Mi Primera Vez!!!
( Relatos Confesiones )


Mi Primera Vez
Esto que les contaré sucedió ya varias primaveras atrás, todo empezó cuando conocí a mi amiga Pamela, íbamos en secundaría. Cierto día ella nos invito a varias amigas y a mí a una pijamada en su casa, cuando llegamos ella nos dijo que estaríamos solas, así que decidimos divertirnos contando quien nos gustaba, y esas cosas que platican mucho las niñas de esa edad, todas estábamos en ropa interior; de pronto un ruido nos asusto a todas y yo por más tonta (al menos eso creí en ese instante) me arriesgue a salir del cuarto para ver que ocurría, al ir caminando por el pasillo otro ruido me sorprendió, pero esta vez había alguien atrás de mi, gire mi cabeza para observar quien era y un muchacho guapo, alto, y de mirada penetrante me observaba desde lejos, el sólo dijo: ¡Wow!, debido a que estaba en calzones, me puse roja y como pude corrí hacia un sillón para cubrirme, ante el peligro en el que creí encontrarme comencé a gritarle a las chicas, todas salieron inmediatamente dispuestas a golpear a aquel muchacho, excepto Pamela, quien rápidamente grito que ese chico no era un ladrón, sino Matías su hermano, el saludo indiferente y se metió en una habitación.
Todas regresamos al cuarto de Pame, por cierto un cuarto muy hermoso, lleno de peluches y hadas, todas platicábamos de lo bien que estaba su hermano, yo no me lo podía sacar de la mente, pero un chico como él nunca se fijaría en una niña y menos en la amiga de su hermana, Pame nos callaba a todas argumentando que su hermano era un bobo, total olvidamos el tema y nos divertimos hasta aproximadamente las 3 de la mañana.
Días después tuve la oportunidad de encontrarme a Matías cuando me dirigía hacia mi casa, después de visitar a Pame la cual ya era de mis mejores amigas, el me miro nuevamente y me dijo: -¡Hola!, ¿tu eres la niña en calzones del otro día?-, me puse roja, agache mi cabeza y le respondí: -Si, si soy yo y me llamo Roxana, justo cuando pensaba que podría platicar más tiempo con el, una chica que salía de una casa cercana lo llamo, y él fue corriendo hacia ella sin despedirse de mi, hubiera deseado que cuando me vio a mi me hubiera saludado de la misma forma que aquella chica, el la besaba y ella le correspondía, sin más y con cara triste me retire del lugar, me estaba enamorando del hermano de mi amiga y sólo lo había visto un par de veces. Aproximadamente habían pasado 3 años y mi amistad con Pamela era más fuerte aun, inclusive su Mamá la señora Lourdes me estimaba mucho, ella era una señora muy hermosa, y tenía todo en su lugar, el señor Héctor papá de mi amiga, era un hombre alto, atractivo y muy amable, me trataba como a su propia hija, por otra parte la relación con su hermano para mi no era del todo favorable, yo estaba perdida por él, vivía enamorada de Matías, y el sabiéndolo sólo jugaba con mis sentimientos, diciendo que me quería, pero no dejaba a su chica, era muy estúpido de mi parte seguir con ese tonto amor, pero vamos estaba chica y no sabía lo que hacía.
Un viernes saliendo de la preparatoria, una tipa se me acerco reclamándome que dejara a Matías en paz o se las iba a pagar, yo le respondí que ¿a ella que le importaba?, y sin más se me fue a cachetadas y rasguños en los brazos y el cuello, Pamela fue corriendo por su papá para que detuviera aquella golpiza, el señor Héctor nos separo, y regaño a aquella chica, quien hasta ese momento supe que era Jimena, la tan mencionada novia de Matías, Pamela me llevo con al auto de su padre, cuando el señor subió pregunto si estaba bien, respondí que si, la verdad es que no me había pasado gran cosa, sólo me ardían las mejillas y las zonas donde me había rasguñado la tipa esa, el papá de Pame nos dijo que llevaría a su hija a casa y posteriormente me llevaría a la mía para explicarles a mis padres lo ocurrido. Después de dejar a ella en casa, nos dirigimos a la mía, al llegar el bajo junto conmigo para hablar con mis padre, abrí la puerta y lo invite a pasar en lo que llamaba a mi madre quien seguramente se encontraría en casa, lo pase a la sala y me dispuse a buscar a mi madre, al no tener respuesta le marque a casa de mi abuela y ella me dijo que mis padres habían salido de viaje de negocios, pero que ella mandaba por mi al otro día para no estar sola todo el fin de semana, acepte, me despedí de ella y colgué, posteriormente me dirigí hacia donde el señor Hector.
