Noche as Mouras
( Relatos Fantasias )


“Noche as Mouras”

Una experiencia extraña, inexplicable para nosotros fué muy real, pero para los especialistas envenamiento por hongos o por cornezuelo de centeno.
Esto pasó…
Jueves 20 de Junio del año 2013, mi mujer y yo decidimos ir a la ciudad de Colonia (Uruguay) ya que esa noche era San Juan y se hacían unas fogatas en la costa y en el monte, como lo vienen haciendo en España y otros paises desde hace cientos de años, tiene esa magia y ese misticismo que sucede cuando se mezcla religiones paganas y cristianismo.
La ciudad de Colonia, la parte vieja mantiene algunas de las viejas edificaciones portuguesas y españolas, hay restaurantes que se han establecido en casas con trescientos años de historia ya va quedando poco así en nuestra américa.Se come bien y es un paseo agradable, ahora se está arreglando la plaza de toros y muy cerquita de ahí esta el museo de piratas y naufragios, hecho con todo lo que Collado sacó del fondo del mar.
Muchos hermanos argentinos y gringos se pasean por sus calles, hace unos años era como Las Vegas, los argentinos venían a casarse a Colonia pues en su país no existía el divorcio.
Los pasamos muy bien, pero en nuestro continente es invierno, era una noche cruda y oscura, así que decidimos partir temprano, pero eso no sucedió y salimos casi a las 23:30.
Debíamos tomar la ruta nacional 1, pero nos embarullamos y nos desviamos, terminando en la 26, eestaba oscuro y no había un alma, la cartelería era poco o nada visible.
Para colmo en una encrucijada de caminos el coche se apaga y sin cobertura de señal para los celulares estábamos fritos, decidimos intentamos durante 15 minutos encender el coche sin éxito.
Eran ya las doce, en la lejanía vimos una estructura iluminada, curioso…era una casa, una gran casa y no la habíamos visto antes.
Caminamos hacia ella, escuchamos música ¿clásica? Mozart, Bethoven, Haydn, ¿Qué canario de campaña escucha esa música?, nos preguntamos.
Tras caminar unos 1000m la casa fue haciendosé más grande y elegante, costosa y señorial, se oían risas y voces, decimos entrar en los jardines y golpear a la puerta.
Nos atiende un hombre muy, muy blanco, nos mira con curiosidad al igual que nosotros a él, llevaba una cursi peluca blanca, parecía de crin de caballo.Una voz suena en el fondo de la casa, -“¿Manuel quien toca?”-, a lo que el hombre responde,-“Forasteros Señor y muy mal vestidos”-.
Luego el misterioso Señor aparece, un hombre regordete, petiso de unos 50 años, también con peluca pero con un antifaz, se saca el antifaz y recorre con su vista a mi mujer, luego habla, con un fuerte acento español.
-“Disculpad las groseras maneras de Manuel mi mayordomo, hecha de menos su Toledo natal y yo no le dejo volver, lo necesito aquí”-, dice el hombrecillo.
-“¿Quienes sois?,¿De donde vienen?, ¿No serán parte de esa gavilla de revoltosos que se hacen llamar revolucionarios?”-, continúa preguntando.
-“¿Qué?, no, no , venimos de Colonia y nuestro coche de averió a un par de kilómetros”-, le respondo.
-“Kilómm…serán millas, ustedes los chavales hablan horrible, vienen de Colonia del Sacramento, ¿Vienen de Bs.As?”- , interroga el hombre.
-“No, somos uruguayos solo de paseo”-, le aclaro.
-“Urugallos, uruguguayyyos o uruguaios, no conozco esa tribu y ustedes no parecen nativos”-, dice, luego sonríe y pregunta, -“¿Me están vacilando?, buen chiste, casi caigo, en Colonia, les dijeron de mi fiesta, pasad que afuera está helando, como veis he organizado un fiesta de disfraces, para festejar el solsticio de verano-“.
-“No, no queremos molestar solo queremos un teléfono”-, le digo.
-“Telescopio, tenemos uno en la azotea…ese moderno invento de Galileo…magnífico”-, dice el español un poco confundido.
-“Teléfono no telescopio”-, le aclara mi mujer que permanecía callada.
-“No, lo siento no tengo eso, pero pueden disfrutar de mi fiesta y ser mis invitados, somos unos treinta, cuando despunte el alba iremos por su coche, veremos si se puede reparar”-, aclara el hombre.
