Era solo una fantasía, algo que jamás podría ser realidad aunque era el libreto de mis pensamientos mientras me masturbaba y tenia los orgasmos más impresionantes, Pero si, debía ser realista y mi condición de hombre publico, por demás conocido, con varias mujeres, un matrimonio, el orgullo de mi familia y amistades, no me permitiría jamás llevar a cabo esa fantasía que tanto soñaba.
Soy un hombre bien definido en mi masculinidad, hombre a carta cabal, excelente amante según mis mujeres, buen amigo, excelente profesional, pero muy fantasioso y muy vicioso al sexo, lo que me llevaba a buscar literatura, relatos y videos eróticos y así iba enriqueciendo mi repertorio sexual.
Por años tuve animadversión al homosexualismo, por nada del mundo soportaba un video gay, y mucho menos ver dos hombres besándose, pero mi rara afición a mirar penes enormes abriendo los coños de las mujeres y más aun mirar penes muy gruesos que se abrían camino en diminutos y prietos culitos me daba una excitación atroz, por lo cual cada vez más me interesé en el sexo anal con penes muy grandes.
Poco a poco empecé a sentir que cuando miraba esos videos mi culo palpitaba también, como si estuviera viviendo la experiencia, primero miraba el video y cuando el pene empezaba a entrar y miraba las muecas de dolor de apretaba fuertemente mi culito como si evitara que ese pene entrara como si le dijera no puedes entrar eres muy grande, y luego al mirar como entraban y dilataban el pequeño agujerito, me relajaba y un dolor interno, suave, desesperante y muy divino sentía en mi culito.
Poco a poco comencé a pensar que sentiría uno cuando algo de esas dimensiones le abría al extremo su culito, porque si gritaban y se quejaban dejaban que entrara, porque tenían orgasmos si el dolor era tan tremendo, y porque lo volvían a hacer.
Todo esto me fue cautivando y llevándome poco a poco a querer tener una experiencia así, quería saber si la razón era ese dolor tan tenue y excitante que sentía en mi culito cuando miraba o pensaba la situación, se apaciguaba con el pene introducido, quería saber si ese dolorcito, era que mi trasero pedía un masaje interno, y esto se volvió una obsesión para mi…
Venía ahora la parte delicada, lograr que alguien me hiciera sentir eso, sin arriesgar nada, mi prestigio, mi familia, mis amistades, cada vez que pensaba en someterme al escarnio público las ganas de probar un pene en mi trasero se esfumaban y ya me decía que no, eso no era posible. Pero al mirar nuevamente los videos, leer literatura de sexo anal me resurgían unas incontenibles ganas de ser penetrado.
Así fue pasando el tiempo y comencé a mirar con más interés y menos prejuicio el sexo gay, me preguntaba porque la mayoría de los gay tenían esos penes tan grandes y gordos, también miraba como acababan a borbotones cuando un macho los penetraba bien profundo y nuevamente me hacía planes para tener contacto con un macho.
Comenzó mi búsqueda en el Chat, en los contactos de Internet, y en cuanto medio oculto estaba a mi alcance, porque la regla de oro era: si lo harás pero debes encontrar a un hombre de características especiales, que entienda que tú no eres gay, que tú eres un hombre igual que él con una fantasía que quiere llevar a la realidad y luego volver a su mundo, debía ser un hombre con un pene grande para no tener luego que pensar que mi experiencia había sido parcial.
Debía ser un hombre culto, comprensivo de la situación, cero presiones, enamoramiento, interés económico, que se involucrara en el problema y ayudara a resolverlo no que lo complicara y mucho menos que fuera a tomar partido de la situación, debía ser algo así como encontrar mi complemento un hombre con la fantasía de desvirgar un culo masculino, un culito de un Macho, no de un gay, un hombre que fantaseara con eso, que sintiera en el pasión por sentirse haciendo sentir lo que siente una hembra a un macho de verdad.
¿Donde encontrar
a este ser excepcional? Muchos fueron los mail, cartas y contactos de Chat.. Pero lo que pedía era realmente el cielo, pensé que este hombre no existiría en el mundo.
