Estaba tomando una cerveza en la mesa de fuera del bar junto a la gasolinera cuando vi acercarse por la carretera a la pequeña Mimí, o Mini, como la llamaban algunos, por su pequeño tamaño, delgadita y no llegaba al metro cincuenta. Y con un barrigón de unos ocho meses.
Mírala, apenas dieciocho años y ya preñadisima – Dijo Paco, el camarero y a la vez gasolinero.
Porque la conocemos de siempre, sino le calcularía catorce. Y mas con sus coletas, parece una cría.
La mala alimentación, seguro.
¿Quien la habrá preñado?
A saber, dicen que se la han tirado casi todos los chicos del pueblo, incluso que podría ser el borracho de su padre.
Sus padres, dos alcohólicos conocidos. El viejo malvivía de recoger chatarra y su mujer de abrirse de piernas por unos tragos o unos pavos a cualquier desesperado que no pudiera pillar nada mejor.
¿Sabes que? , Me da morbo la cría, se me esta ocurriendo que me gustaría abrazarla, besarla y tirármela.
¡Ja ja ja! Ya llevas unas cuantas cervezas.
Pero la volví a mirar, y con solo su ligero minivestido de verano con tirantes, sus piernas casi al descubierto debido a que su faldita se levantaba mas de lo normal por su abultada barriga, me empezaron a entrar ganar de al menos manosearla y jugar con su cuerpecito.
Eh, Mimí! ¿Quieres un refresco?
Eh, si, gracias – Respondió. Y después de una pausa – ¿ Me invitas a un bocadillo ?
Si claro, siéntate.
La nena estaba hambrienta, devoraba el bocata con ansia, así que le pedí unas patatas fritas y un helado. Mientras tanto, como jugando le empecé a acariciar su muslito. Ella no lo rechazó.
Vaya hambre traías ¿ Eh ?
En casa no hay casi nada. Me tengo que buscar la vida yo sola.
Vaya, vaya. Estas muy guapa. ¿Sabes?
Gracias
¿Quieres comer algo mas?
Bueno... ¿Puedo?
Desde luego estaba famélica. Normal, ademas del abandono de sus padres, estaba embarazada. Después de comerse un par de raciones, apareció la sonrisa en su cara. Yo le acariciaba sus muslos por la parte interior, subiendo cada vez mas.
Si me dejas jugar un ratito contigo, te doy cien euros. – Le dije.
Vale.
La tome de la mano y la lleve a una habitación en la parte posterior del bar, donde Paco se echaba la siesta. Al fin y al cabo yo era el propietario del negocio.
Nos sentamos en la cama, y empece a acariciarla por todas partes, con suavidad, parecía tan frágil. La tome con mi mano por su nuca y acerqué sus labios a los míos, el beso sabia a fresco, a joven. Mi lengua se abrió camino en su boca y se enredó con la suya.
Mientras la morreaba, sin dejar de magrearla por todas partes, aproveché para levantar su vestidito hasta la cintura, para terminar de quitárselo completamente. No llevaba sujetador y sus pequeñas bragas se veían muy usadas, aunque limpias, lo mismo que el vestido.
Tenia las tetitas pequeñitas, a pesar del embarazo. Esta chica estaba plana antes de quedar preñada. No se si aquello daría para mamar.
En todo caso yo si que las mamé. Le lamia los pezones con mi lengua y metía sus tetitas en mi boca, lo cual la hacia estremecer, al mismo tiempo que le acariciaba el coñito con mi mano dentro de su braguita,
Hice una pausa para bajársela y una vez desnuda del todo, la abrace y la seguí besándola, yo aun vestido. Por fin me desnude del todo y de nuevo sentados en el borde de la cama, continuamos con los besos profundos mientras mis manos la sobaban y acariciaban por todas partes.
Tenia mi polla totalmente tiesa. Baje la cabeza de Mimi y se enfrente a su boca, ella comprendió y empezó a lamerla para poco después introducirla dentro y chuparla, acelerando cada vez mas. Al acariciarle su coñito lo encontré chorreando. Al notarlo no pude contenerme mas y me vacié en su boquita.
La senté de nuevo a mi lado y estuvimos un ratito recuperando el aliento. Pronto empezaron de nuevo los besos y sobeteos. La puse de pie, vuelta de espaldas y le acaricie por toda la columna vertebral has llegar a sus nalgas
Tenia el culito de Mimí a mi alcance, así que ensalive mis dedos y se los fui introduciendo para dilatar su ano. La apoye de rodillas en la cama y cuando conseguí introducir dos dedos, rápidamente los sustituí por mi polla, despacio pero sin pausa.
