocarlos, me daba curiosidad pero nunca lo hacía, hasta por falta de relaciones sexuales mi mente se mantenía ocupada en mi cuñada y cuando me bañaba agarraba sus tanguitas o bóxer y los olía, era una sensación muy excitante, frotaba la tanga en mi verga.. para mí era algo muy nuevo, no creí que oler la ropa intima de mi cuñada fuese tan excitante.. Empezaba a tener la curiosidad de su variedad de tangas, y cuando no estaba entraba a su cuarto y revisaba su ropa interior, tenia tanguitas muy cachondas e imaginaba como se le verían puestas, cabe mencionar que ya fuese tanga o un calzón normal a mi cuñadita se le veía muy bien.. Su cuarto era un tiradero, y en ocasiones tenían discusiones con mi hermana debido a que era desordenada y aparte dejaba los calzones en el baño, en fin, a mi me convenía, ya que solo pensaba en morbosear a mi cuñada.
En más de una ocasión lograba entrar a su cuarto y sabía que tanga se iba a poner y cuando estaba por la casa me tenía con la verga bien paraba tratando de simular su cuerpo por debajo de su ropa. Era algo muy enfermo que no quería dejar de hacer, a veces la miraba muy pervertidamente y sentía que se daba cuenta, pero más me excitaba, ya que en ocasiones me han dicho amigas o inclusive mi mujer, que cuando un hombre las morbosea, se molestan, se disgustan pero les excita y eso a mí me daba mucho intriga y por eso lo hacía con mucha frecuencia. En ocasiones me preguntaba como Sofía se satisfacía, ya estaba hecha una mujer y me imagino que en ocasiones tenia necesidades y ella casi no era de salir, de tener novio, tampoco era lesbiana, me excitaba pensar cuando era el día en que ella se ponía muy caliente y como lo solucionaba.
En las tardes o en las noches, cuando ella tenía su siesta, aprovechaba para entrar con mucho cuidado al cuarto y poder mirar ese suculento trasero que se manda, la vista que tenía era espectacular, un culo bien hecho, sacaba mi verga y me la frotaba, jamás intente tocarla, sabía que era arriesgado y si se enterara mi esposa seria el final. Pase muchos meses con esta rutina, cada día que pasaba está más loco por mu cuñada Sofía.
Llego el momento mágico e inesperado, Sofía cumplió años y un grupo de amigos se lo festejaron en la casa, era un viernes 17 de octubre, compraron unas pizzas y con unas buenas botellas de vino. Sofía no solía hacer fiestas, y casi no salía a fiestas, era muy rara la ocasión, sin embargo, cuando lo hacia se hachaba sus tragos. De esto me enteré debido que mi mujer le molestaba que hiciera eso y la tenia bien controlada. Mi esposa sabia del convivio y me pidió que vigilara a Sofía ya que a veces se aloca con el trago y aparte no ella no llegaría temprano, en fin, llegaron sus amigos, era dos muchachas de su edad y un muchacho que por su facha parecía gay. Yo me encerré en mi despacho y me puse a trabajar, eran alrededor de las 6 de la tarde, yo salía de vez en cuando a tomar agua y de paso espiaba para ver que hacían y con forme pasaban las horas mejor se ponía el ambiente. Alrededor de las 10 de la noche Salí a preparar algo para comer y entro muy entonada mi cuñadita y me ofreció pizza que había sobrado. Un rato después vi como dos amigos se despidieron y se marcharon, quedando Sofía y Brenda su amiga.
Tenían música disco en el patio y solo escuchaba las chingaderas que decía, las dos estaban muy eléctricas y yo al espiar de la ventana que estaba de un cuarto podía apreciar lo cachonda que estaba mi cuñadita, llevaba un short de mezclilla corto y una blusa blanca, su amiga Brenda llevaba otros short pero de tela ajustado de color crema, tenía un soberbio culo, no tengo palabras para distinguir esos culos que veía en la fiesta, ambos eran grandes y carnosos pero con diferente moldes. La sangre me empezaba a hervir, me excite nada mas en ver esos culos bailando y aun borrachas.
