Mi nombre es Andrea y tengo 18, no hace mucho que me paso esto, que si bien es una relación un poco fuera de lo común pero soy liberal y la disfruto mucho.
Puedo decir ahora que mi novio es mi propio abuelo a quien quiero mucho.
Soy altita, de 1,70 metros y mis senos son bien desarrollados y bien deseados por todos. Mi colita es lo mejor que tengo ya que mi pubis esta hundidito y mi colita sobresale mucho. Lo que más me gusta de mí es mi piel y mis piernas ya que le pongo mucho cuidado y la mantengo bien suavecita.
Mi relación comenzó hace unos cinco meses atrás, todavía hacia calor y sigo estudiando como buena alumna. Mis fantasías sexuales comenzaron desde temprano y las compartía con mis amigas que son más grandes que yo. Pero nunca había hecho nada pues a pesar de que tenia pretendientes, no iba mas que un beso y caricias.
Me di cuenta de este amor filial cuando empecé a sentir sensaciones profundas en mi, y justamente estaba mi abuelo cerca para descubrirlas en profundidad.
Era un día de calor, mis padres trabajan juntos y suelen ir de viaje seguido, en ese entonces no tenían donde dejarme y decidieron hablar con mi abuelo para que pasara una semana con él. El acepto gustoso. Mi relación con mi abuelo fue siempre muy buena, fue siempre como mi mejor amigo. Era costumbre de nosotros que al vernos nos damos un besito en la boca, bien inocente y con dulzura. Siempre fue así pero todo cambio de repente.
Para ir a la escuela, me visto con una falda bien corta y un poco amplia, cuando hay viento debo sujetarla para que no se me vea nada ya que mis pantys son bien cavadas en mi colita. Ese día debía tomar un bus para ir a la casa de mi abuelo, mis maletas estaban allí así que solo debía llegar allí y listo. Fue una experiencia única pues el bus estaba lleno y un hombre se me acerco de atrás muy disimuladamente y comenzó a acariciarme sobre mi falda, al ver que yo no hacia nada tomo mas confianza y pudo levantármela para tocarme mi cola y acariciármela. Eso me empezó a calentar mucho y mis movimientos iban hacia él, dejando mi colita a su merced, tocaba mis panty hasta llegar a mi chuchi que hasta ese momento estaba mojada de tanta excitación.
Pero fue hasta ahí pues debía bajar pronto. No lo podía creer!! la primera vez en mi vida que me pasaba algo así, y encima estaba excitada por la situación. Pensé todo el camino sobre ello hasta que llegue a la casa de mi abuelo.
Mi abuelo es alto y arrugadito como siempre lo llamaba, tiene ojos azules y una sonrisa que me encanta y para sus 75 se mantiene muy bueno. Cuando abrió la puerta nuestras miradas se cruzaron y nos dimos un gran abrazo y el clásico besito en la boca, pero ese besito fue mas largo de lo acostumbrado pero fue de mi parte ya que no sé que me pasaba ya que después de lo sucedido en el bus quede súper calentita.
Almorzamos juntos y hablamos de muchas cosas. Desde que falleció mi abuela el se ha sentido muy solo y de eso también hablamos. Me estremeció mucho eso y me senté en sus rodillas para así estar mas cerca de él y acariciarle el cabello pues eso le gustaba mucho, fue que me acerque a darle un beso y nuestras bocas se juntaron y mi corazón comenzó a latir bien fuerte lo que me llevo a abrir mi boca y ofrecerle mi lengüita, ambas se juntaron y estuvimos así por unos minutos mientras el me acariciaba las piernas y me abrazaba con fuerzas.
Ahí termino todo pero no del todo ya que me sentía estremecida y quería más. Esa tarde fue tranquila pero mis pensamientos hacia mi abuelo iban en aumento. Había decidido dormir una siesta y todavía tenia puesto mi faldita de la escuela pero estaba cansada para cambiarme así que me acosté como estaba. Generalmente duermo boca abajo y fue que golpean la puerta y era mi abuelo preguntándome que quería de cenar, le dije que pasara y se quedo en silencio por un rato, no sabia que pasaba y era que mi faldita estaba un poco levantada y se me veía mi panti en mi colita. Me di vuelta para ver que pasaba y lo vi sonriente.
-Nunca pensé que habías crecido tanto, me dijo.
-Te gustaría tocarme abuelo? No se como me salió eso pero se lo dije
-Me encantaría mucho, estas hermosa.
Entonces se arrodillo cerca de la cama y comenzó a acariciarme las piernas muy tiernamente hasta llegar a mi panti, luego acaricio mi colita, lo que hacia que me volviera loca y despacito comenzó a buscar con sus dedos mi panochita, que comenzaba a estar mojadita, todavía estaba boca abajo y comencé a gemir de placer, me di vuelta y le ofrecí mi pubis, lo que con gusto comenzó a acariciar sobre mi panty.
-Quiero besarte abuelo.
Entonces se acerco a mí y me beso, mientras me acariciaba ya con movimientos en sus dedos corriendo mi panty a un lado.
Seguíamos besándonos ya con pasión y de repente busco desabrocharme mi camisa, lo deje hacer y me saco el sostén. se sonrió. sentía que quería ser de él nada mas y mis senos salieron, Se acerco y comenzó a besarlos y morderlos.