En esa postura, tenia sus tetas al alcance de mis manos, así que no paré de sobarselas en todo el rato. Todo era una confusión de gemidos.
La chica gemía como una cerda, se notaba que lo estaba pasando bien, pero bien. Menuda zorra. Me gustaba. Mimi movía su trasero en círculos provocandome tal excitación que me hizo correrme dentro de su trasero con una sensación deliciosa.
Estuvimos un rato tumbados de espaldas, juntos y cogidos de la mano, sin hablar. De vez en cuando le daba un besito en su mejilla, el cual ella recibía con una risita y respondía con un besito en mi mejilla.
Ya me la has metido en la boca y en el culo, jijiji
Y me queda tu coñito, he dejado lo mejor para el final.
¿Podrás hacer un tercer ataque en tan poco tiempo?
Si a mis veinticinco años no puedo......
jijiji, a ver si es verdad.
Deslicé mi cabeza entre sus piernas, mordisqueándole y lamiendo sus muslos, hasta llegar a su coñito. Lo abrí un poquito con dos dedos y comencé a lamerlo, a veces pillandole su clítoris con mis labios. Se puso totalmente húmeda y me coloque como pude para penetrarla, yo quería hacerlo en la postura del misionero, para verla su carita y besar sus labios, cosa difícil debido a su bombo, pero de alguna manera conseguí darle algunos morreos,
Estaba apoyado sobre mis codos para no aplastarla y mis manos llegaban hasta sus pezones totalmente duros, acariciándolos suavemente mientras bombeaba a fondo con mi pene en su vagina.
Sus gemiditos, como de niña, me estaban excitando tanto que tuve que contenerme con fuerza para no terminar pronto . Me pareció que Mimi tenia un orgasmo por la forma en que empezó a arañarme la espalda y seguí follandola hasta que note su segundo orgasmo y no pude contenerme mas, eyaculando lo poco que me quedaba, sintiendo un delicioso hormigueo por todo mi cuerpo.
A su lado, tendido de espaldas muy juntos con mi brazo por detrás de su cuello, estuvimos unos minutos recobrando el resuello.
Mimi, ha sido un polvo increíble, el mejor de mi vida.
A mi también me ha gustado mucho, eres el chico mas atractivo con el que he estado.
Pero ¿Lo haces con muchos?
Si, pero por dinero. Pero contigo ha sido realmente una delicia.
A veces se la tengo que chupar a viejos por veinte euros.
¡Queee!
Me tengo que buscar la vida. Todos los días me saco un buen montón de pasta.
¿ Y porque estabas tan hambrienta, no se lo darás a tus viejos?
Ni de coña. No me acerco a ellos en absoluto, mi madre aprovecha cualquier escusa para zurrarme. Y mi padre siempre intenta violarme, algunas veces lo ha conseguido, pero afortunadamente hace mucho tiempo que ya no se le levanta. Y me echa la culpa a mi y me sacude. Ahorro todo lo que puedo, ya soy mayor de edad y cuando tenga el crio lo daré en adopción, me quedaría con el, pero no podría salir adelante, y me largaré del pueblo.
¿Y de que vas a vivir?
Parece que esto lo hago bastante bien ¿No? – Respondió sonriendo – Y a mi también me gusta según con quien. La verdad tu eres el mas atractivo con quien lo he hecho y he disfrutado muchísimo.
Me inspiró una gran ternura y se me ocurrió una idea loca.
Mimi, no quiero que vuelvas con esos desgraciados de tus padres ni que acabes de puta. Vente a mi casa, al menos hasta que tengas el crio. Luego si quieres te quedas o te vas, pero te daré un empleo en uno de mis negocios para que puedas vivir. Yo cuidare de ti.
¡Pero! ¿Porque harías eso por mi.
Porque me gustas muchísimo y ademas te mereces tener un poco de suerte alguna vez en la vida.
No me gusta ser una carga...
Sabes que soy el mas rico del pueblo, con diferencia.
Con una gran sonrisa y una mirada muy tierna, movió su cabecita afirmativamente..
Y aquí seguimos varios años después. Después de su primera niña, a la cual reconocí como padre, llego el chico, ya tenemos la parejita.
FIN
Nota: Hace unos años un día vi a una jovencita, yo creo que adolescente en avanzado estado de gestación, con el aspecto exacto como la he descrito. Nunca la conocí, ni volví a verla, pero su imagen me provocó una gran ternura y me acuerdo de vez en cuando de ella.
Ese recuerdo me inspiró esta fantasía.