Vendiendo a mi esposa
( Relatos Fantasias )


Vendiendo a mi esposa.

Todo comenzó de manera casual un día conduciendo por Blvr.Artigas llevaba a mi mujer, era de noche.
Ella observó a las prostitutas de las esquinas y como se acercaban a los coches y subían en algunos de ellos, luego preguntó, -“¿Has contratado los servicios de alguna de esas chicas alguna vez?”-.
-“Sí, cuando era soltero, debuté con una de ellas”-, le conté.
-“¿Con una callejera de estas, como fue?”-, preguntó ella.
-“No, no fué con una de estas, ella tenía lugar propio era “Peluquera”, tenía unos 25 años y yo 17, era cerca de Avda.Italia y Francisco Simón, Ana María se llamaba, un amigo que era cliente de ella bastante mayor que yo le pagó por sus servicios, hacíendome el favor”-, le expliqué.
-“¿Como, como…pagas fuera ropa y punto?”-, preguntó ella.
-“Bueno, sí, lo hacen por dinero, pero el trato y el momento dependen de varios factores por ejemplo, lo que pagues, el tiempo, si le gustas a la chica si está motivada y se implica, son mujeres ellas sienten más o menos , pero sienten”-, respondí.
-“¿Cómo fue tú momento?”-, preguntó ella riendo.
-“Muy bueno, Ana María fué muy dulce, besos caricias, se desnudó, me desnudó y me enseño cada rincón de su cuerpo, eran tiempos anteriores al Sida, así que no había uso de condones, ella te lavaba y permitía que te derramaras dentro de ella, con la ovbia sensación del coito natural”-, le expliqué.
Ella escuchó atentamente, se mordió sus labios, le causaba morbo imaginandome cogiendo con otra y no lo olvidó.
Una noche, después de hacer el amor con mi mujer, ella me confiesa una fantasía que tiene hace unos días.-“Me gustaría coger por dinero con un desconocido como lo hicistes tú”-, me dice.
-“¿Qué dices, pagar a un tipo para que cojas con él, estás loca?”-, preguntó asombrado.
-“! No ¡, no un Gigoló, yo en plan puta, que me paguen a mí para cogerme, esa es mi fantasía”-, explica ella.
-“¿Te vas a dejar coger por un desconocido?”-, le pregunto.
-“¿No me has pedido verme coger con otro?, ahora no seas egoísta con mi sueño”-, me replica.
-“Bueno, sí, yo pensaba en un amigo, alguien sano de confianza”-, le digo dudando ya.
-“¿Qué más dá?, ¿A las putas que te has clavado no las conocías de antes no?”-, añade ella.Tiene razón y guardo silencio.
No hablamos del tema, intento dejar pasar un tiempo para ver si cambia de idea.
Un día cerca de 18 de julio y Gaboto, en pleno centro encontramos una mujer madura esperando levante en una esquina, una meretriz conocida, ella se acerca y entabla conversación.
-“¿Disculpa, cuanto cobras?”, le preguntó mi mujer, dejando claro que no era para hacerle competencia.
-“400 pesos la mamada, 500 media hora, 1000 la hora, incluye mamada y las terminaciones que quieras, no doy la cola, todo con preservativo y los besos son aparte.”,-explica la mujer, luego me mira y añade, -“Parejas 1500 pero a ustedes se los puedo dejar en 1000”-.
Le dimos las gracias y nos fuimos, ella mi mujer seguía en sus trece.Al otro día al volver del trabajo, me la encuentro probandosé una mini, pero mini-mini falda ajustada que no dejaba mucho a la imaginación y unos tacos de aguja, parecía una trola.
-“Bueno yá basta, si vamos a hacerlo será a mi manera, debes obedecer todo lo que te diga es un ambiente diferente y encuentras todo tipo de hombres, con todo tipo de deseos, pueden estar enfermos e infectarte algo o hasta violarte, ¿de acuerdo?”-, le digo.
