El Apartamento (I)
( Relatos Heterosexuales )


Por fin habíamos llegado al apartamento, era pequeño, pero funcional, limpio y agradable. Colocamos nuestras cosas y sobre la marcha nos vestimos con los trajes de baño, cogimos las toallas y nos fuimos a la playa más cercana, a menos de diez minutos andando.

La jornada transcurrió con tranquilidad entre baños de sol y chapuzones para refrescarse, ya que la temperatura invitaba a ello. Lo único destacable fue cuando ella me pidió que le extendiese la crema protectora por la espalda. Yo encantado accedí a su petición. Empecé por poner un buen chorro de del mismo en ambos hombros y fui bajando, extendiendo bien la loción para que la piel la absorbiera en su totalidad. Estaba llegando al lugar donde la espalda pierde su bello nombre y sin pretenderlo mi mano se introdujo entre su bikini y su culito. Yo rápidamente retiré la mano pero ella ni se inmutó.

Bien avanzada la tarde y viendo que empezaba a refrescar un poco, decidimos que ya era hora de volver al apartamento. Según llegamos echamos a suertes quien se ducharía primero (el salitre ya picaba), ganó ella, así que mientras se dirigía al baño yo me senté en la terraza disfrutando de los últimos rayos de sol. A los cinco minutos me acerqué a la puerta del baño para preguntarle en voz alta si había visto mi radio fm, pues me empezaba a aburrir. Para mi sorpresa, la puerta no estaba cerrada del todo y dejaba entrever parte de la bañera. Esta era bastante grande y tenía una mampara transparente en vez de la típica cortina.

Me quedé de piedra cuando comprobé que ella me daba la espalda ofreciéndome una excelente vista de su apetecible culo. A los diez segundos reaccioné y fue cuando me di cuenta de que sus piernas estaban ligeramente separadas y sus manos revoloteaban a la altura de su sexo. Estaba disfrutando de una placentera sesión masturbatoria bajo el agua... Y yo empecé a sospechar que la puerta del baño quedó medio abierta con toda la intención del mundo. - Está bien - pensé - Si quiere guerra la va a tener -.

A estás alturas yo ya estaba a mil y me daba igual todo, así que me despojé de mi bañador y dejé libre mi miembro, ya duro y listo para la batalla, entré con sigilo al baño (ella seguía a lo suyo, de espaldas a mí) y pude comprobar que la mampara tampoco estaba cerrada del todo (vaya...) y podía pasar justito por ella.

Me acerqué y la abracé por detrás mientras le decía - ¿No quieres que te ayude con eso? - Ella se dio la vuelta y sonrió, era evidente que me esperaba. Nos abrazamos y nos besamos con una gran calentura, inmediatamente mi mano bajó hasta su coño y comprobé dos cosas, una, estaba depiladita (umm que rico..) dos lo tenía chorreando y no precisamente por el agua...

No me lo pensé dos veces. Con mi mano hice que levantara la pierna y la apoyara en el borde que había entre la mampara y la bañera en sí, dándome acceso directo a su coño, yo me agaché y comencé a comérmelo con ganas. con dos dedos le separé los labios y pude ver su clítoris hinchadísimo y gritando que alguien lo succionara. Eso hice. Inmediatamente ella empezó a jadear y a decirme que no parara... yo la hice sufrir un poco bajando el ritmo y echándole mi cálido y húmedo aliento al clítoris mientras jugaba a meterle en el coño la puntita de mi dedo corazón...

Ella se derretía hasta que, enfadada me dijo que le comiera el coño de una vez. Dicho y hecho, le di con todo, lamí y chupeteé el clítoris mientras le metía dos dedos por el coño. Se retorcía de placer y en una de estas casi pierde el equilibrio, pero le daba igual todo, seguí aumentando el ritmo hasta que noté que empezaba a correrse, notaba las contracciones de su vagina con mi dedo y sus jadeos eran mas graves y profundos...hasta que estalló, tuvo un orgasmo fenomenal, me comí todos sus jugos con gula, mmm que rico coño!!

Ahora era mi turno para gozar...ella se agachó y tomo mi polla con su mano y empezó a masturbarme lenta y deliciosamente mientras se paseaba la lengua por los labios... Empezó a recorrer su lengua desde la base de la polla hasta el glande y otra vez para abajo... Para facilitarle el trabajo apoyé un pie en el borde, sobre la marcha se metió mis huevos en la boca, mientras seguía masturbándome. Notaba como su lengua jugaba con mis bolas y yo estaba en el paraíso.

Cuando se cansó de mis bolas se metió de una vez mi polla en la boca y me empezó a hacer una mamada espectacular, su cabeza subía y bajaba a buen ritmo y me miraba a los ojos, como diciendo - Mira como puedo comérmela enterita - yo estaba que no podía más, mi orgasmo era inminente e hice el gesto de sacársela de la boca, pero no quiso, se la siguió tragando, me miró y me guiño un ojo..ya no pude más, le clavé la polla hasta el fondo y empecé a soltar chorros de leche sin parar, tuve que agarrarme porque casi me caigo, mientras, ella se lo tragaba todo y me lamía la polla como si fuera una piruleta.

Terminamos de ducharnos y fuimos directos a la cama, pues no habíamos hecho más que empezar...




Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.

Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
3163

Categoria
Heterosexuales

Fecha Envio


Votos
1

Relatos enviados por el mismo usuario