Por curiosa todo empezó de cuento pero luego 2
( Relatos Heterosexuales )
Luego de tener varios encuentros fabulosos de sexo virtual con Medo yo estaba cada vez mas convencida de que el hombre de mi vida estaba esperandome al otro lado del mundo. Para mi suerte un grupo de la oficina se incribió en un tour que comprendia Europa y Tierra Santa, me inscribí y los convencí de visitar un par de lugares exóticos fuera del intinerario de viaje. Cuando le conté a Medo que ibamos por fin a estar juntos en la vida real, el no lo podía creer. Todo salió segun lo planeado, cuando llegamos a la ciudad en custión yo alegué que me habia hecho daño la comida y que me quedaba en el hotel, la gente me creyó y se fué, entonces me conecté y le pedía a Medo que me recoja. Pasaron 30 min que el ya estaba en la puerta. Verlo fué un momento especial, el era muy joven, pero el sol habia tostado su piel, y sentí su aroma, era fuerte, me imagino por la comida de alla, yo empecé a aterrizar el sueño que habia vivido virtualmente con aquel hombre con que iba a estar todo ese día. No podia besarlo ni dar ninguna muestra efusiva de cariño en público, había estudiado muy bien las costumbres musulmanas antes de ir, incluso mi ropa era bastante recatada. Me embarque con él confiándole mi vida en aquel lugar donde no sabia su lengua, nos subimos a una moto de turistas y me llevo a un barrio pobre, cada casa lucía mas pobre que otra. Podía sentir las miradas de las personas, pensaba en que bueno hubiera sido conservar el bronceado de aquella primera vez para no destacarme tanto ahora por mi piel tan blanca, me arrepentia de no haber llevado ropa que me cubriera mas a pesar del calor. Finalmente llegamos a una casucha muy pobre, en la entrada una mesa de madera apolillada casi a nivel del suelo,las bancas eran taburetes y cajas, me sentí tonta, asustada, la señora de la casa me vió con ojos de odio y dijo algo que no entendí, Medo le respondío groseramente y ella huyó. Entonces me llevó del brazo hasta un cuarto que tenía tres camas y de nuevo ese olor penetrante. Entonces me dí cuenta que yo era un trofeo que se ganó por internet con engaño, porque todo lo que habiamos conversado y el cuarto de donde me habia escrito no habia sido de él, sino de un vecino. Yo acepté la mentira blanca y me dispuse a cumplir por lo que habia viajado tanto, aunque sea para decepcionarme. Medo comenzó a examinarme minuciosamente, alzó mi cabello, lo olió una y otra vez, acariciaba mis brazos, abria los dedos de mis manos, observaba mis uñas, tocaba mi cuello y pasaba sus manos de arriba a abajo, metia sus dedos en mi cabello, lo volvía a oler. Yo estaba parada, con miedo, permitiendo que haga lo que quería conmigo. Luego toco mi espalda, mis senos, lleno sus manos con ellos y los estrujó como naranjas, yo hundí el pecho del dolor pero no aparté sus manos que me seguían recorriendo, metió su nariz en mi pecho y olió de nuevo, creo que la ropa tenía mucho perfume, no sé. Bajo sus manos y agarro mis nalgas, les enterró las uñas,las aplastó, yo me quejé muy bajito. Siguió la examinación agarrándome los muslos, se entretuvo entre ellos, me acarició las pantorrillas y luego se levantó y me empujó hacía una de las camas. Yo no me esperaba ese movimiento y no alcancé a poner los brazos detras, caí de espaldas y me desorienté un poco, el se lanzó encima torpemente a querer entrar en acción y le dije que se esperara un poco, que tenía que hacer lo que me había ofrecido, los besos, las caricias, las succiones. Me dijo que no habia tiempo porque su familia iba a regresar pronto. Me desinflé pero seguí, pensé que si esto terminaba pronto regresaría a casa con una lección y ya. Alcé mi blusa sin sacarme el abrigo y bajé mi pantalón hasta las rodillas, el se quitó su bata y sacó su miembro que estaba mas grande de lo que se veia por cámara, me toco alli abajo, me mordio los pezones, todo muy rápido, pero igual me excité y me mojé, el volvió a oler alli y me lamió, entonces vi estrellas y perdí la voluntad para que él hiciera lo que le diera la gana conmigo, me olvidé hasta de la pocilga donde estaba. El tenía muchas ansias y terminó en seguida, antes de penetrarme, y entonces lo miré pero con una sonrisa me enseño que ya se estaba recuperando, y allí fué cuando agarro su miembro y sin chistar lo enterro en mi vulva, yo sentí claramente como las paredes se abrian a su paso, sentía como brasas porque lo tenía calientísimo, y con la fuerza que me lo embetia una y otra y otra vez. Por mas que quería callarme se me salian