Un sábado llegó Luis por nosotros, a esto le dije a mi ex que se vistiera muy sexy, con una minifaldita, tacones altos y una blusita de tirantes bastante escotadita. Fuimos a un bar a tomar unas copas y de repente le digo a mi ex : - A que no le das a Luis un beso en la boca ? Ella se ruborizó mucho, le dió mucha pena pero le ofreció sus labios a Luis, quien se acercó y le dió un ardiente beso de lenguas, que ella correspondió. Ella se levantó al baño y me dijo Luis - Oye qué rico besa tu mujer y qué hermosas piernas tiene. Cuando ella regresó, Luis deslizó su mano por debajo de la mesa y le comenzó a acariciar los muslos, ella no dijo nada, al contrario separó ligeramente las piernas para facilitar la caricia. Se besaron nuevamente y Luis la tocó por debajo de la minifalda hasta la tanga, la hizo a un lado y le acarició los labios vaginales y el clítoris. Cuando se desengancharon, me dijo - Oye compadre ya no puedo más, vamos a un lugar más privado, si ? Le dije a mi ex y asintió con la cabeza.
Llegamos a un motel y entramos los tres, ellos dos se sentaron en la cama y yo me senté en un sillón frente a ellos, Luis le besó los labios y el cuello, desvistiéndola poco a poco y también quitándose la ropa, cuando mi esposa le quitó el boxer me dí cuenta de que no exageraba cuando me comentó lo de su pene, era como de unos 21 cm, grueso y surcado de venas. Cuando mi esposa lo vió, se acostó en la cama sobre su espalda, abriéndose de piernas y tomó el pene colocándoselo en la entrada de su vagina, que ya estaba muy húmeda y caliente. Cuando Luis la empujó despacio, le metió toda la cabeza y ella lanzó un grito más de dolor que de placer y puso sus manos en el pecho de él, retirándose. Entonces me acerqué a la cama, yo ya estaba desnudo y le comencé a dar lengua en el clítoris mientras Luis le ponía aquel enorme pene en su boca para que ella se deleitara. Yo sabía muy bien cómo calentarla al máximo, así que con mi lengua la puse loca de deseo y le dije a Luis - Ahora ! El se puso nuevamente entre las piernas de ella y yo mismo tomé sus muslos, separándolos... Yo mismo con mi mano tomé aquel enorme trozo de carne y lo puse entre sus labios ardientes, Luis comenzó a empujar lentamente, y ahora sí entró unos 5 centímetros mientras mi esposa gemía de placer... La sacaba y la metía y cada vez entraba más mientras yo la besaba en los labios y en el cuello para que aguantara la penetración.
Después de unos cinco minutos de meterla y sacarla, la empujó ahora sí con fuerza y se la metió toda... mientras ella decía - Así papito métemela toda, hasta los huevos, quiero sentirla toda, que delicia...Todo esto me tenía a mí al borde del infarto de tanta excitación, se siente una mezcla de celos con una excitación muy grande. Luis hizo venir a mi esposa unas 5 veces sin sacarla, yo me daba cuenta porque su cuerpo se estremecía y temblaba de pies a cabeza, hasta que mi amigo se la sacó completamente, se quitó el condón y se la puso en su boca, viniéndose totalmente, ella recibió los chorros de leche, disfrutándolo al máximo y chupando la cabeza hasta que se la dejó limpia. Luego se puso sobre sus rodillas y el que se la metió fuí yo, viniéndome rápidamente dentro de ella, por la calentura que tenía de ver semejante espectáculo.
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