EL NEGRO ERECTO
( Relatos Fantasias )


En la esquina de la cuadra donde vivo, están construyendo un edificio nuevo; hace unos días cruce por allí y observe entre los obreros a un hombre apuesto negro, alto y fornido, se ve muy interesante con su pantalón de overol, su camiseta escotada y casco de trabajo; la verdad cuando lo vi no pude dejar de pensar en algo excitante. Así que me día a tarea de entablar amistad con él, empecé a cruzar cerca de la pobra y un día que lo vi en la parte de la acera me le fui y pase coquetamente por frente de él y claro me miro y me saludo diciéndome halagos; luego al otro día me envió un muchacho con saludes, una tarjeta y una invitación, lo cual celebre ya que las ganas que le tenía a él eran muchas y no dejaba un instante en pesar en lo bueno que podíamos pasarlo en una aventura; además mi fantasía era algún día poder conocer a un chico de color. Fui a la invitación muy elegante y con una camisa escotada y estuve charlando un largo rato con él, pero pude darme cuenta que no dudo un segundo en mirar mis tetas y vi en sus ojos un deseo incontrolable de hacerme suya, creo que él se pudo dar cuenta que soy una chica caliente, por eso me propuso que tuviéramos algo los dos y me invito a salir a bailar al otro día en la noche; y claro acepte gustosa y fuimos a bailar a una discoteca, tomamos unos tragos y luego en la misma fiesta comenzó a abrazarme y bailaba muy amacizado contra mí, esto a decir verdad me excito bastante y su cuerpo me inspiraba mucha lujuria, sus músculos me hacían vibrar, no dejé de demostrarle las ganas que le tenía, respondiéndole muy lujuriosa a sus caricias; luego nos fuimos hacia un rincón y allí nos comenzamos a besar, él metía su enorme lengua en mi boca y yo le respondía succionándola, la pasión nos inundaba, sus labios carnosos me volvían loca, por eso mi conchita se me mojaba cada vez más, deseaba que él me follara, quería exponerme a sus deseos; además observándolo a él, veía la furia brutal de un negro deseoso de copular conmigo, hubo un momento que no aguanto y me dijo que quería hacerme el amor; en aquel lugar no fue posible por la gente, entonces nos aguantamos la calentura porque no podíamos ir a nuestras casas para tener el encuentro ya que nuestras familias estaban allí. Así pues al final de la fiesta él me dijo que realmente quería tenerme y quedamos de encontrarnos al otro día que era sábado y que él solo debía trabajar medio día; entonces me dijo que podíamos encontrarnos en la obra que estaban construyendo después de que salieran los demás trabajadores; entonces quedamos que él me esperaría allí. Al medio día me fui preparando para mi hermosa faena, me di un rico duchazo y me depilé completamente mi conchita que quedo como la de una bebe, me puse una faldita y una blusa muy suave y debajo solo llevaba una tanga en hilo muy diminuta; siendo ya las 2 de la tarde me dispuse a ir a la obra y cuando llegue él me estaba esperando ansioso; me mandó seguir por entre los escombros a dar a unos cuartos que están en obra negra; allí me tomó e las manos, me abrazó fuerte y comenzó a besarme, me fue subiendo la mano por debajo de mi faldita y a tocarme el culo, me cogió las dos nalgas, y continuó besándome apasionadamente, luego tomó mi tanga y me la bajo, solo quede con la falda, enseguida abrió la bragueta de su pantalón y saco su enorme y descomunal verga, ya estaba dura, y se apreciaba una cabeza sobresaliente color rojizo oscuro, bajo su pantalón hasta las rodillas y luego me arrinconó contra una pared, tomó su verga en su mano para metérmela, pero al levantar mi falda vio mi abultado coño depilado y suave, entonces se puso de arrodillo frente a mí a preciar mi conchita caliente y exclamó “huy nena jamás le he metido mi verga a una concha blanca y rosadita como la tuya, se te ve muy rica y apetitosa; así que te voy a dar mucha caña bebe” enseguida sacó su gigante lengua y la siguió pasando por mis labios vaginales y hacía presión hasta que abrió mis labios, así que me emocione bastante y abrí mis piernas para exponerle mi sexo y siguió lamiéndome el clítoris me hacía gemir y me moje mucho más, luego me llevó y me dijo que me sentara encima de un muro, puso un manto debajo y así me senté, enseguida abrió mis piernas e hizo que las levantara, luego con sus dedos abrió mi coño y me dijo “wau que cosita de estar mojadita y bien rosadita”, entonces tomó su pañuelo y seco mi coño, pero de nuevo lo abrió para observarlo bien y exclamo ”tu conchita se ve apretadita, me la voy a gozar bastante y te voy a dar como nadie te ha dado, nunca pensé que fuera tan bonita y tan rica y así de caliente; quiero que sientas toda mi verga dentro de ti” luego me metió la lengua en mi concha y grite de placer y me lamía fuerte moviendo su lengua delicioso; entonces vi que su verga estaba totalmente erecta y prácticamente de lo mismo arada estaba doblada hacia arriba, parecía un cacho, pero muy grande jamás había visto una así en mi vida; terminó de lamerme y tomó su verga para metérmela, pero lo detuve, él me dijo “no, yo te voy a ser mía, no me ves que me tienes arrecho” yo entonces le dije “amor quiero mamarte esa verga antes que me la metas” el dijo “pensé que no te la ibas a dejar meter”, yo enseguida me puse de rodillas y cogí esa verga entre mis manos que inmensidad no podía creer que me fuera a meter todo eso dentro; pero esa era mi fantasía ser cogida por un negro: Comencé a lamerla de arriba abajo, pase mi lengua por su cabeza suavemente, él gemía como un leon y abrí enseguida mi boca