Mi esposo al que llamare Luis de 36 y yo Blanca ambos de 33 años, somos una pareja muy caliente, que nos gusta disfrutar del sexo y siempre que cogemos nos gusta ver películas pornográficas para estar mas cachondos e imaginarnos que estamos cogiendo como los actores de dichas películas.
Mi esposo mas de una ves cuando estábamos cogiendo, ya sea que me pusiera de a perrito para meterme la verga o la lengua por el culo, Luís me decía bien cachondo y con palabras entrecortadas por la calentura, que le gustaría verme cogiendo con otro hombre, me decía Blanquita no te gustaría ser cogida por dos hombros y en esos momentos de calentura, yo le decía:
Si mi amor me gustaría ser penetrada por dos vergas y que además me ponía bien cachonda y super excitada el pensar que mientras me estuviera cogiendo otro hombre que el me estuviera observando, mientras el se masturba delante de mi boca para recibir en mi boca todo lo que arrojara y exprimirlo hasta la ultima gota.
Yo le decía -- mi vida es lo que más deseo, no tienes idea como me pone de caliente imaginarme que me esta cogiendo otro hombre; mientras tu observas toda la acción --, esas palabras nos ponían mas calientes y nos dábamos unas ricas cogidas y Blanca me da unas mamadas de verga (se la traga completita) de lujo que ambos disfrutábamos mucho.
Mientras estábamos cogiendo me susurraba cachondamente al oído amor como disfrutaría verte coger con otro hombre, cuando terminábamos de coger se nos olvida esa fantasía o por pena no comentábamos nada al respecto.
Pero déjenme decirles que desde que mi esposo me sugirió por primera vez que disfrutaría mucho ver como me cogía otro hombre, no he podido quitarme de la cabeza la idea de ser cogida por dos hombres, porque al igual que los hombres tenemos las mismas cachondas fantasías o tal vez con más intensidad que ellos.
Me ponía como loca de caliente pensar en disfrutar esa fantasía, y a cualquier hora del día me imaginaba el ser cogida por otro hombre, mientras mi esposo observaba como era cogida por otro hombre.
Tan es así que de solo pensar en ser penetrada por dos vergas, mi vagina se humedecía, no tienen idea como anhelo en ese momento ser cogida, siempre estaba pensando en ello, anduviera en el super o con mis amigas.
Mi vagina se humedecía y lo único que deseaba en ese momento era tener una verga para mamarla y que me diera una ricas cogidas, y que entre los dos me dieran una doble penetración, independientemente de que nunca le había permitido a mi esposo que me culeara, por temor a que me lastimara, cabe hacer mención que nosotros nunca hemos tenido relaciones swinger.
La fantasía de mi esposo se llego a hacer una obsesión también para mí, fantasía que no habíamos podido realizar por distintos motivos a pesar de que yo estaba más que dispuesta a hacer realidad su fantasía, que también se convirtió en la mía.
Un sábado nos encontrábamos solos en casa ya que nuestros hijos estaban de viaje, la mañana entera estuvimos cachondeándonos.
Luis me pidió que me pusiera un vestido super entallado con tanga, brassiere, liguero y medias negras, a mi esposo le excita que me vista de esa manera, y se pone bien caliente, además de que le encanta como resaltan mis nalgas, ya que las tengo bien redondas y paraditas.
El vestido que quería me pusiera me lo compro con el fin de que lo usara cuando salíamos a tomar una copa, ya que le gusta ver como me desean los hombres y una que otra mujer.
Con ese vestido super entallado y brassiere de media copa y una blusa que deja ver todos mis encantos, nos salíamos a tomar la copa, cuando regresábamos a casa comentábamos, la cara que ponían los hombres al verme con mi atuendo tan sensualmente cachondo.
Bueno, subí a la recamara para satisfacer su lujuria, al verme bajar por las escaleras con esa vestimenta se le paro la verga de inmediato, acerque mis nalgas a su dura verga y las empece a mover rítmicamente restregándole mi culo en su verga y diciéndole – que tal me veo amor, estoy cachonda para ti – si me respondió él mira como se me ha puesto de dura la verga, disfrútala.
El tomo mis pechos sobre el vestido y los empezó a acariciar lujuriosamente, con lo que mis pezones se erizaron de inmediato al sentir sus ricas caricias, yo empece a jadear pidiéndole que me metiera la verga, lo que hizo él fue ponerme de a perrito y empezó a darme lengua en el culo, con el vestido puesto, que placer tan delicioso sentía en esos momentos, que estuve a punto de venirme, pero el se retiro, se saco la verga y me la ofreció para que se la mamara, la tome con mis dos manos y la dirigí a mi anhelante boca para tragármela completita.
Mi esposo empezó a gritar lleno de lujuria y placer, así puta cómetela toda, que rico mamas mi amor, eres una golosa come verga, estabamos disfrutando los dos la calentura en todo su esplendor, cuando llamaron a la puerta, Yo me dirigí a la cocina para esconderme y tratar de recuperar la respiración ya que con la mamada que le di a mi esposo, mi respiración estaba muy acelerada.