los gemidos, el practicamente me levantaba en peso desde las caderas y me penetraba como queriendo meter hasta los huevos alli mismo, yo mordia mi blusa y agarraba su cabello, ese momento era como me lo habia imaginado, sentir todo su vigor, sus ansias, hasta su torpeza me causaba ternura, estabamos en plena acción cuando se escucho un ruedo afuera, y entonces escuché a la señora de la entrada hablando fuertemente con alguien, como quejándose. Medo tambien escucho y me soltó con fuerza, caso caigo fuera de ese catre que hacia de cama, me dijo que me vistiera, y obedecí. Inmediatamente el salio y yo no me atreví a salir con él, me arrinconé en ese cuarto, miré por la ventana, habia un callejón con una gente a lo lejos. Entonces pasó lo inimaginable, entró un hombre ya mayor con dos adultos mas, un poco mas jóvenes, uno barbudo y el otro con cara de perverso, tenían a Medo del cuello, pero en sus rostros encontré rasgos similares de mi amante, seguro eran sus familiares, le gritaban y me señalaban, yo sabia poco de su idioma, pero entendía unas cuantas palabras: maldición, diablo, verguenza. Lo zarandeaban al pobre y él no hacía nada por defenderse, solo aceptaba con la cabeza. Yo no sabía que hacer, no podia pronunciar palabra porque si me escuchaban en ingles era peor, y ese era el unico idioma conque me comunicaba con Medo. El hombre viejo se fué con la señora diciendoles algo a los dos adultos, y estos asintieron. Cuando quedamos solos los cuatro Medo comenzó a rogarles pero estos lo abofeteaban hasta hacerlo arrodillar y el nombraba a su dios,pero nada hacían caso, mas bien se enojaban mas. El uno lo agarró por la ropa y le sujetó los brazos contra un catre que estaba empotrado a la pared con una cadena, y entonces se dirigieron a mi. Estaba tan nerviosa que no podía moverme, pensé que me iban a abofetear como a Medo, me recordé de todas esas noticias de la justicia musulmana para los infieles de religión, sabía que gritar era inutil, porque hasta la justicia no es la misma para una mujer y peor del occidente. Me agarraron de los brazos y me sentaron en la cama donde minutos antes estaba viendo estrellas. No me olieron ni me examinaron. El uno me agarraró del cabello con fuerza hasta hacerme tirar la cara hacia atras, con el cuello expuesto comenzo a lamerme desde el escote hasta la cara incluso los ojos y la frente, el otro me estaba quitando el abrigo y mis brazos quedaron hacia atras, como no colaboré para que salga todo, no se hizo lío y me arrancó la blusa de algodon que tenía debajo, la parte por donde se rompió me quedó ardiendo, no me podia ver si me dejo una marca, solo podia ver el techo y de vez en cuando la cara de este tipo barbudo que me seguía lamiendo como paleta de helado. El salvaje que me arrancó la blusa me comenzó a morder los senos a traves del bra, alli sentía como me iban a comer cual caníbales, y el cobarde de Medo lloriqueaba en la esquina diciendo no sé que cosas, haciendo nada por mí. El que me mordía cada vez era mas grosero, a pesar que no ponía resistencia. Cada vez me enterraba mas los dientes y decía algo, yo me quejaba ya casi gritaba del dolor de cada mordida, pero parece que eso le exitaba mas. El que me lamia probaba mi sudor y mis lagrimas, tambien me besaba y enterraba su lengua en mi boca, yo la abría porque no podia hacer mas, a veces me tapaba incluso la nariz, su olor de saliva me repugnaba, el mordia mis labios y podia sentir el sabor de mi sangre, el la chupaba con un gusto, no lo quería ver. Al rato ya tenía el bra roto de tantas mordidas que como perro rabioso le daba a mi ropa el de la derecha, me agarraba los senos todos marcados de dientes y me los estiraba los unia los separaba me hacia gritar y le rogaba que parara, pero cada vez que hablaba me pegaba una abofeteada que casi me viraba la nariz. El barbudo terminó de sacarme el abrigo y cogió mi mano izquierda y se la metió en el pantalón. Sabía lo que quería, entonces pensé, si lo hacía terminar ese rato ya no tendría fuerza para violarme. Agarré su miembro y lo envolví con mi mano, que le quedaba muy chica, pero igual, subi y baje la mano, sentia alli lo peludo que estaba, sudado, mas no lo podia ver. El gemía de placer y me tocaba la cara, este era menos salvaje que el otro. Pero parece que al ver al hermano tan feliz por mi se sintió celoso y se bajó el pantalón mostrándome su miembro erecto frente a mi rostro, acerqué mi mano libre que era la derecha para hacerle lo mismo y así librarme de tan mal rato pero volvió a abofetearme al