MI ESPOSA ME PIDE UN TRIO CON SU EX
( Relatos Em Grupo )
Hola,
es la primera vez que escribo y les voy a contar algo que nuca pensé que pasaría (es una historia real, nada de calenturas imaginarias), mi nombre es Víctor (no es mi nombre real), tengo 28 años soy moreno, mido 1.75, normal, no feo ni guapo, con un pene normal nada de exageraciones y vivo en la ciudad de Mérida Yucatán en México, estoy casado con Lucy (no es su verdadero nombre) tiene 26 años ella es morena, bajita 1.50 aprox. Pero fue dos veces campeona de fitnees en el estado, por lo que conserva un cuerpo muy lindo, con unas tetas medianas, una cara de muñequita y un culo precioso, que no deja escapar miradas cuando pasamos frente a cualquier hombre, y algo que yo solo conozco (bueno eso pensaba hasta ese momento) una conchita muy apretadita, que siempre usa rasuradita, ya que sabe que eso me gusta y a ella le excita traerla así.
Lucy sabe lo que tiene y le encanta lucirlo generalmente con pantalones ajustados y a veces con minifaldas cortitas, a mí me encanta que la admiren y que la deseen, ya que eso me excita y se que a ella también, aunque no lo confiesa. Yo conocí a Lucy siendo instructora de aeróbicos en un gym de la ciudad, ella tenía un novio llamado Ricardo (este si es el nombre real del ex novio) el cual actualmente tiene 27 años, pero aceptó salir conmigo, un tiempo después lo dejó y se hizo mi novia, al poco tiempo estábamos cogiendo como locos, todo el tiempo y donde fuera.
Nos casamos, tuvimos dos hijos y algunos destrampes sexuales en pareja, pero siempre nosotros dos; una vez cogimos en una playa nudista (en Tulum en una playa llamada Santa Fe, se los recomiendo es muy bonito lugar), algunas nos íbamos a la disco (ella sin ropa interior) y le metía mano, pero hasta ahí, yo siempre he fantaseado con compartir a mi esposa con otro hombre, pero ella se enojaba mucho si se lo decía, así que opté por olvidar el asunto, el “problema” empezó cuando hace un poco más de una semana nos encontramos a Ricardo (después de 6 años) en un supermercado en una plaza de la ciudad Lucy iba adelante viendo shampoo y yo venía unos metros atrás con los niños, Ricardo no me había visto, por lo que se acercó con Lucy y la saludó con un beso en la mejilla y un abrazo, ella estaba muy entusiasmada, pero al notar que me acercaba se despidieron y yo llegué junto a ella, me dijo que se había encontrado a su ex novio Ricardo y que le había dado gusto verlo de nuevo y la noté muy excitada (de emoción, no sexualmente) y me puse un poco celoso como es normal.
Esa noche (después de varias de no hacer el amor) cogimos como locos y yo le dije que estaba seguro que Ricardo la deseaba como antes, ella se excito mucho y me dijo que era lo más probable, pero que era mi mujer y que solo cogería conmigo, yo me detuve un poco y le pregunté: “dime la verdad ¿cogiste con Ricardo cuando eran novios?” (ella me había dicho que era virgen cuando nos casamos), me dijo que no cogieron, pero me confesó que si habían hecho sexo oral, tanto él a ella, como ella a él, esto me sorprendió mucho y me excitó más, así que se la saqué de su conchita (que estaba más que encharcada de sus ricos jugos) se la di a mamar y le dije: “chúpala mi putita y dime quien la tiene más rica si Ricardo o yo”. Ella me contestó “si soy tu puta, pero ya no me acuerdo de la verga de Ricardo, ahora solo soy tu puta”, ya no aguanté más y me vine, ella se tragó mi semen, ya que aunque casi no lo hace ese día estaba súper excitada y así acabó una cogida riquísima.