Luis se vistió rápidamente se fue a ver quien era, entro con Jorge un amigo nuestro, Jorge le pregunto que por que estaba tan excitado, mi esposo le contesto que estaba tratando de hacer ejercicio, Jorge pregunto por mi, Luis le dijo que estaba en la recamara echándome una siesta.
Luis le ofreció una copa a Jorge, que la acepto de inmediato, le pidió que se sentara mientras las preparaba, mi esposo se dirigió a la cocina, yo le pregunte a mi esposo, ahora que hacemos, no puedo salir así, a ver a que hora se va?, le dije, Mi esposo empezó a acariciarme los pechos muy lujuriosamente, con lo que me puso cachonda nuevamente, yo le decía que se estuviera quieto que nada mas me iba a calentar a lo pendejo, en eso se le ocurrió decirme que te parece Jorge para realizar nuestra fantasía.
Me quede de a cuatro, pues me tomo por sorpresa su petición, yo le dije – estas pendejo -- como crees que voy a coger con el, el es nuestro amigo, --- Luis dijo ---- el mejor que nadie amor, ya que es de nuestras confianzas, mientras me decía esto, mi esposo me daba unas ricas caricias en mi vagina, y me decía imagínate que los dos te estemos dando verga, esos argumentos y con lo caliente que estaba en ese momento, basta para que yo cediera ante sus peticiones, además yo estaba ya muy caliente y los dos queríamos realizar esa fantasía, así que acepte su petición y si a eso le agregamos que ya estaba bien cachonda y que yo deseaba que mi esposo viera como me cogía otra persona, me puso super chachonda.
Quedamos que yo llevaría las bebidas a la sala, tal y como estaba vestida, para despertar la lujuria y pasión de Jorge y con eso facilitar que participara en nuestra fantasía.
Mi esposo se fue para la sala, Jorge le pregunto y las cubas, mi esposo le contesto, espera en un momento estarán listas, en eso salí de la cocina llevando tres cubas, Jorge recorrió todo mi cuerpo con una vista muy cachonda, esas miradas hicieron que se mojara abundantemente mi vagina, y me dijo “no que estabas dormida” estoy segura que se imagino mi cuerpo a través de la tela del vestido por lo entallado, mis pezones de inmediato se pusieron duros ya que mas de una vez soñé con meterme a la cama con el, esto sin habérselo comentárselo nunca a mi marido.
Le dije que estabamos a punto de tener una relación sexual, cuando llego él, por eso Luis estaba tan excitado, no por hacer ejercicio como te había dicho él, Jorge dijo perdón de haberlo sabido ni me acerco a la casa, no te preocupes le dijo, ya tendremos tiempo.
Jorge venia a ver el juego de futbol, el y mi esposo son fans de uno del América y otro del Guadalajara, Jorge llego con la idea de ver perder a el equipo de mi esposo, que es el Guadalajara. Todo esto mientras ingeríamos los tragos, los cuales ni a melón nos supieron, pues con la calentura que emanábamos los tres, estábamos sedientos pero de placer.
Luis se fue a la cocina a preparar otros tragos, Jorge y yo nos sentamos a ver el juego de fútbol, yo me senté en el sofá y a propósito deje que se levantara el vestido mas de lo permitido, mostrándole mis bien torneadas piernas, con lo que Jorge se puso medio nervioson, el trataba de desviar su mirada, pero como todos los hombres, se calentó al observar unas piernas y unas nalgas sin importar de quien eran.
Luis regreso de la cocina con otras tres cubas, haciendo el comentario, Jorge con ese espectáculo que te están dando, ni el juego vas a ver, Jorge no supo que contestar.
Ellos hicieron su apuesta de $500 pesos al equipo que ganara. En el primer tiempo no hubo goles pero si más tragos de nuestra parte, en el transcurso del medio tiempo aproveche para fajar ligeramente con mi esposo, el entendió el mensaje y empezó a acariciarme lujuriosamente, Jorge no apartaba sus ojos de mis nalgas y piernas, las cuales tenía mas descubiertas a propósito para ponerlo cachondo.
Jorge no dejaba de verme aunque disimuladamente, con los tragos, los tres estabamos completamente desinhibidos y sin consultar con Luis, yo también hice mi apuesta y les dije a los dos, que por cada gol sin importar de que equipo fuera les haría un table dance, mi esposo dijo --órale — no me importa que goleen a las chivas con tal de que nos des ese show.
Para mala suerte de todos el juego quedo empatado sin goles, Jorge ya con cuatro o cinco cubas adentro, hizo el comentario, -- ni modo nos perdimos del show, mi esposo le contesto, yo creo que Blanca nos dará el show de todas maneras, - “Estas de acuerdo, ¿verdad cariño? Me pregunto.
Yo estaba muy excitada y sudaba erotismo, se notaba a leguas que estaba muy caliente, los mire a los dos como gata en celo y les dije --- claro que les voy a dar el show papacitos.