punto de virarme la cara. El barbudo le increpó pero el le contestó en seguida. Con mi mano libre sobé mi mejilla que sentía me latía, y el barbudo tambien acarició mi rostro. Entonces volví a querer poner mi mano sobre el miembro del salvaje y me volvió a golpear en el rostro. El barbudo se compadeció de mi y metió sus puercos dedos en mis labios para abrirme la boca, entonces entendí que el salvaje quería algo mas que mi mano. Pensé en mi vida, en que haría todo por mantenerla, así que abri la boca y la acerqué al miembro que tenía en frente. Lo hice tan despacio porque el asco que me daba me detenía, pero al sentir mi aliento sobre su piel que brillaba de tantos jugos, el salvaje soltó una carcajada y de un solo empujón me enterró su miembro en mi boca, lo movia de atras para adelante, me pasaba la cabeza descubierta de su miembro por mis labios como si fuera un lapiz labial. Metio su mano en mi boca y me agarró la lengua, creía q me la iba a arrancar pero quería que lo lamiera. Con una mano seguía dandole placer al barbudo y con mi otra hacia de barrera para no ahogarme cada vez que el salvaje se enterraba mas en mi boca. Tuve muchas arcadas pero el tipo me cerraba la boca para que me trague todo. En ese afan terminaron los dos, el uno en mi pecho el otro en mi cara, pero volvieron a la faena como si nada hubiera pasado. Yo recordaba que Medo podia terminar 4 y 5 veces en un día, pero pensaba entonces que era por su juventud, ahora creo que algo con la cultura o la comida. El salvaje me quito el pantalón y me abrio de piernas sobre la cama, ahora era turno del barbudo para que juegue con mis senos, él se dedicó a chuparlos una y otra vez, sin parar, y lamia mis brazos, mis senos y mi estómago. El salvaje comenzó a jugar con los pelos de mi vulva, los halaba, los arrancaba, yo me quejaba y traia mis piernas hacia mi, el me golpeaba entonces en las nalgas, lo hacia tan duro que enseguida estiraba las piernas de nuevo y las abría, me volvía a halar los pelos de alli y me los arrancaba, yo gemia pero trataba de resistir. El me escupía y me pegaba igual, alli, me decía no sé que cosas, luego se acercaga y me abria la vulva, como si algo buscara, me olío y me mordió los labios hasta halarlos, grité muy fuerte. El barbudo me tapo la boca y me dijo no con la cabeza. El salvaje me vovlió a morder pero ya mi grito se ahogó en la mano de su hermano, que de cierto modo me protegía. El salvaje metia los dedos y los sacaba, yo estaba mojada por que antes estuve con Medo y eso hizo que no me doliera tanto. El tipo de repente abrió los ojos y le dijo al otro algo, el otro lo escuchó y asintió. Entonces salieron del cuarto y yo pensé que por fin habia terminado mi pesadilla. Lo primero que hice fue acercarme al llorón de Medo y patearlo, el me dijo no descanses van a hacer la prueba si eres mujer de casa o si eres puta, yo lo maldecí y no me detuve a pensar en lo que me dijo porque al rato regresaron sus dos hermanos y me agarraron de nuevo. Traian una especie de madera, como un lapiz, como una zanahoria pequeña. Entonces el barbudo me para frente al salvaje y con el pie separa mis piernas lo suficiente como para que mi vulva quede abierta, me tenían los brazos agarrados por detras ambos con una sola mano. Entonces el salvaje me dice algo y se agacha, me introduce ese objeto puerco allí mismo, Medo me dice sosténlo, y el salvaje lo abofetea. Yo obedezco y aprieto hasta sostener ese objeto pero me doy cuenta que era metálico porque era frio y pesado, bien pesado. Yo contraje pero estaba tan nerviosa, mis piernas temblaban de tanto golpe, y seguía mojada así que comencé a sentir como ese objeto se iba resbalando de alli poco a poco, milímetro a milímetro, y comence a llorar porque sabia que era alli se estaba yendo la oportunidad de que me dejen libre. Finalmente el objeto cayó al piso e inmediatamente el salvaje me abofeteó tan fuerte que fuí a dar al otro catre, caí boca abajo sobándome el rostro que ya estaba hinchado de tanta tortura cuando sentí que unas manos en mis caderas me levantaban hacia el filo y enseguida el miembro del salvaje abria paso en mi cuerpo, di un grito ahogado, ya no tenia lagrimas, me empujaba mas y mas, ya no estaba tan mojada, lo ultimo se habia escurrido o secado asi que me dolian las paredes como si me estuvieran ligando por dentro, me estropeaba tanto que mis pezones se golpeaban con la cama, y alli se acerca el barbudo, pensaba yo que a ayudarme, pero me mete la mano en la boca y me la abre, quería que se la mame al igual que su