Diletto sobre el blanco sillón
( Relatos Lesbicos )


Miro a través de la ventana del restaurante en este helado viernes de Julio, espero a Miriam (mi amiga) para cenar, como lo hacemos cada segundo viernes de mes, ambas nos hacemos un tiempo y nos regalamos este espacio para disfrutarlo solo nosotras, charlamos compartimos una cena (como hoy) o a veces una salida al cine o una obra de teatro.
    Miro a través de la ventana y pienso en como pasa el tiempo, como pasa mi vida, en como invertí ocho años en una relación que la tenía que haber cortado hace largo tiempo, pero bueno al fin pude dar el paso y ya hace tres meses que estoy sola, con trabajo nuevo y mudándome, es como si el haber cortado esa relación tan toxica hubiera afectado algo cósmico y se hubieran abierto todas las puertas…va todas no, se cerró la del sexo, si bien con mi ex hacía ya tiempo que no enloquecía de placer, algo era algo, peor es nada( dice el dicho), así que la autosatisfacción se hace presente en aquellos momentos de urgente soledad, peor es nada…peor es nada y sonreí sola al pensar esto, sin darme cuenta me sorprendió mi amiga que acercándose a la mesa y viendo mi sonrisa e interpretando que no era por un gesto de bienvenida sino por otra cosa me dice..
-¿Hola, de qué te reís?
-Jaja, de nada jaja (me puse colorada)
-Hummm, quien solo se ríe de sus picardías se acuerda
Reímos ambas y nos dispusimos a cenar.
-¿Qué pedimos Miri?
-No se ¿vos qué tenés ganas de comer?
-¿Pollo y ensalada?-Contesto
-si si pollo y ensalada ¿de...?
Leo la carta y sin pensar leo pepinos.
-Jaja (sonrío)
-¿Qué te pasaVanina, la lectura de la carta viene acompañada de humor grafico, ¿de qué te reís?-Pregunta ella en buen tono.
   Miriam es una mujer muy abierta y le puedo contar cualquier cosa sin que me prejuzgue.
-Nada, me da cierta vergüencita contártelo, recién cuando llegabas me sonreía porque pensaba en los muchos cambios que se han producido en mi vida inexplicablemente desde que corté con mi ex, el daño colateral es cero sexo pero lo “compenso” yo solita jaja..¿Me entendés? jaja
-Si si jaja
- ay me da vergüenza contártelo... (me sonrojo)y algo que he utilizado y la he pasado… mejor dicho que utilizo y la paso genial… es un pepino enfundado en un preservativo…
Miriam me observa muda y dice de pronto
-siiii, usá siempre preservativo en esos casos, hay que tener cuidado con las enfermedades que transmiten los vegetales consumidos de esa forma.
Nos miramos mudas por un momento con cierta vergüenza y explotamos de risa.
   Pedimos lo que vamos a comer mientras seguimos con la charla, entonces le cuento que por internet en un sex-shop el cual aseguraba absoluta reserva pedí un consolador con una crema lubricante, a vuelta de correo en una semana recibo un envío muy discreto (tal cual lo aseguraba) pero con el contenido equivocado, ya que me habían enviado un consolador añadido a un cinturón (arnés) mas otro consolador aparte muy largo con la forma de la cabeza del pene en ambos lados.
-No me animo a hacer el reclamo, “por vergüenza”, así que estoy aprovechando el envío equivocado, pero viste como soy yo de romántica y nostálgica, cada tanto siempre vuelvo a mi primer amor.
-¿Primer amor, no te entiendo?- Pregunta mi amiga
-El pepino, jaja jaja. -Contesto
-Si de alguna manera te volvés “vegetariana” pero además provoca adicción, la abstinencia es tremenda jaja. -Agrega ella
-¿Y vos cómo sabes que provoca adicción y cierto síndrome de abstinencia? jeje
   Entre sonrisas cómplices y también con cierta vergüenza abriéndose aún mas a la charla, me cuenta que con su marido solía también usar este sex-toy vegetal, ella en posición de perrito mientras que Claudio (su marido) la penetraba por la vagina le introducía un pepino por el ano y lo empujaba con la ingle. A lo que agrega:
-Hummm no sabes que bien la pase, aún lo recuerdo y se me eriza no solo la piel jaja.
Miro sus pechos y claramente sus pezones estaban muy duros, a lo cual le comento
-Si ya veo, ahora me doy cuenta entonces que eso (señalo con la vista sus pezones) no te lo provocó una corriente de aire porque abrieron la puerta jaja.
   Terminamos de cenar y me acerca con su auto hasta mi nuevo departamento, vamos a tomar un cafecito ahí, así lo conoce. Suena su celular y atiende.
-Hola Clau, no puedo hablar mucho, estoy manejando, la llevo a Vani al departamento nuevo tomo un cafecito y vuelvo…ok…ok…beso…yo también, beso.