Vi como mi esposo se acomodaba su ya erecta verga ante mi comentario, Jorge y el se miraron y sonrieron con cara de complicidad.
Mi esposo le pidió a Jorge que preparara otras bebidas, el se dirigió a la cocina a hacerlo, cuando nos quedamos solos en la sala mi esposo me dijo, mira como tengo la verga nada mas de pensar que vas a coger con Jorge, ella me contesto, -- estoy igual o más caliente que tu nada mas de imaginarme el tener la verga de Jorge en mi boca --, adelante amor – me dijo mi esposo – ponnos bien calientes danos un show bien sabroso, con esos comentarios nos pusimos calientes todavía.
Regreso Jorge con las bebidas, nos sentamos en el sofá a disfrutar el espectáculo, Fui a la cocina por una escoba para que la hiciera de tubo, empece a bailar alrededor de ellos con poses muy cachondas y provocativas, mi esposo le pregunto a Jorge -- que te parece mi mujer --, el no supo que contestar por temor a ofenderlo, Luis yo le dijo con confianza cuate, dímelo con confianza, no me molesto al contrario te agradeceré que no seas cínico conmigo.
Jorge ya mas suelto por las bebidas, dijo: Mis respetos para ti y tu mujer, la verdad tu mujer tiene un cuerpo magnifico que encendería la pasión a cualquier hombre, mi esposo le pregunto – te incluyes tú en ese comentario – claro dijo Jorge –incluyéndome yo.
Mientras yo seguía dándoles su espectáculo, el que era cada vez mas erótico y cachondo, ya que me metía el palo de la escoba entre las piernas como si estuviera cabalgando un potro a pelo, y le daba unos lengüetazos como si fuera una verga que tenia entre mis manos, me puse de espaldas a ellos para que viéramos mis magnificas nalgas, eso basto para que a los dos se les pusiera mas dura la verga.
Me di la vuelta y los pille a los dos acariciándose cada uno su verga por encima de los pantalones... Abrí los ojos con cara de morbo total... lleve una mano a mi pecho derecho y la otra a mi pucha y y las empece a acariciar suavemente, ya totalmente deshinibida, los observaba de manera muy lasciva... me dirigí a Jorge... (la bebida también estaba ayudando a desinhibirlo ) y le dije: “Cariño, sácatela y déjame ver cómo te la meneas...” Jorge se había quitado la corbata... rápidamente, como para no perderse lo que sabía que iba a pasar, se puso de pié y se desnudó quedando solamente en calzoncillos, volviéndose a sentar con su verga bien parada, entre sus manos, meneándola lentamente y esperando.... yo lo observaba muy excitada... volví la vista hacia mí marido, y vi que se acariciaba la verga por encima de los pantalones. Me hinque y me acerque gateando meneándome lenta y cachondamente mis nalgas hacia Jorge hasta tener su enorme verga delante de mí.
Mientras, mi esposo aprovecho para despojarse de la camisa.... Su verga estaba como una roca, no me quitaba la vista de encima y veía como me acercaba relamiéndome los labios a la verga de Jorge, con una perspectiva inmejorable de mis tetas que estaban a punto de hacer erupción, mis pezones hinchados se marcaban perfectamente a través de la tela del vestido... Puse mis manos sobre los muslos de Jorge, acariciándolos... Volví la mirada hacia mi esposo y le dije: “Creo que esta era una de las cosas que querías verme hacer amor... así que disfrútala como la voy a disfrutar yo.
Y mientras le decía esto y manteniendo la mirada hacia Jorge deslice mi mano derecha hasta su verga y la acaricie suavemente sobre los calzoncillos, soltando un suspiro de placer... A continuación separe las piernas de Jorge y me metió entre ellas mientras seguía acariciándole la verga... “Tienes una buena verga, eh” le dije... Y agachando la cabeza la mordí suavemente por encima de la tela de los calzoncillos... mi cabellera caía sobre la verga de Jorge, yo quería que mi esposo disfrutara del morbo de verme con la verga de Jorge en mi boca, no quería que se perdiera el espectáculo que tanto tiempo había esperado, así que le pedí a Jorge que hiciera a un lado el cabello. Mientras yo recorría todo el largo de su verga (todavía enfundado en el calzoncillos) con la lengua, Dirigí mis nalgas hacia Luis para ofrecerle una excitante vista de mi culo, lo que acrecentó su lujuria.
Le pedí a Jorge que me quitara el vestido, pero sin usar las manos, él ni tardo ni perezoso me empezó a bajar el cierre del vestido con la boca, al sentir sus labios en mi espalda y al sentir su agitada respiración sobre mi piel, me súper excito y me puso como una loca deseando que me metiera la verga, por fin me quito el vestido acariciando muy lentamente todo mi cuerpo, con este espectáculo mi esposo se masturbaba con toda su fuerza, ese espectáculo de verlo masturbarse hizo que me viniera.
Jorge, me dejo únicamente con medias, liguero , tanga y brassiere, con lo que me veía mi esposo dijo mi amor te ves bien cachonda, Jorge empezó a lamerme todo el cuerpo, le pedí que desabrochara el brassiere y me mamara los pechos, de reojo veía cómo mi esposo no me perdía detalle, tenía su verga hinchada y morada de tanto masturbarse y pensé que no tardaría mucho en venirse.
