Me llamo Joshua y en los relatos anteriores les contaba cómo cojía con mi novia (Karla)fantaseando ambos que yo era mi amigo Carlos, quien le gustaba mucho a mi novia. También les contaba cómo cojimos una ocasión mientras Carlos nos observaba con su webcam.
Ahora les cuento que en una ocasión mi novia Karla me preguntó que si le podía enviar vía email a Carlos unas fotos que yo le había tomado en posiciones muy sexys y con muy poca ropa. Yo le pregunté que por qué haría eso y ella me contestó que, chateando, ella le había platicado de esas fotos y él se las había solicitado con el pretexto de que tenía poco tiempo de haber tronado con su novia y que como Karla era de la misma complexión (delgadita) que su ex se la recordaba y así le podría ayudar mitigar su soledad.
Esto me excitó mucho y le dije que no había problema, que le mandara las fotos que quisiera. Entonces ella me confesó que la verdad era que ya lo había hecho pero antes de decirmelo quería saber si me hubiera enojado o no. Pensar que Carlos se masturbaba con las imagenes de mi novia con muy poca ropa me excitó aún más por lo que le reiteré que no había problema.
Unos cuantos días después Karla me confesó que se había encontrado en el Messenger a Carlos y que comenzaron a platicar sobre estas fotos, que él le decía que se veía hermosísima y cosas así, con lo que la conversación fue subiendo de tono y terminaron teniendo sexo por internet. Eso volvió a excitarme y le pedí que me contara los detalles, y como estábamos en mi casa y no había nadie, le pedí que me fuera haciendo todo lo que me narraba que hecho con Carlos por internet, imaginando ambos, otra vez, que yo era Carlos. Hicimos de todo y fue muy excitante, por lo que le dije que lo repitiera cuantas veces quisiera.
Más o menos una semana después, en la cual se encontraban diariamente por Messenger y se repetían la dosis, Karla me dijo que Carlos nos había invitado a una fiesta donde iba a tocar con su grupo. Esto ocurriría justo un sábado que yo no podía asistir porque tenía que viajar por cuestiones de trabajo, y aparte de que no podía decir que no, esos trabajos fuera de la oficina me los pagaban muy bien. Pero le dije que si ella quería, que fuera con Carlos, que no había problema.
Noté que se emocionó y luego fingió frustración porque yo no podría ir. Eso me hizo pensar que tal vez había encontrado la oportunidad de materializar lo que había hecho con Carlos sólo por medio de fantasías conmigo o por medio del internet, y la verdad es que a mí también me emocionó eso.
Llegó el lunes y ella fue a recibirme al aeropuerto, luego fuimos a comer a mi casa y la verdad es que a mí me urgía preguntarle sobre lo que había pasado en la fiesta donde había tocado Carlos, por lo que comencé con una pregunta que trataba de ser sutil pero resultó torpe.
- ¿Y cómo estuvo la fiesta?
- Bien -contestó ella-. Carlos y su grupo se lucieron, tocaron muy bien.
- ¿Y a qué hora terminó?
- Como a las 3:00 de la mañana.
- ¿Y a esa hora te fuiste a tu casa?
- No. Llamé a mi casa para avisar que no iba a llegar y me quedé en la casa de Carlos dado que ni él me podía llevar porque terminó muy borracho. Y como la fiesta fue cerca de su casa pues...
Aquí yo ya no sabía qué preguntar pero me estaba alterando la posible verdad a la que estaba a punto de llegar y no estaba totalmente seguro de querer llegar a ella o no.
- ¿Entonces se puso muy borracho? -Pregunté- ¿Y quién manejó?
- El -respondió ella.
- ¿Y por qué no manejaste tú?
- Es que yo también estaba un poco ebria.
- ¿Y entonces qué pasó?
- ¿Qué pasó de qué? -Preguntó ella.
- No sé... Dije yo turbado y sin saber qué decir.
- A ver mi amor -continuó ella-. A lo que tú quieres llegar es a saber si Carlos y yo nos acostamos. ¿No es cierto?
- La verdad es que sí. Tuve que reconocer yo.
- Pues sí. Y te lo quiero confesar de una buena vez para no guardarte secretos. Sí lo hicimos.
Yo me quedé callado por un tiempo todo turbado, un poco enojado pero mucho más excitado.
- ¿Y cómo fue? ¿Cómo empezó todo?
- Pues mientras manejaba hacia su casa él me comenzó a decir que desde que había tronado con su novia no había tenido relaciones sexuales y que a pesar de haber tenido oportunidad con algunas chicas no había aceptado porque sentía que era como ir de mayor a menor y que sólo yo le despertaba una sensación contraria, que conmigo sentiría como si fuera de menor a mayor, pero que sabía que era difícil porque yo era tu novia, que tú eras muy afortunado por tener a una chica tan linda como yo, que se me veía muy bien la faldita que traía, que que bonitas piernas tenía... cosas así.
- ¿Y tú que decías mientras?