-¡!Adelante, adelante¡¡. -La invito a pasar
-¡Guauu qué lindo depto Vani¡
- Si estoy muy contenta, chiquito, pero para mi esta regio ¿Tomamos el café prometido para sacarnos el frío?, ¿o querés algo mas fuerte, algún licorcito?, igual ya encendí la calefacción a full, sabes que soy re-friolenta.
-¿No me digas que tu vieja aún hace ese licor tan rico?, si quiero, aunque solo para acompañar el café jaja
-Si, siempre hace, así que me aseguro una botellita o dos para pasar el invierno, jaja
-¡Es riquísimo!

-Ya está el café, Miri por favor trae un par de copas para el licor, están en el mueble y vení sentate en mi nuevo, amplio y blanco sillón de dos cuerpos jaja, qué por cierto me mataron con el precio, pero bueno che los gustos hay que dárselos en vida jeje.
-Si, tal cual, ¡qué hermoso sillón!

   Ambas se sentaron en el nuevo, amplio y blanco sillón, mientras con el café tomaban, tomaban y tomaban licor casero. En un momento Vanina se levanta, apaga la luz y abre en su totalidad la cortina del amplio ventanal, todo se iluminó exquisitamente como un delicado estallido de luz de luna. Se acercó al ventanal, hasta apoyar sus pequeños pechos se apoyaron contra el vidrio, la reacción fue inmediata, sus pezones se erizaron y fue ese mix del frío del vidrio, el licor casero, la calefacción al máximo, que inconcientemente la desinhibió se desabotonó la camisa. Alegre por el licor tambaleó al dirigirse hacia el sillón y se dejó caer sobre este, donde Miriam aún no habiendo tomado lo que le quedaba en la copa (la séptima u octava), el contenido fue a parar sobre su camisola.
-Sos una borracha boluda jaja…-le dijo Miriam
-Uy perdón, sacate la camisa que trato de limpiarla, si te detiene la policía con el aliento a alcohol mas el olor del licor en la camisa vas presa segura jaja.-dijo Vanina
-Me mojaste hasta el corpiño, ya estoy bastante alegre por lo que tomamos, mas la calefacción entre en calor jaja.
Ambas se paran para limpiar el desorden y Miriam se saca la camisa y el corpiño para intentar secar o limpiar la ropa. Vanina está a menos de un paso de distancia, queda como hipnotizada por el tamaño de los senos, no puede quitar los ojos de esos maravillosos melones de carne. Miriam se da cuenta como es observada y quizás la mezcla de alcohol, calor extremo y vaya a saber que más fue lo que rompió el hielo. Vanina se deja llevar y Miriam acepta el impulso de su amiga que muy suavemente lleva su mano hasta el impresionante botón rosado, acariciándolo primero para luego animarse a acercar su boca morderlo con sus labios y masajearlo con la lengua, abriendo la boca completamente ante tal deliciosa oferta, enloqueciendo en lamidos y besos. Miriam excitada por la fiesta bucal que está recibiendo, con ambas manos abriendo la desabotonada camisa llega hasta los diminutos pechos de largos pezones de su amante, los acaricia, los apreta, los pellizca. Suavemente le quita la prenda y ambas caen sobre el sillón ya desnudas del torso superior, Vani observa los inmensos senos de su amiga y comienza a chuparlos alternativamente, mientras esta acaricia el sexo de Vani y trata de desabrocharle el pantalón, al lograrlo Vanina se recuesta sobre el sillón y Miriam se agacha poniéndose de rodillas en el piso delante de ella, le saca el pantalón junto con la bombacha y comienza a besar el lado interno de ambas piernas hasta llegar a la vagina, sus manos en un primer momento abrazan fuertemente las nalgas y la levanta como acercándola a su boca, tratando sin éxito de llegar con un dedo hasta el agujero anal del increíble culo de su amiga.
   Dejando reposar el descomunal orto sobre el sillón pero sin dejar de lamer y meter la lengua en la vagina, las manos se dirigen a los diminutos pechos de largos pezones, Vanina parece enloquecer, sus ojos se ponen blancos y muerde los labios mientras que con ambas manos presiona la cabeza de Miriam contra su hinchada vulva.
   No existen las palabras, solo gemidos y sonidos de lamidas, lengua y vagina.
   Miriam se pone de pie se quita la bombacha pero se deja puesta la amplia pollera de bambula, la cual la levanta hasta la cintura y la anuda. Se deja caer suavemente sobre un rincón del sillón y tomándola del pelo a su amiga la lleva hasta su concha...
-¡Ahora te toca a vos puta, chupa!-Le dice
   La lengua de Vanina es increíble, mientras con ambas manos acaricia el macizo cuerpo de su amiga, de hermosas y firmes piernas como columnas que llevan hasta el centro mismo del placer, donde ella empuja y arremete con su lengua produciendo una epifanía de jugos y movimientos. Las manos siguen su juego por todo el cuerpo aferrandose por instantes con fuerza en aquellos portentosos pomelos, de rosados timbres. Hasta que en un momento la lengua de Vanina se aleja un poco del caliente capullo para darle paso a un dedo, luego a dos, se suma la lengua y tercer dedo, mientras Miriam se contorsiona en un placer exquisito.
-¡Ponete en cuatro perra! -Dice Vani