Todo seguiría igual hasta que un día publiqué un aviso y me respondió un tipo, él me dijo que entendía perfectamente mis deseos, mis temores y mis necesidades, me dijo que aunque no lo creyera a el le llamo la atención mi mensaje porque precisamente su pasión y su vicio era llevar a la realidad esta fantasía que guarda una gran cantidad de hombres y por orgullo de macho y presión social jamás la comentan y mucho menos se atreven a llevar a cabo.
Esto me sorprendió y verdaderamente me entusiasmó, y comenzamos el intercambio de mail, así sucede que un día me dice que si en verdad estaba decidido que ese fin de semana era el momento oportuno, el vive en Caracas y ese fin de semana se estaría libre ya que siempre viaja y podríamos disfrutar de la soledad y tranquilidad de su apartamento. Estaba muy nervioso, me gustaba la idea, y me animaba que el no conocía a nadie de mi circulo social y familiar, además estaba bien lejos ya que yo vivo en Puerto la Cruz, así pues tomé viaje el viernes en la noche para Caracas, dormí en un hotel y al día siguiente nos encontramos en el bar donde habíamos pactado.
Era un tipo alto y de buen cuerpo, musculoso, atlético y de un rostro firme pero agraciado, nos caímos muy bien, charlamos de cosas sin importancia, mientras tomábamos para ir entrando en calor. Él me dijo quiero que vayamos ya al apartamento, nos espera un gran día, así pagamos y salimos del bar.
Su apartamento muy acogedor, bello todo tenia unos butacones con grandes y gruesos apoya brazos, un gimnasio donde practicaba para mantenerse en forma y todo un estudio de video y música, nos servimos unos tragos y comenzó a preguntarme de cómo había nacido en mi esta fantasía, le relaté todo y fuimos entrando en calor,
Él se desabrocho la camisa, y me mostró sus hermosos pectorales, su pecho velludo y pude notar sus gruesos brazos, brazos de fisiculturista, su abdomen plano, y sus facciones fuertes, se colocó detrás de mi y comenzó a desabotonarme la camisa, me decía todo está dispuesto esperándote, todo está a la mano, no nos faltará nada, no temas vas a sentir las sensaciones más fuertes y ricas que jamás has sentido en tu vida, así me sacó la camisa, luego desbotonó el pantalón y me dijo quitártelos.
Lo hice quedando en ropa interior, él hizo lo propio, se le notaba un buen bulto en la entrepierna, evidencia que estaba excitándose, yo por mi parte estaba casi temblando, aun con toda la confianza que inspiraba tenía miedo, me dijo, no temas, tranquilízate, relájate, si supieras que todos sienten esto que tú sientes la primera vez, luego lo disfrutan a plenitud…
Me senté en un banquillo sin espaldar y él se colocó detrás, podía sentir su bulto en la espalda mientras acariciaba mis tetillas y mi cuello con sus manos, luego fue girando colocándose a mi lado para acariciar mi pecho y espalda, ahora sentía su bulto cerca de mi mejilla, él me tomó del mentón y me recostó de su miembro aun resguardado por su bóxer, y pude sentir su calor, esto encendió mi pasión, y comencé a sentir el dolorcito típico de mi excitación en el trasero, luego me dijo, sería mucho pedirte que me bajes el bóxer.
Me decía esto cuando conservaba mi mejilla recostada a él, quise separarme para bajarlo pero el me retuvo, así no, bájalo mientras sientes mi calor, así tomé el bóxer por las orillas laterales y comencé a bajarlo, lentamente aparecía la delicada piel cercana a los genitales, y él con sus manos me llevaba al lado desnudo, ahora el bóxer estaba aprisionado entre su erección y mi mejilla, por lo que él se separó unos cinco centímetros y me dijo sigue, descubre a tu verdugo, descubre la verga que te hará feliz en este día.