-“Está bien, lo que tu digas,¡ huy…que emoción, que aventura!”-, añade ella.
Tras pasar unos días medito al detalle un plan, reviso los diarios y hago un cronograma, horas más tarde… listo.
-“Bueno este és el plan, como no quiero que nadie conocido te vea vestida de puta y no usar nuestra casa, iremos lejos, alquilaremos por el fin de semana próximo, una habitación en un hotel de Maldonado, hay ese fin de semana una convención latinoamericana de oftamología en el Conrad, a eso de las 19hs hacen una pausa hasta el otro día y se desperdigan todos los hombres por los bares de la zona, muchos a levantar, andan desahogados de dinero, son los indicados, ¿que te parece?”-, le digo.
-“Perfecto”-, responde ella.
-“Buscaré un candidato y te haré señas para ver si te gusta, si es así, voy a ser tú Fiolo, tú Chulo, yo le contaré algunas cosas falsas sobre ti, tú debes seguirme la corriente, no negar nada de lo que te afirmen que dije, él hombre me va pagar a mí, luego se irán al hotel, donde yo abre llegado antes y escondido en el armario los veré y filmaré para nuestro deleite luego, estaré cerca por cualquier cosa”-, le conté.
-“Pero me tienes que decir que no estás dispuesta hacer en la cama por dinero con un desconocido, hasta donde piensas llegar”-, le interrogo.
-“Será mi debut como puta, al igual que tu lo hiciste todo, yo tambíen lo haré todo lo que esté dispuesto a pagar”-, me explica.
-“¿Sin?”-, pregunto preocupado.
-“! También quiero sentirlo todo igual que las mujerzuelas de tu época ¡”-, replica.
Llegamos a la ciudad temprano, dejamos los bolsos en la habitación y salimos a Punta del Este, dimos una vuelta por la ciudad y miramos varios bares del entorno, miramos a ver si descubríamos alguna Escort dentro, vimos un par de sospechosas, ese sería nuestro bar.
Salimos de compras por una feria de la ciudad, ahí conseguí algunos implementos para mi disfraz.
En el hotel nos vestimos, yo con vaqueros unas zapatillas coloridas y poco discretas, una camisa rosa mosqueta abierta casi hasta mi ombligo, unos lentes oscuros y espejados, un arete, muchas pulseras gruesas y una cantida exagerada de anillos.Ella primero se baño y no dejó un pelo en su cuerpo del cuello hacia abajo, un conjuntito interior de tanga y sostén, imitando piel de leopardo, medias negras, minifalda tipo cuero muy corta y justa, tacos de aguja negro, una camisa roja sanguina con un generoso escote, se pintó un poco exagerada, su boca bien roja, su pelo suelto y una carterita con una larga cadena y tan pequeña que solo caben condones en ella, realmente parecía un furcía.
A escondidas y en forma discreta, salimos del hotel, subimos al coche y nos decimos las últimas palabras.
-“¿Estás segura de lo que vas a hacer?”-, le digo por última vez.
-“¿Si miles de mujeres lo hacen y lo han hecho, porqué no probar yo?”-, me contesta.
Llegamos cerca del bar a eso de las 19:15, era julio, pleno invierno, poca gente en Punta y era casi noche.Entramos el camero miró de arriba abajo a mi mujer río y no hizo ningún comentario.Ella se acerco a la barra se sentó en un taburete cruzó provocativamente sus piernas y pidió un BloodyMary.
Yo me senté a un par de metros en una mesa donde podía ver todo el bar.
Media hora más tarde empezarón a llegar los asistentes al congreso, impecablemente vestidos con formal traje y corbata.Muertos de sed, el acohol corría como agua mientras todos hablaban de sus actividades.
Poco a poco el ánimo de bebida fue disminuyendo y los asistentes empezaron a levantar sus miradas del fondo del vaso para ver a quienes les rodeaban.
