soy la zorrita de mi padrastro
( Relatos Heterosexuales )
Hola creo que mi nombre lo que menos importa y lo omito ya que mi historia es real
Me case a la edad de 20 años creyendo que iba a ser capaz de modificar la conducta del hombre al que amaba pero una vez casada me di cuenta que no solo es alcohólico también consume todo tipo de drogas por tal motivo siempre me encontraba sin un peso en la mano y tenía que recurrir al que fue mi padrastro y digo fue porque desgraciadamente mi madre falleció y esto aconteció por espacio de seis meses hasta que un día de tantos que fui por más dinero me encontré con que ya no iba a haber más dinero para mi
Me quede horrorizada al ver la cantidad de dinero que ya le debía dinero que por supuesto no podía pagar y fue en ese momento que mi vida dio un enorme giro
El calmadamente me dijo, mira no estoy de acuerdo con lo que estás viviendo y mucho menos que yo sea el que te este manteniendo y tu marido te este disfrutando pero podemos llegar a un buen acuerdo si estas dispuesta, sus palabras me dejaron helada pero le curiosidad de saber que pretendía me hicieron pedirle que continuara, pues bien tu estas necesitada de dinero y yo de una mujer y el trato es que yo te suministre de él y tú me des el sexo que requiero, trague saliva y me estremecí de pies a cabeza al escuchar al hombre que fue pareja de mi madre por 15 años pedirme que fuera ahora yo su mujer y lo que no me queda claro cuánto tiempo permanecí muda sopesando en mi mente los pros y los contras y como mis necesidades económicas eran mayúsculas ya que en esas fechas ya ni un buen par de zapatos tenia temblando y con voz entre cortada acepte ser su mujer
Ya en su habitación comenzó a acariciar mi cuerpo claro en un principio sobre la ropa luego me fue besando comenzando por el cuello luego mis mejillas hasta que llego a mis labios, recuerdo bien que me estremecía con cada una de sus caricias y sus besos pero era estremecimiento de temor por no saber que mas me iba a pedir ese hombre de 47 años y pensando que fuera un depravado sexual pero conforme fue pasando el tiempo y él me fue despojando de mi ropa aquel estremecimiento se convirtió en placer al sentir como sin apresuramientos iba explorando con sus fuertes pero suaves manos mi desnudo cuerpo luego de un largo rato suavemente me coloco sobre la cama y dejo sus manos quietas y comenzó a besar mi cuerpo, mi cuello, mis pechos, mi abdomen y así llego a mi vagina donde comenzó a darme una formidable sesión se sexo oral, sabe muy bien por donde pasar su lengua y en qué momento detenerse, no sé cuánto tiempo duro eso solo recuerdo que yo gemía como poseída hasta que toda yo me estremecí con la llegada de un gran orgasmo luego el que aun permanecía vestido procedió a desnudarse para penetrarme y en ese momento me di cuenta el por qué mi madre siempre se encontraba feliz.
Su verga me pareció enorme comparada con la de mi esposo que es de 17 centímetros y a la de él en ese momento le calcule mas de veinte centímetros (22 para ser exacta) así que recogí mis piernas y las separe lo mas que pude para que su penetración no me resultara doloroso pero el sabiendo del tamaño de su verga sabía muy bien cómo hacerlo, coloco su enorme glande entre mis labios vaginales y suavemente comenzó a meterlo y los fluidos que yo había expulsado con mi anterior orgasmo hizo que este se deslizara sin ninguna dificultad y no se apresuro en meterme toda su verga se fue tomando su tiempo, hundía un poco más en cada movimiento y retrocedía hasta sacarlo casi por completo y así cuándo ya había metido un poco más de la mitad me sentí transportada a las nubes y entregándome completamente al placer que estaba sintiendo con su verga le pedí que ya no demorara mas y me la metiera toda así que el retrocedió y de un solo impulso la hundió por completo arrancándome un apagado grito mescla de dolor y placer ya que sentí como su verga empujo mi útero
De ahí en adelante todo fue puro placer deje que saliera de mi boca sin ningún pudor todo tipo de gemidos y jadeos y un sin número de halagos a él y por supuesto al tamaño de su verga y a la gran cogida que me estaba dando y así una y otra vez cambiamos de postura y eso se prolongo por aproximadamente cuarenta minutos hasta que el luego de que yo había experimentado un sin número de orgasmos hundió su verga lo más profundo posible para descargar ahí todo su semen que por cierto en bastante copioso.
En mi vida sexual nunca como esa vez había sentido tanto placer y mucho menos el placer de verdaderos orgasmos por lo que decidí ser su mujer dos o tres veces por semana y el pretexto para ir a verlo y mi esposo bien lo sabe es la carencia de dinero pero el muy guey no sabe lo que tengo que dar a cambio y que además disfruto al máximo
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