Mi inicio bi...lo mejor de dos mundos
( Relatos Heterosexuales )
Pues a mí me encanta ser bisexual. Todo empezó cuando yo tenía 18 años y mi novia Sofía tenía casi 17 años. Ella es una chica que mide 1.70m de tez blanca, pelo café claro, ojos verdes, pechos pequeños pero muy paraditos y pezones entre rosaditos y marrón claro, con las aureolas como hinchaditas, pequeñas y lindísimas, sus caderas un poco anchas, piernas bronceadas y muy lindas y nalgas paraditas como de muñeca, una sonrisa divina y labios carnosos. Yo mido 1.75m, pelo café claro, piel blanca y ojos cafés, según Sofía tengo muy buenas nalgas y me dice que me parezco un poco a Leonardo DiCaprio pero un poco más rellenito, bueno, eso dice ella, soy circuncidado y tengo poco pelo castaño en el pecho. Teníamos casi un año de tener relaciones sexuales cuando podíamos. Ella es muy caliente y muy abierta cuando hablamos de sexo. Le gustaba leer mucho al respecto y no habíamos experimentado muchas cosas nuevas todavía ya que la oportunidad no se había dado.
Después de unos meses de novios se empezó a rasurar toda y yo hice lo mismo aunque yo siempre me dejaba un poco de bello corto en toda el área púbica. Su vagina se ve muy apetitosa toda afeitadita. Un par de veces me contó que una de sus fantasías era de hacer el papel de hombre y que yo hiciera el de mujer. Al principio no presté mucha atención y no entendí bien a lo que se refería. Me contó también que había tenido relaciones unas cuantas veces con una de sus primas de 15 años y yo también le conté las curiosidades de mi juventud y algunas aventuras que había tenido con un par de amigos y un primo con quien me había masturbado y nos habíamos tocado y chupado mutuamente la verga un par de veces, mi primo acababa de cumplir 16 años y Sofía lo conocía. A Sofía le encantaba que le contara mis “secretos” y hacia todo lo posible para que le tuviera confianza y fuera tan abierto como ella en sus intimidades. Decía que le gustaba imaginarse todo lo que le contaba. Yo era un poco “inocente” y ella siempre me decía que era algo tímido y que le encantaría ver a mi primo y a mi juntos y desnudos pero yo solo me sonreía a sus comentarios “locos”. Mi primo es de piel bronceado de ojos cafés y tiene muy buen cuerpo, su verga mide como 5.5 pulgadas, circuncidado como yo y con poco bello, me gustan sus nalgas bien redonditas, parecen de mujer solo que más musculosas.
En el verano del 2008, sus padres iban a salir por 10 días y ella decidió quedarse sola en la casa ya que era nuestra oportunidad de estar solos y vivir al fin nuestra pasión. Al llegar a su casa el viernes, me dijo que tenía una sorpresa y me dijo que para hacer algo especial había comprado un poco de cocaína y pastillas de éxtasis para ver que locuras se nos ocurrían y poder pasar un fin de semana fuera de lo común. A veces habíamos fumado marihuana pero yo nunca había probado nada más, al principio me puse un poco nervioso y no estaba seguro que quería probar todo eso ya que me había criado en un ambiente muy religioso y el hecho que tuviéramos relaciones sexuales ya me hacía sentir algo “pecador” pero ella me convenció y pues era mi oportunidad de probar cosas nuevas así que acepté.