Ya no pude más y lo bajé de un solo tirón, ohh me sorprendí, me maravillé e imagino que mis ojos estarían como dos soles ante la imponencia de ese enorme miembro, ahora sabía que si era verdad lo de esas vergas enormes, pero esta era especialmente bella, gruesa un poco más ancha que el vacío de papel sanitario, pero un poco menos que una lata de coca cola, compa
rando el mío parecía el pene de un púber, que apenas está desarrollándose, pero lo impresionante era el glande.
Estaba separado del cuerpo cilindro por una depresión en forma de canal y eso hacía que el glande pareciera un inmenso hongo con sus alas muy protuberantes, realmente parecía un capullón sobre aquel enorme cilindro, su largo total no era exagerado en comparación al grosor, posteriormente pude comprobar que totalmente erecto tendría unos ocho y medio pulgadas (Una palmo completito), me sentí emocionado, jamás creí que tendría a menos de cinco centímetros una verga tan grande, parada con una leve curvatura hacia abajo, ya que venía saliendo de su encierro y no estaba en su máximo esplendor.
Me preguntó: ¿Algo así era lo que buscabas?, le dije si, algo así, aunque no pensé en algo tan grande. Me dijo, ya te familiarizaras y lo conseguirás manejable, y sentirás que es el que te va bien..
lo tomó en su mano y me acarició mis mejillas con su cuerpo y su glande, me decía siente su calor, siente su olor a macho, siente como termina de crecer… y de verdad sentía todo aquello, aunque nunca pensé en mamar una verga (Mi fantasía era solo sentirlo en mi culo), tenía la boca hecha agua, y el muy ladino lo sabia, me dijo tócalo y acarícialo con tu mano, inmediatamente agarré aquella maravilla…
Era raro sentir la dureza de un pene ajeno, sentí lo duro que estaba y las rugosidades de su cuerpo cuando corría la piel hacia atrás, él dio un gemido, lo que me llenó de orgullo, me gustaba que mis caricias lo hicieran gemir, ahora pienso que por igual sienten las hembras cuando su macho goza, no tardé mucho en pajearlo con mis dos manos y él muy atrevido tomó mi cabeza y la acercó a la punta en una clara invitación a mamar.
Mejor dicho me estaba dando el caramelo que tenía mi boca hecha agua, así inicié con besitos en la punta luego con mis labios en forma de “O” atrapé la punta de su glande, no creo que esa enorme cabeza entrara en mi boca y comencé a pajearlo y a mamar la punta, luego corrí mis labios por el cuerpo hasta sus testículos que colgaban enormes, me dijo bésalos ellos albergan tu premio, y los acaricie con mi boca luego subí nuevamente y volvía mamar la punta, él me dijo, has un esfuerzo y mételo en tu boca.
Abrí todo lo que pude y sentí como se desencajaban mis maxilares y él haciendo una leve presión introdujo algo más del enorme hongo, pero definitivamente no podía, me dolían las uniones de los maxilares y no lo podía soportar, él se dio cuenta y me dijo OK, acarícialo como puedas, yo empecé a pajearlo más fuertemente y el guevo estaba a punto, estaba tan erecto que parecía que iba a estallar, se notaban sus estertores lo que presagiaba su clímax entonces me dijo: para, para, vamos a complacerte, te daré lo que viniste a buscar.
Me preguntó que si aun estaba convencido de lo que quería, irme si quieres continuar, o lo dejamos hasta aquí, no quiero que más adelante cuando este yo más emocionado y en lo mejor, quieras parar y dejarme a medias, me dijo que él no quería que me sintiera obligado y que para él era importante que fuese una entrega voluntaria, sin presiones ni fuerzas, pero en definitiva, yo estaba emocionado, me sentía a punto de realizar mi sueño dorado, y tantas veces secretamente acariciado…
Si definitivamente era el mayor de mis secretos, yo le dije si vamos ya, mi culito hacía pucheros, mis esfínteres se movían involuntariamente y ese dolorcito interno en mi recto que no paraba pidiéndome lo masajeara internamente, que lo acariciara para que dejara de doler, y yo me decía pronto se acabará este sufrimiento, ¡que equivocado y lejos de la realidad estaba!
