TEN AMIGAS PARA ESTO
( Relatos Orgias )


Hola a todas. Por primera vez me asomo a este foro para relataros una experiencia que tuve hace casi un año. Mi nombre es MJ y tengo actualmente 60 años. Siempre he sido una mujer muy independiente y he vivido según me ha parecido toda mi vida. Nunca me he casado, y por eso he pasado largos periodos de mi vida sin compañía masculina. Pero siempre me pareció una virtud, hasta el año pasado. Además, por motivos de salud, las relaciones sociales no han sido muy abundantes. En resumen, que mi vida sexual nunca fue algo digno de mencionar. Pero el año pasado, sobre el mes de Enero, tuve una conversación con mi amiga CL. Ella es sexualmente muy activa, al contrario que yo, pero también vive sola. Según ella, no podría condenarse a follar solo con un hombre toda su vida. Yo opinaba lo contrario. Si encontraba al hombre que me satisficiera, seria feliz con el. La dificultad, lógicamente, consistía en como elegir a ese hombre. CL insistía en que cada uno tenía sus cualidades como amante, y yo le replicaba que se podía clasificar a los hombres por sus cualidades amatorias.
La discusión se acaloro de tal manera que al final CL me espeto:
- Serias capaz de decir cual es el mejor amante de entre 4 o 5 amigos?
- Claro que si. El que más me haga gozar, será el mejor amante. O no?
Se me quedo mirando muy pensativa y me respondió:
- Eso me gustaría verlo…….
Así nos despedimos, sin que yo me diera cuenta que el mes siguiente era mi cumpleaños. Yo ya sabía que CL era muy osada, pero nunca me imagine el regalo de cumpleaños que me tenía preparado.
Así paso el mes de Enero. Mi cumpleaños era el día de los enamorados, lo que me encantaba, así que CL me aviso una semana antes que mis amigas tenían preparada una fiesta de cumpleaños en la cafetería de un céntrico hotel de Barcelona. Siempre habíamos hecho los cumpleaños en casa de alguien, lo cual me extraño un poco, pero no dije nada. Una fiesta es una fiesta.
Cual seria mi sorpresa cuando llegue al hotel y solo la encontré a ella. Me explico que la fiesta era en un salón privado de la última planta. Nos tomamos un par de copas, y cuando llego la hora subimos al ático. Antes de entrar, me detuvo y me dijo:
- Tengo que vendarte los ojos. Recuerda, es una fiesta sorpresa.
- CL, no me gustan las sorpresas, ya lo sabes.
- Esta te gustara, confía en mí.
Por fin, de mala gana, accedí. Me vendo los ojos de forma que no veía nada. Me guio hasta el “salón privado”, que resulto ser una suite del hotel, pero esto lo supe después. Me recostó en una tumbona muy cómoda y me dijo:
- MJ, tengo que sujetarte las manos.
- Y eso, porque?
- Para que no puedas tocar los regalos con las manos.
- Y como los cogeré?
- No te preocupes, son de saborear.
Me lo tenía que haber temido en aquel momento. Cuando alguien te dice “no te preocupes”, es cuando hay que preocuparse. Pero las copas estaban haciendo su efecto, y mi mente no estaba en su punto óptimo. Además, la excitación de la sorpresa me animo a dejarla hacer. Me ato, y me soltó un pequeño discurso:
- Recuerdas la discusión que tuvimos hace un mes?
- Vagamente
- Si, mujer, sobre si podías distinguir que hombre era mejor amante.
- Si, lo recuerdo, pero no se a que viene esa discusión ahora.
- Pues te lo diré. Además de nosotras dos, he invitado por mi cuenta a cinco amigos míos, que tu no conoces, pero yo si. Me he acostado con todos ellos varias veces y son unos amantes maravillosos todos ellos.
En aquel momento se me hizo la luz:
- No pretenderás que me acueste con ellos para ver cual es mejor, verdad?
- Naturalmente. Mientras estábamos hablando, han entrado en la habitación y están dispuestos para ti. Sin una prenda encima y todos con la polla bien dura. Claro que siempre te puedes negar. Si es así, me lo dices y me los follare yo.
- Puedo quitarme la venda?
- No, yo te la quitare, pero te dejare atada.
Me quede de piedra. Jamás me habría imaginado que CL me hiciera semejante jugarreta. Por otra parte la perspectiva de cinco hombres dispuestos para mi estaba haciendo su efecto. Sobre todo entre mis piernas. De repente sentí unos calores hasta ahora desconocidos. Y con razón. Delante de mí tenía a cinco hombres que eran la envidia de cualquiera. Ninguno tenia mas de 30 años, la mitad que yo. Y todos tenían unas pollas enormes. Y gordas, muy gordas. Era incapaz de imaginar eso dentro de mí. Y todos eran negros. Debo confesar que siempre he tenido reparos con la gente de color. Y CL lo sabía. Creo que lo hizo con toda la intención.