Entramos , la casa es fabulosa muebles de roble, lámparas de cristal de bohemia, cortinas de seda, grandes óleos tapan las paredes, hay una orquesta de violinistas, parece que han decorado la casa al tono de la fiesta, no veo electrodomesticos, seguro los llevaron a la cocina y han apagado las luces y puesto velas, pues con toda la vajilla de plata que ví, no les falta dinero para pagar la factura de la luz.La porcelana era o parecía italiana, las sillas y sillones tapizados en fino cuero.
Todos disfrazados con muy elaborados y reales disfraces, piratas, generales, almirantes, siervos, damas de aristocracia, bufones de circo, caballeros medievales, pero nada moderno, una fantástica fiesta temática entre generosos escotes y apretados corses circulaban caballeros templarios, obispos y escuderos.
Todos los invitados muy sonrientes y amables.
Entramos en un gigantesco comedor donde afanosos empleados muchos de ellos de color y disfrazados se esmeraban en que no faltara nada en la mesa, todo era fresco y artesanal…una delicia.
Teníamos hambre y no dimos importancia a los fuertes acentos hispanos, parientes o amigos del pequeño fiestero, pensamos.
Luego de comer nos dieron una magistral clase de cómo se baila un bals, más tarde el champagne y el vino hicieron estragos.
Se veía una fuerte y ferrea disciplina entre patrones y empleados…curioso.
Cinco chicas se mostraron interesadas en mi mujer, atraídas por sus ropas, le invitaron a subir al piso superior donde estaban los dormitorios para mostrarle ropas traídas de Europa.
Ella subió, a mi se me acercó un jovencita, una chica negra, pobre, disfrazada de esclava, no hablaba español, era violeta como el acero templado, grandes dientes blancos, anchos labios y perfectos pechos.Sonrió y me ofreció un poco de una bebida que parecía sangría.Acepté.
Bebí el extraño brebaje y una sensación de calor, alegría confor y deshibición como una borrachera, más tarde vería la realidad distorsionada.
Luego la negrita me toma de las manos y me lleva hacia arriba, entramos en un amplio dormitorio, donde una cama enorme está en el centro, de esas antiguas con barrotes y techo.Podía ver como las chicas discutían con mi mujer para que les mostrara su ropa inclusive la interior, ella se negó y ellas empezaron a tirarle de las ropas, tan fuerte que se las sacaban.
-“¿Que esa prenda que te cubre las tetas?”-, preguntó una de ellas indicando el sujetador.
Tal era la curiosidad que en un plis plas, la dejaron enteramente desnuda al tirar de su bombacha la única prenda que le quedaba puesta, se cubrió igual a pesar que eran mujeres, ellas vieron su coño rasurado y su piel sin vello.
-“¿Cuál es tu secreto para sacarte todo el vello?, queda lindo pero es raro”-, dijeron.
La negrita dejó caer ante mi vista sus ropas dejándome una expresión atónita al ver su cuerpazo de ébano enteramente desnudo.Luego ella de afanaba en sacarme lo que consideraba unos extraños pantalones, cuando lo logra me quita el slip y ríe deliciosamente al ver mi miembro blanco y rasurado, como un delicioso manjar se lo mete en la boca, me saca un grito al morder el glande, pero su lengua es mágica y logra su codiciada erección.
Las chicas, mientras, le dicen a mi mujer, -“¿Quieres probar a José es lindo?”- y ella responde, -“.¡No¡, soy casada”-.
-“Nosotras también y eso no importa, para eso son los esclavos son un consolador de carne, ni de madera ni de metal… ¡Joseeeee¡”-, dice una.
Empujan a mi esposa sobre la cama, cada chica le sostiene un brazo, una pierna, desnuda, abierta y culo pa arriba.
Aparece un negro enorme 1.90 m, fornido vestido de criado.
-“Queremos jugar con tu bongo-bongo”-, le dice una de las chicas riendo.
El hombre sonríe y se desnuda, una verga descomunal, mi mujer lo ve reflejado en un espejo a sus espaldas y grita, lo que atrae a más gente a la habitación que solo optan por ver.
El negro moja con saliva su deforme pija, con una mano abre los glúteos de mi mujer, admira su rasurada concha, mete los dedos, mientras ella grita -“Haayyy, noooooo”-, luego apoya su glande contra su vulva, abre las nalgas con sus grandes manos hasta hacerle chillar,ella forcejea con las chicas que la sujetan, mientras siente como el gran pedazo de carne se introduce a la fuerza en su sexo, casi le desgarra la vulva, es como la inversión de un parto, como meter el bebe pa dentro, el negro rebufa como toro, su verga entra y sale, ella ruega , llora mientras el gigante la viola, las chicas ríen se excitan, se desnudan.