Tome mis pechos por la parte de abajo y los levante provocativamente y se los ofrecí a Jorge... “¿Te gustan papacito, quiero que me los mames muy rico y cachondamente?” le dije... Jorge los cubrió con sus manos sintiendo la suavidad de mi piel, la dureza de mis pezones, el palpitar de mi acelerado corazón... Cerre los ojos disfrutando del momento mientras mi esposo nos miraba con los ojos como platos, excitadísimo
Acerque mis pechos al cuerpo de Jorge, con lo que nuestras caras quedaron juntas, con lo que aproveche para darle un beso bien lujurioso, metiéndole la lengua hasta la campanilla, Jorge aprovecho para alargar sus manos y poner sus manos sobre cada nalga y sobármelas a conciencia mientras metiendo y sacando un dedo de entre mis nalgas, el continuaba besándome cachondamente, apartándome las nalgas una de la otra levemente, sabiendo que mi marido no se perdería detalle alguno.
Me senté en la cama y le pedí a Jorge que se colocara junto a mi, de lado para que mi marido no perdiera detalle de lo que iba a pasar.
Le pedí a Jorge que acercara su cuerpo (todavía en calzoncillos) a mi cara puse la mano derecha sobre su verga y empece a recorrerla de arriba abajo... Después lleve una mano a cada lateral de los calzoncillos de Jorge y fui bajándolos lentamente hasta que su verga saltó como un resorte junto a mi cara, era una verga espléndida.
Me relamí los labios ante el manjar que iba a saborear, le baje los calzoncillos hasta los pies y le di un beso a la verga, ya totalmente desinhibida agarre su herramienta con la mano derecha y comencé a sobársela lentamente mientras con la izquierda sopesaba sus huevos... tenía mi boca a pocos centímetros de la cabeza de su verga.
Mire a mi marido con cara de lujuria total y le pregunte: “¿Esto es lo que querías verme hacer papacito? Y sin esperar la respuesta engullí la verga que tenía delante de mí y comencé a mamarla lentamente, con delicadeza... Lleve la mano izquierda al culo de Jorge y acompañe la impresionante mamada con unas caricias a las nalgas de Jorge clavándole suavemente mis uñas... si Jorge se sentía en el séptimo cielo estoy segura que mi esposo se sentía en el octavo al ver el espectáculo que le estaba dando su mujercita.
Yo continuaba, mamándole la verga a Jorge como una golosa, la verdad que estaba disfrutando las mamadas que le proporcionaba a Jorge... Jorge hizo a un lado mi cabellera, para que mi esposo no se perdiera detalle de lo que tanto tiempo había estado esperando ver.
Yo seguía comiéndome la verga, mi lengua ávida recorría cada centímetro de su piel. Con la mano izquierda levante la verga al vientre de Jorge y arremetí contra sus huevos, metiéndomelos alternativamente en la boca y chupándolos, mientras introducía mi mano derecha bajo mi tanga y comenzaba a masturbarme lentamente... Vi como mi esposo seguía masturbándose ahora con un ritmo mas acelerado, y con la cara roja por el morbo de verme chupándole la verga a otro hombre
Le pedí a mi esposo que se acercara. – porque quería tener dos vergas, una en cada mano abrí los ojos y creí estar en el país de las vergas... saque mi mano derecha de la tanga y atrape la verga de mi marido y la engullí mientras lo masturbaba con su mano izquierda.... yo gemía y temblaba de lujuria, mamaba y masturbaba alternadamente las dos vergas , moviéndome acompasadamente el culo en el mismo borde de la cama, intentando sentir más.... Ya necesitaba que alguien se encargara de darme placer, con una cara de golfa impresionante, no paraba de intercambiar las vergas en mi boca, mis tetas parecían dos flanes moviéndose al compás de las mamadas que les proporcionaba y abriendo y cerrando las piernas, ansiosa por que ya me penetraran..
Jorge se dio cuenta y no me hizo esperar, con las bragas puestas me dio unos leves besos en la cara interior de sus muslos que las medias no cubrían, Jorge me metió los dedos índice a cada lado de su tanga y comenzó a bajarlas lentamente. Levante el culo para facilitarle la operación, no se imaginan lo cachonda que estaba.
Mi marido miraba extasiado cómo la pucha de su mujer, por fin, quedaba a disposición de otro hombre.
Una vez que me las bajo del todo quedó ante la cara de Jorge mi pucha delicadamente depilada, sólo con un mondonguito de pelo en forma de triángulo en el pubis y el resto totalmente afeitado... Jorge trato de meterme su verga, Yo le dije no quiero que me la metas todavía papacito, lo tome de la cabeza, y agarrándolo de los cabellos dirigí su cabeza hasta mi sexo mientras le ordenaba: “¡Chupamelo, cómemelo yaaaa!” Jorge me puso una mano en cada corva de las rodillas y las levanto separando las piernas hasta casi hacerlas chocar con mis pechos, de esta forma mi pucha quedaba totalmente abierta y a su entera disposición, mi esposo aprovecho para acercarme su verga a la boca.