Eran como las 6pm cuando nos tomamos una pastilla de éxtasis cada uno y como a los 20 minutos, empezamos a besarnos y acariciarnos, sus labios me encantan y su lengua me excita mucho. Después de unos minutos ella se levantó y puso una película porno y nos pusimos a platicar, cada vez nos poníamos más calientes. El efecto de la pastilla empezaba a sentirse y Sofía preparo unas líneas de coca la cual inmediatamente me hizo sentir sus efectos muy libertadores. Nos sentamos en el sofá enfrente de la televisión mirando una doble penetración que le hacían dos muchachos a una jovencita colegiala muy cachonda. Sofía empezó a respirar fuerte y me empezó a acariciar mi pene sobre los shorts que yo traía puestos. Me desabrochó el short y metió su mano acariciando mi pene erecto que mide 7.5 pulgadas, me lo empezó a chupar deliciosamente. Después de unos minutos me empezó a sacar toda la ropa y me dijo que si ya estaba listo para obedecerla en todo lo que me dijera prometiéndome que me encantaría. Con los efectos de la coca y la pastilla yo me sentía completamente dispuesto a lo que fuera y lo primero que noté fue que se me habían quitado las inhibiciones y sintiéndome muy caliente, acepté sin saber en realidad que esperar. Ella me tomó de la mano y me llevo al baño donde saco una bolsa para hacer enemas (lavados). Me dijo que si me había hecho alguna y yo le dije que no. Me explico que era para limpiar mi interior y así poder jugar y divertirnos más libremente. Me dijo que me pusiera en cuatro patas y alzara mis nalgas. Yo estaba muy caliente y dispuesto a hacer lo que ella me dijera así que acepté. Se puso detrás mío y saco un rastrillo y me abrió las nalgas, me puso jabón y empezó a rasurarme el poco bello que tenía en mi trasero. Me dijo que abriera las piernas para rasurarme todito. Quería verme sin nada de pelos.
Si no hubiera estado bajo el efecto de lo que habíamos ingerido posiblemente estaría muerto de vergüenza ya que nadie me había visto ni tocado tan abiertamente en esa posición. Cuando terminó me mordió suavemente una nalga y me dijo que le encantaban y que se divertiría con mi trasero mas tarde. Me dijo que me pusiera de pie y me rasuro todo el poco pelo que tenía alrededor de mi verga que aunque estaba muy excitado me sorprendió que ya no estuviera erecta como antes, sin embargo tenía liquido pre seminal cubriendo la punta lo cual ella chupo con gusto. Cuando terminó me dijo que me pusiera en cuatro de nuevo y tomó una botella de jabón líquido y la untó en el aplicador del tubo que salía de la bolsa de agua tibia. Después me abrió las nalgas y me lo fue metiendo lentamente.
El hecho de que por primera vez me estuvieran metiendo algo por mi ano, me dio una emoción y excitación fuera de lo común. Ya no sentía vergüenza y solo la dejaba que hiciera lo que quisiera conmigo y gozaba cada momento. Después que evacue todo mi interior, repitió el enema. Cuando termino conmigo me mandó a ducharme y me dio uno de sus calzones que apenas cubrían mi verga cuando se me paraba por ratos, ya que con el efecto creo que de la coca, aunque estuviera muy excitado, mi verga no estaba parada todo el tiempo y por ratos se me encogía demasiado. Me puse su calzón de encaje que dejaba la parte inferior de mis nalgas al descubierto. Cuando salí ella había terminado de rasurarse y de hacerse el enema y me dijo que me veía hermoso con su calzón. Me dijo que no tardaría y se metió a ducharse. Yo me fui a la sala a seguir viendo las películas porno. Mi verga se paraba por ratos y aunque yo seguía muy excitado y mi respiración era agitada y sentía mucho placer, mi verga llegaba a ponerse tan pequeña como la de un niño y como estaba totalmente rasurado, al verme parecía que veía a un niño de 12 o 13 años, sin embargo no me daba vergüenza estando en ese estado “especial”. En la tele estaba el mismo trío que antes pero la mujer le estaba metiendo un dedo a uno de los muchachos y cuando se lo sacaba, le chupaba el ano haciéndolo gemir mientras el muchacho le chupaba la verga al otro chico. Yo me quede como hipnotizado con la excitante escena bisexual y me chupe el dedo y empecé a acariciarme el ano ya que nunca lo había tocado tan lampiño y era excitante, apenas me estaba empezando a meter la punta del dedo por un lado del calzón cuando llegó Sofía. Se paró enfrente de mí totalmente desnuda y me dijo que ella continuaría con la diversión y que yo solo me dejara.
