Mi Niño
( Relatos Amor Filial )
Hola a todos, me llamo María tengo 41 años y un hijo de 19 y a continuación relatare lo acontecido entre nosotros durante este verano de visita en casa de mi tía.
Este verano estuvimos de vacaciones en casa de mi tía, por problemas de espacio tuve que elegir entre dormir con mi hijo o con los suegros de mi prima, como es lógico elegí con mi hijo, él no ronca. Al principio él no estaba muy convencido de que compartiéramos la cama pero como no había otra solución, accedió resignado.
Yo me acostaba algo tarde aunque él lo hacía después que yo y siempre veía como se desnudaba para dormir ya que dormía en calzoncillos. Por mi parte yo estaba acostumbrada a dormir en bragas pero como estaba él, me ponía una camiseta que me quedaba grande como un camisón. Dado que por el calor dormíamos destapados, me di cuenta de que mi niño, al desnudarse a los pies de la cama y mientras colocaba la ropa encima de una silla, aprovechaba para mirar tímidamente por debajo de mi camiseta y aprovechando cualquier cambio de postura mía, verme las bragas.
Yo dormía del lado derecho, dándole la espalda a mi hijo y él solía dormir bocarriba. La tercera noche note que estaba algo nervioso y no podía dormir así que, después de una breve charla tranquilizadora, le dije que me abrazara para que se sintiera mejor y se durmiera, lo que consiguió en poco tiempo. A la mañana siguiente, se despertó justo cuando me estaba vistiendo, subiéndome las braguitas, y después de clavar su mirada en mis pechos, mi cintura, mi trasero y mi chochito, ya que las braguitas que llevaba, por delante, eran trasparentes, me dijo que para mi edad estaba muy bien, lo que me tome como un cumplido y me hizo sentir bien. A continuación me dijo que lo de abrazarme para dormir le había tranquilizado mucho y que si se volvía a sentir así, si podía volver a hacerlo, le dije que no tuviera vergüenza y me abrazara cuando quisiera.
La noche siguiente me acosté como siempre y al rato se acostó él, yo estaba de espaldas a él y sentí como se acercaba por detrás y me abrazaba, cosa que acepte con agrado y así mismo fueron sucediendo las noches siguientes.
Al cabo de 4 o 5 noches, ya acostados y el abrazado a mí, sentí como una de sus manos se deslizaba por mi cuerpo buscando mis pechos, cosa que consiguió en poco tiempo. Al principio me sentía mal pero como veía que disfrutaba mucho tocándome los pechos y la verdad es que a mí también me gustaba, me hacia la dormida y se lo permitía. Así que cada noche me sobaba los pechos un buen rato antes de dormirse y aunque me gustaba como me tocaba, me sentía mal porque cada noche se dormía con una buena erección que yo sentía en mi culo.
Unas noches más tarde pensé en facilitarle el tocamiento así que me hice la dormida bocarriba con las manos sobre la cama. El llego y se acostó y creyéndome dormida comenzó su sesión de tocamiento y supongo que se excitó mas al poder ver cómo me tocaba los pechos y comprobaba que mis pezones se endurecían y se marcaban en mi camiseta, al cabo de unos minutos se dio la vuelta colocándose sobre mi mano con la precaución de que su pene se alojara en mi mano, debido a mi falta de reacción y a la sobrexcitación, se bajo el calzoncillo con la intención de sentir mi mano directamente en su pene, primero se me paso por la cabeza parar aquella bacanal pero el tacto de su pene duro en mi mano y el de sus manos en mis pechos me hicieron desistir y dejar que aquella situación siguiera y tuviera un mejor final.