-Me va a disculpar por hacerlo venir, pero mis padres salieron de viaje y regresan hasta el martes- le dije un poco avergonzada
-No te preocupes, ya tendré la oportunidad de hablar con ellos- me sonrió
-¿Algo que se le ofrezca de tomar?- amablemente me ofrecí a traerle una bebida
-Agua está bien, por favor-
Fui a la cocina por el vaso con agua, regrese a la sala y lo puse en sus manos, las cuales rozaron las mías y una extraña sensación se produjo en mi cuerpo, me senté a su lado, y me empezó a platicar de Jimena la novia de su hijo, al ver que mi rostro se tornaba triste me volvió a preguntar:
-¿Estas bien?-
-Si, sólo que siempre he estado enamorada de su hijo-
-Jajaja, me refería a físicamente, ¿si aun no te duelen los golpes?-
Me puse roja por mi respuesta tan boba, -si, sólo me arde el cuello por los rasguños que me dio-
-Déjame verlo-, se acercó a mi cuello, movió un poco mi camisa de la escuela, y lentamente fui sintiendo como sus labios se pegaban a mi piel, no me asuste, era una sensación extraña pero muy deliciosa, moví el cuello hacía el otro lado para disfrutar más aquel beso, pero de pronto un remordimiento vino a mi mente y me levante rápidamente
-¡Perdóname!, no era mi intención besarte así- me dijo avergonzado
-No se preocupe, pero no es por eso que me levante, sino por que yo quiero mucho a su esposa y a su hija y no podría pagarles así-
-¿No te molesto mi beso?
-La verdad no, me gusto pero…-
Me interrumpió jalándome hacía el, me sentó en sus piernas, y coloco mi mano izquierda en su pene que se le marcaba en el pantalón, se sentía largo, duro y muy grueso.
-¡Wow, que grande!-
-¿Te gusta?- su mirada ya era de lujuria
-si, me gusta, pero no puedo- lo deje de tocar
-¿Por qué no?-
-Porque, porque, soy virgen-
El señor Héctor aumento su deseo en mí y trato de convencerme.
-Y que mejor que tu primera vez sea con alguien que sepa en esto de las artes amatorias ¿no lo crees?-
-Si, sería bueno, pero no podría traicionar a su hija ni a su esposa-
-Por ellas no te preocupes, ¿o se los piensas decir?-
Eso ultimo despertó un deseo extraño en mi e inmediatamente junte mis labios con los de él, Héctor buscaba mi lengua con la suya y poco a poco se juntaron, volvió a poner mi mano en su mástil, y con falta de experiencia sólo frote como pude aquel bulto, dejo de besarme y con ambas manos me fue desabotonando mi camisa, mis senos eran tan grandes como ahora, pero estaban protegidos por mi brassier, vi que me observaba con deseo y al sentir su cara entre mis senos queriendo besarlos, solté varios gemidos en aprobación. Con agilidad desabrocho mi bra y lo retiro, mi par de enormes bolas de carne quedaban ante sus ojos, mis pezones me ardían, y los sentía duros, los tomo con ambas manos y una a una fue lamiendo mis chichotas, mordía y jalaba mis pezones, yo estaba excitada, con leves gemidos por aquella sensación. Al poco rato me quito de sus piernas, y se desvistió quedándose sólo en calzón, yo iba a hacer lo mismo, pero me pidió que me aguantara, que todo sería con el tiempo adecuado, me hinco frente a él, y pego mis rostro a su entre pierna, sentía lo grande que era aquel miembro, tenia un olor rico, pero mis ojos aun no tenían el privilegio de verlo, no pude más y baje aquella prenda que cubría su paquete, mis ojos se abrieron mucho al ver aquel pedazote de carne, grande, muy grande, grueso y venoso, de manera rápida lo tome con ambas manos y lo froté lentamente.
-Que rico es sentir tus manos sobre mi pene cariño-
-Es que es tan grande, jamás había visto uno en persona-
-¿Qué te parece el mio?-
-Es delicioso- yo seguía masturbándolo, pero un impulso en mi cuerpo hizo que abriera la boca y lentamente lo metiera en ella.