Me pidió que me acostara bocabajo en un colchón que había puesto anteriormente ahí en el salón. Una vez acostado empezó a darme un masaje y cuando llego a mis nalgas me bajó el calzón, sentía muy rico cuando me abría mis nalgas y me tocaba el ano. Era algo nuevo para mí pero muy rico. Tomó el lubricante y empezó a meterme un dedo que poco a poco metió completamente y lo empezó a mover estando todo adentro. Me toco algo que me hizo gemir por el placer que sentí. Mi verga se puso muy dura y mientras más me acariciaba mi interior más cachondo me ponía.
Empezó a sacar y meter su dedo siempre dándome un placer nunca antes vivido. Tomó media línea de coca en su dedo y me lo metió sobándome la entrada y después metió su dedo hasta el fondo de nuevo. Mi verga se había parado a todo lo que daba y las sabanas estaban mojadas con mi líquido pre seminal. Sentía que me venía pero nada salía de mi verga. Fue algo extraño poder tener varios orgasmos sin eyacular. Estaba en las nubes gimiendo cada vez que me penetraba. Me preguntó con una sonrisa si me gustaba que me cogiera así y yo le dije que me encantaba. Se lubricó sus dedos y me metió dos, yo gemía de placer. Su respiración se agitaba cada vez más y note que se estaba excitando mucho haciéndome gemir al penetrarme con sus delicados dedos. Yo me sentía en otro mundo con la primera violada que le estaba dando a mi trasero, era algo sensacional nunca antes sentido. Sacó sus dedos y empezó a chuparme el ano, abriendo mis nalgas al máximo y metiéndome la lengua hasta donde podía. Nunca me habían hecho eso y nunca había sentido ese placer increíble. Mientras me metía la lengua fuertemente me acariciaba los huevos y me los apretaba masturbándome por momentos. Empecé a sentir la sensación de un gran orgasmo y aunque fue de nuevo sin eyacular y con mi verga solo media erecta, me hizo gemir fuertemente, estaba en un éxtasis nunca antes alcanzado y al parecer ella también. Me metió de nuevo los dedos y me cogió como nunca. Por primera vez sentí el orgasmo en todo el cuerpo que duró como dos minutos después del cual le pedí que parara un poco. No me había percatado que me había metido cuatro dedos los cuales estaban bien lubricados y cuando me los metía hasta el fondo solo su pulgar quedaba afuera, cuando me dijo y me mostró sus cuatro dedos bien lubricados me sorprendí mucho que no me hubiera lastimado y me imaginé que la coca que me había untado había tenido algo que ver con eso.
