Mi putita
( Relatos Heterosexuales )
Ese sábado al mediodía, mamá se dispuso a darse un baño, mientras mi hermana terminaba su tarea. Yo me quedé viendo la tele y cuando oí que abrió la regadera me dispuse a observar a mamá por un pequeño agujero que había hecho en el marco de la puerta. Ella se quitó la bata, quedando en ropa interior. Eran unas bragas bordadas color beige y cuando se volteó para colgar la bata, miré que solo eran de hilo dental en la parte trasera, dejando al descubierto sus hermosas nalgas. Los fue enrollando hacia abajo y los aventó al cesto. Luego desabrochó por delante su sostén, liberando sus generosas tetas. Se paró frente al espejo, admirando sus atributos. En eso estaba, cuando mi hermana subió sin que yo la oyera, sorprendiéndome. Enojada me jaló de un brazo y me dijo amenazante que lo contaría a mamá. Finalmente, así lo hizo. Mamá solo meneo la cabeza en gesto de desaprobación. Por la tarde, mi hermana salió con sus amigas al cine, a mí me dijo que no podría salir, que estaba castigado. Me tiré al sofá y busqué un canal de deportes en la tele, para pasar el rato. Mamá se sentó a mi lado y comenzó a preguntarme el por qué había actuado así. Yo le dije que estaba confundido, que todos mis amigos me decían que ella es bellísima y que tiene un cuerpo de concurso, que a todos les encantaría llevarla a la cama. Bueno, hijo, así son los muchachos. No te debes dejar influenciar por ellos, debes actuar con libertad y naturalidad. ¿Tú piensas como ellos?, me preguntó. Y yo le dije que sí, que era muy hermosa. ¿Y de llevarme a la cama?, preguntó. Mamá, por favor. Ella sonrió y luego me miró de una forma que me dejó helado. Yo soy una mujer que siente y que no tiene una pareja. Más de una vez me he imaginado que estoy con un muchachito, teniendo aventuras sexuales. No lo puedo creer. Pues entonces no se por qué tienes erecto tu pene, dijo y lo tocó. Yo no reaccionaba, hasta que ella lo sacó de mis pants y lo introdujo en su boca. No podía creer que me la estaba mamando. Me atreví y tomé su cabeza para ayudarla en el movimiento. Ella se sacó la blusa, poniendo sus tetas en mi cara. Yo las chupé emocionado. Levanté su falda, buscando tocar sus nalgas. Las sentí suaves y firmes. Lentamente buscaba sus bragas pero finalmente al tocar su coño comprendía que ella venía preparada para que yo me la cogiera. Sonriendo me dijo: Traviesito… yo le respondí: Me sorprendiste, mami. Ella me dijo que mientras no estuviera montada en mi verga, era mamá, por ahora era mi putita. Yo le dije que me parecía muy razonable, y dándole unas estocadas más le llené de semen el coño. Ella gimió y se mantuvo sobre mí por unos minutos. Después nos bañamos juntos. Y cuando mi hermana llegó, estábamos arreglados y listos para salir. Ella se sorprendió, pero mamá le dijo que ya habíamos hablado y que me portaría muy bien desde ese momento. Que para que no hubiera ningún problema quería que la llevara a cenar. Ella lo aceptó y yo salí con mamá. Nos fuimos a un hotel y nos pasamos un largo rato cogiendo y viendo películas porno. Me la mamó nuevamente y la penetré por la concha y por su precioso culo. Hicimos planes para cogerme a mi tía que está buenísima y según mamá es puta como ninguna. Y ella para que se la clave mi maestro de educación física. Un cabrón negro que tiene una verga de 32 cm. Según le ha dicho dos amigas suyas, que ya se pusieron ese palo en sus coños.
Por lo pronto, cada oportunidad que tengo, me ensarto a mi putita.
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Detalles
cogemadre
Nombre do Relato
Mi putita
Codigo do Relato
1168
Categoria
Heterosexuales
Fecha Envio
05/sept/2008
Votos
0
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