amante perfecto
( Relatos Zoofilia )
Al enviudar y por falta de un hombre comencé a practicar la zoofilia a la edad de 32 años con mi viejo pastor alemán pero por su edad no mostro mucho interés por lo que me dedique por más de un año a buscar el perro ideal y fue hasta el cuarto cachorro que di con él es un lindo labrador negro que desde la primera vez mostro su fuerte adicción al sexo además de ser un animal muy bien dotado ya que su canina verga mide 20 centímetros
No le tomo más de diez minutos interesarse en mi cuando desnuda le ofrecí mi vulva con la intención de que la lamiera y como poseído lamio los jugos que ya había expulsado y su áspera lengua me provoco un orgasmo ya que lamio mi vulva por más de diez minutos luego parándose sobre sus patas traseras y con las delanteras rodeando mi cintura comenzó a moverse indicándome que quería coger, ya de su canina verga se desprendías grandes gotas de liquido pre seminal por lo que yo sin pérdida de tiempo me coloque en cuatro para que el perro me montara, el animal rápidamente me monto hundiendo toda su canina verga en el primer orificio que encontró que fue mi ano
Claro que me resulto dolorosa la penetración por ser la primera vez que me daban por ahí pero como no quería desalentar al animal zafándome soporte con estoicismo sus violentos ataques sintiendo como en algunos instantes quería hundir hasta las bolas de su verga
Fue una cogida que no duro más de diez minutos pero fueron suficientes para que yo tuviera un gran orgasmo antes de que el inundara mi ano con su abundante semen y no miento al decir abúndate ya que necesitarían mas de diez hombres para igualar la cantidad de semen que el animal deposito dentro de mi ano
Aun insatisfecha por no haber tenido su miembro donde yo quería me tome mi tiempo para que en animal se repusiera dándome un buen baño espere más de un par de horas luego fui a la habitación donde al animal inquieto esperaba solo que esta vez coloque un par de bancos para recostarme y el animal esta vez me atacara de frente
El animal al verme otra vez ahí desnuda desenfundo parte de su puntiaguda y roja verga y de inmediato trato de montarme mientras yo colocaba dichos bancos
Me senté con las piernas bien separadas y apenas me estaba recostando y el perro ya estaba sobre de mí con sus veinte centímetros de verga ya fuera de su funda y con un rápido y violento movimiento la hundió toda arrancándome un gran gemido de placer ahora su verga estada dentro de mi caliente vulva y era ahí donde yo la quería
Con sus violentos y rápidos movimientos en un par de minutos hizo que yo tuviera un gran orgasmo ya que me resulto bastante excitante sentir como empujaba con gran fuerza queriendo meter también las bolas de su verga y su corrida no fue menos que la anterior ya que a mi vulva le resulto imposible almacenar todo su semen dentro y este caía entre mis piernas y antes de que el animal terminara de eyacular tome su verga por detrás de las bolas para que no se zafara y tuviera la sensación de haberse quedado pegado como sucede con las hembras de su especie
Y así fue el animal se giro mientras yo sostenía con vigor su verga dentro de mí y sintiendo como esta palpitaba y continuaba arrogando mas y mas semen hasta que sus bolas de desinflamaron
Los dos después de tan grandiosa cogida quedamos plenamente satisfechos y nos dormimos por separado claro yo con la ilusión de repetir al día siguiente ya que había encontrado al amante perfecto
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