Como era viernes y hacia algo de calor me prepare unas tragos y me decidí bajar con mi cuñada a convivir, al verme ellas se emocionaron porque tenían a un integrante más para beber. Pase un rato con ellas y me seguía hirviendo la sangre con pensamientos morbosos en mi mente, ellas estaban cerca de mí, mi piel rozaba sus piernas, yo las tomaba de la cintura a las dos, por rato bailábamos, estaban bien borrachas y eso me excitaba por lo que pudiera hacer cuando mi cuñada se durmiera. A ellas se les acabo su botella, pero yo les servía de mi trago, no quería que ellas pararan.
Entramos a la casa y pusimos música y nada mas bailábamos, yo no estaba borracho, me hacía pasar por borracho para poder tocarlas, agarrarlas de la cintura, arrimarles el camarón etc..
Sofía empezó a marearse y a sudar ya que había un calor tremendo y mejor decidió darse una ducha, aparte se le había derramado un poco del preparado que le di. Yo aproveche para seguir cachondeando a Brenda mientras se bañaba Sofía, estaba bien peda la amiga, yo la abrazaba de la cintura y la tomaba de las nalgotas con mucho cuidado, ella no decía nada, yo la acercaba con más fuerza hacia mí para que mi verga sintiera su vientre, la manoseaba por todas partes, ella ya no podía con su alma y yo tenía la verga muy grande, quería salirse de mi pantalón. Salió Sofía del baño y se sirvió mas trago, ella actuaba diferente, era más abierta me hablaba como si fuésemos amigos de toda la vida, definitivamente el alcohol la desinhibía. Brenda como podía regresaba a la plática y decía que vallamos a dar unas vueltas en el coche, fue cuando aceptamos su oferta y decidimos llevarla a su casa, ya que estaba muy borracha, mi cuñadita estaba muy tomada pero estaba muy consciente. Ella se cambio de ropa y se puso un vestido muy sencillo negro, se veía muy hermosa, sentía mucha atracción hacia ella, su trasero se le marcaba perfectamente en el vestido pudiendo apreciar la forma de su culo, que bárbaro!!
Ya en el camino Brenda venia durmiendo, y a mi cuñadita le dieron ganas de orinar, que si que busque un bar para que ella solo use el baño y de paso le di dinero para que comprara dos tragos de vodka. Mientras ella se fue, me quede en la camioneta con Brenda, ella estaba a mi lado y no me contuve y empecé acariciarla, de la cintura para abajo era una diosa, le acaricie sus piernas y su cuerpo en general con mucha lujuria y pasión, le agarraba su conchita sobre su short, le besaba su cuello, sus tetas… me aproveche de la situación de que ella estaba dormida y casi no respondía a mis estímulos, fue realmente excitante.
Regreso Sofía y fuimos a llevar a Brenda, pero en el camino nos dimos cuenta que Brenda estaba muy borracha y que no podía llegar a su casa de esa manera y como pudo mi cuñada hizo levantar a su amiga y le pidió que le hablara a su mama para que le de permiso quedarse en la casa. Así se hizo, regresamos a la casa y al bajar mi cuñada para abrir el portón con las luces de la camioneta se podía apreciar como su tanga se le marcaba, eso me puso más cachondo, quería aprovechar la situación, pero no sabía cómo.. era el tesoro de mi mujer.
Ayudamos a Brenda a bajar, pero al entrar a la casa se agarro de un objeto de la mesa y se embarro su short de aceite de comida que había dejado mi mujer. Sofía la llevo al cuarto y le dije que se cambiara el short, podía manchar la cama.
Sofía regreso conmigo y se sentó junto a mí para seguir bebiendo, pusimos música bajito y platicábamos, yo me había cambiado para estar más cómodo y solo me puse un pequeño short y así liberar un poco mi verga, ella hizo lo propio y se quito su brazier para estar mas cómoda. Al pasar de los minutos ella se durmió en el sofá y dormida pude contemplarla con mucho detalle, sus tetitas eran muy pequeñitas pero tenían una forma que en lo particular me gustaban, tenía unas ganas de meterlas a mi boca, con mi lengua jugar con su pezón en fin, podía ver sus piernas sobre el sillón, su vientre plano, la delicada textura del vestido hacían que me prendiera más, en fin, después de pensarlo mucho y tambien con mucha cautela la cargue y la lleve a su cuarto, ella se despertó con el movimiento pero no hizo nada solo cuando sintió la cama se recostó y acomodo para descansar. Mire en la otra cama y estaba su amiga Brenda tapada con una sabana.