Me dijo acuéstate en el sofá boca arriba, y así lo hice, él me quitó mi interior, y acarició mi ingle y tom mi pene le dio unos vaivenes muy suaves que lo reanimaron, acaricio mis testículos y el interior de mis piernas hacia el nacimiento de mis nalgas y las vecindades de mi ano.
Luego se colocó entre mis piernas y comenzó a acariciar mi pene con su mano, cuando estuvo duro, lo tomó en su boca y comenzó a mamarlo muy deliciosamente mientras sus manos comenzaban a preparar su objetivo, nuevamente acariciaba mis testículos luego bajo por la parte interna de mis piernas y acarició los
aledaños de mi culo, en este momento tomó de la mesa una crema y con sus dedos embadurnados en esta crema inició su primer contacto con mi intimidad, mientras no dejaba de mamar, lo hacía exquisitamente.
Apreté duro mi esfínter cuando sentí la yema de su dedo en el, luego le pedí que no todavía no, pero él hizo caso omiso, allí lo dejó, siguió mamando y cuando notó que me relajé, continuó su caricia, era riquísimo y me fui relajando más y mas, hasta que sentí que hizo presión su dedo y franqueó la entrada de mi culo, allí apreté duro, noté que su dedito se tranquilizó sin retirarse esperando que nuevamente ocurriera mi relajamiento.
Inmediatamente comenzó su conquista sentía la caricia suave y divina de su dedo, y empecé a sentir ganas de tenerlo más adentro, por lo que moví mis caderas metiendo más profundo mi verga en su boca en la izada pero clavando más profundo el dedo en mi culo en la bajada, sacó mi pene y me dijo sigue así, e inmediatamente volvió a la mamada, al rato ya tenía todo su dedo en mi culo y ganas de acabar, él lo notó y como todo un experto apretó la base de mi pene y alejó el orgasmo al tiempo que retiró el dedo y me dijo ya estás listo, vamos ya es hora de romper ese virgo que me tiene súper excitado.
Cuando dijo esto me tensioné de nuevo, aunque mi verga y excitación estaban a tope. Me dijo voltéate boca abajo y así lo hice, me tomó con sus fuertes manos y levantó mis nalgas dejando mi culito listo para su enorme pene, me dijo quédate así, relájate esto te dolerá un poquito pero piensa que será el precio por el gran placer que sentirás, ¿me entiendes?
Si le dije, dicho eso separó mis nalgas, y mi culito apretado y tembloroso quedo expuesto, luego tomó un generoso lote de crema y lo unto por todo el área cercana a mi culo, el sabia que lo necesitaría para que el enorme cabezote pudiese resbalar y ahora llego lo mejor lo más esperado, sentí como me acariciaba con su glande, primero lo pasaba por mis nalgas luego por el canal de mi trasero bajo hasta rozar mis testículos y tratar de anidar la punta de su glande entre mis testículos.
Eso me gustaba y a la vez me daba confianza, así siguió y siguió hasta que tomo crema y se lo coloco en su capullo, ahora me pidió, quiebra un poco la cintura para que suban tus nalgas y con tus manos mantenlas abiertas por favor, así mi culito quedaba a su entera disposición y se dispuso a poseerlo, sentí algo muy divino cuando su capullón se pegó de mi esfínter…
Sentí la tibieza, su calor y su palpitar, (O ¿sería el palpitar de mi esfínter anal? ), que riquísimo sentía como mis temblores anales le acariciaban la punta a ese gigante que intentaría profanar mi agujerito estrecho, tembloroso y virgen, así me mantuvo un rato, hasta que comenzó a presionar y regresar en una especie de vaivén muy suave, sentí cuando me sujeto de las caderas e hizo el primer intento por dilatar el músculo con su gruesa barrena, sentí sus manos fuertes y su enorme cabezota presionando, ahora me dolía, me dolía mucho el trato de sujetarme para completar el avance pero saque fuerzas de donde no tuve y me gire evitando que me abriera en dos mitades…
Fue un dolor terrible, ahora estaba temblando y le dije que era muy grande, que mejor no, que jamás imagine que doliera así, el me acaricio y me dijo, ten confianza, lo que pasa es que no estabas relajado, el cederá y tu fantasía será toda una realidad pero confía en mi, espera, voy por xilocaina eso te dará una pequeña anestesia para que no sientas más ese dolor inicial, pero no quiero engañarte, si te dolerá un poco cuando entre pero debes entender que es el precio que debes pagar para tener este gran placer.
