La sirvienta cochabambina
( Relatos Confesiones )
La sirvienta Cochabambina
Hola a todos, mi nombre es Wilfran Hinojosa, soy de Cochabamba, Bolivia, tengo mas de 68 años y esto sucedió hace mucho tiempo. En ese entonces estaba felizmente casado, con dos hijos y un buen trabajo, vivía en Cochabamba. Como mi esposa y yo manteníamos el hogar, a ella se le ocurrió contratar a una persona que se quede con los niños mientras trabajábamos, en Cochabamba es muy normal traer cholitas del campo, pues no salen mucho y son mas apegadas a la familia que las contrata, gracias a mi madre, conseguimos a una cholita joven, natural de Saipina, cerca al pueblo de Aiquile, cuando llegó a la casa era una muchachita flaca, mal vestida, con 17 años recien cumplidos, no hablaba muy bien el castellano,de nombre Valentina Salazar, media 1.65m de estatura, cabello oscuro, morena, no tenia buenos pechos ni un cuerpo que llamara la atencion, en Cochabamba las cholitas usan pollera, que es un tipo de falda campesina..
Pasaron 4 meses desde que Valentina llegó a casa, como la alimentacion le sentó muy bien, se puso mas gordita, el cutis se le blanqueó y se desarrolló bastante, a ratos me le quedaba mirando y me preguntaba como sería inagurar ese cochito y ese culito, que por cierto, lo tenía bien levantadito, a veces yo llegaba a almorzar mas temprano que el resto de mi familia, en una ocasión la encontré con una pollera nueva, una blusita apretadita y muy bien peinada, soy hombre y me asombré del cambio que pasó esa cholita desde su llegada, le dije un piropo muy inocente y ella se puso roja como un tomate, y me lanzó una mirada que me puso muy incómodo, se fue acambiar y a preparar el almuerzo. Desde ese día trataba de llegar mas temprano a la casa, casi siempre la encontraba bien cambiadita,los piropos se fueron repitiendo, así como Valentina se puso mas coqueta, en una ocasión me atreví a darle un pellizco en su brazo, se puso muy incómoda y no me dijo nada. Yo tenía temor de que le contara algo a mi esposa, pero todo andaba normal. Despues de algunas semanas de coqueteos por ambos, ya los pellizcos eran frecuentes, así como su risa cuando me escuchaba llegar temprano, un día al salir a mi trabajo por la mañana me olvidé unos documentos, por lo que volví a eso delas 9:30, al entrar se sorprendió pues estaba vestida con su ropa de diario, pero cuando entre a despedirme a la cocina para volver a mi trabajo, se me ocurrió darle un beso en la mejilla, ella se sorprendió, se coloreó mucho, pero la cara que puso era de felicidad, desde ese día, cuando no nos miraba nadie, nos saludabamos y despedíamos con un beso en la mejilla, algunas veces trataba de abrazarla, si bien no hallaba rechazo, tampoco pensaba ir muy lejos, yo no sabía muy bien como tratarla pues las campesinas en Cochabamba son de carácter fuerte, ademas yo tenia mi esposa y ella era mi empleada domestica, de una belleza criolla excitante. Conforme pasaron los días la confianza con Valentina se hizo mas fuerte, los pellizcos cariñosos eran a cada rato, le regalé un nuevo champú, pues las trenzas de ella eran muy excitantes, le compré aretes de oro, dinero para que se comprara ropa, asimismo le regalé ropa de cama nueva, en fin, traté de que se sintiera mucho mejor en mi casa. Un día al llegar mas temprano de lo normal la encontré saliendo de su baño, acababa de ducharse y solo estaba cubierta con una toalla, al verme se puso a sonreir, yo le dije que vine para ver la ropa que se compró de ultimo, ella se fue a su cuarto, yo dudaba entre seguirla o esperarla, opté por lo ultimo, cuando apareció despues de unos minutos era una imagen de calendario.
