Feliz Cumpleaños 1
( Relatos Lesbicos )


Preparando el regalo de mi novia.

Era lunes en la noche del mes de junio, en menos de una semana sería el cumpleaños número 25 de ella, de mi novia, y bien aquí estaba yo sentada frente a mi portátil buscando inspiración, mirando una lista infinita de páginas sin una idea clara de que iba a regalarle o preparar para hacer en su día especial, no es que no fuera detallista con ella o que no conociera sus gustos pero quería encontrar algo original y muy significativo para ese día pues ya llevamos 8 años de conocernos y dentro de poco también 5 de relación, aunque apenas vivíamos juntas desde hace casi un año y ésta sería la primera vez que pasaríamos completamente a solas para ese día ya que su familia no había viajado a la ciudad donde ahora vivíamos y según sabía por motivos de trabajo sus amigos le organizarían algo un día antes.
Mientras llovía y trataba de encontrar algo bonito, ella salió de la ducha pero estaba tan distraída que apenas logré escucharla cuando entró a nuestra habitación así que cerré rápidamente todas las páginas para no arruinar nada y abrí un documento cualquiera fingiendo que leía concentrada, ella me miró, sonrió de esa manera tan dulce que me enloquecía cuando se le formaban esos hoyuelos en sus mejillas, se acercó a mi aun envuelta en una corta toalla y me dijo de manera divertida frotándose las manos mientras se aplicaba crema humectante en su suave piel:
? licenciada, no debería de leer a oscuras, quedarás más ciega mi amor…. aunque te vas tan sexy así! ? luego prendió la lámpara que tenía a un lado, besó mi frente envolviéndome en su aroma a durazno-vainilla y avanzó de espaldas a mí hacia el closet quitándose la toalla a su paso y mostrándome ese cuerpo que tanto me gusta mientras buscaba un pijama.
Aún con tanto tiempo de conocernos me seguía gustando demasiado, de hecho cada vez más, se había convertido en toda una mujer a la que seguía deseando como nunca nadie en mi vida, era hermosa y una parte de mi seguía sin entender cómo es que se fijó en mí si éramos tan distintas en casi todos los aspectos, no es que yo no fuera atractiva, es más muy por el contrario muchos hombres que no sabían que ya tenía pareja me seguían, incluso alguna que otra vez mujeres llegaron a coquetearme disimulada y no tan disimuladamente pues decían que era guapa y yo igual estaba segura de mis atributos; pero ella, ella es única… mmm simplemente es una diosa con cara de ángel.
Nos describiré para dar idea de la diferencia; para empezar yo soy abogada una mujer de carácter tranquilo pero serio o a veces muy formal, mido casi 1.70mts, piel levemente tostada por haber crecido cerca de la playa, no completamente morena pero sí con un muy ligero color canela suave, ojos grandes color café oscuro, pelo negro algo ondulado y hasta la mitad de la espalda, labios bonitos y rojizos, pechos de buen tamaño al igual que mi trasero, unas piernas largas y bien torneadas, que no es por presumir pero me habían quedado las formas de mi época más joven cuando practicaba surf y gracias a que soy vegetariana conservo mi cuerpo sano.
Ella en cambio es educadora en una escuela preescolar, ahora está con un grupo de niños que tienen ligeros problemas de atención o retención de aprendizaje, por ello tiene un carácter muy alegre, dulce, encantador y vivaz, es casi igual de mi estatura, una suave piel blanca recubre ese cuerpazo que deja sin aliento, sus curvas no son exageradas o vulgares sino sutiles pero es tan delicado su cuerpo que es obsesionante mirarlo, sus senos firmes y medianos que caben perfectamente en la mano, un abdomen delineado, una cintura hipnotizante que marca el perfecto inicio a esas nalguitas redondas y deliciosas que parecen una manzana de tanto que provoca morderlas, pero lo que más cautiva y me calienta es ésa carita de ángel que tiene, tan linda y tierna que la hace ver incluso más joven e inocente, la blanca sonrisa radiante, amable y sincera que siempre lleva, a veces con hoyuelos, los alegres ojos picarones color miel, sus labios rositas, pequeños y carnositos, todo enmarcado por su largo y lacio cabello castaño claro, cada vez que la miraba sólo quería abrazarla y besarla infinitamente pues me encanta hacerlo y es que besa tan rico que es un vicio, justo en ése momento que la vi desnuda frente a mi quise lanzarme a ella, besar su cuello o espalda y perder mis manos recorriendo su cuerpo, pero a cambio solo pude lanzar un suspiro para controlar esas ansias locas y ver cómo se ponía un pijama de shortcito corto y camiseta de tirantes antes de unirse conmigo a la cama donde la esperaba observándole sentada.