Como yo no decía nada, se me acercaron todos, a la vez, y me sentí muy intimidada. Cinco negros enormes con grandes pollas me querían follar, y parece que todos a la vez. Sin decir nada, me acariciaron, muy despacio, suavemente todos ellos. Diez manos en mi cuerpo despertaron todo mi deseo. No me dejaban que los tocara, eran ellos los que lo hacían todo. Me besaban, me acariciaban, me rozaban con sus pollas enormes.
Dos de ellos me cogieron las piernas y me las levantaron mientras el otro enterraba su cabeza entre mis piernas. Cada vez que lo recuerdo casi me corro de placer. Si su polla era enorme, su lengua no se quedaba atrás. Recorría mi coño de arriba abajo, suave, delicadamente hasta el agujero de mi culo, y se metía dentro como un intruso no invitado pero bien recibido. Los otros dos acercaron sus pollas a mi boca, uno por cada lado. Juro que casi no me cabían, pero era tal mi calentura que hice esfuerzos por tragarlas. Primero una, luego la otra, sin descanso. Quería que se corrieran los dos en mi boca. Y yo, sin poder usar las manos. Estaba indefensa antes esas bestias, y eso me excitaba mas. Sin avisar ni nada, el que me estaba chupando me embistió sin piedad, me metió su polla dentro y di un salto del dolor. La sentí hasta dentro. Casi no tenia sitio para recibirla, pero separe las piernas para que entrara. El ni se dio cuenta, embestía, con fuerza, casi me hacia saltar de la tumbona. Yo no tenía ni tiempo para moverme. Tenía dos pollas en la boca, una detrás de otra, y estaban a punto. Creo que me corrí dos veces, ya no recuerdo, pero en cuento se descargo, salió de mí y entro otro, sin tiempo a descansar. Los dos que estaba chupando se corrieron a la vez y no dentro sino en mi cara, en mis labios, en mis ojos, en el pelo. Tenía la cara cubierta con una capa de leche que no me dejaba ver ni respirar. Sentía abajo una presión increíble. Ne sabía si era el tercero o el segundo. Pero en cuanto acabo, me soltaron y, sin contemplaciones, me dieron la vuelta y me volvieron a atar a la tumbona. CL, la muy perra, se estaba masturbando de lo lindo desde que habían empezado. Ahora la veía bien porque estaba detrás de la tumbona. Se había traído juguetes y todo.
Yo ya sabia lo que me esperaba, y reconozco que estaba temblando, mas de miedo que de cansancio. Estaba agotada y no tenia ni aliento para quejarme. Note como me follaba el culo uno de ellos, sin lubricar ni nada. Aun recuerdo el dolor, fue un relámpago que me dejo sin aliento. No pude ni gritar, me estaban follando el culo sin piedad con una polla enorme y tenia otras cuatro esperando. Me estaba follando tan fuerte que la sentí casi en el estomago.
En cuanto se corrió, ya me esperaba a otro, pero el muy cabrán estaba esperando a que se me cerrara el culete. Y así fue. En cuanto sentí que me relajaba por abajo me ensarto casi con furia. Y otra vez llego el dolor, pero esta vez menos, yo estaba insensible de cintura para abajo. Dicen que cuando el dolor es muy intenso, el cerebro bloquea las señales para mantener la cordura. Eso debía pasarme, pero las otras señales no las bloqueaba, las del placer. Casi nunca he sentido placer con el sexo anal, lo hacia para dar gusto a mis parejas. Pero este cabrán me la estaba metiendo tan adentro que casi lo sentía en el coño. Y me estaba corriendo, me estaba corriendo como una loca. Y además tardaban mas, claro, ya se habían corrido una vez y necesitaban mas tiempo. Otras tres veces me follaron el culo, y siempre esperando a que se me cerrara, perece que querían que los sintiera bien a cada uno de ellos. Y vaya si los sentí. Completamente
Cuando acabaron aquello parecía una batalla campal. Yo, atada a la tumbona, de espaldas con la cara llena de leche aun fresca y chorreando mas leche del culo después de cinco corridas seguidas. Y CL, que se había estado masturbando todo el tiempo con sus juguetes, estaba en el suelo sonriendo como una gata en celo. Y la muy puta me pregunta:
- Bueno MJ, cual crees que es el mejor de ellos?
- So cabrona, crees que me puedo acordar!!!
- Vaya, pues habrá que repetir, no?
- Repetir?. Desde luego, pero otro día.
- De otro día nada guapa………….




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Codigo do Relato
2195

Categoria
Orgias

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