Al día siguiente hablando de la noche anterior, le pregunté si Ricardo le había movido el tapete todavía, ella me confesó que solo a mi me amaba, pero que Ricardo era muy guapo y que a cualquier mujer le gusta un niño como Ricardo, entonces no se como se me ocurrió preguntarle ¿te lo quieres coger verdad? , no sé cómo me salió esa pregunta para mi esposa y ella se enfureció conmigo y me mandó al carajo así que ese día le mandé mil mensajes a su celular pidiéndole perdón y en la noche le llevé flores, esa misma noche (como en las noches de reconciliación) tuvimos una cogida muuuuy rica, pero era tanta su excitación que me dijo, ¿recuerdas tu pregunta? Yo no entendí de que hablaba, pero me dijo lo de Ricardo, “Si me lo quiero coger”, no podía creer estar escuchando a mi mujer, diciendo eso. “Cuando me lo preguntaste me ofendí, pero después pensé, porque no, Ricardo es un niño muy guapo, tiene una verga muy rica, y mi marido quiere que lo haga, así que pensé que ya que tú mi amor, quieres compartir a tu putita, por lo menos deja que tu putita escoja macho, ¿no mi amor?
Además quiero que me cojas tú también junto con el papito, ¿te gusta la idea de compartir a tu putita?” yo estaba temblando, porque una cosa es fantasear que quieres hacer un trío, un intercambio, o una orgía, y otra muy diferente estar con la posibilidad real frente a tus narices de compartir a tu esposa y que sea ella la que te lo esté pidiendo, no me entenderán, más que los que han pasado por esto. Yo no se de donde saqué fuerzas y le dije: “si mi putita te quiero compartir con el maricón de tu novio”, en ese momento nos vinimos los dos como locos y en el momento que viene después de coger me confesó que le había hablado por teléfono a Ricardo y le había dicho que le había dado mucho gusto volver a verlo, y Ricardo le dijo que estaba igual de sabrosa que cuando eran novios y que se animara a ponerme los cuernos, ya que él la deseaba muchísimo.
Ella me confesó que solo de oír a Ricardo se mojó toda y le dijo que si, que quería coger con él, así que se citaron en mi casa al día siguiente, me dijo que ella no iba a ir a trabajar y se iba a quedar a esperarlo, y que quería que yo estuviera ahí, pero que llegara después, ya que no sabía como iba a reaccionar Ricardo, imaginen todo lo que pasó por mi mente, mi esposa pidiéndome que me la coja junto a su ex novio, y además que me cuidara de no ofenderlo, pero como les mencioné antes, esa era mi máxima fantasía y ya no me podía echar para atrás, ya que yo propicié que mi esposa pensara en esa posibilidad.
Al día siguiente me fui a trabajar y Lucy se quedó en casa sola (los niños nos los cuida una cuñada), a las 11:00 me salí de la oficina con un pretexto y llegué a la casa y vi el coche de Ricardo, así que estacioné un poco más adelante y me dirigí a la puerta del comedor que es de vidrio y semi oculto vi a Lucy platicando con Ricardo, ella llevaba una minifalda y un top, por lo que se veía súper sexy, ella se levantó a servir unos refrescos y él se la comía con la mirada, al poco rato estaban muertos de la risa platicando de sus épocas de novios y él le dijo que le gustaba mucho y que nunca la había olvidado, que seguía muy guapa y que la deseaba, en ese momento se besaron y abrazaron, ella se veía súper excitada, ya que se le pegaba muchísimo y él no desaprovechaba para tomarla de las nalgas y apretarlas, pero contrario a lo que yo podía pensar fue ella la que tomó la iniciativa y le desabotonó la camisa a Ricardo.
Mientras le besaba el pecho y los abdominales, le comenzó a sobar la verga por encima del pantalón, después se lo desabrochó y se lo bajó por completo, ella se veía muy agitada, y le sacó la verga del bóxer, ella se la veía y la admiraba (por cierto también tiene una verga normal, nada de monstruosidades como normalmente acostumbran a poner en los relatos) después él la tomó del cabello y la acercó a su verga, Lucy se la empezó a mamar mientras él le acariciaba el cabello a mi esposa, se nota que ella lo disfrutaba mucho, ya que no se lo soltaba, solo paró de chupársela para decirle:
Igual que cuando éramos novios, ¿verdad mi amor? y él solo sonreía y le decía: si mi putita sigue mamándola, imaginen la erección que yo tenía, estaba a punto de venirme al ver a mi esposa mamarle la verga a otro en mi presencia, posteriormente él la separó de su verga, la tomó del brazo y la llevó a nuestra recámara, yo me escondí, ya que pasaron muy cerca de mí, entonces los perdí de vista, rápidamente di la vuelta a la casa y abrí con mi llave muy silenciosamente para que no se dieran cuenta.