Jorge empezó lamiéndome los labios vaginales con delicadeza yo empece a revolverme como una gata en celo.
Cuando Jorge me a introducir la lengua y a mordisquearme el clítoris le agarre la cabeza con ambas manos y me vine en su boca, mientras emitía unas palabras intendibles por tener la boca llena de la verga de mi esposo, quien me miraba extasiado y lleno de placer a punto de venirse.
Jorge seguía dándome lengua en mi pucha y se la movía en círculos, la metía y sacaba a modo de miembro, Jorge me soltó la otra pierna y metió sus manos debajo de mis nalgas levantándome el culo para introducirle la lengua con mayor facilidad.
Jorge se dedicaba a besarme y a mamarme las tetas mientras yo suspiraba y me retorcía de placer... Mi marido se acerco a mi pucha para mamermela, que placer y que orgasmos tan maravillosos tuve en ese momento, mi esposo fui bajando su lengua a todo lo largo de mi vagina hasta llegar a mi culo.
Mi culo era virgen ya que siempre me había negado a que me culearan pero al sentir que invadía con su lengua aquella zona hasta ahora virgen, di un suspiro sonoro por el placer que me estaba proporcionando... mi marido seguía lamiéndome el ano haciendo círculos con su lengua yo sentí cómo relajaba mis músculos, en señal de placer y aprobación... Siguió comiéndose mi culo y finalmente introdujo levemente su lengua en mi ano, ensalivándolo bien. Cada vez que le daba una lamida yo experimentaba unos ricos temblores de placer... Mi marido volvió con su lengua a mi pucha y la pasaba a todo lo largo, desde arriba hasta abajo como si lamiera un helado, yo le agradecí gimiendo y retorciéndose de placer.
Mi marido puso un dedo sobre de mi culo y trato de introducirlo, yo tuve un reflejo de apretarlo, pero segundos después lo relaje y él aprovecho para introducírmelo, el cual que entró sin demasiado problema por la cantidad de saliva que me había dejado anteriormente... Como no sintió ninguna reacción negativa continuo con su impresionante mamada sobre mi pucha y me introdujo otro dedo.
Yo cerré el culo con fuerza... Pensé que mi marido se molestaría por negarle ese placer, por lo que cerré mis muslos en torno a su cabeza y la apreté con fuerza como dándole mi aprobación de que estaba disfrutando que me metiera sus dedos en el culo, mientras yo gemía, temblaba y gritaba de placer.
En eso me di la vuelta y me puse en cuatro patas con el culo hacia los pies de la cama y la cara mirando hacia la cabecera... Miré a Jorge y le dije: “¡Qué esperas... debes estar a punto de correrte!”.
Jorge se colocó detrás de mi y me metió la verga de un sólo golpe, dando un grito de sorpresa y placer.
Empezó a cogerme como un desesperado, con un mete-saca desenfrenado que yo recibía con una especie de lamentos y gemidos entrecortados... me estaba viniendo como una loca. Mi marido observaba la situación junto a la cama, extasiado por el espectáculo... hasta que yo le hice una señal para que se sentara en la cama delante de mi mientras recibía la verga de Jorge desde atrás.
Tenia con la boca la verga de mi marido otra vez... Jorge había cambiado el ritmo de su cogida... ahora me sacaba el miembro lentamente y se lo volvía a meter de un solo golpe... así una y otra vez... Yo jadeaba, gemía, me atragantaba con la verga de mi marido, mis pechos se balanceaban al ritmo de la cogida... Jorge quiso darle morbo a la situación y le pregunto a mi marido... “¿Te gusta ver coger a tu mujer mientras te mama la verga...? EL respondió con voz entrecortada por el placer...: “Ssiiiiii, ¡me encanta!... me excita muchísiimo ver lo puta que es mi mujer ¡Quiero ver cómo te la tiras destrózala con tu verga!”. Mientras yo soltaba un “¡¡ Aaaaaaaaghh de placer por las palabras que dijo mi marido..!! Jorge volvió otra vez al mete-saca desenfrenado... Mi marido y yo no nos movíamos, yo me limitaba a mamarle la verga con los impulsos que me estaba dando Jorge... que incrementó aún más el ritmo y empezó a soltar toda la tensión (y la leche) acumulada)... Yo solté la verga de mi marido y así en cuatro patas recibí la descarga de Jorge.
Yo agarraba las sábanas tenía los ojos cerrados y la cara desencajada. Con las embestidas de Jorge mis pechos saltaban mientras yo me venia como una loca poseída abrí los ojos y en ese momento mi marido se acercaba a mis pechos para acariciarlos y pellizcarlos.