Eran como la 1 de la mañana, le hable a mi mujer y ella me dijo que si a las 3 de la mañana podría ir a buscarla, ya que su coche estaba en el taller, le dije que sí y cuando colgué el celular mi corazón empezó a latir más fuerte, porque sabía que podía espiar a mi cuñada y de paso a su amiga.
Entre al cuarto y me senté en un pequeño sillón, seguía con mi copa y disfrutaba ver el cuerpo de mi cuñada tendida en la cama, fui al patio y ajuste la lámpara para que la luz sea más baja y el cuarto tenga una visibilidad más adecuada para la ocasión. También me quite la playera que tenia, me sentía muy caliente, muy perverso, sabía que tenía poco menos de dos horas para…
En el sillón donde estaba sentado, vi que en el piso estaba tirado el short que traía puesto Brenda, me levante y lo tome, enseguida me dio la curiosidad que traía puesto, la habrá dado otro short Sofía? o simplemente se lo quito y dejo que duerma?, sin pensarlo me acerque a la cama donde se encontraba y me senté, mi corazón latia a mil por hora, ella estaba boca abajo, ella no sintió mi presencia y que iba a sentirla, si estaba hasta el gorro de dormida, simplemente era mi inseguridad y temor a regarla, pero esa sensación fue desapareciendo. Ya sentado poco a poco fui jalando con mucho cuidado la sabana que tenia a la altura de los hombros , traía puesto la misma blusa, pero al llegar al área de sus nalgas sorpresa la mía, no se había puesto nada y podía apreciar tremendo pedorron, se me hacia agua la boca, no sabía qué hacer, poco a poco me fui tranquilizando y puse mi rostro frente a sus glúteos, ella llevaba un calzón cachetero muy coqueto, siempre me han gustado ese tipo de lencería además era de los que se amarran a la cintura, ya que como Brenda era nalgona se veía el cachete muy desafiante.
Le daba unos besitos a sus pompas, a sus muslos, sus piernas, sus pantorrillas, sacaba en ocasiones mi lengua y la deslizaba sobre sus nalgas, poco a poco subía de ritmo e iba perdiendo la razón, se me vino a la mente que podía desamarrar sus panti y lo hice sin pensar, el estomago lo sentía raro, estaba como nunca de excitado, desamarre ambos lados y jale el resto de la panti para poder contemplar ese culo enorme que tenia Brenda, volteaba al otro lado y veía a mi cuñada durmiendo, era inexplicable, estaba tan clavado con mi cuñadita y en ese momento estaba disfrutando a su amiga, se me junto el lavado y el planchado. Seguía manoseando las nalgas de Brenda, le daba muchos chupetoncitos, trataba de abrir sus nalgas y sentía ese olor que solo un culo tiene, era majestuoso, trataba de meter mis labios entre esas nalgas enormes hasta dejarlas bien mojadas de tanta baba que le hachaba. Así estuve un ratito, no me anime a chuparle su culito por miedo a que sintiera la sensación y se levantara, todavía era consciente aunque a veces me olvidaba de la situación peligrosa.
Deje a Brenda un momento y me pase a la otra cama donde estaba mi cachonda cuñada, me senté sobre la cama y al ver que ni siquiera se mosqueaba le levante el vestidito que traía puesto con mucho cuidado, hasta dejar al descubierto ese hermoso culo, el platillo era igual o mejor de rico que el de su amiga, la diferencia es que Sofía traía una hilo blanco muy pequeñito y ligerito, casi no se veía el hilo, se le metía por el culo y desaparecía. Estaba en el paraíso, repetí la misma dosis, pero lo hice con más cuidado, tenia más miedo en que se levantara Sofía que Brenda, ya que la primera no se veía tan borracha como Brenda, o al menos eso pensaba.