Sus palabras me alentaron y el dolor parecía ser su cómplice, ya que sentía como desaparecía de mi trasero mientras el me hablaba, como diciéndome es verdad, deja el miedo….. Definitivamente era un zorro viejo en esto y no dejaría escapar a su presa tan fácilmente.
Me dijo, ¿te sientes mejor?, ven colócate sobre el apoya brazos de este sofá, así estarás más cómodo, me coloqué con los pies en el piso y fui doblando mi cuerpo hasta apoyar mis caderas en el soporte del sofá, él me
dijo, abre las piernas, eso es, baja la cara hasta que toques el cojín del sofá, en esta posición nuevamente mi culito quedó expuesto entregado en bandeja de plata.
Nuevamente comenzó a acariciarme, esta vez me colocó la crema con algo de xilocaina y comenzó a acariciarme introduciendo un dedo y haciéndolo ir y venir para llevar xilocaina hacia la parte interna, luego sentí como trataba de meter un segundo dedo, cuando miraba que me dolía él muy hábilmente desistía, luego repetía. hasta que logró colar el dedo anular y el meñique dentro de mi culito, ahora lo sentía algo más relajado.
Sin duda alguna la xilocaina y la crema habían hecho su trabajo muy bien, estaba disfrutando la caricia y luego muy hábilmente con la otra mano comenzó a acariciar mis bolitas y mi verga, haciéndome una rica paja, yo estaba de lo mejor cuando me dijo ahora quiero que sientas nuevamente la caricia de mi verga en tu trasero, retiró muy suavemente los dedos y colocó su tibio glande contra mi culito, …
Inmediatamente traté de cerrarlo y él me pidió que no lo hiciera, que me relajara, luego empezó con el mismo vaivén, era rico, delicioso y así le dio un rato para darme confianza, me dijo puja un poco como si quisieras expulsar algo de tu culito, lo hice y sentí más el contacto, luego me dijo sigue haciéndolo pero cuando lo vayas a hacer me dices ahora, y entonces comencé a decir ahora y pujaba y él presionaba, que riquísimo se sentía un contacto muy íntimo con su pene, era como la caricia de una mejilla de un bebe, que suave, tersa y caliente era, creí que así lo haría acabar y comencé a repetirlo, me sentía más confiado, sentí cuando subió su rodilla y la colocó a mi lado apoyada sobre el soporte en el cual estaba yo doblado y sentí que con su mano presionó ni zona lumbar para que quebrara más la cintura, levantando más el trasero.
No le di importancia pero si la tenía y mucha, cuando estaba de lo más acostumbrado a la caricia y en ruta a un orgasmo delicioso, me preguntó: ¿te gusta? Le dije si mucho, y me dijo vamos a hacerlo más fuerte para que acabes divino….cuando digas ahora puja lo más fuerte que puedas, sentirás más rico, y así lo hice, pujé fuerte.
Afianzando más mi culito a su verga y dije AHORA. él estaba esperando este momento, con una precisión astronómica el muy ladino hizo coincidir toda la presión de su cuerpo a mi grito de ahora uuuuuuy grité, cuidado, saca, saca, sácalaaaaa, traté de hacer lo mismo de antes para escapar y evitar el dolor pero su pierna y el espaldar del sofá me tenían atrapado y su mano en mi espalda no me permitió moverme, mi culito no tenía movimiento ni a los lados ni hacia abajo, solo hacia arriba donde el enorme capullón hacía una presión bestial separando mi músculo anal, rompiendo cuanto pliegue de mi virginal culito se oponía a su avance, haciendo que mi anillo anal creciera dolorosamente hasta coincidir con el enorme diámetro de su glande, provocando en mi el dolor más grande que haya sentido, y un ardor como si me hubiese cortado con una hoja de afeitar.