Jorge seguía bombeándome la pucha, ya a un ritmo menor, terminando con aquella monumental corrida... Yo estaba como atontada, sudorosa, en ese estado de aletargamiento en el que te quedas después de una buena cogida.... pero aún no habíamos terminado... Jorge me sacó la verga lentamente, yo di un extraño gemido mezclado con suspiro cuando sentí que me la sacaba... me puso de rodillas en la cama todavía de espaldas a Jorge y me gire levemente para darle un beso bien lujurioso.
Le dije a mi marido: “Quiero que mires, quiero complacerte y quiero que sepas lo puta que puedo ser con la verga de otro, tratare de ser lo puta que siempre me pediste que fuera con otra persona mientras estabamos en la cama ... Quédate donde estás para que tengas un primer plano de la verga entrando en mi pucha, de rodillas como estaba me fui acercando hasta dejar mi pucha a la altura de la verga de Jorge.
Jorge estaba boca arriba con media espalda apoyada en la cabecera de la cama, yo quede de rodillas sobre él, ofreciéndole una espectacular perspectiva de mi cuerpo desnudo y sudoroso (sólo llevaba las medias y el liguero). Jorge se inclinó y le ofrecí mis pechos que estaban como un volcán a punto de hacer erupción colocándolos frente a su cara.
Lógicamente el aprovecho para pegarse a ellos como un bebé, chupándolos como si le fuera la vida en ello. A veces le daba mordisquillos a los pezones que estaban duros como rocas, yo soltaba gemidos entre placer... Baje un poco mi cuerpo y coloque mi pucha a la altura de su verga, con la mano derecha le agarre la verga y comencé a hacerle una suave masturbación, frotándome su dura verga y caliente por la entrada de mi chochito sin introducirla, mientras yo suspiraba y jadeaba sin parar... Jorge no podía más. sentía mis pechos aplastados en su pecho... Bese a Jorge.. con mucha calentura... le metí la lengua hasta la garganta... llegaba el momento de sentir la verga de un desconocido clavado en mi pucha como siempre lo había pedido mi marido, y que había llegado a ser una obsesión también para mi para el.
Le dije a mi marido: “¿Cariño... quieres ver lo que has estado esperando tanto tiempo...? ¿ Quieres ver como le meten la verga a tu mujer? ¿Quieres verme cogiendo con él...? ¿Quieres ver cómo me meto su verga...? Míralo mi amor.” Diciéndole esto se volvió hacia mí y se quedó mirándome fijamente a los ojos mientras se masturbaba y me dijo si mi amor quiero verlo, me pone bien caliente ver como tratas de meterte la verga de Jorge, mientras yo le agarraba la verga a Jorge con la mano derecha y me la iba introduciendo lentamente...
Mientras me metía la verga, le decía a Jorge quiero ser tu puta y has de mi lo que quieras pero también déjame disfrutar de tu enorme verga.........ahhhhh” El momento y la situación tenían un morbo indescriptible.
Yo sentada a horcajadas sobre la verga de Jorge me la metió hasta la empuñadura y me quedó totalmente quieta, sintiendo cómo me llegaba hasta el fondo de mis entrañas mientras seguía mirando a mi marido fijamente a los ojos -- le dije -- amor, estas disfrutando ver como me cogen.
Mi marido tenía el miembro como una roca incandescente, y se estaba masturbando ante el espectáculo que tenia a la vista, por fin se cumplía su fantasía de ver coger a su mujer con otro hombre, Mi marido me pregunto yo si yo también lo disfrutaba, le respondí: mi amor, el solo verte tan caliente y cachondo con los ojos desencajados me pone bien cachonda, la verdad estoy disfrutando la verga de Jorge , si me gusta.... me gusta su verga.... mira cómo me está cogiendo y lo hace rico , lo hace bieeeeen ricoooo. perdóname pero me gustaaaa .... ahh...ahhhh .me estoy corriendoooo”, y a ti verte masturbando, estoy a punto de venirme, síguele papacito no te pares le dije a Jorge, quiero que la metas hasta el fondo, destrózame, hazme gozar papacito
Yo continuaba moviéndome encima de Jorge, contoneando sus caderas mientras subía y bajaba sentada sobre su verga diciéndole quiero venirme otra vez en tu verga papacito, muévete, agghhhhhh, AAAhhhhh, que rico me vengo, me vengo, tuve un orgasmo como nunca lo había disfrutado, lo mismo que mi marido que termino eyaculando sobre mi cara.
Mi marido aprovecho lo caliente que estaba para volver a introducirme un dedo en el culo, yo tense mi cuerpo.... me estaba viniendo una vez más... Jorge, con la voz ronca por la excitación, exclamó: “Así me gusta cariño, que seas muy puta... me gusta que seas muy perra...”yo no aguante y les dije “Me gusta ser la puta de mis dos mis dos amores. quiero ser su puta por siempre.. aaaaaaahggg.....” casi chille de placer y lujuria.
Jooooder ..!!!” exclamó mi marido“¡¡ No sabía que tenía una mujer tan puta...!!” “Y más puta voy a ser, cariño... le dije, a partir de ahora todo lo que me pidas ya no tengo miedo Voy a ser tu puta.... y luego te voy a hacer un regalo, mi amor...” le dije con la voz entrecortada, recuperándome de mi último orgasmo.
