Aroma de mujer
( Relatos Sexo com Maduras )



Realmente he sido un afortunado por tener suerte con las damas, pero especialmente con mayores que yo, pues en este relato les contaré algo que me ocurrió con Karina, una secretaria de la oficina donde antes laboraba.

Karina es una mujer mul alta, calculo que cerca del 1.77, quien gustaba de usar zapatillas que la hacían verse aún mas alta, pasaba ya de los 45 años. Yo por el contrario soy de baja estatura, 1.66, en fin, nos llevabamos muy bien, de esas amistades que poco a poco van tomando mayor confianza hasta el momento en que le dije que la invitaba a salir a tomar unas cervezas. Acepto pues comentaba que desde que se había divorciado casi no hacia mucha vida social. Acordamos ir a un salón de baile.

Llegamos al lugar y pues a lo que ibamos, comenzamos a bailar y a beber cerveza negra de barril pues el calor en el lugar era bastate fuerte. Llevaba un vestido corto color gris sin mangas, medias negras, sus zapatillas altas y el pelo suelto. Con el baile y el calor comencé a sentir humedecida su espalda y poco a poco nuestros cuerpos fueron juntándose mas y más.

En la mesa del lugar comenzamos a besarnos por lo que decidimos continuar "la fiesta" en otro lado. Nos encaminamos a un hotel cercano al lugar donde nos encontrabamos.

Al llegar a la habitación continuamos besándonos cada vez más intensamente mientras mis manos comenzaron a levantar su falda.

Cuando le quité su vestido pude observar a mi compañera de trabajo con un liguero sensacional, una tanga negra con un moñito delicado y coqueto en el frente y un brasier negro estupendo cubriendo el delicado par de tetas que aunque pequeñas, se veían bastante apetecibles y firmes.

Realmente era una visión muy provocativa, toda una hembra cachonda por todos lados cubierta únicamente por ropa sumamente sexi.

Se acercó a mi, bajó el cierre, sacó mi pene que ya se enconraba bastante lubricado y excitado y como toda una verdadera experta comenzó a chuparlo con sus ricos y carnosos labios mientras mis manos acariciaban su cabellera y veía como aparecía y desaparecía mi instrumento en su cavidad bucal.

A punto estuve de terminar dentro de su boca, sin embargo, se recostó en la cama, me quité completamente la ropa y me dirigí hacia ella contemplando maravillado el larguisimo par de piernas semi abiertas. Me acerqué hasta su entre pierna y comencé a juguetear con mi boca sobre su tangua, la cual se encontraba también bastante húmeda y con ese maravilloso olor que solo las mujeres pueden impregnar. Seguí urgando hasta que decidí hacer la delicada prenda a un lado y definitivamente asaltar con mi lengua dentro de esa rica y húmeda cavidad que palpitaba deseando ser penetrada. Encontré un poco de vello estéticamente depilado que terminaba justo encima de la entrada a la gloria. Así estuve un buen rato jugueteando con mi lengua y ocasionalmente sus dedos marcando un ritmo hasta que mi boca comenzó a adquirir un riquísimo sabor abundante de mujer y sus contorciones y jadeos se hiceron más intensos.

En ese momento apenas logré colocarme un condón y aún sosteniendo la tanga con mis dedos entré en ella mientras escuchaba un exquisito sonido de lubricación en abundancia, sudor de dos cuerpos que se entregan a la pasión.

Cuando terminamos y ahora si completamente desnudos recostados en la cama tomé la tanguita y no pude evitar llevarla a mi nariz para disfrutar nuevamente de ese exquisito aroma de mujer.




Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.

Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
4054

Categoria
Sexo com Maduras

Fecha Envio


Votos
0

Relatos enviados por el mismo usuario

3816 - Camas de masaje
3822 - Hot Line con madurita
3994 - Las pantaletas de mi amiga
4248 - Mi amiguita de la oficina