Llevaba puesta una pollera azul de terciopelo, bastante cortita, una blusa escotada que dejaba ver el comienzo de sus senos, sus trenzas delataban una cabellera abundante, llevaba unos zapatos muy coquetones, en fin , era una chola deseable, joven y sobre todo, dispuesta, al menos así pensaba yo, despues de pasado mi asombro, me paré para despedirme con un beso en la mejilla, pero debido a mi nerviosismo, el beso se lo di en la boca como un adolescente, retrocediendo al instante me dijo: Wa...... Don Wilfran, por que me has besado en mi boca ? Acaso soy algo de vos? Yo no sabia como responder a eso, solo se me ocurrio decirle que si, que era mi cholita de escondidas y que si se portaba bien y no le decía nada a mi esposa, plata, ropa y joyas nunca le iban a faltar, despues de unos minutos de silencio, Valentina se fue a su cuarto, yo tomé los papeles que olvidé y volví a mi oficina muy preocupado, pues si se le ocurria contarle a mi esposa o a mis hijos, menudo problema se me evecinaba.
Un par de semanas hablamos solo lo necesario, ya no había despedidas ni saludos con beso en la mejilla, yo tampoco llegaba temprano para almorzar, hasta que un día me dijo: Don Wilfran, sigues enojado conmigo? Yo le contesté que nunca estuve enojado, sino mas bien traté de que ella no se sienta incómoda con mi comportamiento y que era mejor que todo se olvidara y que debíamos comportarnos como empleada y empleador, nada mas, Valentina cambió inmediatamente de cara, me dio un puñetazo en el pecho y salió corriendo hacia su cuarto, en ese momento llegaba mi mujer con mis hijos, por lo que subí a mi habitacion a darme una ducha , los siguientes días la cholita andaba muy triste, mis hijos y mi esposa lo notaron enseguida y le preguntaron que le pasaba, ella les respondió que su enamorado había terminado con ella y se había idolejos a trabajar. Pasaron algunas semanas, Valentina andaba malhumorada y triste a la vez, incluso no quiso salir en sus días libres, los domingos, cuando no hacía las labores de casa paraba encerrada en su cuarto, sin hablar con nadie.
En una ocasion se me presentó un viaje a La Paz por razones de trabajo, por lo que iba a estar ausente todo el fin de semana y algo mas, a mi esposa se le ocurrió tambien lo mismo, me dijo que iba a viajar con los niños a Oruro, a ver la entrada del Carnaval y que se quedaría unos 4 días con su familia, a Valentina se le dio permiso por el carnaval, para que viaje a su pueblo, y regrese dentro de una semana.
Con todo dispuesto viajé a La Paz, realicé mi papeleo rapidamente, y quedé libre ese mismo viernes en la tarde, dudaba entre irme a Oruro con mi familia o volver a Cochabamba y pasar solo varios días, en la noche me embarqué en bus para llegar por la madrugada a mi casa, tomé un taxi, entré a la casa y cual no sería mi sorpresa al encontrar a Valentina, muy bien vestida y lista para viajar a su pueblo . Nos saludamos muy friamente, y me preguntó en seguida:Por que has vuelto tan rapido Don Wilfran? Acaso tu chota en la Paz no estaba? Por que no te has ido a Oruro con tu familia y tu mujer ? Al principio un supe que responder ante tales preguntas, pero el inconsciente se me salió y le dije que ya ni podía mas de tristeza, que extrañaba las despedidas en la mejilla, los pellizcos en sus brazos, los coqueteos y en fin que me gustaba a rabiar y que incluso estaba dispuesto a dejar a mi esposa para vivir con ella ¡ Valentina se quedó pensativa un momento, seguidamente me dijo: Don Wilfran, si yo voy a ser tu chola, nadie debe saber nada, nos veremos en algún lugar donde nadie nos conozca, tampoco quiero tener una guagua, debemos cuidarnos mucho, y nadie de tu familia me debe tratar mal!!!!!