Dos hombres uno de 50 o 55 años y el otro de 45 a 50, no le quitaban la mirada a mi mujer de sus piernas.Ella me dio a entender que el mayor no le gustaba pero que el otro, menor en edad estaba, “Interesante”, pude ver como este hombre jugaba con su alianza de casado y la misma en segundos desaparece de su anular.Luego se acerca a ella y susurra, -“¿Cuánto?”- ella lo mira le sonríe y le indica mi presencia, -“Arregla con él, guapo”-.
El hombre se acerca a mi mesa, había mordido el anzuelo, llega, saluda y sin vuentas le digo, -“¿Te quieres coger a mi chica?”-.
-“Sí, esta muy rica, ¿Cuánto pides?”-, añade el hombre.
-“La tarifa es en U$S, 200 la hora, 500 la noche, y el especial de 1000”-, añado.
El precio no era un problema, así que el hombre preguntó por el servicio especial.
-“¿Qué incluye el de 1000 U$S?”-, curioso pregunta.
-“Todo lo que aguantes en todos lados y “Sin”, natural”-, agrego.
-“¿A pelo sin goma?, ¿No es un riesgo?, entienda soy casado y no quiero llevarme una enfermedad a Bs.As, ¿Es sana?”-, pregunta , interesado y preocupado.
-“La cuido como si fuera mi mujer, sí es sana es nueva en esto, nadie ha pagado antes el especial, así que serías el primero, ¡ Ah debes acabarle fuera no toma pastillas¡”-, le aclaro.
-El hombre se relame, veo como crece un gran bulto en sus pantalones de vestir, saca 10 billetes de U$S 100 y me los entrega, -“Me la llevo”- dice riendo.Salen los dos y suben a un taxi.Yo tomo el coche acelero y trato de llegar antes.
Llego escasos cinco minutos antes que ellos, me escabullo sin que el gerente del hotel me vea, entro en la habitación tomo la Sony, verifico su batería y memoria, para luego esconderme dentro del armario.
Llegan ellos.Entran en la habitación, ella sentada al borde de la cama cruzada de piernas espera, mientras él sin prisas se desnuda.
-“¿Cómo te llamas?”-, pregunta él.
-“Laura”- , inventa ella.
-“¿Eres nueva en esto?”-, interroga él.
-“Sí, casi amateur”- responde riendo mi mujer.
-“¿Cómo te cuidas?”-, pregunta él.
-“Siempre uso condones pero hoy haré una excepción, no podrás acabar dentro de mi rajita ¿Sabes?”- dice ella siguiendo el guión pactado.
-“Sí, sí yo te aviso antes”-, respode el hombre percetiblemente excitado.
-“¿Cómo te llamas y de donde eres?”-, pregunta ella.
-“Me llamo Carlos soy de Mar del Plata pero vivo en Bs.As, soy médico, oculista, trabajo en una pre-paga”-, aclara el hombre.
-“¿Casado?”-, pregunta ella.
-“Separado”-, miente él para no enfríar y enfriarse pensando en su mujer e hijos.
Yo filmo al detalle dentro del caliente armario, me pongo cada vez más caliente y morboso esperando la acción.
-¡Estás muy rica, eres un desperdicio, una mina así de puta!-, dice alterado el médico.
-“Gracias, pero tengo que hacer algo para comer”-, sigue ella la actuación.
El hombre se ha dejado los boxers, a pesar de sus casi 50 años mantiene un físico parejo sin vientre y buzarda.Ahora el trata de desnudarla a ella, la besa mi mujer responde al pasional beso del “Cliente”, ella le toma de sus manos y le ayuda a que la desnude.
Cae la mini, luego la camisa, ella solo de medias y conjunto de leopardo, despacio una a una el “Cliente” tira de sus medias, descubriendo sus jovenes y torneadas piernas.Luego le saca el sujetador, las tetas talla 90 con sus pezones erectos quedan al descubierto, los mira murmura.