- Pues yo le decía que gracias por sus halagos, que no se preocupara, que yo creía que pronto encontraría a alguien que le pudiera sacar de la cabeza a su ex... Cosas por el estilo.
Luego yo subí mis piernas encima de la guantera de su coche y él discretamente comenzó a tocármelas. Yo fijí que no se lo permitiría y él me dijo que no me me molestara, que era sólo que extrañaba acariciar el cuerpo de una mujer, que no fuera mala y se lo permitiera. Entonces yo accedí y el resto del camino me fue acariciando las piernas.
Total que al llegar a su estacionamiento, todavía en dentro del carro me dijo que si le podía dar un beso, que ya sólo eso me iba a pedir y se lo dí.
- ¿Y luego?
- Pues que ese beso no fue sólo un beso porque mientras nos besábamos, él comenzó a acariciarme las piernas y luego la entrepierna, lo cual a mí me fue calentando, por lo que le correspondí acariciándole su miembro por encima de su pantálón, primero, y luego por debajo de él.
- ¿Y qué más?
- Entonces él me subió camiseta que traía y comenzó a acariciarme los senos y después a chupármelos.
Luego me empujó mi cabeza hacia abajo, como para que se lo chupara.
- Y se lo chupaste.
- Sí.
Después alguien prendió la luz de su casa y tuvimos que recobrar la compostura. Era su mamá. Entonces él le dijo que ya no iba a salir, que se durmiera tranquila, por lo que su mamá volvió a apagar la luz y se durmió. Entonces nos metimos discretamente a su cuarto, donde me dijo que quería hacer realidad lo que habíamos hecho como de fantasía por internet. Yo le dije que yo también lo deseaba. Entonces comenzó a besarme y a manosearme. Me fue quitando la ropa poco a poco hasta que quedé desnuda y me tiró bocarriba en su cama. Comenzó a besarme las piernas y fue subiendo hasta llegar a mi entrepierna y comenzó a chuparme ahí. La verdad es que lo hace muy bien. Sólo de estarme chupando en la vagina me hizo tener un orgasmo.
Luego se paró en frente de mi y me puso su pene en la cara, yo entendí qué era lo que quería y comencé a acariciárselo con mis mano y con mi cara, luego me lo metí a la boca y comencé a chupárselo mientras me decía cosas sucias.
- ¿Como qué cosas? -Pregunté yo.
- Pues cosas así como que si me gustaba su verga, que se la mamaba muy rico, que yo era su putita... cosas que nos decíamos por el Messenger.
- ¿Y tú qué le respondías?
- Pues que sí, que me encantaba su verga, que me encantaba mamarle su verga, que yo era su putita, que hiciera conmigo lo que quisiera, etcétera.
- ¿Y luego?
- Luego me tiró bocarriba, me abrió las piernas, se me echó encima y comenzó a penetrarme poco a poco. La verdad es que la tiene muy grande y me dolía, por eso le pedí que me lo metiera con cuidado.
- Lo tiene más grande que yo.
- Perdón mi amor pero sí, y por mucho. Además mucho más grueso.
- Continúa.
- Pues así me lo estuvo haciendo un rato, en esa posición que ustedes le dicen "de misionero".Hay que decir que lo sabe hacer muy bien, me hacía gritar de placer.
Luego se acostó él bocarriba y me pidió que lo montara. Yo primero se lo chupe un poco y luego se lo monté. Ahí me hizo tener otro súperorgasmo. Mientras, me besaba los senos, me los acariciaba, me acariciaba el trasero y cosas así.
Luego me pidió que me pusiera "de a perrito", así lo hice y comenzó a penetrarme por detrás, primero lento, suavemente, y luego fue subiendo de intensidad hasta que los dos estábamos gritando, por lo que no pudo contenerse más y entonces me dijo que le pusiera mi boca, que quería terminar en mi boca. Yo me hinqué debajo de su cama, él se paró en frente de mí y me descargó en la cara y en la boca. Ahí terminó todo.
- ¿Sólo lo hicieron esa vez? -Pregunté yo.
- Lo volvimos a hacer a la mañana siguiente.
Yo me quedé callado por un tiempo tratando de digerir la situación.
- ¿Estás enojado? -Preguntó ella.
- No. Respondí tratando de disimular mi excitación. Los amigos comparten todo, y si ahora Carlos no tiene con quién tener sexo, pues supongo que yo le podría prestar a mi novia.
- Eres un amor -dijo ella como bastante aliviada. ¿Entonces no te molestaría que lo volviéramos a hacer Carlos y yo?
- No. Pero con la condición de que siempre me cuentes todo.
- Te lo prometo -aseguró ella-. Con todos los detalles.
- Bien.
- Te amo.
Nos dimos un beso, subimos a mi cuarto y -como ya era costumbre- tuvimos sexo justo como me había dicho que lo había hecho con Carlos. Fue muy placentero.
Espero les haya gustado. Esperen la continuación porque se pone mejor.