Una vez dentro caminé hasta la puerta de mi recámara y me asomé sin que ellos me notaran, ella estaba acostada a la orilla de la cama con las piernas recogidas y los pies apoyados a los lados, mientras el estaba comiéndole la panocha, ella tenía los ojos cerrados, le acariciaba los cabellos y le decía: eso es papito cómete a tu putita, mmm que rico lo mamas Ricardito, niño travieso, él solo sonreía y la miraba, yo no pude soportar más, me la saqué del pantalón y me empecé a masturbar viendo como Ricardo se comía a mi esposa, hasta que ella lo detuvo y le dijo: ahora si Ricardo te voy a dar el gusto que no tuviste cuando novios, clávale la verga a la putita de tu novia papi.
Ricardo sin esperar un segundo se levantó y se la empezó a frotar en la conchita de mi esposa, hasta que ella fue la que se la clavó de un solo golpe mientras le decía métemela ya cabrón, no ves como me tienes, el le dijo: Lucy, que gusto se da tu marido contigo, estás muy sabrosa, ella se detuvo y le dijo: ¿qué pensarías si te digo que estoy cogiendo contigo con permiso de mi esposo? Él le respondió no te creo, no creo que él te compartiría conmigo, ella le contestó ¿y si te dijera que quiero que me cojas al mismo tiempo que mi esposo?
Él se levantó y se quedó muy sacado de onda, le contestó, no sé Lucy, yo nunca... en ese momento salí yo de mi escondite con la verga entre las manos y le dije, ¿cómo no Ricardito, crees que voy a dejar que disfrutes tú solo este culito de mujer que tenemos enfrente? Creo que a Ricardo por poco le da un paro cardíaco, mientras Lucy lo miraba todo muy divertida y excitada, me dirigí a Ricardo y le dije: ándale cabrón sigue cogiéndote a nuestra putita, no la vas a dejar así, ¿verdad?
Corrí al baño y saqué un frasco de gel lubricante (que le compré una vez que le regalé un consolador, por cierto nunca lo ha querido usar, pero sospecho que eso va a cambiar a partir de este día) y me puse un poco en los dedos, me acerqué a ellos y le empecé a frotar el ano con el gel, mientras le metía un dedo, ella gimió, pero no dijo nada, así seguí hasta que logré tener tres dedos dentro de su ano, al ver que su culito estaba muy dilatado, me puse gel en la punta de mi pene, para lubricarlo más todavía y le dije ahora si putita, querías verga, vas a estar llena de verga.
Ella me volteó a ver y me dijo: hazme lo que quieras, pero cógeme. Le puse mi pene en la entrada de su ano y empecé a empujar poco a poco, mientras ella y Ricardo pararon de moverse, seguí empujándosela y sacando un poco, hasta que logró entrar toda, entonces ella dijo: así me gusta mis machos, cójanse a su puta que para eso está y se empezó a mover, yo también empecé a clavársela, aunque confieso que no es nada fácil coger de esta forma, y es un poco incómodo el roce de los huevos del ex novio con los míos, pero estaba tan excitado que fue en lo último que pensé, después de un rato de estar cogiendo así no pude más y le dije: me vengo mi amor. Ella respondió: eso es papi, vente en mi culo que para eso está tu puta, noté como ella también se estaba viniendo, ya que se retorcía y gritaba como loca, unos segundos después también Ricardo se vino en su rica conchita, por lo que quedó llena de semen.