-“! Qué bien ¡, a ver ahora que hay debajo de esto”-, procediendo a tirarle de los costados del tanga, para descubrir su pubis prolijamente rasurado, su rajita rosada.
Con ella desnuda y tirada sobre la cama el se quita los boxers, dejando al descubierto una gran pija de 22 cm.
-“! Es grande ¡”, susurra ella.
-“Espera zorra que la tengas dentro”-, dice el sin modestia.
El hombre la besa, recorre todo su cuerpo con sus boca y lengua, luego de morderle los pezones, baja al pubís de ella, con sus manos expertas, abre la vulva la examina, la mira trata de asegurarse su salud, luego introduce su lengua entre los labios de la concha de mi mujer que ya empieza a mojarse, la recorre toda, la hace gemir
-“¡Humm, así, se siente bien!”-, gime ella.
-“No sabes ni hueles a puta”- dice el con curiosidad y agrega.
-“Tu conchita está sanita, ni hongos, ni granos, nada, bien cerradita y firme”-.
-“Hace poco que estoy en esto, ¿Cómo solemos oler, según tú?”-, pregunta ella.
-“El sabor de tu piel, debería reflejar, el uso de cremas y resequedad, deberías oler a perfumes baratos, tu conchita debería reflejar el uso seguido”-, añade él.
Ella entonces le dice que se ponga boca arriba, tomará el pene del hombre mirando al cielo, lo masturbará lentamente, lo lamerá y morderá toda la verga a lo largo de su extensión.Chupará fuerte e intenso.Durante 30 minutos, luego cuando és está a punto de estallar le dirá.
-“Ven aquí y abre grande esa boca de puta”-.
Ella arrodillada en la cama y el parado, apunta su verga hacia la boca abierta de ella, un grito masculino y un chorro blanco salta el vacío desde el glande de su verga hacia la cara y la boca abierta de mi esposa.
Blanca su cara, sus dientes cubiertos, su lengua no se ve bajo la capa de semen, cierra entonces su boca y hace desaparecer como acto de magia el esperma de su boca.Luego se van a lavar al baño.
Vuelve la “Zorra” y su “Cliente” a la cama, tratan de reponer energías durante 20 minutos en los cuales hablan de temas banales.
Cuando el hombre a recargado, ella lo monta, lo jinetea de forma experta, pero no puede fingir los orgasmos vienen solos, ya lo nota, excitada siente como una corriente de endorfinas recorre todo su cuerpo, se tensa, se contrae y mira al cielo, grita, -“Ya…ya…viene, sigue no pares, así…humm, viene…acaaaaaaboooooooo, aaaaaaahhhhhhhhhhhhhh”-.mientras el juega con sus tetas.
-“! Que bien finges los orgasmos, ojalá fueran reales ¡”-, murmura él.
-“Ahora dame la colita”-, pide él.

Vendiendo a mi esposa.
No sé como va a reaccionar mi mujer, pues solo lo habíamos hecho una vez y le dolió.
Ella duda por un momento, pero decide obedecer y se pone en cuatro, rogando, -“! Despacito por favor ¡”.
El ríe y unta con saliva su pene apunta con precisión médica al esfínter, empuja, poco a poco el trono del falo duro, desaparece dentro de mi esposa, ella gritará de dolor, -“Haaaayyyyyyyy”, él se excita y la goza, esos gritos no son fingidos, los 22cm han desaparecido dentro, él mete su mano en la concha de ella y masturba con destreza su clítoris, a la vez que mete y saca su pija del culo abierto de ella.
Mi mujer mira hacia donde estoy yo, pero no es para pedir ayuda, le veo una sonrisa en su cara, placer y dolor se juntan en uno.Y llegará al primer orgasmo con una penetración anal y con un desconocido.
-“Ahhhhhhhhhhh, así dame la leche, siíí, acaba”-, le rogo ella.
El hombre ruge, descargando en contenido, blanco, viscoso de sus huevos dentro de los intestinos de mi mujer.Luego él saca su verga mojada y la seca contra los glúteos de ella.Ha pasado más de hora y media.