No quiso parar por mucho tiempo y fue por uno de sus consoladores en forma de pene, media como 8 pulgadas. Me dijo que lo chupara como si fuera una verga de verdad. Lo chupamos juntos y después me acostó boca arriba y empezó a chupar mi verga que no estaba nada erecta midiendo solo 3 pulgadas más o menos, en otra ocasión me hubiera dado vergüenza que la viera tan pequeña pero en ese momento no me importaba y solo obedecía a sus órdenes. Se la ponía toda en su boca y hasta mis huevos los metía en su boca. Me abrió las piernas y las levanto diciéndome que las agarrara para mantenerme en esa posición. Me metió tres dedos con bastante lubricante, los sacó y empezó a meterme el consolador. Lo metió y lo siguió metiendo y sacando mientras con una mano me sobaba los testículos y mi verga. Ella se puso sobre mí como si el consolador fuera su pene. Sus movimientos duros parecían que me estuviera ella cogiendo. Me dijo que gimiera como ella lo hacía cuando yo me la cogía. En el estado en que me encontraba, no me fue difícil empezara gemir y a moverme como ella lo hacía. Empezó a masturbarme, mi verga se empezó a parar y sentí esas maravillosas sensaciones nuevas. Al fin mi verga se puso durísima y ya midiendo las 7.5 pulgadas que me gustaba mostrarle. Me siguió masturbando y metiendo el consolador hasta que hizo que me viniera y eyaculé como nunca. Chorro tras chorro, yo no sabía que podía salir tanto semen en un solo orgasmo. Después de eso, me chupo la verga ya que seguía bien parada y en realidad puedo decir que el placer del orgasmo se había extendido de nuevo por todo mi cuerpo. Por primera vez la eyaculación no hizo que se me quitara lo duro de mi verga. Nos besamos y pude sentir el sabor de mi semen y mi verga lo cual me excito tanto que cambiamos de posiciones y le empecé a chupar su vagina y meter los dedos por el ano. Su ano es entre rosado y cafecito y estaba relajado. Su vagina estaba bien mojadita con sus labios hinchaditos y su clítoris bien duro y toda muy caliente. Le chupe el ano y le metí la lengua hasta donde pude tal como ella me lo había hecho. Lo sentía delicioso y excitante ya que estaba muy limpio como el mío. Finalmente la puse en cuatro y la penetre con mi verga bien parada. Lo hice despacio para que no le doliera pero me dijo que se la metiera toda y así lo hice. Después de varios minutos metiéndosela hasta el fondo, ambos sudando, se escuchaba como cachetadas cada vez que se la metía fuertemente al chocar mi cuerpo con sus nalgas. Tomé el consolador en forma de pene y se lo introduje por su vagina mientras le chupaba el clítoris y le metía varios dedos por detrás. Ella gemía locamente al alcanzar numerosos orgasmos, le introduje el pene artificial totalmente en su vagina y la empecé a coger por el ano. Se sentía más apretado y ella estaba vuelta loca. Gritaba de placer como nunca, Cuando estaba a punto de venirme, la abracé tomando ambas pechos con mis manos y apretándole sus pezones y sus pechos. En ese momento explote dentro de ella mientras ella mordía la almohada y gemía fuertemente mientras su orgasmo disminuía de intensidad y el mío también. Nos fuimos a bañar ya que estábamos sudando como si hubiéramos salido de una piscina, yo la bañe a ella y aproveche para meterle mis dedos de nuevo en su ano, le metí tres mientras le chupaba el clítoris y tuvo como tres orgasmos en la ducha. Nuestra “calentura” parecía no querer irse. Mientras nos bañábamos me dijo que había sido el mejor sexo que había tenido en su vida y yo le confesé que para mí también. Me dijo que había tenido varios orgasmos mientras ella me cogía y había perdido la cuenta de los que tuvo mientras yo me la cogía a ella. Me dijo que le encantó verme así y que le había excitado mucho nuestra nueva actividad. Me dijo que el haber gozado mi lado femenino había sido espectacular y que le excitó mucho el tenerme como mujer pero gozando mi buena verga y mi cuerpo de hombre. Nunca se me había ocurrido que pudiéramos tener tanto placer agregando el sexo anal a nuestras vidas. Ya eran las 2 de la mañana, no podíamos creer que el tiempo hubiera pasado tan rápido, nos fumamos un churro (marihuana) para relajarnos un poco y seguimos conversando y acariciándonos hasta que cogimos una vez mas y nos dormimos cuando el sol ya estaba saliendo. Fue mi primera experiencia de ese tipo y nos unió mas como pareja, como amantes y descubrimos algo que lamentablemente no todos han podido o no se han atrevido a gozar. Ese fue nuestro comienzo a nuevas y excitantes experiencias. Les contaré más si les gustó la manera en que les relaté mi inicio “bi” ya que después hemos vivido más experiencias muy excitantes que también les quiero contar.
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