hermano. Yo no podía coordinar las dos cosas a la vez, por un lado debía sostenerme para no ahogarme con un miembro hasta la garganta, por otro lado estaba recibiendo unas embestidas malditas por mi vulva, mas los golpes y los dedos que el salvaje me metia por la vulva y por el ano, como queriendo agrandar los huecos que allí habian. El salvaje cogío el objeto que antes habia colocado en mi vulva lo lamió y sin piedad me lo enterró por el ano, le daba vueltas con una mano enterrandolo mas y mas, y con la otra me volvia a halar los pelos. El hermano barbudo seguía jugando con mi boca, me ponia su pene en mis ojos, lo ponia en medio de mis senos, y pedia que se lo chupe de nuevo. El salvaje se cansó de mi vulva y sacó el objeto de mi ano, cuando sentí su escupitajo yo me aterroricé, solté al barbudo y me viré, para ofrecerle una mamada a él en vez de que me culee, pero el tipo se enfureció y me golpéo a dos manos en la cara y en los senos, me golpeo tanto que fui a caer boca abajo en el suelo y alli como una marioneta me puso en cuatro, me metió sus dedos en la boca y luego se los paso por la cabeza del pene y lo apuntó en mi ano. Yo respiré profundo porque sabía lo que venía, el barbudo se acostó a mi lado y me tapo la boca con mi blusa hecha bola. El salvaje arremetió contra mi ano, lo rompíó literalmente, sentí el dolor desgarrador mas terrible de mi vida, me retorcí inutilmente bajo el peso de esos dos, ese pene se abrió paso sin piedad, me rajó, me partió, me sentí morir, y luego empezó a bombear una y otra vez, se reia, me abria las nalgas hasta hacerme doler mas, me golpeaba. El barbudo veía extasiado el espectaculo, ya no escuchaba ningun lamento de Medo, despues que lo patie creo que ya no iba a decir nada por mi. El barbudo se sentía fuera de juego otra vez por lo que comenzó a tocarme la vulva, a meterme los dedos uno, dos luego tres, los sacaba y se lamia, era asqueroso, se agarraba el pene y se acariciaba el mismo, no sabia como ser parte de lo que su hermano estaba haciendo, asi que se acosto a lado y me arrastro hasta que quede encima de él, yo lo miré a los ojos por si tenía algun arrepentimiento, pero el me tapo la cara con la misma blusa que me habia tapado los ojos, y entonces sentí como el muy canalla buscaba con la punta de su pene mi vulva, golpeaba torpemente mi estomago, luego el monte de venus, hasta que ya sintió algo caliente y humedo, y entonces subió su cadera y me la enterró. Ese movimiento me hizo perder el equilibrio y casi me caigo, pero un solo golpe del salvaje en mi espalda que casi me dobla me hizo tratar de recomponerme de nuevo. Alli estaba yo, sangrando, siendo violada por dos tipos al mismo tiempo, golpeada, en un pais donde no tenia derechos. Yo me escapé mentamente, pero seguía sintiendo el dolor agudo dentro mio, no solo la humillación, sino fisicamente, mi ano esta abierto, todavia sangrante, recibiendo castigo, mientras el salvaje jadeaba de placer, me cerraba las nalgas, queria mas cerrado, parecía que nunca iba a terminar, el otro qu estaba debajo mio, me mordia, me lamia, y me enterraba su pene alli abajo, terminaba porque sentia ese liquido caliente chorreando en mis piernas, pero el seguía, imparable. El salvaje me halo de los cabellos hasta que quedé de rodillas con su pene en mi ano, y el de su hermano en mi vulva, me agarró del cuello y me apretó fuerte, es lo ultimo que recuerdo de ese rato. Luego desperte en uno de los catres, seguía desnuda, pero el señor maduro que imagino era el padre estaba sentado a mi lado, me palmeó la cabeza, se paró y metió su miembro bajo el pantalon, luego palmeó a Medo, lo desamarró y se fué. Seguramente me habia violado tambien pero no lo sentí.
Me senté y me puse a llorar desconsoladamente, no podia tocarme porque me dolía demasiado. Medo me llevo a una especie de baño y me dió una lavacara con agua. Allí intenté limpiarme, pero hasta el agua me hacia daño. Mi blusa y mi bra estaban rotos por lo que tuve que ponerme el abrigo cerrado. Mi calzón no aparecía, mi pantalon estaba todo sucio. Por suerte no se habian llevado mis papeles. Mientras salia del pasillo la mujer que me miraba con odio volvió a proferirme otras cosas, yo no la regresé a ver, ni por solidaridad fué capaz de ayudarme. En otra moto para turistas Medo me regresó a mi hotel. Entré sin ver atras. Me recosté. Mis compañeros iban a llegar mañana. Dormí pensando que era una pesadilla que se iba a borrar el momento que saliera de ese miserable pais.
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