La acaricie, mis manos palpaban esa delicada piel que envolvía su culo, pasaba mi cara frente a su culo, lo olía, sentía ese aroma a mujer, le daba pequeños chupaditas a sus nalgas duras y firmes, mi lengua recorría sus piernas, lo disfrute demasiado. Como la postura de Sofía era boca abajo, tenía las piernas un poco separadas, de tal manera que se le podía apreciar su conchita y esta se aprecio mucho más cuando ella en un movimiento ocasional subió un poco una pierna mostrando mas la panucha. La contemple por un rato y me anime a ir un poco más, moje dos de mis dedos con saliva e intente dirigirlo hacia su concha, lo hizo muy despacio y cuando la toque, casi no movía mis dedos, no quería que sintiera esa sensación y se moviera o despertara, entonces como vi que no reaccionaba poco a poco y delicadamente empezaba a jugarle un poco mas su conchita, podía sentir su hilo dental que tenia, yo estaba a un costado de ella, por lo que no veía como mis dedos acariciaban ese tesoro, solo lo sentía. Así lo hice por unos minutos, hasta que me anime a ir un poco mas y quite mis dedos de su concha, me los moje con mas saliva y empezaba de nuevo acariciar, solo que en esta ocasión moví un poco su hilo para que mis dedos tocaran al 100% su panucha, la sensación era magnifica, mi verga estaba a mil, dando punzadas queriendo participar en el acto. Así estuve por unos minutos, estaba vez metía un poco mis dedos en su conchita se sentía muy suave y caliente, se notaba que empezaba a lubricar, mis dedos se deslizaban en su concha con movimientos circulares, de arriba abajo, en fin, saque los dedos de su panucha y me los metí a mi boca para sentir sus jugos, era muy rico, también olía mis dedos y el olor era a sexo, a lujuria a mujer….
Estaba muy enloquecido, se me ocurrió que quería gozar un poco mas de Brenda para ya ponerle fin a la leche que producía mi verga, ya quería salir, mi pichón estaba muy hinchado, quería descargar una gran cantidad de semen pero quería disfrutar un poco más, esta situación difícilmente la tendría de nuevo. Me dirigí hacia donde estaba Brenda, me senté a un lado y la acaricie de nuevo, ella estaba profundamente dormida y con el culo al aire, con más determinación acomode mi boca sobre sus nalgas y la empezaba a besar, esta vez con más intensidad, me empezaba a poseer por demonios sexuales que me habían abordados estos últimos meses. Metía mi lengua hasta el fondo de sus nalgas sentía su rica panocha, pero era más difícil llegar a su panocha, que si que mejor le metí la lengua hasta su culito, por unos minutos perdí la compostura, la sensación fue increíble, le metía mi lengua hasta el fondo, mis manos solo separaban las nalgas, mientras mi lengua sin ningún temor gozaba de ese agujerito varias veces, lo chupaba y lo chupaba hasta que me canse, tenía ganas de meterle la verga pero creía que eso si era demasiado que si que disfrute chupándole su culo un rato mas para regresar de nuevo con Sofía.
Deje a Brenda con el culo todo babeado y me dirigí de nuevo a mi cuñadita, no sé en qué momento se acomodo, pero cuando regrese a la cama de ella estaba acostaba de ladito, con las rodillas dobladas, eso permitía acariciar su panuchita y su culito también, casi no se le veía vello púbico, era increíble la imagen que mis ojos apreciaban. Como ya estaba muy excitado, me hinque en el suelo junto a la cama y trate de meter mi lengua en su conchita, era un poco difícil que si que mejor me acosté a lado de ella para masturbarme y acabar con esta situación, ya no aguantaba más. Me quite mi short y quede desnudo, agarre un poco de aceite que había en el tocador y me lo unte en mi verga, quería hacerme una buena chaqueta. Masajeaba mi verga y a la vez olía el cabello de Sofía, ya que estaba a la altura de su nuca, tambien le daba golpes con mi verga hacia sus nalgas, sentía muy muy rico.