-Ummm que rico, chúpamelo hasta que te canses ummm sigue-
Al señor Héctor parecía que le gusto mucho como me comía su trozo de carne, aunque no me cabía del todo, yo traté de tragármelo, lo lamía con gusto, era delicioso, le chupaba sus huevos, los metía a mi boca, era como una niña y su paleta, el papá de mi amiga Pamela sólo disfruto de aquella mamada, tal vez con nada de experiencia por mi parte pero que a él le encanto, froto mi cabello, me dio algunas sonrisas cuando de pronto volteaba a verlo, sus gemidos fueron en aumento, de pronto con ambas manos agarro mi cabeza y me introdujo casi toda su verga hasta mi garganta, yo sentía que me ahogaba, pero unas convulsiones en su pito dejaron sentir en mi fuertes chorros de leche
-Aaah Aaah si, tomate mi leche, trágatela toda- Héctor me dijo después de haberse venido en mi garganta, como pude me trague aquellos chorros de semen, y en cuanto me dio tiempo levante mi cabeza y pude respirar, ya estaba excitadísima, era la primera vez que me comía un pene y la verdad para ser la primera vez no fue un pene pequeño, era maduro y muy delicioso.
El señor Hector se levantó del sillón y me cargo, comenzó a besarme el cuello, nuevamente nuestras lenguas se buscaban, y mis senos fueron otra vez su alimento, nos sentamos en el mismo sillón, y mientras se comía mi par de tetas, acariciaba mis piernas con su mano derecha.
-Que piernas tan lindas, son carnosas y jóvenes- me dijo con bastante lujuria
-Gracias, es muy lindo de su parte-
Poco a poco su mano levanto mi falda y palpaba mi vagina sobre mi panty, yo me sentía deseada por un hombre maduro y eso me excito mucho en aquella ocasión, me gustaba ser yo la afortunada de estar ese día con el papá de mi amiga y en mi casa.
-Pero que mojada estas-
Me puse roja al escuchar eso.
-No te apenes mi niña, es delicioso y excitante, te voy a devolver el favor-
Como pudo levanto mis nalgas del sillón y retiro mi panty, por primera vez mi vagina quedo a la vista de Héctor, sus ojos se abrieron en una lujuria incontrolable, se hinco frente a mi, coloco su cabeza en medio de mis piernas y poco a poco sentí como la humedad de su lengua se juntaba con la humedad de mi vagina, sus lengüetazos se tornaron tiernos, sus dientes mordían mi botoncito de placer, y el trataba de perforarme con su lengua
-Que rico olor tiene tu panochita, es embriagante-
Luego con sus dientes me arranco varios pelitos, me dolió y grite, pero no pareció importarle, su lengua se perdía entre mis pocos pelos, luego me movió de una manera en la que mi ano quedaba a merced de su lengua, al sentirla lamiendo mi ano gemí intensamente, fue muy placentero y no me aguante las ganas de gritar gimiendo, pronto Héctor volvió al ataque de su mamada a mi vagina, esta vez su lengua era más salvaje, besaba mi vagina como si fuera mi boca, y cuando menos lo pensé, una extraña descarga de adrenalina salía de mi interior ocasionándome un gran orgasmo, el cual el papá de mi amiga supo disfrutar probando los jugos que salían de mi vagina.
-Aaaah, pero que delicia, Aaah que rica sensación don Héctor- me convulsionaba en el sillón, me empecé a lamer los senos, eso a Héctor le encanto, ya que se frotaba su pene frente a mi, se acercó a mi, abrió mis piernas y las pego a mi cuerpo, mi vagina estaba esperando ser perforada por aquel trozo de carne, el señor Héctor pasaba la cabeza de su palo por mis labios vaginales, yo estaba más que deseosa de sentir eso dentro de mi, pero el sólo provocaba que lo deseara más hasta que se lo suplique
-Por favor cabron, ¡métemela ya! –
Al escuchar eso, el papá de Pamela reacciono y sin decir agua va, me la metió toda de una sola estocada, comencé a llorar, no creí que me fuera a lastimar tanto, un hilillo de sangre comenzó a salir de mi vagina, me asuste.
-Tranquila pequeña, es normal, no te espantes, esto sólo quiere decir que te has convertido en una linda mujer, en mi mujer-
El continuo cogiéndome, me la metía y me la sacaba a gran velocidad, yo ya no sentía dolor, al contrario era muy rico, esa verga dentro de mi me causaba un placer indescriptible, luego el sin sacarme la verga, me cargo y se sentó en el sillón, yo quede de rodillas y sentada en su verga.