Mientras la cama suena que parece venirse abajo, la piel del negro chorrea sudor y hace chasquidos al golpear con la blanca piel de mi mujer.Ahora ella timidamente gime…!Ah¡, ¡Ah¡.
Puedo ver la pija del mulato toda dentro de mi esposa y como le toma de las caderas y enviste a su antojo, eso me excita y agarro de las tetas a la negrita mientras me chupa el falo.
Tras 15 minutos el hombre consuma la cópula sin protección alguna, consuma el coito, llenando a rebosar todo el sexo de ella, su glande rojo y su verga otrora negra sale blanca de esperma, espeso y viscoso, como leche de higuera, sudando, fatigado, retira su verga de mi ultrajada mujer, ver su concha blanca y llenada a la fuerza, hace que acabe dentro de la boca de mi anfitriona, ella se bebe todos mi jugos.
De repente aparece el dueño de casa, todos gritan, “! Derecho de pernada, derecho de pernada ¡”.
El hombre se desnuda es panzón y su verga pequeña, las chicas sujetan a mi mujer que grita en agonía, aún su concha chorrea semén del africano, el hombre hace una mueca de asco al ver el esperma del mulato y apunta su verga a ún lugar no usado, el culo, el ano de mi cónyugue y la penetra entre los vivas de ellos y un largo, agonico, -“Ahhhhgggggggg,aaaagggghayyyyy”, de ella, mientras le parten el culo sin piedad.
Drogado, excitado, pongo a la negrita en cuatro patas y me la monto en perrito, mientras ella hace todo tipo de gemidos y frases en su idioma natal yo veo coger a mi mujer.
Luego que el dueño de casa ruge y descarga su leche dentro del intestino de ella, se aparta y las chicas juntan todo el esperma, del blanco y del negro que chorrea, hacia una copa.
Luego una de ellas mete la boca dentro de los labios de la vulva de mi esposa y limpia con su lengua todos los restos de yogurt de macho.
Dentro de la copa ponen el extraño brebaje que yo bebí lo mezclan con el esperma y todos beben incluse abren la boca de mi esposa y le obligan a beber.
Luego de unos minutos aquello era una bacanal de sexo, todos con todas y todos, los esclavos cogían y eran cogidos, la negrita enloquecida conmigo, me besaba, gozaba y no me compartía, ya iba por mi tercer polvo, sentía a la mulata mojada, excitada, se abría mucho, me quería todo dentro de ella.
Pude ver como la posion hacia el efecto esperado en mi mujer, excitada se cogío a dos desconocidos, llegó a intensos orgasmos, manos extrañas recorrían su cuerpo, acarciaban su intimidad y exploraban su sexo, ahora eran otros gritos o mas bien gemidos,
-“ Uff,uff…Ahhhhhhh,siiiii,aahhhhhhh,acaaaabooo,así”-, se mordía los labios mientras cabalgaba a un tipo , que le comía los pezones y luego otro y otro,fornicó con hombres y mujeres, vi una masa humana que me costó identificar, era mi esposa en una doble penetración y comiendole la concha a una mina.
Recuerdo que antes de perder la conciencia, estaba penetrando el culito de la negrita que aguantaba el dolor estoicamente, me dolían las piernas y hasta la verga me ardía al acabarle me desmaye.
Un rayo de sol en mis ojos me despertó, me encuentro desnudo junto a mi esposa en un descampado y cuatro vacas nos observan, despierto a mi mujer, recogemos nuestras ropas y nos vestimos a prisa, llegamos al auto, enciende sin problemas.
Llegamos a un pueblo, tenemos nuestros recuerdos vivos, preguntamos por la casa, nadie recuerda una casa así y menos donde dijimos no en los últimos 100 años.
Ella quiere denunciar su violación, un médico examina a mi mujer,no hay sémen, ni ADN, pero si rastros de actividad sexual intensa, mordidas y chupetones escarlata y el esfinter desgarrado, le duelen las piernas y los ovarios, no duda que tuvo sexo pero…¿Con quién?,¿Consentido y no consentido?,¿Qué fue todo aquello?.
Días más tarde descubro un artículo sobre unos españoles que se hicieron fuertes dentro de una casa, resistiendo a las tropas de Artigas, pero en el fragor de la batalla, la casa tomó fuego y nadie sobrevivió, la casa se derrumbó, nada quedó, Colonia, corría el año 1813.
Todavía seguimos buscando una explicación lógica, mientras mi mujer busca a sus agresores y yo busco…a mi negrita.FIN.




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Codigo do Relato
4507

Categoria
Fantasias

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