A la noche siguiente repitió todo como la noche anterior consiguiendo con ello en mi un estado de excitación bastante alto así que me arme de valor y al cabo de unos minutos de sentir su pene en mi mano, se lo cogí mientras que con la mano que me quedaba libre, cogía una de sus manos y deslizándola por mi vientre la deje sobre mi pubis. Sin apenas inmutarse, me levanto la camiseta y comenzó a acariciar mi sexo por encima da mi braga, caricias que yo agradecía con leves gemidos. Pronto se canso de mi braga así que deslizo su mano dentro de ella acariciando mi rajita y luego mi clítoris para al final meter uno, dos y hasta tres de sus dedos dentro de mi vagina, con lo que consiguió aumentar mi excitación y, por consiguiente, mis gemidos cosa que tuve que solucionar mordiendo la almohada. No daba crédito al placer que mi niño me hacía sentir, yo misma y en multitud de ocasiones me había metido los dedos e incluso su padre y alguno de los chicos con los que había estado, también metieron sus dedos dentro de mí, pero el placer que estaba sintiendo en ese momento, jamás lo había podido experimentar antes por lo que no pude hacer otra cosa que abrir mis piernas en señal de sumisión y aceptar aquella penetración.
Pasaron así unos minutos en los cuales había podido experimentar mi primer orgasmo de aquella noche, entonces se incorporo de rodillas en la cama y cogiendo con sus dos manos ambos lados de mi braga, la deslizo por mis piernas y me despojo de ellas sin el más mínimo pudor, dejó mi braga sobre la silla en la que ambos dejábamos la ropa al cambiarnos, se acerco y sujetando mis piernas con sus maravillosas manos, las abrió y se quedo unos segundos mirando mi rajita que se abría en proporción a la apertura de mis piernas. Inclino su cabeza hacia mí al mismo tiempo que abría mis piernas para así situar su cabeza entre mis dos piernas, comenzó entonces a besar con mucha dulzura mis labios vaginales para a continuación deslizar su lengua por el interior de mi rajita entreteniéndose un momento jugando con mi clítoris y metiendo su lengua por donde mismo había metido sus dedos solo unos minutos antes.
Se entretuvo así unos instantes y a continuación alzo su cabeza y fue subiendo por mi cuerpo dándome pequeños besos hasta que se puso a mi misma altura consiguiendo así alojar su pene erecto en mi rajita. Realizando leves movimientos de pelvis, conseguía acariciar todo mi sexo con sus huevos. Introduje mi mano derecha entre ambos cuerpos hasta que conseguí coger su pene, que por entonces parecía querer salirse de su cuerpo del altísimo nivel de excitación que estaba experimentando, lo desplace hacia abajo acariciando de arriba abajo toda mi raja para a continuación orientarlo hacia el mismo agujero en el ya había metido sus dedos y su lengua. Sentí entonces como con un pequeño pero certero empujón, fue poco a poco metiendo su pene dentro de mí hasta que todo él quedo alojado en mi interior. Entonces comenzó con unos movimientos de pelvis que forzaban la entrada y salida de su pene en mi vagina, hecho que provoco en mi un segundo orgasmo y en mi niño tal placer que en poco tiempo note como llenaba mi vagina con su cálida leche dejándole extasiado sobre mí.
Aguanto unos segundos sobre mí con el fin de recuperar algo de aliento, luego se echo a mi lado y nos dispusimos a dormir abrazados como siempre con la única diferencia que ya no cogía mis pechos con sus dos manos sino que una de ellas la deslizaba dentro de mi braga sujetando mi vagina mientras se quedaba dormido.
Desde ese verano nuestras vidas han cambiado por completo y aunque sé que esta situación puede despertar en mucha gente sentimientos de repulsa, mi niño y yo somos mucho más amigos y gozamos de una confianza con la que jamás había contado. Ahora nos desnudamos sin pudor uno delante del otro, cuando nos apetece nos tocamos y practicamos felaciones y no dudamos en follar cuanto nos apetece y sin tener que dar explicaciones a nadie.
Escriba aquí su comentario sobre el relato:
Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.
Detalles
anonimo68081
Nombre do Relato
Mi Niño
Codigo do Relato
1503
Categoria
Amor Filial
Fecha Envio
22/feb/2009
Votos
4
Relatos enviados por el mismo usuario