Subió a la cama acercándose a mi lado, poniéndose un poco sobre mí, tomándome de la mejilla y besándome tiernamente me retiró los lentes para luego ponerlos en la mesa de noche diciéndome: ? basta de trabajo por hoy lic, te he dicho que debes darte un momento para relajarte… o no es suficiente el trabajo que hago para lograrlo?? ?   reí con ella por eso y aunque no estaba trabajando, igual apagué y aparté la máquina, entonces la abracé por la cintura poniéndola encima de mí para besarla profundamente, muy despacio, me encanta succionar su labio inferior muy leve, sentir el calor y la textura de su lengua cuando trataba de abrirse paso en mi boca fue de lo más rico, tras unos segundos los besos comenzaron a ser más apasionados, nuestra respiración se volvió poco a poco más agitada y pesada, sus manos me acariciaban sensualmente y yo bajé mi cara por su mentón hasta su cuello recorriéndolo con mis labios, mis manos empezaron a acariciar sus pechos sintiendo como sus pezones se endurecían con eso, ella igual me tocaba y en un minuto bajó su mano a mi entrepierna para acariciarme aún sobre la ropa, su roce comenzó a excitarme muchísimo haciendo que me mojara al instante de sentir su mano, mi sexo palpitaba y una corriente como fuego circulaba por mi cuerpo calentándolo poco a poco.
En medio de besos y caricias intensas me sacó mi camiseta para luego acariciar mis senos haciéndome ahogar un gemido en su boca, sus dedos hacían movimientos deliciosos sobre mis pechos y sin esperar más yo igual le quité la parte superior del pijama, al ver esos pezones rosaditos frente a mí no pude evitar besarlos, los chupaba, lamía, mordisqueaba y succionaba dedicándome a cada uno, mi novia sólo gemía pidiendo que no parara, ésa suavidad que saboreaba junto con el aroma de su piel me enloquecía; mis manos pasaron de donde estaban en su cintura o espalda para acariciar su culito que me fascinaba más cuando empezaba a moverse rítmicamente junto a mí, cuando me separé un poco para volver a sus labios ella aprovechó ese momento para hacerme recostar sobre la cama y así terminó de quitar mis pantalones junto con mis braguitas para luego deshacerse también de su short quedando completamente desnudas, se reacomodó frente a mí y mientras lamía mi cuello o el lóbulo de mi oreja preguntaba con voz llena de lujuria que tanto me gustaba lo que me estaba haciendo, rindiéndome ante ella sólo pedía más entre jadeos y gemidos, bajó para atender en su boca a cada uno de mis pechos y continuó bajando; cuando llegó a mi ombligo con su lengua hacía que yo me arqueara y temblé al sentirla llegar a mi monte de venus para seguir hacia mis labios mayores, su boca caliente y deliciosa recorría completamente ésa área tan sensible mientras la veía sonreír diciéndome lo húmeda que estaba, metía su lengua en mi cuerpo y mordía ligeramente mi clítoris, había aprendido muy bien a hacer lo que fuera que estuviera haciendo porque me tenía completamente excitada y deshaciéndome a punto de llegar a un orgasmo de tan sabroso que lo hacía.
