Un dia, en una de esas platicas que soliamos tener, me confesó que se sentia atraida por mi. No supo explicarme porque, ya que somos completamente opuestos... mi imagen es la de un rebelde y soy muy alto (ella apenas rebasa el 1.50m)solo nos miramos, y timidamente nos besamos, apenas si rozamos los labios, pero luego... cruzamos nuevamente miradas, y nos fundimos en un beso enorme... yo meti mi lengua en su boca para ver que pasaba. al principio se desconcertó, pero luego cooperó y lo hizo tambien. Dias despues, la lleve a mi casa, estabamos solos, y ahi, mas comodamente, nos besamos por horas. mi verga se ponia cada vez mas dura, y al abrazar su pequeño cuerpo, podia darme cuenta que debajo de esas ropas que le exigia usar su religión, se encontraban un par de enorme tetas que de solo sentirlas me ponian mas dura la verga.
No aguanté mas, levanté su blusa, desabroché su sostén... y entonces vi que no estaba equivocado.. . sus tetas eran enormes y se veian riquisimas... las chupé hasta dejarlas rojas.. ella lo gozaba, gemia, y me pedia que parara... pero su tono me decia lo contrario... realmente queria mas mientras me sobaba la verga con sus manos.
Anoche, se hizo un mes que comensamos esta relacion secreta, y fuimos al motel. La aosté en la cama, quité sus ropas y esa chaparrita me encantó... conocia ya sus tetas, y anoche pude ver su panochita rica, y ese culote.... me ha acostado con otras mueres, tal vez mas atractivas fisicamente... pero esta vez, mi verga se paró al maximo... estaba poniendome el condon, y ella, lo tomo de mis manos y lo arrojó a la basua "no, metemelo asi". No pude resistirme a esa peticion, ese gemido al decirlo me puso aun mas caliente. Su pucha estaba exageradamente mojada... se lo metí, y fue delicioso sentir como sus fluidos permitian deslizar mi verga facilmente por su puchita. Ella lo gozaba, mientras me confesaba que su marido la tenia muy descuidada. cogimos por horas. Jamas crei que una mujer tan apegada a sus creencias religiosas fuera capaz de ser toda una bestia sexual en la cama.
Por horas frotaba sus nalgas sobre mi verga, me mordia, pujaba, gemia... la mejor cogida que he pegado en años.