casi que no me cabe, pero comencé a chuparla suave, me cupo solo la cabeza y unos centímetros porque era muy grande; ahí el chico se emocionó mucho y me tomó de la cabeza y comenzó a follarme la boca con su verga y me decía “chupa zorra, cómetela toda ya que te gusta mamar” así duramos un rato; luego la saco, me puso contra la pared yo estaba empapada de mis jugos vaginales y ahí colocó su verga en los labios de mi concha, no pude aguantar y gemí fuerte, siguió apuntando a mi entrada y la encontró, así fue que siguió empujándomela y con sus embestidas me fue enterrando la cabeza, me dolía, pero a pesar de ello yo quería sentirla, con su esfuerzo no entraba más, así que me tomó y me hiso acostar en el piso, ahí abrí mis piernas y listo él se fue encima de mí tomó su verga y la puso en mi entrada y se fue dejando caer, ahí fue entrando yo no hacía más que gemir por el dolor y el placer, cuando ya la cabeza estuvo dentro se fue con toda su fuerza encima y de una embestida me la clavo por completo, me sentí abierta, cuando ya estuvo dentro, él se puso como un tigre en celo y hacía como una pantera, eso me emocionó mucho, me decía “que apretadita la tienes mi amor” y empezó el mete y saca primero como con dificultad y luego ya se prendió duro fallándome como loco, así mi coño se fue acoplando a agarre carnal y fui gozando cada vez más, ese chico tiene mucho aguante siguió dándome duro, parecíamos animales crujiendo de placer, era mucho el morbo vivido, él me estaba follando con su casco de trabajo puesto y me hacía sentir como una perra; sudábamos mucho y nuestros cuerpos pegados por la calor carnal; sentí dos ricos orgasmos con contracciones vaginales intensas y grite, el crujió como un gorila y me dijo “que rico aprietas mi verga” al rato sin él terminar, le dije “amor cógeme en cuatro quiero que me des bien rico” entonces se levantó con esa vergaza erecta; yo fui y me agarre de un muro abrí mis piernas y expuse mi culo hacia él, ahí él me tomo por detrás y fue buscando mi entrada, y me embistió como una vestida toda de un golpe, grite como loca, sus huevos sonaban y me fue dando duro y muy rápido, yo sentía que mi coño hervía de lo caliente, pero él no paraba me seguida dando y al mismo tiempo me decía “así te quería tener perra, dándote verga como te lo mereces, esa cuca clama que no se la saque, entonces tómala” yo le contestaba “vamos cabrón quiero que me des bien duro, tu puedes no pares calma mis ganas de verga, la quiero toda” entonces me dieron tres orgasmos seguidos, él puso una mayor velocidad y se vino dentro, sentí su leche correr por mis entrañas y al enderezarme su leche bajo por mis piernas; sentía mi coño abierto y adolorido; pero feliz de cumplir mi sueño.
Me limpie y él me invito a recostarme en una manta allí me dijo que yo era excelente para el sexo y luego nos dormimos abrazados y totalmente desnudos; como las dos horas me desperté y al verlo a él desnudo con su gran verga, me calenté de nuevo, entonces me deslice y comencé a succionarle la verga para hacérsela parar y él despertó y me dijo “quieres más verga mi amor, te gusto como te di” yo le dije: “sí, me gusta esta verga, y me encantó como me diste; eres un felino”, y seguí mamándosela, él me dijo “nena que bien lo haces, que rico como me la chupas”, y se le puso bien dura y doblada de lo mismo parada; él quiso echarme debajo para montarme pero yo le dije “quiero cabalgarte a galope, él me dijo “huy mami hazlo ya, quiero verte enterrar mi trozo en ese coñito sabroso que tienes” enseguida procedí a subirme y me puse en cuclillas bien abierta y con mi chocho bien mojado para que resbalara dentro de mí; así que él cogió su verga en la mano y la tuvo para que me fuera sentando, así fue entrando, mientras tanto fui maullando, él exclamaba “vamos muñeca clávatela toda tu puedes, yo se que la quieres siéntate bien nena hasta que desaparezca dentro de ti, o si no puedes ven te la clavo” entonces le conteste: “déjame sentir como entra entre mis labios” así entró su cabeza, luego hice presión y siguió entrando; pero él no aguantó y me cogió de las caderas y me arrastró hacía él con fuerza, lo que hizo entró el resto de su mástil; al sentirme llena no tuve más que hacer que gemir como loca; enseguida seguí subiendo y bajando primero lento y luego rápido, me sentía abierta y mi gallito rosaba con su verga erecta, él jadeaba de placer y me decía “eso muñeca sube y baja sacando y metiendo toda esta verga, date duro, siente un macho de verdad” seguí cabalgando rápido y maullando, y de repente sentí dos orgasmos que fueron continuos, entonces grite “sí quiero verga” ahí el me dio la vuelta y quedo encima de mí y con toda velocidad me embistió con fuerza y rudeza y me gritaba “esto querías zorra, te gusta que te culee, siente mi verga quiero que grites vamos” pues así fue no pude dejar de gritar y nuevamente sentí un orgasmo y ahí él se alcanzó a venir dentro de mí, pero luego saco la verga y me puso a que la chupara… esto fue genial, el sudo bastante. Enseguida me tomó e hizo que abriera las piernas y me dijo “déjame ver tu cuca” yo accedí y me miro y exclamó “oh esta cuca esta rojita y abierta, se ve que así le gusta que le den” luego me limpie, nos vestimos y salimos de allí. Para mi fue algo maravilloso poder cumplir mi sueño de estar con un chico de color. Quedamos en encontrarnos de nuevo en una nueva aventura que cuando la hagamos la daré a conocer.




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Fantasias

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