Pero antes de hacerme terminar de esa manera paró de pronto y se volvió a montar sobre mi atrayéndome por el cuello hacia ella para besarme y compartir mi sabor en su boca, acomodó mi muslo entre su sexo haciéndome sentir lo mojada que estaba, yo me aferré a ella por su espalda al empezar con sus movimientos de caderas, con cada movimiento nuestros pechos se rozaban de una forma muy placentera casi tan grande como estar sintiendo su humedad creciente en mi piel; de un momento a otro y sin que yo me lo esperara, con su mano izquierda me penetró profundamente con dos de sus dedos y con el pulgar masajeaba mi clítoris tan rico que me hizo ahogar un grito de placer, y al tiempo que aumentaba el vaivén de sus caderas sobre mi pierna también lo hacía su mano en mi interior, yo no tenía fuerza para aguantarme pero ella con su otro brazo me sostenía manteniéndome en la misma posición hundiendo mi cara en la curva de su cuello.
Una fuerza extraña se fue apoderando de mí, sentía corrientes por todo el cuerpo y así me fui transformando en unos minutos, hasta ese momento jamás había sentido algo tan intenso, no sé qué me estaba haciendo pero era diferente a todas las veces que había estado con ella, tal vez era el modo en que estábamos haciéndolo, ver su cara tan tierna completamente perdida en el placer concentrada en hacerme llegar al mismo punto, oír sus jadeos tan cerca y el hecho de que a cada segundo sus movimientos aumentaban, sus dedos entraban y salían tan rápido de mí que sólo lograban que me mojara más y más, ya no podía controlar mis gemidos y sentía venir el clímax tan intenso que sin darme cuenta mis manos se apoderaron de su piel haciendo que clavara mis uñas y dedos a lo largo de su espalda, ella al notar cómo me tenía empezó a correrse segundos antes que yo y no sé bien porqué lo hice pero aun sin estar tan consiente le di una nalgada en ese momento y apreté muy fuerte su trasero, un orgasmo intenso me alcanzó en una ola de placer que parecía infinita, el olor que aspiraba en su cuello se volvió tan fuerte que sin más clavé mis dientes su clavícula haciéndola gritar muy alto y dejándonos temblando tras alcanzar así nuestro punto máximo de placer.
Caí rendida en la cama, sin aire, exhausta y con la mente totalmente en blanco, no podía sostener la cabeza porque todo me daba vueltas y no logré abrir los ojos en lo que me parecieron largos minutos en los que sólo sentía espasmos orgásmicos; cuando tras un buen rato recuperé la conciencia me di cuenta que ella estaba igual de agotada aún sobre mí, quise abrazarla o besarla pero no pude moverme, ella volteó a mirarme con una sonrisa de completa satisfacción pero era distinta pues reflejaba una excitación que no le había visto, y yo a cambio estaba completamente sorprendida, me besó intensamente y seguía recorriéndome con sus manos repetidamente al ponerse a mi lado, en un momento se calmó un poco y al girarse me di cuenta de las marcas que había dejado en ella, vi que en su hombro estaba la guía de mi mordida revuelta de color morado muy profundo en su piel, además su espalda sangraba pues la había lastimado al incrustar mis uñas en ella y seguramente su traserito estaría igual de irritado a causa de mi fuerza; entonces fue como si me arrojaran un balde de agua fría, me alejé de ella totalmente asustada y comencé a repetir: ? PE PERDÓN!!! PERDÓN!!…. yo yo yo nooo quise…. discúlpame no no no….fue mi intensión… lastimarte, por favor perdóname!!, perdón, perdón!! ?   
Ella solo sonreía y de la forma más tranquila me dijo: ? no pasa nada amor, en serio no es nada, no me duele… de hecho… me gustó ?   eso sólo me confundió aún más y como si no hubiera escuchado nada respondí:
? sí, sí pero, no debí, perdóname ? comencé a vestirme de nuevo poniéndome rápidamente la camiseta y mi ropa interior, me dirigí al baño para rociar un poco de agua en mi rostro, me sentía muy mal y culpable por haberla lastimado así que tomé un trozo de algodón humedecido con medicamento para de nuevo ir con ella que estaba desconcertada esperándome en la cama, curé su espalda en silencio y con toda la ternura en mis cuidados, ella se dejó hacer pero comencé a notarla un tanto incómoda a pesar de no decirme nada.