Poseído por el deseo, empecé acomodar mi cuerpo, de tal manera que mi verga hiciera contacto con su conchita, la idea me ponía mas alocado, sentía que en cualquier momento iba a estallar, que si que sin pensarlo puse mi verga en su conchita y empezaba a frotar mi verga en su conchita, estaba en las nubes, mi pene le gano la partida al hilo con ayuda de mi mano, para que mi verga estuviera aun más libre sobre su panucha. Tanto roce que había poco a poco mi cuerpo, mi mente le pedía a mi verga entrar un poco mas y al ver a Sofía bien dormida me anime a empujar un poco mas y así lo hice, despacito la fui metiendo hasta que mi cabeza logro entrar, era un placer increíble, me quemaba su panucha , casi no me movía, no quería que se despertara, pero no me contuve y empecé a meterla un poco más, no se la metí toda, si acaso la mitad de mi verga y con eso empecé muy despacio a bombear su concha, era increíble, sabía que no iba a tardar mucho y de pronto estalle dentro de ella, sentía como chorros de leche inundaba su panucha, la sensación más rica que había sentido, la eyaculación más prolongada que había tenido, sin duda fue lo mejor venida de mi vida, sentí que había derramado toda mi leche hasta la que hay de reserva, sentí como el demonio que tenia desaparecía con esa venida..
Saque mi verga del queso de mi cuñadita y me pare para apreciar las cascadas de leche que emanaban de su concha, fue impactante la imagen, se me quedara bien grabada por el resto de mi vida, la leche se deslizaba de su concha, por sus piernas, por su culito, por la sabanas de la cama, no se me ocurrió pero le hubiese sacado una foto para el recuerdo. Más calmado trate de secar la leche que había derramado por la cama, por su conchita, su culito, simplemente trate de limpiar evidencia.
Me eché un baño rápidamente, empezaba asimilar lo que había hecho, me sentía extraño, sucio, pero igual me ponía feliz porque había sido increíble. Al salir, del baño me dirigí de nuevo al cuarto y contemple una vez más en culo de Brenda, pero mejor agarré los hilos de amarre de la panti que tenia y se los amarre, para que el calzón quedara normal. Lo amarre como pude y la volví a tapar con la sabana. Me dirigí hacia mi cuñadita y ya estaba boca arriba, que si que mire por última vez sus tetitas que estaban bonitas y ricas para mamarse. Sentía que estaba bien dormida y me anime a destaparle un poco solo para ver sus tetas, sus pezones, lo intente y rápidamente vi resultados, le destape un poco la blusa cuidadosamente y mire esos limoncitos muy hermosos. Mi verga instantáneamente retomo fuerza y empecé a masajeármela, acercaba mi verga a la altura de su cara y apresuraba la masturbación, me llevo como dos minutos y sentía que se avecinaba otro impacto de mi leche, y así fue, alcance a mover mi verga de su rostro y me vine cerca de sus tetas, la blusa quedo manchada de mas lechita.
Rápidamente trate de limpiar de nuevo la evidencia, conseguí una sabana y tape a mi cuñadita hermosa. Salí de la recamara agarre mi celular y ya eran las 2:30 de la mañana. Fui a buscar a mi mujer y empezó a darme mucho temor por lo había hecho, me vine en la cuca de mi cuñadita y podía dejarla embarazada. No pude dormir pensando en tal barbaridad.
Al otro día se levanto Sofía y su amiga con dolor de cabeza, les dije que iría a la farmacia por unas pastillas para la cruda y aproveche para comprar pastilla del día siguiente y a las dos les di una, supuestamente para el dolor de cabeza, pero en realidad era para otra cosa. Se tomaron las dos la pastilla y sentí mucho alivio, ellas no tienen idea de lo que paso.
Mi mujer cuando se levanto se dio cuenta de que Sofía había tomado, pero no le dijo nada, le explique un rollo y al final no paso nada.
A todo esto ha pasado casi un año y mi cuñada me gusta mucho, pero en realidad amo a mi esposa y no puedo hacerle daño, trato cada día dejar de morbosear a Sofía pero a veces es imposible, se ha puesto muy buena, aunque ahorita tiene un novio y se ve que le dan con todo.
Espero les haya gustado esta anécdota que me ocurrió, nunca he realizado un relato y no si se les pareció aburrido o muy largo, pero quise describir lo más posible el caso, hubo cosas que no dije o quizás dije cosas demás, en fin, si no les gusto me da igual, sentía la necesidad de hacer esto…
la foto que pongo fue una vez que logre entrar a su recamara cuando ella dormia..
Bye!!
Buen relato, lo que más me gustó fue que no te saltaste detalles y eso hace que un relato sea más excitante. Por cierto, si que se ve rica tu cuñadita ;)
Buen relato, lo que más me gustó fue que no te saltaste detalles y eso hace que un relato sea más excitante. Por cierto, si que se ve rica tu cuñadita ;)