Que hermoso era todo!!
Estaba en las nubes. Yo le acariciaba el cabello a mi abuelo mientras él me lamía los pechos y me acariciaba la panochita con sus dedos. Acariciaba después mi cuerpo entero y me decía que estaba muy linda y que hacia mucho tiempo que no disfrutaba así de una mujer.
-Hazme tu mujer entonces. y me beso de nuevo.
Me saco la panty y comenzó a acariciarme el clítoris, que placer más increíble. Acerco su boca y su lengua recorría mis labios mayores, jugaba con mi panochita hasta que no di mas y tuve mi primer orgasmo. Le sostuve la cabeza para que no se moviera pues mis jugos salían como nunca antes pero sabia que de todos modos no la iba a sacar ya que seguía con sus juegos con la lengua.
Nos besamos de nuevo mientras yo le sacaba los botones de su pantalón. Me senté y con mi manita le saque su pene. Nunca había visto uno de cerca. Estaba bien dura y grande, mi abuelo me acerco la cara hacia su pene y comencé a darle besitos. Me gustaba mucho y luego abrí mi boca y comencé a chuparlo. Era increíble sentir como entraba y salía de mi boca, lo sentía sobre mis labios y cada vez aumentaba mis movimientos del mete saca.
-Sigue Andreita, sigue.
Hasta que salto una exclamación por parte de él y sentí que algo tibio inundaba mi boca, quería sacarlo de ahí pero la prisa me hizo tragarlo y fue que lo saboree todo.
Me pare y lo mire a los ojos y lo bese.
Nos tomamos de las manos y me llevo a su cuarto donde la cama es más grande, nos sacamos el resto de ropa que teníamos y nos acostamos juntos.
Yo seguía como una leoncita y comencé a besarlo de nuevo, luego el pecho hasta su pene para chupárselo de nuevo. sentía como iba creciendo de nuevo en mi boca y como mi abuelo gemía de placer, eso me excitaba aun más. Cuando ya estuvo grande me acosté a su lado y mi abuelo se voltio hacia mi acariciándome el cuerpo, hasta que comencé a gemir también.
- Lo quiero dentro de mí abuelo, quiero sentirte.
Si bien no es muy atlético le costo un poco subirse arriba mío, y escuche lo mismo que al principio.
-Hace mucho que no hacia esto con una mujer.
Trate de guiar el pene hacia mi entradita y el comenzó a empujar.
No fue difícil que entrara ya que estaba bien lubricada. comenzó a entrar cada vez mas profundo y despacio hasta que choco con mi himen, de un empujón lo rompió y sentí que lo abrazaba con mis labios. comenzó así a meterla y sacarla. Era lento pero lo disfrutaba mucho, no tarde en venirme.
Mi abuelo trataba de aumentar sus movimientos, yo lo ayudaba un poco hasta que me dijo que no aguantaba mas y le dije que terminara dentro de mí pues quería sentirlo. Fue que sentí que algo calentito entraba en mi y en ese momento tuve otro orgasmo. después se acostó al lado mío, estaba un poco cansado.
Yo quería chupárselo de nuevo así que me dedique a limpiarle el pene por varios minutos hasta que los dos quedamos dormidos hasta la noche.
Nos levantamos abrazados y decidimos ducharnos juntos. Fue una experiencia increíble, sentir como me acariciaba y lo dulce que era conmigo. Desde ese día dormimos juntos, Solo tenia una semana y queríamos disfrutarlo al máximo. Mi abuelo me acompañaba a la escuela y luego me pasaba a buscar pero todo bien disimulado. Cuando llegábamos a la casa nos sentábamos en el sofá y nos acariciábamos. Le gustaba mucho que usara faldita corta así el podía acariciarme mi panochita, como a mi me gustaba que usara pantaloncillos cortos para ver como crecía cuando se lo acariciaba. A veces se sentaba en el sofá y me decía que me quedara parada junto a él de espalda mientras me subía la faldita y me acariciaba mi colita, me sacaba la panty y me lamía toda. Eso me encantaba, luego me daba vuelta y le ofrecía mi panochita estando parada. veía como su cabeza desaparecía debajo de mi falda dándome placer.
Hacíamos el amor por las tardes y siempre terminaba dentro de mí. Cuando regresaron mis padres me sentí triste pero lo visitaba los fines de semana y así podíamos amarnos mas.
Lee mi relato y me gustaría conocerte
-hola espero sigas contando relatos ya que son muy excitantes
En nombre de tu abuelito, muchas gracias por entregarte a él y darle todo el placer de gozarse una panochita joven, que envidia de la sana, sigue disfrutando tu sexo con él, dale tu culito; para que te disfrute completica, delicioso relato.
Gracias en nombre de tu abuelo, los viejos quisiéramos gozarnos siempre panochitas y culitos jóvenes, obviamente los olores de las jovencitas son muy especiales y distintos a las de las mujeres mayores; panochita joven y fresca es mucho más deliciosa que panocha usada y vieja, ese es mi lema; pero a muchos nos toca conformarnos con lo que podemos encontrar para satisfacernos como hombres arrechos. Tu abuelo te debe adorar, porque le has permitido renacer en sus deseos de joven, ojalá tuviera yo esa deliciosa oportunidad.