Tenía una sensación extraña por un lado me había encantado, mejor dicho me hacía vuelto loca la manera tan intensa, pasional e incluso salvaje en que me había entregado a ella haciendo el amor pero por otro estaba confundida, sorprendida pues ella jamás me había tratado así y yo siempre había sido muy suave con ella, siempre la trate con delicadeza y aún en la cama la tocaba con cuidado, se me hacía demasiado linda, encantadora y frágil como para liberar mis ansias en ella; si bien era cierto no era la primera vez que me despertaba un instinto muy fuerte cuando estábamos juntas hasta ése momento lograba controlarme para tener sexo de alguna forma convencional; terminé lo que estaba haciendo, le volví a pasar el pijama que había quedado tirado en el suelo y mientras se vestía observé que su carita estaba un tanto molesta, me reacomodé para ir a dormir pero antes le dije una vez más que lo sentía y traté de darle un beso en los labios pero ella giró la cara haciendo que mis labios quedaran en su mejilla.
Entonces me dijo: ? sabes?? a veces también es correcto romper esquemas, hacer algo loco e inesperado… me gustaría que algún día lo entendieras, siempre eres así, te frenas y me frenas al querer que te dejes ir conmigo, sé que me quieres y por eso tratas de cuidarme, de hacer siempre lo correcto, lo normal, lo tranquilo pero todo el tiempo eres “la licenciada”, total seriedad incluso conmigo… no sé… a veces sólo quisiera… pufff … quisiera algo más   ?
No supe qué contestar más que: ? lo siento ? y entonces ella me miró con total enojo como si hubiera dicho algo malo en lugar de pedir una disculpa, tomó un respiro y después de algunos segundos continuó:   ? me gustan las cosas así como va, pero no todo el tiempo… ahhmmm he estado pensando… dentro de poco cumpliré 25 y bueno… nunca he hecho algo atrevido, jamás he estado con un hombre o con alguien que no seas tú…. mmm tal vez, siento que podría intentar o buscar algo más, no es que yo no te quiera como eres pero igual… bueno … si estás de acuerdo, me gustaría que…. no sé, regálame ese día… buenas noches, descansa ? y enseguida apagó la luz y se dio la vuelta para tratar de dormir.
Yo me quedé en shock, no me esperaba escuchar eso, no sabía cómo tomarlo o que había querido decir con eso, yo la amaba y me dolió saber que tal vez no era suficiente para ella; pero tenía algo de razón aunque no sabía cómo ser diferente; siempre había sido así, muy responsable, muy correcta y lo más loco que hasta ahora había hecho era precisamente eso, estar con ella. Nos conocimos cuando ella aún era una niña pues tenía 17 y yo poco más de 19, fue en una fiesta de mis compañeros por mi casa de playa, era una fiesta muy loca en la que tanto ella como yo nos sentíamos muy incómodas y fuera de lugar, así comenzamos nuestra amistad, sabía que yo le gustaba a esa niña por cómo se portaba pero yo por esa época salía con el hijo de un socio de mi papá, no era mi novio pero prácticamente sabía que sería mi prometido a largo plazo, hasta que decidí ponerle un alto a todo y arriesgarme a lo que fuera el día en que ella me besó; desde el comienzo de nuestra relación decidimos que siempre seríamos sinceras, respetaríamos nuestra amistad sobretodo y si decidíamos cualquier cosa siempre sería de frente a la otra, así que ahora ella me había dicho lo que quería de regalo de cumpleaños, me dolía en el alma pensarla con alguien más pero si era lo que quería yo tendría que respetar eso.


Comentarios


Hola q tal, solo quiero decir que me.gusto muchisimo tu relato, esta lleno de pasión. Espero con ansia la 2da parte. Felicidades y gracias x compartir tus historias.
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3792

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Lesbicos

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