Después supe que este ardor lo provocan los pliegues desgarrado, en otra palabras, mi virgo roto, así fue como su hongo se abotonó a mi culito, mis lagrimas corrían por mis mejillas, gritaba, le rogaba que no mas, como me arrepentía de esto, maldije veinte mil veces para mis adentros haber llevado adelante este antojo, él trato de tranquilizarme, no lo consiguió.
Yo protestaba y entonces me hizo sentir quien era el macho, me dio una sonora nalgada y me dijo, déjate desvirgar tu me lo pediste y yo te dije cuando estabas a tiempo si querías que lo hiciera, ahora no hay vuelta a tras, siento riquísimo, tu culito es apretado y caliente y no voy a renunciar a hacerte mía, tú eres mi hembra y hasta que no te de toda mi leche, no saldré de tus entrañas, ¿quien es tu macho? preguntó, y automáticamente dije entre sollozos tú, tú, (recordé entonces haber leído que nada somete más a un hombre que tener la verga de un macho encajada en el culo) … entonces tranquilízate y has gozar a tu macho…
Me acariciaba las tetillas y los costados, mientras se quedaba quieto, dejando que mi culo se acostumbrara a la gruesa cabeza del pene, definitivamente era un experto, y yo era un principiante que no i
ba a dejar escapara menos a estas alturas donde todo el glande entraba apisonado por mi esfínter que el dolor cedió un poco y mis gritos de sácala, sácala por favor, se hicieron más distantes y más apagados.
Él me dijo espera ya lo peor pasó, este es el dolor del que te hablé, falta muy poco, para que llegue el disfrute, y dicho esto comenzó lentamente su vaivén mi culito el que se fue acostumbrando al suave culear de pero el ardor de los pliegues rotos era fuerte, sin embargo mi dolor interno se calmaba a pasos agigantados así seguí su vaivén y comenzó de nuevo el avance dos hacia delante uno hacia atrás hasta que coloco la mitad de su verga en mi estrecho agujero, luego me pidió a mi que yo lo hiciera me libero de su trampa y permitió que mi trasero quedara con espacio para moverme circularmente y hacia atrás, así lo hice y comencé a gozar.
Me decía soy tu macho mi hembra rica, culea para tu macho, me excitaban sus palabras y como toda una hembrita me animaba a culear más divino para satisfacer a mi macho así estuvimos un rato hasta que me dijo aguanta un poco que tu macho te hará toda de él, me sujetó por mis caderas, y con un movimiento lento pero muy firme terminó de horadar mi culito virgen, yaaaaa duele papi grité, y nuevamente las lágrimas hicieron su aparición, todo su enorme guevo (polla-verga) estaba dentro de mi.
Él solo me decía, ahora eres mía, estoy todo dentro de ti me dijo, vez que si se podía, vez que si era posible que tu culito se comiera mi verga, allí empezó mi disfrute, me sentí lleno, completamente lleno, sentía como sus bolas golpeaban mis nalgas diciéndome que yo era la hembra y mi macho me estaba cogiendo, comencé a sentir muy rico y fue cuando el dijo ahora vamos acabar juntos, me haló más hacia fuera para que pudiera masturbarme y me dijo, hazte la paja que tu macho te va a llenar ahora, y así lo hice, mi culito daba espasmos y apretaba fuertemente a su invasor cuando él me dijo viene nena, viene ahora acaba, acaba para papi.