Se la saqué primero yo y después Ricardo, ella se levantó, nos besó a los dos y nos dijo que la esperáramos que se iba a asear, así que se dirigió al baño, yo me quedé con Ricardo en el cuarto y él me dijo: No se que decir, yo le contesté: no tienes que decir nada, pero a poco ¿no está muy rica Lucy? Él me respondió, la verdad está riquísima, pero nunca la pensé tan caliente, como la vi hoy, cada quien se limpió la verga del semen que nos escurría y yo un poco de sangre de Lucy (ya que como les dije era virgen por el culo), en eso apareció Lucy recién bañada y nos dijo ¿por qué no me acompañan?
Nos tomó de la mano a ambos y nos llevó al baño, allí ella nos enjabonó y nos lavó todo, deteniéndose sobre todo en nuestras vergas, que como se podrán imaginar volvieron a quedar muy duras otra vez, mientras las enjuagaba no dejaba de masajearlas y decirnos que ricos están mis dos machos, tienen unas vergas muy ricas, salimos del baño y nos dirigimos a la recámara, Lucy se sentó a la orilla de la cama y los dos nos acercamos a ella, por lo que nuestros penes quedaron a la altura de su rostro, ella los empezó a sobar y primero le daba besos a la verga de Ricardo, luego a la mía, pero se notaba con una respiración sumamente agitada, por lo que no tardó en comenzar a comérnoslas, primero a Ricardo, luego a mí, luego se las metía las dos al mismo tiempo en la boca.
Estaba como loca con nuestros dos penes para ella sola, entonces la detuve y le dije, espérate mi amor te vamos a comer todita, la tiré en la cama y le dije a Ricardo, cómele la panocha, o ¿no te gusta? Él sin pensarlo se inclinó a la orilla de la cama y le empezó a chupar su coñito, ella gemía y lo jalaba de los cabellos, yo me dirigí a sus pechos y se los succionaba y mordisqueaba, ella estaba como loca, cuando bajé la vista Ricardo le tenía metido 2 dedos en la vagina mientras le chupaba el clítoris (por cierto, generalmente es muy difícil hallarle el clítoris, pero ese día lo tenía especialmente durito y paradito), yo seguí chupándole las tetas y entonces me dijo que quería mi verga en su boca, se la di y se la comía como si se fuera a acabar.
Después de un rato, le dije: mami, parece que “quieres sentirte cogidita y llena de verga”, por lo que se la clavé y ella se empezó a mover clavándose nuestras dos vergas al mismo tiempo, no tardó mucho en venirse, nunca había hecho que mi esposa se viniera más de tres veces en una noche, pero esta vez creo que se vino por lo menos como diez veces. Ricardo no pudo más y estalló dentro de su ano, ella me dijo entonces: “no te vengas mi amor me quiero comer tu semen”, por lo que se la saqué y ella me la empezó a mamar hasta que me vine dentro de su boca, se lo tragó todo, no dejó escapar ni una gota de mi semen (si me había dejado venirme antes en su boca, pero jamás se lo había tragado, bueno excepto unos días antes como les mencioné más arriba). Después de habernos venido todos, nos volvimos a ir al baño, nos bañamos nuevamente y fuimos a la recámara a vestirnos.
Ricardo se terminó de vestir y nos dijo que él ya se iba y solo quedamos en hablarnos después, no quedamos que se repitiera ni nada (hasta el día de hoy, casi una semana después no hemos vuelto a hablar con Ricardo). Esta semana no hemos vuelto a hacer el amor, y no se realmente como vaya a ser de hoy en adelante nuestra vida sexual, pero lo que si sé es que este es un punto que marca un antes y un después de nuestro matrimonio, ojalá que todo siga así, y les digo la verdad; ya no sé si quiero volver a compartir a mi esposa, pero ahora por lo visto a ella le gustó, y será una decisión que tendremos que tomar en pareja.
Espero que les haya gustado, escribí esto como terapia, ya que es algo tan inaudito (por lo menos para mí), que necesitaba compartirlo, pero no lo puedo hacer con ningún conocido, y un saludo a todos desde la blanca Mérida.
Autor: Vozlibremerida
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