Al oir aquello me acerqué rapidamente, la abracé por la cintura y la empecé a besar como deseperado, ella me correspondia con pasion, poco a poco la arrimé al sofá de la sala, donde di rienda suelta a mi deseo animal, me saqué la chamarra y la camisa, luego le sobaba los senos descaradamente, ella cerraba los ojos sin decir nada, le desabroché la blusa y el corpiño, al ver sus bellos senos mi excitacion subió al maximo, empece a besar esos bellos pezones y a chuparselos desesperadamente, mis manos acariciaban sus muslos y su entrepierna, despues le subí la pollera que tanto me excitaba, quedó a mi vista un calzon con encajes, luego mi boca empecé a besar sus pantorrilas y sus muslos, Valentina gemía de gusto pero estaba quieta ante mi ataque, con los dientes le bajé el calzon y al fin pude ver esa raja cubierta con poco vello, mi boca y mi lengua jugaban con esa bella clica de chola ardiente, en su desesperacion me jalaba el pelo y me apretaba la cabeza contra su rajita, pasado un rato la volteé y quedó ante mi un bello trasero, le separé las nalgas y mi lengua lamia ese ano, la chola gemia desesperadamente, me decia, no Don Wilfran, no me hagas así, no quiero !!!! Pero yo no soltaba sus caderas ardientes, la volví a voltear para chupar nuevamente su cochito, ella se sentó y me preguntó, don Wilfran: no te vas a secar el pantalon ? Ante semejante pedido, acabé de sacarme toda la ropa, quedando mi pichi como asta de bandera, Valentina miró mi verga un poco asustada y me dijo: Como me vas a meter tan grande cosa? Seguro me va a doler, pues nunca he estado con ningun hombre ¡ Yo no cabia en mi asombró, pues estaba ante una bella cholita de 18 años, virgen, y excitada, con la pollera suspendida y el corpiño desabrochado, que mas podia pedir ? Le respondí que la primera vez le iba a doler un poquito, pero que se la iba a meter con calma, despacito, para que guardara un buen recuerdo de su primera culeadita, ella volvió a echarse pero encima el piso de la sala, sobre la alfombra, totalmente excitada y lista para todo, me incliné sobre su cocho y nuevamente volvía chupar su clica, pero esta vez mis dedos acariciaban su ano, en un gemido de ella, metí un dedo en su ano, ella gritó y me dijo de nuevo: no así don Wilfran, no así, pero yo seguia chupando su raja moviendo mi dedo dentro su ano, posteriormente introduje dos dedos dentro su ano, ahí ya no me dijo nada, pero sus gemidos se hicieron mas fuertes, me separé de ella ,abrí sus piernas al maximo y froté la cabeza de mi verga contra su raja, ella me dijo: don Wilfran, despacito, despacito, yo le dije que sino queria que le duela, debia engrasarme con salivita la verga, ella se escupio la mano y me agarró el miembro, yo le dije: por que no le das una chupadita ? Valentina me respondió que le iba a dar asco, y que ademas ella no sabia que antes de culear se hacian “esas cosas”, yo le respondí que como yo habia chupado su conchita sin asco, que le habia dado harto placer, y por que ella no podia hacer lo mismo ?