   Miriam muy lenta y sensualmente se pone en cuatro sobre el sillón, apoyando su cara, levantando su culo y apenas entreabriendo las piernas (cae una gota de jugo vaginal sobre el sillón) cierra los ojos y espera recibir nuevamente la lengua de su amiga o quizás un beso negro. Vani tarda unos segundos más de la cuenta y justo cuando Miriam iba a reaccionar ante la tardanza, recibe la esperada lengua de su amiga en la vagina pero apenas una lambida para luego sentir un par de dedos encremados y luego tres y luego cuatro masturbándola, alcanza a abrir algo más las piernas cuando Vani la sorprende con su cinturonga totalmente encremada. Solo la penetra dos veces con la mitad de la longitud del consolador para luego arremeter y dejar toda la prótesis dentro de la concha de Miriam, la cual jadea incontrolablemente mordiendo y arañando el almohadón del sillón. Vani arremete frenéticamente con su prótesis en la concha de su amiga mientras esta estalla de placer. El frenesí lo controlan ya que ambas sin decir palabra entienden que de seguir así llegarán al final en cualquier momento y en cambio tienen la intención de seguir jugando un largo rato más. Los movimientos son más lentos sacando la totalidad de la prótesis e introduciéndola en lapsos más cortos de tiempo.
   Vani aún tiene un par de sorpresas mas, detrás del sillón se apoya una mesa que es coronada por una frutera, la cual camuflada, nunca falta un pepino o una zanahoria y un preservativo a lo cual Vani echa mano en momentos de necesidad. Esta vez la necesidad es distinta o mejor dicho la intención, sin dejar de bombear con la prótesis, toma un gran pepino, le coloca el preservativo, saliva el culo de Miriam e introduce un dedo… quejido de dolor y placer… placer… y placer.
Mientras Miriam, entregada a seguir recibiendo goce por cualquier agujero, (ignorante de los planes de su amiga) espera la prótesis por el círculo anal, Vani la sorprende ya que sin sacar la prótesis de la concha arremetiendo muy pausadamente ahora acompaña por el culo con el fálico hijo de la tierra enfundado en látex.
   Los movimientos de Vanina eran excelentes, comenzando muy suavemente y apoyado sobre su ingle provocando una doble penetración en aquel delicioso cuerpo, tal cual su amiga le había contado que lo recibía de su marido. Vani se inclina hacia delante y sin dejar de empujar y soltar muy pausadamente acaricia los pechos de Miriam, la cual no gime sino que grita de placer, con sus manos trata de aferrarse a algo, araña y acaricia el sillón, mientras jadea y grita. Así estuvieron algunos minutos hasta que Miriam a erguirse y al incorporarse completamente el sex-toy-vegetal por efecto de la gravedad se desprende del estimulante orificio y cae al piso.
   Se acarician mutuamente mientras se besan, las lenguas juegan y se mueven como víboras dentro de un canasto de mimbre hasta quedar casi anudadas, se acarician al unísono ambos sexos, dejando que algún dedo juguetee con duros clítoris al entrar y salir de las vaginas.
   Vanina aleja suavemente a su amiga, se recuesta sobre el sillón, apoya la cara, yergue ese tremendo culo, llevando el brazo por sobre la espalda con sus dedos medio e índice se acaricia ambos orificos, y ofrece el anal separando ambos dedos como tijera que se abre, ese culo erguido y parado esperando recibir placer era sencillamente esplendido.
Miriam descubre a un costado y aún no utilizado el consolador doble, lo tiene al alcance de la mano, pero primero lo primero, encrema el orificio anal de su amiga y comienza a masturbarla con los dedos. Siempre detrás de Vanina, Miriam se para pero colocando una pierna en el piso y la otra sobre el respaldo del sillón, le devuelve el cumplido a su amiga salivando su ano y ya con la cinturonga colocada penetra progresivamente el hermoso orto sin llegar a un ritmo frenético pero si terriblemente placentero. Vani enloquece, grita y grita de placer…pero Miriam no la deja acabar, se arranca el cinturonga toma el doble pene y le introduce la mitad a su amiga y le dice
-Convidame
Se arrodilla también en el sillón quedando culo con culo y con toda furia se introduce su parte en la concha y ahí si ambas gritan, jadean incontrolablemente empujando una hacia otra. Demasiado aguantaron, explotan ambas dejando caer sus jugos sobre el nuevo amplio y ya no tan blanco sillón, sin sacarse la prótesis ambas quedan exhaustas, dormidas.

4:30 AM Claudio duerme, se despierta y Miriam aún no está, le envía un mensaje en tono de broma...
.- ¿Dónde y con quien estás? ¿Todo Bien?
A los cinco minutos recibe un mensaje de texto acompañado de una foto:
-En la casa de Vani con Vani disfrutando de un nuevo amplio y blanco sillón de dos cuerpos, PD. Adjunto foto jaja, todo ok en un ratito estoy por allá.

Claudio vuelve a dormir, luego de ver la foto adjuntada al mensaje, donde están ambas amigas sobre el trajinado, caliente y no tan blanco sillón de cuatro cuerpos.




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Codigo do Relato
2034

Categoria
Lesbicos

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