Esas palabras y las distensiones del grueso pene en mi culo me hicieron acabar cuando sentí el primer chorro de leche caliente en mi trasero, su primer baño de néctar masculino, eso intensificó mi orgasmo y sentía como la leche me bajaba desde mi cerebro por la espina dorsal y salía por mi pene , mientras más fluido caliente llenaba mi culo recién desvirgado, jamás pensé que un hombre tuviera tanta esperma, sentía como si eran chorros inmensos, y solo decía rico, rico, rico…..el aprovecho este momento para decirme tómame completo, y metió íntegramente su guevo en mi trasero luego comenzó a sacarlo muy lentamente, hasta que nuevamente el glande amplio mi esfínter y salió la parte gruesa, la base del hongo, dejo en forma de tapón la punta calcada en mi culo desvirgado para luego retirarla lentamente y dejar salir el producto de ambos, su leche gruesa, blanca teñida con la sangre virginal de mi ano.
Me dijo voy a retirarme pero quiero que mires hacia mi, así lo hice volteé la cara hacia el, que se coloco de lado mostrando el enorme guevo chorreando leche con sangre y mi culito intentando cerrarse con enormes goterones de esa mezcla blanca y rojiza, esto lo puedo narrar porque el muy ladino había filmado todo, luego que coloco el video puede ver mi cara con gestos confundidos de dolor, placer y arrepentimiento mi culo sangrante dejando salir el fluido seminal y el macho que lucia muy orgulloso el pene que acababa de desflorarme.
Me sentí más humillado, y él me dijo, no te preocupes el video es tuyo, solo quiero la toma final en una foto a la cual le borraré tu rostro para que nadie pueda reconocerte, le pregunté que si pensaba mostrar esto y me dijo ven, pasa hacia acá, como pude camine, sintiendo el dolor en el trasero y los líquidos corriendo aun pos mis piernas abrió una especie de archivo y pude ver al menos unas doce fotografías con la toma similar, el torso sobre el mueble el culo desflorado chorreante de semen y sangre , el a un lado con su enorme miembro triunfal e impregnado de semen y rojizo, era su modus operandis, con razón todo estaba milimétricamente calculado.
Me llamó la atención un joven de unos 18 años, en el que se veía mucha sangre saliendo de su culito recién roto, le pregunte porque, me dijo que no todos los culitos tienen igual capacidad para distenderse, y además él no quiso colaborar y apr
etaba mucho, todos como tú después del dolor inicial quieren dejarlo hasta alli, a él le di tres buenas nalgadas, e igual no se relajó, y sus pliegues se rompieron un poquito más profundo, creo tambien que por su juventud sus tejidos son más turgentes y rompen más fácilmente a la presión, te diré que el vino dos veces más y todavía en la segunda oportunidad sangró un poco, la tercera vez vino con su “esposo” me dijo que él quería conocer al genio que lo había iniciado, me dijo que era una verdadera hembrita y que me agradecía haberlo hecho una hembra a todo dar…
Le pregunté porque en algunos el rostro no lo habían borrado, me dijo, hay muchos como tú, que solo querían probarlo, solo deseaban ser desvirgados y continuar su vida heterosexual, pero otros que después de probarlo cambiaban de idea, tú estás a tiempo, si quieres una nueva experiencia conmigo, ya sin el trauma del desvirgamiento, el precio es que me entregues la foto para mi coleccion sin el rostro borrado…. sino llevatela pero aca nos despedimos, otra cosa, como ves no uso condones, porque solo tengo sexo con hombres vírgenes o desvirgados por mí, que no hayan tenido sexo con otra persona, es mi manera de cuidarme y cuidarlos.
Estoy a tu orden si tienes algun amigo o familiar indeciso, ya vez duele un poquito pero quedas satisfecho….te entiendo le dije, fui al aseo y al regresar él estaba con el video en el computador y la toma de colección, él seleccionó el disfuminador para borrar mi rostro cuando le dije, no borres mi cara, imprímela, guárdala y dame el video. Quiero ver mi cara cuando regrese….. demás está decirles que tres veces más me hizo gozar de su hermosa verga.
Jamás volví a ser el mismo hombre, la hembra que llevo por dentro pide verga a cada momento, y es insoportable la ansiedad me mata…. pero eso si ante la sociedad soy el más hombre de todos los hombres… viajo a otra ciudad a satisfacer mi otro yo, mi yo femenino.