-¿Qué sientes?- me pregunto muy caliente
-Es delicioso, jamás pensé que el sexo fuera tan rico-
-Cabálgame princesa, vuélvete mi puta-
Sin pensarlo dos veces, comencé a cabalgarlo, ese palo dentro de mi era un juguete que debía aprovechar al máximo, mientras tanto, el lamia mis pezones, y jugueteaba con mis nalgas
-Aaah Aaah Aaah así cabron, así, ¡Que rico!-
-Eres una niña muy caliente, una putita en apogeo, y serás mía a partir de ahora-
Me pidió que parara, me retiro su verga, y me coloco de rodillas en el sillón, yo estaba a espaldas de él, creí que me penetraría el ano, pero así en cuatro nuevamente introdujo su verga en mi vagina, el vaivén de sensaciones continuaba, los olores que había en la sala de mi casa eran sensuales, cachondos, llenos de lujuria, mis gemidos y los de él se unieron como una linda canción, los golpeteos de mis nalgas al chocar con su abdomen era delicioso, el apretaba mis senos mientras me seguía cogiendo.
-Tu vagina es la mejor que he probado en años, desde que mi hija te presento con nosotros te convertiste en mi deseo, no eres la primer niña que me cojo-
-Aaah Aaah Aaah ¿a cuantas niñas más ha desvirgado?-
-Tu eres la cuarta, oooh si, que putita tan rica-
-¡Wow!, ummm, ¿Quiénes han sido las otras?-
-Jajaja que curiosa eres, pero te lo diré, a tu amiga Johana, a mi sobrina Elena y a mi hija-
-¿Qué?, ¿También a Pamela?-
Esa declaración me conmocionó, pero hizo más morbosa la escena, pensar que mi amiga cogía con su padre era delicioso, no sabía que fuera tan puta.
-Así es mi amor, hace un año, justo en su fiesta, la desvirgue como regalo, ¿Qué piensas de ello?-
-Oooh oooh Aaah sii, Aaah, pues es muy caliente usted, que rica confesión-
Se detuvo nuevamente, me saco su verga y en esta ocasión si retiro mi falda de la escuela, se puso de costado en la alfombra de la sala, y yo hice lo mismo pero de espalda hacia él, toco mis nalgas con su pene, levanto mi pierna izquierda y otra vez su verga se introducía por mi cuevita, cerca de media hora más mis gemidos se hicieron intensos
-Aaah ahhh siga, más, por favor no pare, sigaaaaaa- y otro orgasmo me invadió en ese momento, pero a pesar de ello su verga no se detuvo.
-Oooh que rico orgasmo putita, te vienes como ninguna otra-
El seguía amasando mis tetas, y penetrándome de una manera salvaje, pero poco a poco su vaivén se empezó a ser más lento,
-Ooooh siiii, toma mi leche, que mi leche te inunde putita-
Yo sentí lo mismo que en mi garganta, su verga lanzaba chorros de leche dentro de mi, mis entrañas se inundaban de su rica leche caliente, para haber sido mi primera vez, no había estado nada mal, el señor Héctor era un hombre muy aguantador, estuvimos cogiendo como dos horas, luego él se vistió, mientras yo seguía acostada en la alfombra, sintiendo como su semen se salía de mi vagina y se iba hacia mi ano, el papá de Pamela me ayudo a pararme, y yo me dirigí hacia la puerta, para que ya se fuera, antes de salir me volvió a besar, y a lamer mis senos y me dio una nalgadota que la verdad me gusto.
-Gracias por hablar con mis padres- le dije en tono de burla
-Jajaja de nada pequeñas, tienes unos padres muy deliciosos, espero hablar pronto con ellos
Y así fue, en repetidas ocasiones cogí con el, pero pronto se las contaré, ya saben que espero sus comentarios, si quieren saber qué edad tenía, pregunten por mensaje!!!



Comentarios


esta muy bueno tu relato y que edad tenias y que buena cogida jajaja
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Ufff k bn relato oye y k edad tenias?? Y x sierto estas tremenda
perfil sbs95
Por:sbs95 en: 17/10/2013
Mami muy rico tu relato
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Nombre do Relato


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3156

Categoria
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