“¿Qué regalo...?” preguntó mi marido.... “Ten paciencia... Ya verás... es algo que me has pedido varias veces... pero que nunca te he dado y hoy lo vas a tener....” le dije a mi marido sonriendo con cara de malicia.
Yo estaba acostada boca arriba, mis pechos todavía se movían al compás de mi agitada respiración... Mi marido se acercó por el otro lado de la cama, se sentó junto a mi e inclinándose nos fundimos en una serie de besos... “Te quiero...” me dijo mi marido mientras me acariciaba los pechos suavemente.... “Yo también te quiero a ti...” le respondí
Me quede mirándolos con pasión y lujuria... los miraba de arriba abajo, deteniéndome en sus vergas. y les dije ¡Ahora me toca a mí...!. Ahora los dos van a hacer lo que yo les indique, ¿de acuerdo?” dije mirando a mi marido... Jorge me observaba con cara de curiosidad... “Mi amor... ¿Confías en mí...?” le pregunte a mi marido mientras cogía el sillón y lo colocaba a pocos centímetros del lado izquierdo de la cama... “Por supuesto” respondió mi marido con una picara sonrisa para darme mas ánimos. “Pues siéntate aquí, masturbate y míranos..... por ahora, ¿esta bien?” le dije a mi marido mientras lo cogía de la mano y lo sentaba en el sillón...
Te prometo que después tendrás algo especial y lo entenderás todo...., ¿esta bien?” Le dije a Jorge con voz casi autoritaria Acuéstate en la cama boca arriba, cerca del borde por favor...”. Yo se acerque a los pies de la cama con cara de lujuria... me lleve la mano derecha a mi pucha y comencé a masturbarme también, Me encanta ver a un hombre masturbandose, le dije a mi marido, así que....por favor continua , con mi mano izquierda empece a sobar mis pechos mientras seguía dándome dedo a mi pucha...“Asiiiiií..... “ susurraba.... Asiiii“ Me encantaaaaaa...” Me acercó a Jorge, le tome la cara con las dos manos y mirándolo a los ojos le dije: “Mi amor, primero vas a ver algo que tengo ganas de hacer y te gustara.
Cariño, ya me has visto coger con otro hombre¿Te ha gustado...?”. “¡Mucho!... me gusta y me excita mucho ver cómo te mete su verga y lo mucho que disfrutas con la verga de otra persona...”. “¿Sabes una cosa?” le dije suspirando entrecortadamente, mientras Jorge ya me daba suaves golpes con su lengua en el clítoris... “¿Sabes que a mí también me gusta y me excita muchísimo que me mires mientras tengo la verga de otro hombre dentro de mi...?... me gusta tener dos vergas para mí sola....¡Uffffff...que rico es tener dos machos a la vez ...... ahhhhh! ”
Jorge me lamía todo la pucha con avidez... mis jugos iban inundando su boca... y su lengua no paraba de explorar cada centímetro de mi caliente e inundado sexo... Mientras esto ocurría yo seguía de rodillas sobre su cabeza... me puso a cuatro patas y le agarró la verga con la mano derecha, empezando a meneármela lentamente... La postura intuía un próximo “69”. “¿Te gusta mirar cómo se la mamo...?” le pregunte a mi marido, y con voz ronca por la excitación me contestó: “¡Chúpasela!”... yo no se hice del rogar... y engullí la verga de Jorge de un golpe y comencé a mamarme el miembro como si me fuese la vida en ello... Estábamos haciendo un fantástico “69”... Jorge seguía comiéndose mi pucha cambiando de ritmo... chupando, lamiendo, comiendo, mordiendo... yo suspiraba con mi boca llena de su tranca gorda, dura, caliente... yo detuve mi mamada, levante la cabeza y con voz libidinosa le pedí: “¡¡ Mámame el culo, mete tu lenguas Jorge me separo las nalgas con sus manos, me abrió bien el ojete y sin miramientos me ataco su culo con su lengua.... “Aaaaaaaaaaaggggghhhh.... Asiiiiiiií...”. “Me gussssstaaaa....mi amor....., me gusta que me coman el culoooo me lamió todo el contorno del culo para terminar metiéndome su lengua a modo de verga.