Con bastante miedo y vergüenza, se acerco mi verga a su boca, la beso un poco, yo le animé a que se la meta dentro su boca, hizo un intento no muy bueno, pero al 2ª intento la agarré de sus trenzas y le metí mi pichi en su boca, luego empece a mover su cabeza de atrás para adelante, hasta que despues Valentina me hacia una mamada excelente, me mordía suavemente, mientras tanto yo acariciaba sus pechos excitados , saque la verga de su boca, la eché sobre la alfombra, le alcé las piernas hasta mis hombros y empecé a penetrarla muy despacio por la conchita jugosa , al principio Valentina gemia de dolor, yo noté como su telita se rompia ante mi ataque, luego de varios empujones me agarró por los brazos y empezó a gemir de placer, yo metia y sacaba mi pichi lentamente, para no lastimarla, despues de un rato habíamos encontrado un buen ritmo, le bajé las piernas para poder besar sus pechos, su cuello y su boca, estuvimos moviendonos bastante rato, hasta que dije, me voy a deslechar, me voy a deslechar ! Para mi asombro, ella se sacó mi verga de su concha y me preguntó : Que pasaria si tengo una guagua ? Mi respuesta fue que no iba a pasar nada, que si algo se presentaba, la iba a llevar al médico para que la saque de cualquier problema, ante mi respuesta, ella se volvió a meter de nuevo mi verga y empezamos nuevamente, acabando ambos en un orgasmo magnifico.
Nos limpiamos con mi camisa, nos sentamos en el sofá, sodorosos y achnchados, ella se arregló completamente, se puso el calzon, se bajó la pollera y se arregló el corpiño, me dijo : Como ahora soy tu chola, don Wilfran, ya no quiero que me hagas “asi” de nuevo, mi prima Cristina me ha dicho que cuando ella tira con el hijo de su patron, solo se echa y deja que el se desleche dentro, cuando acaba, cada quien se va para su cuarto. Yo le respondí que el sexo no es así, que cada quien debe tratar de darle mayor placer a su pareja, no importando lo que se haga, siempre que el placer sea grande, que para eso estaban las pornos, para que aprenda la gente ,que ya habian fotos y libros sobre las mejores posturas para tener sexo, que la mujer debía disfrutar igual que el hombre y no solo ser un hueco para descargarsu leche de vez en cuando . Valentina no quiso escuchar mas y se fue a su cuarto, arreglé el sofa y todo lo demás, subí a bañarme y dispuesto a quedarme solo varios dias, en la duche escuché el golpe de la puerta de calle, pensé que Valentina se habia ido, me puse mi bata y bajé a cerrar la puerta con los seguros, terminé de hacerlo, y cuando volvía a subirlas escaleras, salió Valentina con la misma ropa elegante, algo llorosa,, y me dijo Don Wilfran, para que has cerrado la puerta con llave ? Que me vas a hacer hasta que llegue tu mujer ? Acaso me vas a encerrar tantos días, yo quiero ir a pasar carnaval a mi pueblo, dejame salir, por favor !! Le respondí que yo crei que ya se habia ido, que no pensara mal de mi, que podia irse cuando quiera, llorosa me respondió, y no me vas a dar para mi pasaje ? Yo le dije que mi dinero estaba arriba, en mi mesa de noche, que podia acompañarme para recibirlo, despedirse como gente y luego irse a bailar a su pueblo, empezamos a subir las gradas hacia mi dormitorio, ella con algo de miedo, finalmente llegamos, fui hasta la mesa de noche y saqué 500 Bs, se los entregué y le dije, ahí tienes para que pases un buen carnaval, ella agarró el dinero y dio media vuelta para irse, antes de llegar a la puerta le dije: Y no piensas despedirte de mi? Quien sabe si es la ultima vez que te veo ! Ella se volvió rapidamente, se acercó hasta mi y me puso su mejilla para que se la besara, con una mano la atraje de la cintura y con la otra le volteé lacara, sus labios humedos fueron una tremenda tentacion, le di un beso algo suave pero después acabamos besandonos desesperadamente, de su boca pasé a su cuello y empece a sobar sus pechos nuevamente, la arrojé sobre la cama que compartía con mi mujer, de nuevo desabroché su corpiño, esta