Un viejo me hizo puta.
( Relatos Heterosexuales )


Me llamo Marina, estoy casada desde hace 22 años más 5 de novios...
Llevaba 28 años follando siempre con la misma polla y no es que tuviese más necesidad... no soy una mujer demasíado fogosa... del montón, que cada sábado noche deje que la folle su marido a regañadientes...
A pesar de mis 44 años, mi 1,60 de estatura, mi cuerpo estilizado de anguilita, mi cara de zorrita sexy y sobre todo mi culo, perfecto como el de una putita brasileña hacen que no me echen más de 30-35 años...
Fue un sábado por la mañana cuando estaba atravesando un parque que conduce de un barrio a otro cuando se me acercó un viejo y agarrándome del brazo me dijo:
-Pídeme el dinero que quieras por venirte a mi casa.
En un primer momento me sentí molesta y mi intención fue mandarlo a la mierda.
Se saco un fajo de billetes y me dijo:
300 euros, y sólo tendrás que hacerme una paja... Nadie se enterarará...
La cosa está muy jodida y el dinero escaea...
300 euros y sólo tendría que hacerle una paja...
Me acabó dando morbo el sentirme deseada a mis 44 años y, me tentó el dinero fácil...

Subimos a su casa. Con su cara excitada por el deseo y un bulto enorme que se marcaba bajo su pantalón, me dijo:
-Eres una zorra muy sexy... Tu cara de putita y tu culo de auténtica golfa me ponen a mil...
Guarrilla... ramera... gánate los 300 euros...

Le acaricié la polla por encima del pantalón y ya la tenía grande y dura... El viejo cabrón estaba a mil y yo me estaba comenzando a poner cachonda de ver el efecto que causaba en un desconocido...

Mientras todavía le seguí acariciando la polla por fuera del pantalón, el viejo me espeto:
-Eres mi putita y por 300 euros creo que tendré derecho a algo más de que me la meneen...
Mientras decía esto me metió una mano por detrás por debajo de la falda agarrándome el culo y, la otra por delante acariciándome la raja y el coño que ya se empazaba a inundar de jugos por el calentón...
Me empezo a besar y a lamer el cuello hasta llegar a mis labios que me los abrió con su lengua...
Siguió comiéndose mis labios con sus labios mientas me metía la len gua hasta ka campanilla...
Sus dedos comenzaron s juguetear entre la tela y los hilos de mi tanga...
Metió su mano por entre la tela del tanga.
Primero sus dedos se deslizaron lentamente arriba y abajo de mi rajita, desde fuera del coñito pasando por toda la raja hata el clítoris...
Arriba y abajo... arriba y abajo...
Yo cada vez estaba más mojada, caliente y cachonda como una auténtica puta...
El viejo cabrón me estaba zorreando, guareando, puteando y yo allí derritiéndome como la reina de las putas... como la madre de todas las puta, con el coño completamente abierto, excitado y mojado...
Le desabroche la bragueta y en agradeimiento le comence a hacer una pajote como nunca había hecho en mi vida, ni en los tiempos de calentura cuando era adolescente...
El muy cerdo dándose cuenta de que no sólo le estraba haciendo un trabajito por dinero, dándose cuenta de que yo estaba caliente como una yegua, sin dificultad comenzó a meterme 1 dedo en mi mojado y abierto coño...
O estaba yo muy caliente o el viejo cabrón tenía mucha experiencia trabajando mi raja y coño con sus dedos, que tuve que dar un paso atras para que me sacase la mano del coño porque estaba a punto de correrme como una putilla adolescente sin experiencia.
Antes de que el viejo abriese su boca, hice que se ntumbará en el sofa y con mis pies comence a quitarle los pantalones como cuando ibaq a follar con mis novios de la adolescencia...
Eso lo puso a mil...
Ver como le baje los pantalones sin usar las manos, con mis pies hizo que su polla se pusiese todavía más grande y dura como la pata de una silla...
Cuando el viejo noto que iba a seguir pajeándole no se quejó porque la paja que le estaba hacindo era histórica...
Primero sin agarrale la polla acariciándola arriba y abajo y luego ya cogiéndola con la mano y meneándosela vigorosamente, muy fuerte, fuerte...
El viejo picaramente me susurro al oído:
-Por 300 euros también debería poder sobarte tus tetas de puerca... Mmmmm...
No le puse ninguna objeción...
El muy cerdo tenía tanta experiencia que me comenzó a masajear y sobar las tetas como nunca antes me lo habían hecho... Me puso los pezones duros como piedras...
Yo estaba que me iba y en mi mano note que su polla estaba a punto de descargar todo su semen...
Con su mano me hizo parar, mientras me decía:
-Pequeña ramera, deja de menearmela o te lleno de leche hasta las cejas... Mmmmm...
Obedecí... No quería que se corriese todavía... Deseaba con todo mi alma que el día terminará con aquella polla tiesa como el palo de una bandera atravesándome el coño y partiéndomelo por la mitad... deseaba que me rompiese el coño a polletazos...
El viejo siguió con su juego:
-Por 300 euros también podrías chupármela un poco...

Obedecí...
Comece a darle vueltas con mi lengua en su glande, como una perrita obediente lamí todo el esmegma que el viejo tenia en su capullo mientras se retorcía de gusto...
Le dejé la polla bien limpia, no tendría necesidad de ir al baño a limpiarsela...
Con su capullo muriéndose de gusto me ordenó:
-Ahora vas a ser una perrita obediente... una putita sumisa y te la vas a meter toda en la boca... hasta los cojones...
Comence a mamársela, despacito al principio... arriba... abajo... arriba... abajo... a cada mamada llegaba casi hasta sus huevos que comence a lamer con la lengua...
Caliente como una moto y todavía el sucio viejo quería que la mamada fuese más fuerte y profunda...
Agarrándome por la cola me hizo bajar la cabeza con la polla dentro de mi boca hasta que su capullo se metio en mi garganta y comenzó a follármela...
Me ordenó que le acariciase el ojete con un dedo mientras que le mamaba su gran verga...
Yo estaba más caliente que una burra en celo y comece a meterle el dedo dentro del culo...
Podía notar contracciones de gusto en su culo mientras le mamaba su pedazo de tranca...
El hijo de puta me dijo:
-Para de mamar zorra o te lleno de leche como un bollicao...
Pero mientras me decía eso el muy cabrón seguía moviendo sus dedos en mi raja y dentro de mi coño con una mano, masajeándome las tetas y pellizcándome los pezones...
No pude más y comence a correrme como una furcia, sin poder parar de mamar su verga...
Di un grito de gusto mientras mi coño se deshacía en jugos y contraciones, notando como la leche del viejo me inundaba la boca y la garganta mientra me espetaba:
-Me pones a mil putita, ramera...
Eres mi zorra... mi puta... mi reputa...

Continuará...




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
1921

Categoria
Heterosexuales

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