Yo volví a la carga y me metí su verga en la boca...pero sólo le di un par de chupadas y la volví a soltar... me enfrasque en lamerme los huevos, me los metía alternativamente en la boca y los chupaba... Segundos después seguí lamiendo por la base de sus huevos... y metí mi lengua entre los huevos y su culo empece a lamerle las nalgas... su verga se puso aún más tiesa y dura... le separe y levante las piernas ligeramente y entonces,... entonces metí mi lengua con avidez, con fuerza en su ojete y empece a lamérselo mientras suspiraba con fuerza... Yo seguía trabajándole su ano, incluso había apoyado mi índice muy cerca del agujero y se lo acariciaba junto con mi lengua... Los dos suspirábamos por el placer que nos estábamos dando.... “¡¡ mierda que rico mamas, que puta eres !!” oímos exclamar a mi esposo... yo seguía comiéndome su culo, Jorge me correspondió y me introdujo un dedo en el culo sentí cómo se contraía mi culo para luego volver a distenderse y permitir la entrada de su dedo yo explote con un grito de placer Aaaaaaaaaghhhhh !!... “. Volví a sentir cómo vibraba mi cuerpo sobre el de Jorge entregándonos a un nuevo orgasmo... separe mi culo de su cara, yo se apoye en sus brazos y empece a suplicarme con voz ronca: ¡ Cogeme!... ¡Cogeme!... ¡Cogeme!... me levante rápidamente, y me coloque sobre su verga (cabalgandolo de frente), ahora colocando mi pucha sobre su verga. mis pechos brillaban por el sudor, lo mire una vez más fijamente a los ojos, le agarre la verga con la mano derecha y de un sólo golpe se me metí en lo más profundo de mis entrañas...“¡¡ Qué puta soyyy... te gusta amooor, te gustaaaa, mi esposo estaba excitadisimo que no supo que decir¡!” yo comencé a saltar sobre la verga de Jorge, que entraba y salía con facilidad de mi pucha embadurnada de mi saliva y mis jugos.... Brincaba sobre el haciendo que la penetración fuera profunda... mis pechos se bamboleaban al salvaje ritmo que me estaba dando Jorge... “ ¡¡ Cariñooooo.....!! . ¡¡Te lo voy a darrrrr... !! ¡¡Aaaaaaaaghh....!! ” me dirigí a mi marido casi gritando, con la cara congestionada por el placer, excitada por lo que sabía que iba a pasar.... Podía ver a mi marido con su verga en la mano.. dura y roja por la excitación... le grite a mi marido: “ ¡Coge mi bolso!...”. Cuando lo tomo, me dijo que hago ahora me preguntó “Aaaaaaghhh... ¡Saca el bote pequeño rosado que hay dentro!....” Vi cómo mi esposo revolvía en el bolso y sacaba lo que le había indicado... en un segundo la expresión de su cara cambió mostrando una amplia sonrisa:
¡¡¡ Vaselina !!!” “ ¡¡ Ssiiiiii... mi amorrrr... !! ¡¡ Rómpeme el culo!! ¡¡ Es tuyo...!!. le gritaba. ¡¡ Rómpeme el culo...!! repetía mientras seguía cabalgándo a Jorge... su verga casi se salía de mi pucha dada la enorme cantidad de flujo que humedecía todo... incluso lo sentía correr por sus huevos y sus muslos...
Ante los acontecimientos que se avecinaban Jorge decidió ayudar a mi esposo, puse una mano en cada de mis nalgas y se las separo con fuerza, abriéndome el ojete todo lo que pudo... “ ¡¡ Ssiiiiii..... ábremelo.... Quiero sentir dos vergas dentro de míiiiiii.......como me lo dijiste aquella vez amor como me lo dijiste !! “ mi esposo se untó la verga de vaselina y sentí cómo hacía lo mismo con mi agujero hasta ese momento virgen¿Quieres mi culo...? ¿Quieres culearme? ¡Es tuyo, mi amor...! “ Jorge estiro sus piernas poniéndolas rectas para facilitar la postura de mi esposo...
Yo sentía la verga de mi marido en la entrada de mi culo... mi cara se había puesto tensa... las mandíbulas apretadas, yo miraba a Jorge fijamente a los ojos con una expresión entre temerosa y putísima... “ Relájate... relájate si no quieres que te duela me dijo y al instante pude sentir cómo la punta de la verga de mi marido se iba penetrando muy lentamente mi culo, e iba descubriendo aquel reducto virgen del cuerpo de su mujer.... mi esposo empujó con suavidad pero con firmeza y... al principio me dolió al sentir su verga en mi estrecho culo, pero conforme iba pasando el tiempo y con sus ricos movimientos empece a disfrutar como nunca una cogida, era maravilloso tener dos vergas dentro de mi
Mi esposo no tardo en venirse, en aquel culito que tanto deseaba y que yo tontamente siempre le había negado, no saben mujeres el placer que se pierden si no las han culeado.
Agotados nos acostamos los tres, estuvimos platicando de lo rico y sabroso que había estado el encuentro y de el buen disfrute que habíamos tenido, Jorge se despidió, no sin antes hacer el comentario, cuando hay juego de futbol, cuates, todos soltamos la carcajada.
Una vez solos mi marido y yo comentamos si habíamos disfrutado la experiencia, yo le dije, amor que bueno que te gusta verme coger con otro hombre, no sabes como lo disfrute esas dos vergas, dándole un beso muy rico en los labios, nos acomodamos para dormir, no sin antes decirle a mi marido, saber mi amor que yo tengo una fantasía que me gustaría realizar, cual es me pregunto, le dije me gustaría que el próximo encuentro fuera con una mujer, me gustaría mamarle os pechos mientras tu nos coges, que te parece, adelante mi amor, para cuando me dijo. Pronto amor, pronto, le respondí.