vez se lo saqué completamente, despues bajé su calzoncito, (se había puesto otro), y empece a chupar de nuevo su rajita, le desamarre los cordones de su pollera, cayendo esta al piso, Valentina quedó completamente desnuda, ardiente y muy avergonzada, al chupar de nuevo su conchita, de nuevo introduje mis dedos a su ano, logrando que la chola grite de placer, luego le dije, como ahora eres mi chola voy a meterte mi verga por tu potito, te dolerá al comienzo, pero despues te va a gustar para siempre, ella me dijo : Don Wilfran, lo que quieras hacerme, que sea despacito, por favor!! Ante semejante pedido, la volteé sobre la cama, la puse de 4, agarré un frasco de nivea de la mesa de noche de mi mujer y le introduje bastante crema a su culo, tambie unté mi verga con harta crema, con las dos manos separé las nalgas de Valentina, mis dedos jugaron otro poco con su culo, luego empecé a empujar para que se abriera ese lindo culito, ella gritaba: “despacito, por favor, despacito”, cuando hubo entrado la cabeza de mi verga, la agarré fuertemente de las caderas y empujé con fuerza, un grito de dolor salió de su boca, yo le dije: calmate, mi cholita, ahora ya entró, solo hay que moverse poco a poco hasta que halles tu placer , Valentina alzó su cabeza, estaba llorando, yo empecé a moverme muy despacio, cada movida iba hasta a la puerta de su culo y volvía a entrar, la levanté para acariciarle los pechos y besarla en el cuello, cada movimiento iba con de gemidos de placer de la cholita, quien me hubiera dicho que ese Carnaval iba a desvirgar a mi empleada !!!! Cuando estaba por deslecharme, la volvi a poner de 4 y acabé dentro ese hermoso culo, nos quedamos quietos algún rato, luego ella empezó a vestirse, antes de salir del dormitorio, me dijo: Don Wilfran, quieres que me vaya o quieres que me quede contigo ? La respuesta fue: Quedate conmigo, Valentina!!!!! Pasamos unos días maravillosos, hicimos el amor en toda forma que yo conocía, Valentina se puso algunos vestidos de mi mujer, igualmente me hizo un desfile con todas sus polleras, aprendió bastante sobre el sexo en poco tiempo, luego llamó mi mujer diciendo que llegaba al dia siguiente, para no despertar sospechas, Valentina salió con sus cosas a Sacaba, donde su prima Cristina Hinojosa (no es mi pariente), ahí estuvo hasta después que llegó mi mujer. Despues de eso el sexo con Valentina era una maravilla, tirarabamos en la cocina, en el patio, en su cuarto, en el dormitorio de mis hijos, en mi camioneta Volkswagen, cuando dormía mi mujer yo bajaba a su cuarto y me la tiraba con gran pasión, dándole un placer tan grande y a la vez prohibido, lo que nos gustaba mas, cualquier momento que estábamos solos, levantaba su pollera, le bajaba el calzon y la excitaba con mis dedos, metiéndole mi pichi por cualquiera de sus huecos.
Todo estuvo bien hasta que alguien le chismeó a mi esposa, y un día me encontró tirando con Valentina en nuestra cama matrimonial, el divorcio fue rápido, sufrí bastante por mis hijos, como la separación con mi esposa fue comidilla de los vecinos, tuve que vivir con Valentina como marido y mujer varios meses, hasta que encontró otro trabajo mejor pagado, pues un Ing. Vega se la llevó y la tuvo de sirvienta y amante casi 6 meses, en la zona sud de La Paz, Valentina despues se fue al Chapare con un cocalero llamado Ramiro, tuvo una hija, se separó, ahora esta juntada con un flotero, hace viajes a Aiquile con el bus de su marido, la veo de vez en cuando, sigue una chola hermosa, mas gordita y llena de joyas, por mi parte, tuve que contratar varias sirvientas para que me cocinen, limpien la casa y tengan sexo conmigo, siempre me gustó la mujer de pollera, tuve muy buenas campesinas en mi casa, pero ninguna como Valentina, la Aiquileña. Espero les gusten las dos fotos que pude sacarle en los días de Carnaval, cuando le hice el rompe y la tuve de mi amante en tres días locos que no olvidare jamas.
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