Fuego en las venas
( Relatos Heterosexuales )
Mi historia no es producto de la casualidad fue germinando lentamente debido a las excesivas muestras de cariño y atenciones por parte de Joel (mi yerno) sacando del rincón mas recóndito de mi ser lo que creí ya extinto, mi apetito sexual fue saliendo de su largo letargo y la monotonía a la que había estado sometido al lado de mi esposo y así sin darme cuenta fui insinuándole que yo también lo deseaba aunque veladamente ya que eso creía yo entender de parte de el y como toda acción tiene su reacción un lunes cuando ya mi esposo había salido a su trabajo recibí una gran sorpresa.
Al abrir la puerta atendiendo el llamado mi corazón dio un gran brinco el ver que se trataba de Joel, llena de emoción lo invite a pasar y no bien hube cerrado la puerta me tomo por la cintura y sin darme tiempo de reaccionar unió su boca a la mía en apasionado beso, sus tibios labios fueron como brazas quemando los míos y correspondí a su ardiente beso separando mis labios permitiendo la entrada de su lengua que se enfrasco con la mía un lascivo combate, nuestros cuerpos se unieron mas aun hasta que sentí la dureza de su pene haciendo presión en mi pubis, lenta y suavemente empecé a frotar mi cuerpo contra el suyo sin ponerme a pensar si era o no moral lo que estaba haciendo, a pesar de que mas de una ves había soñado y deseado una situación así nunca pensé que mi sueño se hiciera realidad, ahí detrás de la puerta no se encontraba suegra y yerno solo habían dos seres deseándose mutuamente llenos de pasión, solo nos tomo un instante pasar a un lugar mas cómodo para continuar atizando el fuego ya iniciado, lentamente fue quitando una a una mis prendas de vestir y yo iba haciendo lo mismo con las suyas, nuestras cuerpos desnudos eran brazas que se frotaban entre ellas aumentando su combustión, pasión, lujuria, sexo, morbo, ansia, deseo todo eso flotaba en el ambiente mientras nuestras manos y bocas recorrían el cuerpo del otro, mi sangre era lava derretida recorriendo mis venas haciéndome no solo transpirar sudor también traspiraba sexualidad que invadió el ambiente con su acre y excitante olor, recostados sobre la cama inicio besando mi cuello para ir bajando lentamente beso mis erectos pezones mi torso, abdomen, pubis y la locura fue cuando llego a mi vulva, ayudado con sus dedos separo el espeso pelaje que cubre los labios de mi vagina y suavemente fue pasando su lengua por todo su contorno, me resulto imposible mantenerme pasiva ante tal placer gemía y contorsionaba el cuerpo como jamás lo había hecho, su lengua transporto mi cuerpo a la cima del placer haciéndome explotar con un grandioso orgasmo, entre gemido y jadeos de lo mas profundo de mi ser broto un río de tibios jugos, por primera ves en mi vida tuve un orgasmo sin ser penetrada, una ves algo recuperada fue mi turno y tomando su pene con las manos empecé a chupar el liquido que ya cubría su glande luego suavemente fui lamiendo y metiendo cada ves mas su duro pene n mi boca, quería sentirlo en su totalidad dentro de ella pero me resulto imposible por su enorme tamaño, me detuvo ya que el no quería venirse en mi boca y tomando posición boca arriba me pidió que fuera yo la que cabalgara sobre el, lentamente fui deslizando dentro de mi vagina su duro y caliente pene que era como ir introduciendo una candente barra de acero dentro de mi, recuerdo que sin ningún recato emitía toda clase de fuertes gemidos mientras su pene se deslizaba dentro de mi, no detuve la caída de mi cuerpo hasta que la totalidad de su pene se encontró adentro, cabalgué suave y rítmicamente lo que le permitía acariciar mis pechos, mi cuerpo se sacudió una y otra ves el lo que parecía un interminable orgasmo pero no se manifestó una faceta que yo no conocía soy multi orgásmica y no lo sabia por que nunca había llegado a tan alto placer sexual.
Yo aun quería mas sexo en ese momento pero Joel me hizo entender que es mejor quedarse con el deseo para que el siguiente encuentro tenga la misma intensidad y así lo venimos haciendo para mantener el fuego encendido.
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