El se va a lavar y vuelve despues de unos minutos cansado y dispuesto a irse, empieza a juntar sus ropas y mi mujer le dice.
-“! Has pagado por toda la noche, no te vayas ya ¡, ¿No quieres echarte otro polvito?”-, le recuerda ella.
-“Si serás putarraca extraña, cualquiera estaría contenta de ganarse 1000US$ en un par de horas, más si el cliente se va antes de lo previsto”-
Eso excita al hombre, que deja de juntar sus ropas, se acerca a ella la empuja sobre la cama, y le separa sus piernas las levanta hacia su cabeza, dejando su rajita expuesta, toma su verga erecta y la hunde en la vulva, hasta chocar con el útero, con fuertes embestidas la posee, ella penetrada vaginalmente, goza y goza, se suceden los orgasmos de ella, 1,2,3 cada vez mas intensos y seguidos.El jadea fatigado, sudán, sus cuerpos brillan, ella le recuerda, -“Dentro no”-, el asiente con la cabeza, sigue con el ritual carnal, ella gemirá, apretará con sus manos las sábanas, la cama parece venirse abajo.
-“! Ahhhhhhh…hummmmmm….ahhhhhhhggggggggaaahhhhhhhh”-, llegando a tal intenso orgasmo, que su grito tapará al de él al derramarse enteramente dentro de ella, llenando su matriz de leche caliente.Consumando el acto carnal, el coito en todo su nombre.
Ella mira para donde estoy su cara es de gozo, siente la humedad recorrerla dentro, ríe y luego se hace la enfadada.
-“¿Acabaste dentro?”-, le pregunta ella mirando toda la leche que salía a raudales de su concha aún abierta.
-“¿Porqué no me avisaste?”-, con cara de enfado.
-“! No pude contenerme…tu orgasmo…tú…¡”, se excusa él.
-“¿Eres un hijo de puta, que hago yo si me has preñado?”, pregunta ella, fingiendo, toma pastillas hace más de dos años.
El hombre se viste, saca 50 US$ de la cartera y se los da ella.
-“! Para la píldora post-coito¡”, le dice él.
-“¿Donde quieres que encuentre una farmacia abierta ahora?”- le reclama ella.
-“Si preñandoté te saco 9 meses de las calles estaré feliz, toma mi tarjeta, si se te complica cruza el charco a Bs.As, búscame y te daré un laburo decente, no pareces puta, deja esto a tiempo”-, agrega el tipo.
Se viste y se va, 2hs 30 minutos, han pasado, me acerco a la cama, mi mujer ríe, le ha gustado la experiencia, arruga los 50 US$ y la tarjeta, los tira a un rincón y me dice, -“No es mal tipo el porteño”-, veo como de su concha sale el esperma del desconocido, blanco, pegote, caliente aún.
Beso a mi mujer.
-¿Satisfecha, gozaste?-, le pregunto.
-“Sí, muchísimo”-, responde complacida.
Me saco el disfraz de chulo, fiolo y excitado por el morbo de verle cogiendo, le hago el amor a mi mujer desnuda, oliendo al perfume de Carlos, hundo mi pene el la llena concha de leche del argentino y acabo a los minutos mezclando mi esperma con el del desconocido.Cogemos durante 2 horas, luego nos duchamos, guardamos los disfraces y nos vestimos normal.Pagamos el hotel y volvemos felices a Montevideo, luego del debut de mi mujer, todo grabado para nuestro posterior deleite.Tomo los 700 U$S, restantes y se los doy a mi mujer, le digo, -“Te los has ganado en buena ley con el sudor de tu concha”-,se compró ropa, como verdadera puta.FIN.


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Grande el relato, me puso a 100. Lo único, que no creo que yo hiciera lo mismo con mi pareja...
perfil joanalo88


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
4062

Categoria
Fantasias

Fecha Envio


Votos
3